A mediados de la década del '60 Alberto Mondragón redactó unas breves biografías bajo el título "Figuras rosistas", que fueron publicadas en distintos periódicos y revistas (Revista o períódico El Puente, Revista Doctrina, entre otras).
FIGURAS ROSISTAS
(Revista El Puente, Revista Doctrina N° 4, Julio de 1988)
Décima quinta Figura
JUAN FELIPE IBARRA
Nace JUAN FELIPE IBARRA en Matará (Santiago del Estero) el 12 de mayo de 1787. Inscripto en el Colegio de Montserrat (Córdoba) cursa el ciclo juvenil dejando sus estudios para alistarse en el “Batallón de Patricios Santiagueños” y recibiendo su bautismo de sangre frente a los ingleses en Buenos Aires en 1806. De ahí en más inicia la carrera de las armas como guerrero de la Independencia a la órdenes del General Belgrano estando en las batallas de "Las Piedras", "Tucumán" y "Salta", llegando al grado de Capitán.
Para 1814 es agregado al Estado Mayor del General San Martín y luego nuevamente con Belgrano como Ayudante de Campo en el Ejército del Norte: en conjunción con Güemes en Salta ejerce la Comandancia del Fortín de Abipones.
Firme puntal federalista del Norte es su Santiago del Estero en 1820. El eje del interior pasa por la Provincia manteniendo el equilibrio de las luchas entre unitarios y federales y en esa fecha, el 25 de abril, se proclama la autonomía de Santiago del Estero como baluarte federal expresado por inspiración de Ibarra como Gobernador en el Acta donde se declara: "No reconocer otra soberanía ni superioridad sino la del Congreso de nuestros coestados que van a reunirse para. organizar nuestra federación”.
IBARRA imprime a su mandato una férrea política económica-social siendo precursor de la futura aplicación del año 1835 de la Ley proteccionista, ya que Santiago del Estero -madre de ciudades- sufrió como ninguna la destrucción de su industria artesanal por la introducción de mercadería inglesa posterior a 1810.
Hasta el fin de su vida JUAN FELIPE IBARRA -fallece el 15 de julio de 1851- es el antemural del federalismo norteño pasando por embates de peligrosidad: la invasión de su ex-amigo el Gral. Paz con la soldadesca de Deheza, el ataque del Gobernador Araoz de Tucumán, la insidia de Cullen, la presión del cónsul francés, las intrigas de Cuevas de Catamarca, la Coalición del Norte, etc., que son para IBARRA severas pruebas de su lealtad a la causa federal, que primero con Juan Facundo Quiroga en el pacto del Norte, luego con Estanislao López en adhesión al Pacto Federal y luego con Juan Manuel de Rosas en la consolidación de la Confederación Argentina testimonian la convicción de su carácter. La carta de IBARRA a Cuvas del 3 de febrero de 1839 certifica lo antedicho. Dice así: “Hablando a Usted con la franqueza propia de nuestra amistad, debo decirle que no solamente debemos estar prevenidos, sino también contra los pérfidos consejos que los unitarios disfrazados se atrevan a darnos, bajo la máscara del bien público, con el detestable fin de ponernos en el caso de dar pasos falsos, para de este modo hacernos perder nuestra verdadera fuerza, que consiste en la perfecta unidad de sentimientos y marcha política que hasta aquí hemos observado. La medida de retirar las facultades concedidas al Ilustre Argentino, nuestro amigo el General Rosas, forma parte del plan que los unitarios se han propuesto para dar en tierra con la Santa Causa de la Federación; porque creen que de este modo complicarán más la posición del Sr. Rosas y echarán abajo esa columna fuerte que en la provincia de Buenos Aires sostiene el gran edificio federal".
Significativo es anotar que Juan Manuel, Juan Facundo y Juan Felipe, fueran las columnas de la Confederación Argentina, y esto con saberlo el pueblo fue y es la razón de que la copla santiagueña lo recuerda en:
“Fue la columna más fuerte
de la Confederación.
Nuestro Ibarra se perdió
porque nos quitó la muerte”.
Alberto Mondragón
