A mediados de la década del '60 Alberto Mondragón redactó unas breves biografías bajo el título "Figuras rosistas", que fueron publicadas en distintos periódicos y revistas (Revista o períódico El Puente, Revista Doctrina, entre otras).
FIGURAS ROSISTAS
(Revista El Puente, Periódico Nueva Tribuna -de Campana- del 18 de setiembre de 1971)
Vigésima segunda Figura
MANUEL MORENO
Su temprana acción comienza con el viaje junto a su hermano Mariano a Londres, fallecido el cual, prosigue el viaje en compañía de Tomás Guido; su actuación en Inglaterra no deja los rastros de diplomático, pero le permite auscultar la vida inglesa que le sería utilísimo en 1830 a 1852.
Su regreso en 1817 le enfrenta a Pueyrredón perfilando su carácter federal y popular, motivo por el cual es expatriado a los EE.UU. y en Baltimore perfecciona el conocimiento del federalismo y estudia medicina y química, al tiempo que actúa en la diplomacia en la Legación de Colombia como agregado americano constituyendo para él el conocimiento de las ideas bolivarianas.
Regresa a Buenos Aires en 1821, y el fundador de la Universidad, el Pbro. Sáenz, le nombra profesor de química, el primero en la carrera de Farmacia.
Director honorario de la Biblioteca Nacional y posteriormente diputado que, junto a Dorrego, fustiga el despotismo unitario y centralista de Rivadavia y defiende al pueblo federal, méritos que le valen para ocupar la cartera de ministro de Gobierno en la gobernación del coronel Dorrego.
Pero cabe al doctor Manuel Moreno la brillante actuación diplomática en el puesto más importante como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario ante la Corte del Imperio de la Gran Bretaña desde el 16 de septiembre de 1830, fecha de las credenciales firmada por don Juan Manuel de Rosas hasta la caída de éste en 1852. ¡22 años de servicios diplomáticos ininterrumpidos!
Dos asuntos fundamentales ocupan su misión: Islas Malvinas y la intervención de Inglaterra en el Río de la Plata.
La primera cuestión es el firme alegato fuente de las hoy reclamaciones de la Argentina pro-restitución de las Islas Malvinas, trabajo jurídico que publicó en 1833 “Observaciones sobre la ocupación por las fuerzas de las Malvinas por el Gobierno Británico”, que reiteró en 1834; “Réplica al Gobierno Inglés” y en 1844 en “Nota Protesta” ante el Canciller Duque de Wellington, y Lord Palmerston posteriormente, que si bien no lograra la justiciera devolución, siguen siendo las espinas clavadas en el pecho del león inglés, y que 1848 en plena Cámara de los Comunes tuvo la satisfacción de oír de Sir Molesworth estas palabras: “las miserables Islas Malvinas, donde no se da trigo, donde no crecen árboles; islas batidas de los vientos, que desde 1841 nos han costado nada menos que 45.000 libras, sin retorno de ninguna clase, ni beneficio alguno. Decididamente soy de opinión que esta inútil posesión se devuelva desde luego al Gobierno de Buenos Aires y que justamente las reclama”.
Más satisfactoria fue la firma de pacto Arana-Southern, el más digno de toda nuestra diplomacia y el triunfo más extraordinario de la política internacional de Don Juan Manuel de Rosas, cuyo fruto fué el sembrado del ilustre diplomático doctor Manuel Moreno.
Triste y olvidado fallece en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1857 a los 75 años de edad, la historia justiciera debe al doctor Moreno el haber sido: primer profesor de Química, primer diplomático y primer federalista.
ALBERTO A. MONDRAGON