viernes, 4 de febrero de 2022

Alberto Mondragón - Tomás Manuel de Anchorena

A mediados de la década del '60 Alberto Mondragón redactó unas breves biografías bajo el título "Figuras rosistas", que fueron publicadas en distintos periódicos y revistas (Revista o períódico El Puente, Revista Doctrina, entre otras). 


FIGURAS ROSISTAS 

(El Puente y Doctrina) 


Quinta figura

TOMÁS MANUEL DE ANCHORENA


Anchorena
Hermosa cabeza de tipo aquilino, noble frente ligeramente hacia atrás, unida por línea casi griega a una nariz fina y fuerte, de acentuada curva en la parte superior, y acabada en aguda punta; boca de labios delgados; mentón saliente cuyo vigor se amortigua en una suave papada; ojos muy juntos y profundos, de recto mirar; orejas grandes, pero bien formadas, de lóbulos pegados al cuello; abundante cabellera ondulada que se agolpa en la frente y las sienes sin achicar en lo más mínimo la amplitud de rasgos. Al decir de Julio Irazusta en su "Tomás Manuel de Anchorena": “La estampa es tan prócer como sus acciones, revelando íntimas afinidades entre lo psíquico y lo físico”. Su estirpe vascongada es en mucho la característica de su personalidad.

Su largo itinerario político -40 años- obliga a una apretada síntesis: Graduado de doctor en jurisprudencia en la Universidad de Charcas pasa a Buenos Aires, donde el Cabildo le nombra Regidor para el año 1807; aquí dejó sentada en acta -abril de 1807- una notabilísima exhortación patriótica para que el Cabildo produjese un acto de soberanía popular por la emancipación de España. Actor preferente en los sucesos de Mayo opónese a la Regencia de Cádiz; producidos los hechos revolucionarios, en 1811 acompaña al general Manuel Belgrano al Norte en carácter de Secretario ayudándolo con sus luces y sus fuerzas encontrándose en las jornadas victoriosas de Tucumán y Salta; participó en 1816 en el Congreso de Tucumán como delegado de Buenos Aires, siendo el único representante que reclamó por una república federal.

Hasta aquí, don Tomás Manuel de Anchorena fue un auténtico precursor de la Emancipación en 1807, y de una República Federal en 1816.

Definida su posición con meridiana claridad, la vorágine de los sucesos desatados por los directoriales y liberales (Pueyrredón y Rivadavia), lo coloca al lado de las autonomías provinciales, por una Constitución Federal y la Soberanía Nacional junto a los federales, y en especial con su primo Don Juan Manuel de Rosas a quien aconsejó como un profesor al discípulo en todo aquello que fue la política dura frente a los unitarios, defensa de la integración nacional frente a las potencias extranjeras y en la codificación de leyes de organización de la Confederación Argentina; no en balde don Juan Manuel le llamó su “oráculo” y sus enemigos “Torquemada”.

Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores definió claramente la tesis argentina en el asunto de los extranjeros radicados en el país; participó en la conducción y redacción del famoso tratado del 4 de Enero de 1831 —Pacto Federal—; miembro de la Legislatura vivió asociado a la política y diplomacia en toda la época de Rosas concurriendo con sus consejos y con su notable influencia en las grandes cuestiones suscitadas con Francia en 1838 y con Francia e Inglaterra en 1843, viendo con orgullo patriótico el triunfo de sus opiniones y directivas en el tratado Mackau, tratado que dignificó a la Argentina frente a las amenazas y agresiones de potencias extranjeras.

El doctor Tomás Manuel de Anchorena, que había nacido en Buenos Aires en 1781, bajó a la tumba el 30 de Abril de 1847; sus restos fueron despedidos por el distinguido prócer, autor del Himno Nacional e integrante del Supremo Tribunal don Vicente López y Planes, con estas palabras: “En 1829 el General Rosas fue elegido gobernador propietario y estableció la Confederación Nacional Argentina que felizmente rige la República; y en todo este tiempo, en todos estos trabajos, aumentados últimamente con la intervención extranjera en nuestros negocios domésticos, los distinguidos servicios del doctor Anchorena, sin embargo del quebranto de salud, han sido importantísimos y dio a la Nación Argentina tantos esfuerzos de su valiente patriotismo”.

 Alberto Mondragón