domingo, 28 de noviembre de 2021

Fermín Chávez. Ángel Vicente Peñaloza

REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años.

En el periódico El Tradicional  N° 69, de agosto de 2006, se publicó este artículo sobre un reportaje realizado a Fermín Chávez, sobre el Chacho. 




FERMÍN CHÁVEZ
General Ángel Vicente Peñaloza

Por Héctor García Martínez   


Usted me comentó que hace poco estuvo en La Rioja y como esto va para “El Independiente” de esa provincia, sé que usted escribió un libro sobre El Chacho...

F. Ch: “Sí, “Vida del Chacho”, en 1963, para el centenario de su muerte...”

Quisiera que me hablara del Chacho, y después del papel de los caudillos en la historia argentina.

F Ch: “Vamos a comenzar al revés. Volviendo a aquello del concepto amplio de cultura, los caudillos son un hecho cultural. Esto quizás les va a chocar a muchos, pero es un hecho cultural porque el caudillo no hace más que recoger los sentimientos de su pueblo. Por lo tanto representa una manifestación de cultura y a menudo en la historia argentina representa una respuesta a las ideas, a la cultura yo diría de importación, para darle un nombre. Son esos dos mundos opuestos culturales, que lucha y aún hoy se enfrentan en la historia argentina. Esto es un hecho comprobado, no estamos haciendo ningún maniqueísmo histórico, son los hechos.

Los caudillos desde Mayo de 1810, representan con el primer caudillo de la Revolución de Mayo, que es José Gervasio de Artigas, constituyen la encarnación de toda una cultura popular, de toda una tradición porque la cultura es tradición, esta es la diferenciación que hacemos con la concepción cultural que aún está en vigencia en nuestro estado, que rompe con la tradición. Por lo menos trata de romper, porque es imposible romper con la tradición, es una utopía, pero de todas maneras se intenta romper con ella. El pueblo nunca rompe con la tradición. La cultura popular está basada, más que en ideas, más que en la razón en creencias, en la fe, sentimientos. Es la cultura transmitida oralmente de padres a hijos, a nietos. Esta es la cultura que representan los caudillos y no es de extrañar que tomen determinadas actitudes políticas, porque son la consecuencia natural de su cultura. No vamos a especificar todos los caudillos, porque son conocidos.”

Dígame el caso del Chacho concretamente....

F Ch: “En La Rioja, como provincia de cultura popular fuerte, con una raíz fuerte, con esa población de los llanos, originalmente en su mayoría proveniente del norte de España, generalmente aragoneses, de ahí que sean esos paisanos rubios, altos, casi todos aragoneses o también  castellanos, son. El apellido Peñaloza, usted sabe es de tronco aragonés que pasó por Chile y llega a los llanos riojanos. Peñaloza es representante clarísimo de esta cultura, con características especiales dentro de los caudillos argentinos, es un hombre manso, humilde, jamás comete violencia con el enemigo, con el adversario. No vamos a repetir la tan conocida anécdota de los prisioneros que él devuelve y el poder militar central no le puede devolver los suyos, después del tratado de La Banderita.

Peñaloza tiene dentro de la historia argentina un papel clave, como testigo y como mártir. El primer mártir político del país fue Manuel Dorrego, en el siglo pasado, yo diría que el último, del viejo país, fue el General Ángel Vicente Peñaloza. Comenzaría el ciclo Dorrego y lo terminaría Peñaloza. Porque el año de la muerte del caudillo riojano, 1863, es un hito en la historia nacional. Después del 60 se ha puesto en marcha el PROYECTO DEL 80, que para imponerse necesita la eliminación de toda rebelión interior. La eliminación de lo que se llama “el viejo país”, el país bárbaro para la cultura oficial. Este país que ha resistido todas las agresiones de los poderes extraños en distintas etapas, comenzando por las invasiones inglesas. Al Chacho le toca ser la encarnación de este momento dela historia nacional. Representa una corriente histórica, una cultura popular, encara estas creencias, la creencia en el propio país, en la propia gente, en la propia tierra.

En el año 63, vuelvo a lo que decía antes, en que se estaba levantando el Chacho, por segunda vez, ya la definitiva, en Rosario se está colocando la piedra fundamental del ferrocarril de Rosario a Córdoba. Es decir comienza el “Proyecto del 80” a desarrollarse, primero con el ferrocarril, después con la inmigración ya en la década de 1870. Esto es un hecho histórico llamativo, claro, decíamos, el proyecto que se impone al país necesita eliminar todas estas insurgencias, estas rebeliones latentes en la Argentina interior, muy bien simbolizadas finalmente por la muerte y decapitación del Chacho. Para que el Proyecto pueda seguir adelante, en beneficio casi exclusivo de la pampa húmeda, era necesario “terminar con las montoneras” como decían los hombres de la época.

En su discurso de abril de 1863, al poner la piedra fundamental en Rosario, el General Mitre, dice precisamente esto: “con el ferrocarril va a terminar finalmente la etapa de los caudillos”. Esta era la idea de estos hombres de buena fe, no advertían lo que el “Proyecto“ podria traer de eclipse de la conciencia nacional, para los argentinos. Pero es un hecho histórico comprobable hoy con la perspectiva que nos da la distancia.

El papel del Chacho fue ése:  “mártir del pueblo”, como lo llamó Olegario V. Andrade en una oda, que alguien alguna vez desde Buenos Aires se la atribuyó como dirigida al General Lavalle y así fue publicada. Décadas después descubrimos que estaba dedicada y publicada al General Ángel Vicente Peñaloza. Con esto estamos dando otro indicio de cómo la cultura oficial ha operado, para marginar toda expresión de todos los autores, todas las obras literarias, ensayos históricos, que podían producir fisuras a ese modelo global que no admite fisura ninguna, porque es coherente, es global en lo económico, en los político y cultural. Este es para mí el papel del General Ángel Vicente Peñaloza. En ese lapso que terminó con su muerte en Olta, en noviembre de 1863”.

LO CRIOLLO COMO FORMA DEVIDA

Cerrando este reportaje, dígame ¿qué es para usted lo criollo? ¿Una filosofía de vida? ¿Una característica social nuestra folklórica? ¿Una condición de espíritu?

F Ch: “Lo criollo es todo eso, no es más que la continuidad de una corriente hispánica, y luego también, ¿por qué no? es el hijo del italiano en América. El concepto de criollo para nosotros es el español y luego también el gringo, pero ya asimilado por nuestra realidad cultural. Porque yo enmarco todo dentro de un ámbito cultural, inclusive más allá de lo social, le doy predominio al ámbito cultural”.

“Yo quiero ser claro, subordino el desarrollo social al marco cultural, la tradición cultural que es la que verdaderamente da forma al resto de las áreas político sociales. De modo que lo criollo es eso, no es algo racial, es una tradición y como tal implica una tradición y como tal implica filosofía, religión, folklore, costumbres, una idiosincrasia, artesanías, que es cultura. Todo lo que el hombre hace para su bienestar, para su desarrollo espiritual y material. Considero que lo criollo, inicialmente es un producto de la primera población que fue la hispánica, de esta Argentina, que termina para dar una fecha convencional hacia 1860. Digo esta fecha, porque a partir de ahí comienza el otro proyecto, luego en la década del 70, se consolida con la llegada de grandes oleadas de inmigratorias, que comenzaron antes, pero la gran oleada comienza en 1875. Un poco después del ingreso del ferrocarril inglés en la Argentina. Pero también este nuevo hijo del país va a enriquecer a la antigua población, al país viejo, con nuevos hijos, con nueva sangre. Pero que en definitiva las dos culturas la de origen hispánico y la del nuevo poblador no representan diferencias fundamentales, porque tienen las mismas creencias, aunque procedan de países latinos distintos. De modo que yo también en este hijo de italianos, que hoy es nieto o bisnieto, veo también lo criollo en ello. Y veo elementos enriquecedores de la nación argentina, que comienza recién a hacer su síntesis en esta etapa que estamos viviendo”.

San Martín en la función pública

REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años.

En el periódico El Tradicional  N° 69, de agosto de 2006, se publicó este artículo sobre el general San Martín. 


SAN MARTIN en la función pública

Por el Dr. Diego Ignacio Sarcona  


Independencia del Perú
San Martín proclama la libertad y la independencia del Perú
Óleo de Etna Velarde

Opacada por su brillante actuación desde el punto de vista militar, la faceta de San Martín como funcionario público -arista poco conocida- nos da cuenta de una gestión ordenada, profusa y honrada. Fue en dos oportunidades: en Guyo, distrito integrado por Mendoza, San Juan y San Luis, como gobernador, desde septiembre de 1814 hasta enero de 1817 y en el Perú, ocupando la más alta magistratura con el título de Protector desde octubre de 1820 hasta septiembre de 1822. Aunque en ambos casos la función era accesoria a una finalidad principal (en el caso de Mendoza la de organizar el Ejército de los Andes y en el de Perú la de asegurar el objetivo final de vencer a los realistas en el centro de su poder), no obstante ello, y a partir de un gobierno prolijo y eficiente, su actividad de estadista dejó una honda impresión que al día de hoy perdura y es fiel testimonio de su paso en la vida política de aquellas regiones, reflejado en el profundo respeto de mendocinos y peruanos por toda su labor como gobernante.

Convencido de la importancia estratégica de la provincia cordillerana y proyectando en su mente el genial plan, solicitó y obtuvo del Directorio la designación como gobernador de Cuyo.

Al hacerse cargo, la suerte de la región era comprometida económica y financieramente, no sólo por la crítica situación que afectaban a los fiscos provinciales por las consecuencias de la importación de productos extranjeros por parte de Buenos Aires en detrimento de las economías regionales sino también, en el caso específico del distrito, por la reconquista de Chile por parte de los realistas en Rancagua, al poco tiempo de la llegada de San Martín y el cierre de esa plaza al comercio. Es que la economía cuyana era esencialmente de subsistencia y el escaso excedente encontraba en el país vecino un excelente mercado, más cercano y por ende con un menor costo en el transporte. Alejado de la ruta de Potosí, el comercio cuyano padeció tanto menos las consecuencias del libre comercio como el cierre de la cordillera al intercambio, situación que comprometió en casi un 50% los ingresos fiscales. La necesidad por tanto de reactivar la economía significó la implantación de una serie de medidas que, aunque dirigidas a sustentar en todo aspecto la creación de una fuerza ofensiva, determinaría bases sólidas para el futuro crecimiento económico y la prosperidad de la región.

Atacó el gobernador el principal problema que acuciaba a la agricultura: el agua. Extendió los canales de riego a fin de fertilizar grandes extensiones de tierras a partir del riego artificial, terrenos que eran luego vendidos a bajos precios a agricultores. Creó además planes para el cultivo del maíz con excelentes resultados en San Juan y San Luis.

Reactivó la explotación minera del cobre y plomo, paralizada casi desde años atrás por la escasez de capitales y mano de obra al igual que estimuló la producción de plata en Uspallata.

La escasa industria  -fuera de la vitivinícola- fue impulsada para atender las necesidades de la guerra, sobre todo la confección de ponchos, frazadas v bayetas, todas destinadas al vestuario de la fuerza. En el ramo fiscal, elevó los impuestos sobre la exportación de los productos y derivados de la ganadería a la vez que creó un impuesto al consumo de carne. La ganadería era la principal base de sustentación en San Luis, provincia que hizo el mayor aporte de ganado mular, vacuno y equino a la campaña, mientras que San Juan y Mendoza eran esencialmente agrícolas.

También impuso una especie de impuesto a las ganancias con base en la propiedad, cuyo valor tuvieron que denunciar los propietarios bajo pena de severas multas. En otras oportunidades las contribuciones voluntarias y aun las forzosas permitieron aumentar los ingresos. En materia educativa tuvo una preocupación especial, congruente con los ideales que abrazó. “La ilustración y el fomento de las letras es la llave maestra que abre a la abundancia y hace felices a los pueblos” dirá en Chile al destinar el dinero con que lo premió la gratitud chilena a la fundación de una biblioteca. Años antes había fundado la primera en la ciudad de Mendoza. Además, fomentó más que nadie la educación básica en su distrito y creó el primer establecimiento de nivel secundario. Dictó instrucciones a los maestros y prohibió los castigos corporales a los alumnos.

En materia de salud, efectuó una campaña de vacunación contra la varicela sin precedentes en el país.

En otros ramos de la administración general, procuró la ocupación plena y el pago de salarios justos dictando para ello numerosas regulaciones. También mejoró la condición de los detenidos en las cárceles mejorando sustancialmente el régimen alimentario deficitario.

En el Perú, luego de la campaña en Chile y sin dudas con la experiencia cuyana encontramos a un San Martín en su plenitud, Toda su obra de gobierno es su pensamiento en acción y su actividad sin descanso tuvo como objetivo la difícil tarea de desarraigar siglos de la opresiva española obrando para ello con justicia y rectitud.

Además de declarar su independencia de España, dio al Perú su bandera, su escudo y su himno.

En materia educativa fundó la primera escuela bajo el sistema lancasteriano y la Biblioteca Nacional de Lima a la cual donaría la propia.

En cuanto al reconocimiento de los derechos de las personas igualó socialmente a todos sus gobernados quienes serían en adelante “peruanos” sin distinción de origen o de sangre. Abolió la esclavitud. Suprimió los tributos, la mita y el yanaconazgo que rendían los indios.

Decretó la inviolabilidad del domicilio, la libertad de imprenta sin censura previa con una extensión desconocida en América, suprimió los tormentos como medios de confesión en los procesos y reestructuró el sistema carcelario.

En cuanto al ejercicio de su poder dictó un reglamento de gobierno donde autolimitó sus facultades. No ejerció funciones judiciales sosteniendo que “su independencia (la de la justicia) es la única salvaguarda de la libertad del pueblo”.

Tuvo, finalmente, especial preocupación por el bienestar de los peruanos. Como Caracalla en Roma o Enrique V en Inglaterra se disfrazaba de paisano y de incógnito escuchaba las opiniones de la gente. Luego de ello v antes de partir dejó establecida una Asamblea General para que los mismos peruanos decidan su gobierno. Esa fue su labor como político ¿Se podría tomar de ejemplo?

sábado, 27 de noviembre de 2021

Invasiones inglesas. Uniformes del ejército

REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años. 

En el periódico El Tradicional  N° 69, de agosto de 2006, encontramos este interesante artículo, profusamente ilustrado sobre el uniforme de las fuerzas que se crearon a partir de la primera invasión. 


Invasiones inglesas

Uniformes del ejército organizado

para resistir a la invasión inglesa de 1807

Acuarelas de la época

Por Guilleremo Palombo

 

 

Invasiones inglesas.

 

Las fuentes de carácter iconográfico, coetáneas y auténticas, sobre los uniformes del ejército de voluntarios urbanos organizado por Liniers a partir de septiembre de 1806, son tres series de figurines: una de ellas desarrollada en hojas individuales, otra en dos láminas y la tercera en un solo pliego, publicadas todas ellas en el libro Iconografía de los Uniformes Militares. Invasiones Inglesas, 1806, con notas documentales de Enrique Williams Álzaga, basadas en la información suministrada en 1967.

Invasiones Inglesas
Para salvar las deficiencias o errores de quienes usaron el pincel para esos diseños debe recurrirse a diversidad de documentos manuscritos o impresos de la época: principalmente a cuentas que se conservan en nuestro Archivo General de la Nación, Salas IX y XIII, que confirmar, aclarar o rectificar los deslices hermenéuticos. De ese material documental nos hemos valido para la reconstrucción de los uniformes que ensayamos en nuestro libro titulado Invasiones Inglesas . 1806-1807. Estudio Documentado.

Las dieciséis acuarelas que ahora damos a conocer, por primera vez en forma conjunta, integran un álbum que se conserva en el Museo Mitre. En el mismo, una nota escrita a lápiz dice que los dibujos acuarelados que contiene son de la época de las Invasiones Inglesas y que pertenecieron a Pedro de Ángelis, quien había preparado una muy completa recopilación de documentos sobre las invasiones, que nunca logró publicar.

El álbum contiene las representaciones de los uniformes correspondientes a los oficiales de los siguientes cuerpos: Andaluces; Arribeños; Asturianos; Castellanos; Montañeses; Cazadores Correntinos, que era una compañía; Gallegos; Catalanes, que eran los Miñones; Patricios; Vizcaínos; Indios; 1ro., 2do. y 3er. Escuadrones de Húsares, este último llamado Infernales; y Cazadores, que es el 4to. Escuadrón de Húsares, llamado también de Cazadores de la Reina. 

Uniformes

Invasiones inglesas, uniformes

Uniformes. Invasiones inglesas

periódico El Tradicional

sábado, 20 de noviembre de 2021

Combate de Vuelta de Obligado

Infobae 20 de noviembre de 2021

Día de la Soberanía: cuando la diplomacia argentina se impuso a Inglaterra y Francia



Combate de Vuelta de Obligado

Muchos historiadores se empeñan -hasta se complacen- en subrayar que Vuelta de Obligado fue una derrota militar. Pero olvidan el desenlace final de la agresión anglofrancesa contra la Confederación, que fue la frustración de la nueva aventura colonial de las potencias europeas en el Río de la Plata



Por Pablo Yurman - Profesor, director del CEHCA


El famoso combate de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845, fue apenas el inicio en términos bélicos de una guerra que nos enfrentó contra las dos principales potencias militares de la época, Francia e Inglaterra. Tras esa inicial derrota para las armas criollas, que pese a ello sirvió para encender el patriotismo local y el sentimiento de solidaridad continental, siguieron sucesivas acciones de hostigamiento a la flota anglo-francesa que remontaba el río Paraná con destino a Paraguay, con episodios memorables como, San Lorenzo y Punta Quebracho, entre otros.

Llama la atención el relativo olvido en el que ha caído el triunfo final argentino, sellado por los tratados conocidos como Arana- Southern y Arana- Le Predour, firmados por los delegados inglés y francés, respectivamente, haciéndolo en representación del gobierno argentino el canciller Felipe Arana. En realidad, acaso cabe una explicación: el período que va de 1835 en que Juan Manuel de Rosas asume la gobernación de Buenos Aires, hasta su derrota en Caseros en 1852 se resumió durante las décadas posteriores como “la tiranía”, sin matices ni atenuantes, y por supuesto sin hechos rescatables desde ningún punto de vista.

A mediados del siglo XIX, Gran Bretaña y Francia se lanzan, por razones similares aunque no idénticas, a aventuras colonialistas con el fin de consolidar sus respectivos imperios. La primera, indiscutida potencia naval y pionera industrial, necesitaba sí o sí que sus buques pudieran navegar libremente los ríos de la cuenca del Plata, única vía comercial de entonces para llegar al corazón del continente. Francia, humillada tras la caída de Napoleón, anhelaba recuperar su orgullo nacional con nuevas conquistas, aunque no descartaba asimismo beneficiarse con la obtención de mercados donde colocar sus manufacturas. En 1845 ambas naciones convendrán en formar una armada conjunta que puso proa rumbo al estuario del Plata. 

Para calibrar la verdadera dimensión de esta guerra, que habrá de prolongarse por cinco años, no puede dejarse de advertir que, sea por las buenas -presiones diplomáticas- o por las malas -a cañonazos-, desde el puerto de Veracruz en el Caribe, hasta China, ambas potencias europeas no estaban acostumbradas a recibir una negativa por los gobiernos locales en respuesta a sus intimidaciones. El único país que les hizo frente y que tras largos años de lucha y privaciones de todo tipo de su población pudo coronar con un triunfo diplomático semejante ataque será la República Argentina.


Juan Manuel de Rosas, gobernador de la provincia de Buenos Aires y responsable
 del manejo de las relaciones exteriores de toda la Confederación Argentina

Una necesaria aclaración sobre la situación institucional de nuestro país durante el período que va de 1845 a 1850. El nombre más comúnmente utilizado era Confederación Argentina, constituida políticamente a partir del Pacto Federal de 1831, documento al que adhirieron todas las provincias. Cada provincia se administraba a sí misma y todas juntas estaban unidas en forma confederal. El gobernador de una de ellas, la de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, además del gobierno local, estaba a cargo del manejo de las relaciones exteriores de toda la Confederación. Es decir que en caso de conflicto internacional Rosas representaba a todas las provincias. Para el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores contará con Felipe Arana, abogado porteño, que obtuvo su título en la Real Universidad de San Felipe, en Chile. Ejemplo de un diplomático afortunadamente más pendiente de defender los intereses nacionales que de detalles de etiqueta, tal como se verá. 

Las hostilidades estallaron ante el ultimátum presentado por Inglaterra y Francia por el cual exigían que la Argentina reconociera que la navegación de los ríos Paraná y Uruguay era libre para naves de cualquier bandera, sin necesidad de autorización expresa del gobierno argentino.

Como se dijo, si los barcos europeos cargados de mercaderías industriales no podían remontar ambos ríos, sobre todo el Paraná, sería imposible llegar a importantes mercados compradores como ser, Paraguay, pero también Bolivia y la zona de Mato Grosso en Brasil. Hablamos por tanto del acceso al núcleo del continente no sólo en un sentido geográfico sino también demográfico (las zonas de Bolivia que habían constituido el Alto Perú eran por entonces más pobladas que nuestro Litoral) y económico, elementos indispensables para una aventura comercial como la que analizamos.

El argumento de nuestro país era lógico, coherente con el derecho internacional y hasta de sentido común: la navegación de un río que corre por territorio de un país no es libre como pretendían ingleses y franceses, sino sometida a la reglamentación que establezcan sus autoridades, tal como lo era la navegación por el río Támesis o el Sena, ambos interiores y que no podían ser surcados por barcos que no fueran ingleses y franceses, respectivamente, salvo expresa autorización de esas naciones. No es que Argentina rechazara la navegación de sus ríos interiores, sino que en ejercicio de su soberanía sostenía que debía ser previamente autorizada por nuestras autoridades. Y para el caso del río Uruguay, toda vez que la República Oriental del Uruguay era un estado independiente, la autorización debía ser de común acuerdo entre ésta y la Argentina. 

En virtud de la inferioridad militar evidente de Argentina frente al despliegue bélico de la flota invasora, Rosas adoptó la táctica de una guerra de desgaste. En definitiva, su astucia consistió en entender cuál era la lógica de la aventura colonial anglo-francesa: en esencia una empresa mercantil con fuertes intereses económicos de la City de Londres. Así, una de sus primeras medidas fue la suspensión del pago de los intereses del empréstito contraído con la casa Baring en tiempos de la presidencia de Rivadavia.

El paso del tiempo, sin que los buques mercantes de las potencias agresoras pudieran desembarcar adecuadamente sus mercaderías en los puertos prefijados, sumado a ello los daños ocasionados por las baterías móviles que Lucio Mansilla montaba según que la flota se dirigiera río arriba o en dirección contraria, jugaron su carta favorable a la posición argentina.

No fue menor la ayuda prestada al gobierno de Rosas por el general José de San Martín residente por entonces en Francia. Deliberadamente se interesó en la publicación, en diarios ingleses y franceses, de una carta por él dirigida al cónsul inglés en París, en la que daba las razones por las que, desde el punto de vista militar, la empresa anglo-francesa estaba condenada de antemano a un rotundo fracaso. La opinión del Libertador fue citada incluso cuando la continuidad de la guerra llegó a discutirse en la Asamblea Nacional de Francia y tuvo amplia repercusión en la opinión pública de ambas naciones interventoras en el Plata por el bien ganado respeto que un militar estratega como San Martín poseía. 

José de San Martín en 1948, a los 70. Un par de años antes, fue consultado sobre el conflicto en el Río de La Plata, su opinión fue publicada en la prensa inglesa y francesa y tuvo un fuerte impacto

Vale la pena leer un extracto de esa carta en la que San Martín vertió sus opiniones: “Bien sabida es la firmeza de carácter del jefe que preside la República Argentina (en referencia a Juan Manuel de Rosas): nadie ignora el ascendiente muy marcado que posee sobre todo en la vasta campaña de Buenos Aires y resto de las demás provincias; y aunque no dudo que en la capital tenga un número de enemigos personales, estoy convencido [de que] la totalidad se le unirán y tomarán una parte activa en la actual contienda. (...) Yo no dudo un momento podrán (las dos potencias) apoderarse de Buenos Aires con más o menos pérdida de hombres y gastos (...), pero aun en este caso estoy convencido que no podrán sostenerse por mucho tiempo en posesión de ella (...). Sostener una guerra en América con tropas europeas, no sólo es muy costoso, sino más que dudoso su buen éxito. Tratar de hacerla con los hijos del país; mucho dificulto y aun creo imposible encuentren quien quiera enrolarse con el extranjero. En conclusión: con 8.000 hombres de caballería, del país y 25 o 30 piezas de artillería, fuerzas que con mucha facilidad puede mantener el general Rosas, son suficientes para tener en un cerrado bloqueo terrestre a Buenos Aires, sino también impedir que un ejército europeo de 20.000 hombres salga a 30 leguas de la capital, sin exponerse a una completa ruina por falta de todo recurso; tal es mi opinión y la experiencia lo demostrará…”

Guerra del Paraná
Felipe Arana
La primera en enviar un embajador plenipotenciario a negociar las condiciones del cese al fuego fue Inglaterra, en uso del proverbial pragmatismo de su élite política. El 24 de noviembre de 1849 Enrique Southern, enviado del gobierno británico a Buenos Aires, firmó con el canciller Arana el célebre tratado por el que Inglaterra se comprometía a devolver los pertrechos tomados durante la lucha, desocupar la isla de Martín García, saludar en desagravio a la bandera argentina y reconocer que la Argentina como país soberano posee el derecho de reglamentar como lo considere apropiado la navegación de sus ríos interiores. No se incluyó la ya por entonces espinosa disputa por Malvinas (ocupada por Inglaterra desde 1833) aunque la Argentina por documento separado volvió a reclamar su soberanía sobre el archipiélago. 

Dato curioso: en rigor, Southern había llegado muchos meses antes a Buenos Aires, pero al presentar sus credenciales a Rosas, éste juzgó insuficientes las facultades con las que venía investido. Fue necesario gestionar nuevas cartas que la reina Victoria firmó en su residencia veraniega, el castillo de Balmoral, en Escocia.

Francia, sacudida por la revolución interna de 1848 ya no estaba en condiciones de continuar con su aventura colonialista en Sudamérica, razón por la cual, tras días de debate parlamentario, debió aceptar las cláusulas del tratado firmado por el jefe de la escuadra en el Plata el almirante Fortunato Le Predour, que establecía términos similares al acuerdo con los ingleses. La victoria militar y diplomática de la Confederación Argentina fue saludada por todos los pueblos hispanoamericanos que la vivieron como un triunfo propio. Recordarlo permite reflexionar sobre algo siempre vigente: si fuimos capaces de eso, frente a las dos principales potencias militares del mundo, entonces somos capaces de cualquier cosa.

Decreto del 27 de noviembre de 1845

 REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años. 

En el Archivo Americano y Espíritu de la Prensa del Mundo  N° 23, del 30 de noviembre de 1845, se publicó un decreto del 27 de dicho mes  por el cual se consideró piratas a los capitanes y tripulaciones de los barcos invasores.


Combate de Vuelta de Obligado

Combate de Vuelta de Obligado - Gaceta Mercantil

 REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años. 

En el Archivo Americano y Espíritu de la Prensa del Mundo  N° 23, del 30 de noviembre de 1845, se reprodujo un artículo sobre el combate de Vuelta de Obligado -hecho acontecido días atrás-  que se había publicado en la Gaceta Mercantil.


Combate de Vuelta de Obligado

Gaceta Mercantil


Archivo Americano

Documentos sobre el combate de la Vuelta de Obligado

 REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años. 

En el Archivo Americano y Espíritu de la Prensa del Mundo  N° 23, del 30 de noviembre de 1845, se publicaron varios  documentos sobre el combate de Vuelta de Obligado que había tenido lugar días atrás.


Combate de Vuelta de Obligado
Lucio N. Mansilla
Lucio Norberto Mansilla
Vuelta de Obligado

Sobre este tema se puede seguir leyendo en este Blog el documento que sigue: https://periodico-el-restaurador.blogspot.com/2021/08/combate-de-vuelta-de-obligado.html

Vuelta de Obligado

Vuelta de Obligado

Mansilla

Combate de Vuelta de Obligado

Proclama de Lucio Norberto Mansilla

 

- Documentos 11 -

En esta Sección del blog damos a conocer interesantes e importantes documentos.
* * * * *

Proclama del general Lucio Norberto Mansilla previo al Combate de Vuelta de Obligado


Lucio Norberto Mansilla


Vuelta de Obligado


Archivo General de la Nación

Transcripción:

¡ Viva la Confederación Argentina !
¡ Mueran los salvajes unitarios !

Proclama

Milicias del Departamento del Norte - Valientes soldados Federales, defensores denodados de la Independencia de la República y de la América !

Los insignificantes restos de los salvajes traidores unitarios que han podido salvarse de la persecución de los victoriosos Ejércitos de las Confederación y Orientales Libres, en las memorables batallas del Arroyo Grande, India Muerta y otras, que pudieron asilarse de las muros de la desgraciada Ciudad de Montevideo, vienen hoy sostenidos por los codiciosos marinos de Francia e Inglaterra, navegando las aguas del gran Paraná, sobre cuyas costas estamos para privar su navegación bajo otra bandera que no sea la Nacional- ¡Vedlos, Camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño insulto que vienen haciendo a la Soberanía de nuestra Patria al navegar las aguas de un rio que corre por el territorio de nuestra República, sin más títulos que la fuerza con que se creen poderosos ! ¡Pero se engañan esos miserables aquí no lo serán ! - ¿ No es verdad, camaradas ? ¡ Vamos a probarlo ! ! Suena ya el cañón ! Ya no hay Paz con la Francia ni con la Inglaterra - !!! Mueran los enemigos !!!... Tremole en el río Paraná y en sus costas el Pabellón Azul y Blanco y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea

Lea esta nuestra resolución a ejemplo del heroico y Gran Porteño, nuestro querido Gobernador Brigadier D. Juan Manuel de Rosas, y para llevarla contad con ver donde sea mayor el peligro  a vuestro Jefe y compatriota el Gral.
                                                                                                                        Lucio Mansilla

¡ Viva la Patria !
¡ Viva la Independencia !
¡ Viva su Heroico Defensor D. Juan Manuel de Rosas !
¡ Mueran los salvajes unitarios y sus viles aliados los Anglo-Franceses !