viernes, 4 de febrero de 2022

Alberto Mondragón - Felipe Arana

A mediados de la década del '60 Alberto Mondragón redactó unas breves biografías bajo el título "Figuras rosistas", que fueron publicadas en distintos periódicos y revistas (Revista o períódico El Puente, Revista Doctrina, entre otras). 


FIGURAS ROSISTAS

(El Puente)


Sexta figura

FELIPE ARANA


Arana
La estampa de DON FELIPE —llamado así por sus contemporáneos— llenaba todo el escenario de actividades forenses, jurídicas, ministeriales, legislativas, sociales y políticas de 1810 a 1852; pues sobre su talento y capacidad nadie puede oponerle otra personalidad tan completa como lo fue el Doctor en Jurisprudencia, Camarista y Ministro de Relaciones Exteriores y de Gobierno: el Doctor Don FELIPE ARANA.

Su figura esbelta, alto, moreno y delgado, de andar apacible, de rostro sereno con profundos ojos llenos de cariño, su conversación lenta y pausada, daban al todo una irradiación de bondad y ternura, que sumado a su saber e inteligencia hacían de él una auténtica figura del patriciado argentino.

Nació en Buenos Aires el 23 de agosto de 1786, de rancia nobleza vizcaína y de estirpe de Conquistadores y Fundadores, pasó a estudiar a Chile los primeros conocimientos de filosofía ascolástica y clásica, recibiéndose de abogado —en grado meritorio— en 1810 en la Real Academia de San Carlos de Santiago de Chile.

Para 1813 de regreso a Buenos Aires revalidó su título e integrando la Junta de Observación, como Miembro Informante, fue uno de los redactores del Estatuto Provisional del 5 de Mayo de 1815. En 1819 el Dr. Don FELIPE ARANA formó parte de la Primera Legislatura provincial que tuvo Buenos Aires, destacándose en sus opiniones federales que quedaron firmemente arraigadas en su tesis político-social; llegó a la Presidencia de la Asamblea Legislativa en el trágico año de 1828.

En su determinante fijación federalista estuvo al lado de Dorrego, Rosas, Anchorena, Maza, Terrero y demás prohombres del partido Federal enfrentando al despótico v breve gobierno unitario de Bernardino Rivadavia en la frustrada “Presidencia de Buenos Aires” —al decir del propio Arana—; sus fundadas opiniones, tanto en los círculos políticos y como en la Legislatura, pesaban, dada su inteligencia superior nutrida por su extraordinario caudal de conocimientos filosóficos y jurídicos.

Para 1832 desempeñaba el cargo de Camarista del Superior Tribunal de Justicia, y en este alto cargo que llenaba una máxima aspiración para la modestia de DON FELIPE, fue llamado por el Gobernador y Capitán General de la Provincia de Buenos Aires y Encargado de las Relaciones Exteriores, General Don Juan Manuel de Rosas, al honroso y difícil cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y de Gobierno, ocupándolo desde el 13 de abril de 1835 hasta el 3 de Febrero de 1852 —¡17 años!!— actuando en todo el álgido período de Rosas pleno de complicaciones internacionales, únicas de importancia en los anales diplomáticos de la República Argentina.

Historiar las intervenciones injustas y humillantes de Francia en 1838, de Francia e Inglaterra en 1843 y del Brasil en 1851, es historiar al propio ARANA en su extraordinaria responsabilidad ministerial como defensor del honor nacional; como destacada figura rosista en sostener la integridad territorial y como argentino el orgullo de ser el firmante de los tratados —ARANA-Mackau, ARANA-Southern y ARANA-Le Predeour—, que al decir del Tratadista Dr. Moreno Quintana son los “pactos jurídicos únicos en los anales diplomáticos favorables a la tesis de la Argentina”.

Es que la pasión y el fervor de Patria, eran en el Dr. Don FELIPE ARANA —auténtica figura rosista— y el culto y la lealtad al Caudillo de la Soberanía Nacional Don Juan Manuel de Rosas, los títulos máximos de su acrisolada argentinidad.

Alberto A. Mondragón