viernes, 4 de febrero de 2022

Alberto Mondragón - Vicente López y Planes

A mediados de la década del '60 Alberto Mondragón redactó unas breves biografías bajo el título "Figuras rosistas", que fueron publicadas en distintos periódicos y revistas (Revista o períódico El Puente, Revista Doctrina, entre otras). 


FIGURAS ROSISTAS (Periódico El Puente)


Novena figura

VICENTE LÓPEZ Y PLANES


López y Planes
El 15 de Abril de 1851, conocida ya en Buenos Aires la defección del Gral. Urquiza al pronunciarse contra Rosas, de la alianza entrerriana-correntina con el Brasil contra la Confederación Argentina y de la declaración de guerra al Imperio; un ciudadano —preclaro por múltiples razones—, miembro del Alto Tribunal de Justicia y autor de la “Marcha Patriótica” escribía a Don Juan Manuel de Rosas estas singulares líneas: “Testigo de las conmociones sin término que agitaron a mi Patria desde 1810 a 1829, testigo de la firmeza del gobierno de V. E. desde la última época hasta el presente, período de más de 20 años, he aprendido a distinguir las efímeras autoridades que daba la época del individualismo a la firme y duradera autoridad que da la época del socialismo o de la población en masa”.

Pocos argentinos —con estos datos— podrían errar en el personaje firmante de esta misiva, que al tiempo que adhiere a la política de Don Juan Manuel, ensaya una interpretación de profundo sentido sociológico: ¡Rosas socialista! ¡Rosas gobernando con la población en masa y contra el individualismo!

DON VICENTE LOPEZ Y PLANES, “el viejo López” como lo llamaba Rosas, era para ese 1850 la síntesis biológica de la Patria: a los 20 años en las Invasiones Inglesas, a los 23 años doctorado en Derecho, a los 25 años actor en el Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810, a los 26 años miembro de la “Logia Lautaro”, a los 27 años miembro de la Asamblea Constituyente, a los 29 años Ministro del Interior del Directorio Supremo, a los 33 años diputado en la Legislatura, etc. etc., reseña que describe meteóricamente su intensa vida política, y que agregado a sus dotes intelectuales y  poéticas —autor del Himno Nacional— hacen un actor y testigo de la Historia Argentina.

Su concepción federalista fue el producto del entrechocar de las tremendas pasiones de 1810 a 1830, del deterioro del país en la marcha de sucesivos y brevísimos “gobiernos”, y de la entrega a intereses foráneos en la conducción económica; profundo conocedor del alma nacional pudo con todos estos conocimientos escribir el primer esbozo de una sociología argentina. En parte lo realizó al comunicar a otro grande como él —don José de San Martín, conocedor del drama nacional como él, y de cuya importancia obliga transcribir lo fundamental— : carta de Vicente López y Planes a José de San Martín del 4 de enero de 1830: “... muchas veces me he puesto a meditar en las causas del incremento y animosidad que han tomado nuestras eternas discordias, y voy a poner a Ud. mi juicio francamente y en cuatro palabras. Yo no veo en todo este fenómeno mas que revolución y contrarevolución. La revolución ha dominado exclusivamente desde el año 10 hasta mediados del 21: La contrarevolución ha dominado disfrazadamente desde mediados del 21 hasta mediados del 27, y habiendo sido entonces separada del timón, hizo su reacción vengativa para recobrarlo el 1° de diciembre de 1828”. La revolución consagró el principio, patriotismo sobre todo: la contrarrevolución, sin atreverse a excluir este principio, de hecho lo mira con mal ojo y dijo sólo: habilidad y riqueza...”

Presentada esta alta figura rosista nada extraña su carta a Rosas de 1851. El esbozo de 1830 es la concluyente definición sociológica de un Rosas popular; es que el sereno fiscal de la Patria, que fue el Dr. Vicente López y Planes dejó a la posteridad una concepción interpretativa de profundidad reflexiva que obliga a meditación, y en el poeta de la Revolución de fibra vital patriótica, como en estos versos de 1845: Un gobierno prudente, sabio, fuerte / nuestro destino en sus manos tiene / Y si él halla la guerra inevitable / a batallar intrépidos corramos.

Producido Caseros por su elevado cargo —Presidente del Superior Tribunal de Justicia— ejerció por pocos meses la Gobernación Provisoria de Buenos Aires, del cual con amargura y dolor al ver la desolación de su querida Patria —falleció el 10 de octubre de 1856— pudo como tantos decir que: “ya no eran los tiempo de Rosas”.

Alberto A. Mondragón.