martes, 8 de febrero de 2022

Alberto Mondragón - Cornelio Saavedra

REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

47 


En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años.

En la Revista Doctrina, de fines de la década del '80, se publicó el siguiente artículo del Dr. Alberto A. Mondragón.

CORNELIO SAAVEDRA

Por Alberto A. Mondragón


Alberto Mondragón
El 29 de Marzo de 1829 fallecía en Buenos Aires el Brigadier General Don Cornelio Saavedra, ex Presidente de la Junta de Mayo de 1810, personaje casi desconocido que pasó parte de su existencia en justificarse de la deformación interesada, cuando no calumniosa de la pasión y el partidismo.

Nacido el 16 de Setiembre de 1759 en Potosí, Provincia norteña del Virreinato del Río de la Plata, pasa a Buenos Aires a estudiar en el Colegio San Carlos y a ejercitarse en el comercio con singular prestigio que por su honestidad mereció el aprecio de la sociedad.

Las Invasiones inglesas de 1806 y 1807 lo llevan a la formación de cuadros militares -los Patricios- como jefe y ejecutor de valientes acciones ascendiendo a Coronel; de ahí en adelante se convierte en hombre político y militar.

Saavedra puso todo su poder con sus Patricios en el apoyo al nuevo Virrey Don Santiago de Liniers -el Virrey del Pueblo- y con su sostén desbarata la intentona del 1° de Enero de 1809 de Alzaga, Moreno, French y otros, en el primer choque con los porteños.

En el Cabildo Abierto del 22 de Mayo con su voto arrastra a la mayoría, siguiendo las claras directivas de las Juntas Españolas: sin Rey el Pueblo es Soberano”, tesis del filósofo jesuita Suárez. Decisión definitoria de la Junta por la que la razón y la fuerza daban la legitimización al Coronel Cornelio Saavedra como presidente de la Junta de Mayo de 1810.

Mas la Junta de Buenos Aires no era el todo virreinal y el Presidente exigió una Junta Grande de todos los Cabildos, primera concepción federalista de nuestra historia, que los porteñistas aceptaron y luego negaron destituyendo al noble Saavedra y, por ende, a la Junta creándose el Primer Triunvirato.

Este primer asalto al poder es también el inicio de la persecución y calumnias a Saavedra quien busca refugio en Chile; pero un también futuro calumniado el General San Martín, por entonces Gobernador de Cuyo, lo protegió y lo refugió en Mendoza con restitución de la familia y bienes. De ahí pasó a Buenos Aires y, en un paralelo a meditar, el Gobernador Don Juan Manuel de Rosas le restituyó el grado de Brigadier General. En su quinta de San Isidro comienza a redactar sus Memorias” reivindicativas.

Las “Memorias” son la pasión máxima de su vida y documento valioso para desentrañar los orígenes de nuestras luchas fratricidas de liberales o nacionales, oligarquía o pueblo, unitarios o federales, provincianos o porteños que signan hasta el hoy nuestro destino de Liberación o Dependencia”.

No puede sorprender que Don Juan Manuel de Rosas las publicara en su órgano oficia] “La Gaceta Mercantil” en cinco sucesivas ediciones en 1830 y que la admiración por Saavedra lo lleve a decretar ya fallecido el prócer, el 10 de Enero de 1830, un solemne funeral durante el cual el Padre Olavarrieta, reseñó  desde el púlpito sagrado su vida política que también fue publicado, siendo la primera biografía de Don Cornelio Saavedra. Aún más: el decreto dispone su sepultura en el cementerio del Norte (hoy Recoleta), se levante un monumento y se deposite su testamento ológrafo en la Biblioteca Pública (hoy Nacional).

Ese acto reivindicatorio se realizó con la presencia del Señor Gobernador,  Ministros, Militares, Clero y Pueblo certificando que Saavedra, el provinciano, es el primer Presidente que reposa en Buenos Aires como el símbolo de la Federación en la Unión Nacional.

Alberto A. Mondragón