A mediados de la década del '60 Alberto Mondragón redactó unas breves biografías bajo el título "Figuras rosistas", que fueron publicadas en distintos periódicos y revistas (Revista o períódico El Puente, Revista Doctrina, entre otras).
FIGURAS ROSISTAS
(Revista El Puente)
Vigésima quinta Figura
NICOLÁS MARIÑO
Esta singular figura rosista que a los 36 años desaparecía dejando una estela revolucionaria, moría lo suficientemente temprano para no ver la caída de su ídolo don Juan Manuel de Rosas, pues el joven MARIÑO apasionado por una profunda convicción federal, era en esa temprana edad un autodidacta y lector vocacional de donde naciera en definitiva un extraordinario periodista y polemista.
Era NICOLAS MARINO, hijo del capitán que con Dorrego hizo las campañas de Pavón y Gamonal, nacido en 1815 en deficiente estado de salud se obligó desde muy temprana edad a sostener el hogar, inscripto en la Universidad debió dejarla por un empleo en el Ministerio de Relaciones Exteriores como Oficial 1°.
Su condición de periodista nato hizo un escritor nada complaciente a intereses de grupo o facción, su fibra patria resumía valientemente en su pluma acerada y caustica, la claridad de sus expresiones le conquistaron prestigio y a medida de sus cada vez más audaces incursiones en el temario político y social lo llevaron a ser llamado por don Manuel de Yrigoven a la redacción del “Restaurador de las Leyes”.
Al frente de este diario en un gesto audaz y hábil preparó un ardid ingenioso en combinación política con doña Encarnación Ezcurra de Rosas, militares y pueblo adictos a don Juan Manuel, un trastueque del juicio al “Restaurador de las Leyes” periódico, al Restaurador de las Leyes don Juan Manuel de Rosas, provocando en definitiva una alteración cívico militar que con otros factores concordantes produjeron la “Revolución de los Restauradores” un Octubre de 1833 desde el puente de Barracas hacia Buenos Aires.
En 1835 y en adelante es NICOLAS MARIÑO integrante de la redacción de “La Gaceta Mercantil”, y con extraordinaria maestría su pluma entra a refutar a los unitarios en la interpretación histórico-filosófica y social del gobierno de Rosas, así pues este periodista dio pasos avanzados para su tiempo y audaces clarificaciones que son signos de una verdadera vocación profesional y claro ejemplo de independencia de pensamiento, todos los temas eran para MARIÑO de vital consideración: los jurídicos, diplomáticos y aún los científicos probando la capacidad de un periodista múltiple y de polemista serio ante los pseudo periodistas unitarios vacíos de tesis nacional, pagados por potencias extranjeras y de pluma oscura y retórica como lo fueron José Rivera Indarte, Florencio Varela y Esteban Echeverría.
Sin dejar un momento su ágil pluma periodística, fue nombrado por Rosas, dada su capacidad y lealtad, Comandante de Serenos y Edecán, en San Benito de Palermo.
El teatro y el cine han recordado a MARIÑO cuando es necesario ambientar las escenas de épocas con el canto del sereno por las calles de Buenos Aires con el “Viva la Santa Federación! — Mueran los Salvajes Unitarios — Las once han dado y sereno”.
Alberto A. Mondragón