lunes, 13 de junio de 2022

Patricios de Salta - Guillermo Palombo

REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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Patricios de Salta




En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años.

En la revista El Tradicional  N° 96 de julio-agosto de 2010, se publicó un artículo sobre los Patricios de Salta.




Iconografía de los uniformes militares

Patricios de Salta (1810)

Las "Milicias patrióticas"

por Guillermo Palombo 


Eleodoro Marenco
Patricios de Salta
El 14 de junio de 1810, la Junta Provisional Gubernativa instalada en Buenos Aires el 25 de mayo dispuso la formación de un cuerpo expedicionario al Perú, a cuya integración los regimientos de infantería números 1 y 2 (ex Patricios), 3 (ex Arribeños), 4 (ex Montañeses), 5 (ex Andaluces) y de Castas, aportarían dos compañías completas; el Real Cuerpo de Artillería cuarenta artilleros veteranos, y sesenta artilleros el Regimiento de Artillería de la Unión; el Fijo de Infantería y el de Dragones cincuenta hombres cada uno, el regimiento de Húsares cincuenta jinetes y cien el Cuerpo de Blandengues de la Frontera de Buenos Aires, cada una de estas seis últimas fracciones con sus respectivos oficiales.

En forma complementaria, la Junta dispuso reorganizar las guarniciones del interior del Virreinato. En agosto ordenó la creación de una “Compañía Patriótica” al sueldo en Santa Fe, que se denominó de “Nobles Patriotas Urbanos” de esa ciudad; otra en Salta con los “Jóvenes Nobles” de su capital, que se denominó de “Patricios de Salta”, junto con dos de alabarderos; y otras dos, también de alabarderos, en Tucumán con “mozos ilustres de esos pueblos”. En octubre mandó formar dos compañías veteranas de alabarderos en Mendoza, cuando estaba adelantada por entonces la integración del “Batallón de Patricios de Córdoba”. Y en diciembre autorizó levantar un Regimiento de Milicias Urbanas de la ciudad de San Juan y una compañía de Patricios de Jujuy, en tanto que Manuel Belgrano formaba en Corrientes la Milicia Patriótica de Misiones”.

Las palabras “noble” y “patricio” usadas en la denominación de algunas de esas compañías significan, simplemente, que sus integrantes eran blancos. Los hombres “de color” (con status de libertos) formaban exclusivamente en las compañías de Pardos Libres de las respectivas guarniciones, en virtud del principio de separación racial imperante en la sociedad de aquel entonces. 

LA COMPAÑÍA DE “PATRICIOS DE SALTA”

Bernardo Frías recuerda que los “Patricios de Salta” constituyeron una fuerza de infantería, armada y equipada con los hombres y con los recursos de esa ciudad, que integró las filas de la expedición que marchaba al Norte, hacia el Alto Perú, región que comprendía la actual Bolivia. Lo que se confirma en la siguiente prevención de la Junta de Buenos Aires al Gobernador Intendente de Salta fechada el 15 de agosto de 1810: “La suma importancia de que la Expedición llegue a las Provincias interiores a la más posible brevedad hace indispensables todas las medidas que puedan contribuir a conseguirlo. La Junta espera de Vd. que con anticipación aprontará muladas, y víveres en abundancia, practicando asientos a fin de que la Expedición no se detenga un solo día por estos renglones. Espera igualmente que tendrá recogidas todas las armas del Rey del territorio de su mando, para entregarlas al General de la Expedición, y que recogiendo igualmente las armas de los particulares con concepto a lo dispuesto en el adjunto bando, armará con ellas una Milicia patriótica en que colocará a los Jóvenes distinguidos de ese Pueblo, pues con ella sostendrá su autoridad, y se facilitará recursos para un caso desgraciado de la Expedición”.

Feliciano Antonio Chiclana, gobernador intendente interino de Salta, informó a la Junta el 2 de noviembre: “Consecuente a las superiores órdenes de Vuestra Excelencia acerca de que se levantase un cuerpo de Milicias de los Jóvenes Nobles de esta Capital se han alistado ya hasta el número de setenta, y muy [en] breve se completará el de ciento y veinte hombres, que forme una compañía respetable con sus respectivos oficiales, que son don José Román Texada capitán, don Inocencio Torino teniente y don José María Nadal alférez. Estos oficiales ya han empezado a hacer su servicio al arribo a ésta del Excelentísimo señor representante de la Excelentísima Junta, desempeñando la guardia de honor bien uniformados, a la similitud del diseño, que incluyo; por la falta absoluta de armas no están ya en el ejercicio de la disciplina militar. Pero este defecto se va a suplir con las que se han recogido del vecindario, que son hasta cuarenta y cuatro, con las que se pondrán en instrucción inmediatamente y no dudo, que saldrán bien aprovechados, en un corto tiempo, por la aplicación y amor que les advierto de emplearse en el servicio de la Patria. Espero que Vuestra Excelencia se sirva librar los despachos correspondientes para la mayor satisfacción de los individuos que componen este cuerpo”.

Así las cosas, el 27 de noviembre la Junta libró a favor de Inocencio Torino el siguiente despacho que acreditaba habérsele concedido empleo de teniente de la primera Compañía de Milicias Provinciales de Salta “nuevamente formadas” con el título de Patricios de Salta:

“La Junta Suprema Atendiendo a los méritos y servicios de don Juan Inocencio Torino y siendo preciso proveer el empleo de teniente de la primera Compañía de Milicias Provinciales de Salta nuevamente formadas con el título de Patricios de Salta ha venido la Junta en conferirle el empleo de teniente de la referida compañía concediéndole las gracias, exenciones y prerrogativas que por este título le corresponden. Por tanto manda y ordena se le haya, tenga y reconozca por tal teniente para lo que le hizo expedir el presente despacho firmado y refrendado del infrascrito Secretario del que se tomará razón en la Contaduría de Cuentas y Reales Cajas de Salta. Dado en Buenos Aire a 27 de noviembre de 1810 - Cornelio Saavedra - Miguel Azcuénaga - Dr. Manuel Alberti - Domingo Matheu - Juan Larrea - Dr. Mariano Moreno, Secretario - Lugar del sello. Nota: El interesado pasó este despacho a la ciudad de Salta, sin presentarlo a este Tribunal de Cuentas para la toma de razón que en él se previene y habiendo enmendado su omisión en el día de la fecha, no es extraño aparezca esta después de corridos nueve meses. Tomóse razón en el Tribunal de Cuentas. Buenos Aires, agosto 27 de 1811 - Ramos Mejía”.

EL UNIFORME

El diseño original del uniforme de los “Patricios de Salta” ...es el remitido por Chiclana a la Junta el 2 de noviembre de 1810, y se conserva en el Archivo General de la Nación. El figurín consta de casaca azul, con cuello y bocamangas encarnadas. En ambos lados del cuello se advierte una cifra o emblema, cuyo detalle no es posible distinguir. 

La solapa de la casaca es azul con un vivo encarnado en su contorno, los botones plateados. En el antebrazo izquierdo luce un escudo de campo blanco y borde encarnado. El vestuario se completa con camisa blanca, pañuelo negro al cuello, pantalón blanco, botas cortas y sombrero negro con escarapela y penacho blanco.

La casaca lleva los colores que la que vistieron los Patricios de Buenos Aires en 1810 (Regimientos 1 y 2), con la sola diferencia de que la solapa de estos últimos era encarnada. En cambio, se ajusta en todo a los colores de la que dispuso Belgrano en diciembre de 1810 para la Milicia Patriótica de Infantería de Misiones (también con solapa azul) a la que fijó el uniforme “de los Patricios de Buenos Aires”, que era el “uniforme general del Ejército” como se ha dicho al tratar el de los Edecanes de la Junta.

El escudo en el antebrazo izquierdo tiene una orla o borde encarnado, y en su centro, blanco, hay una cifra encarnada. En esta última se entrelazan letras, en las que parece posible advertir una “V” (¿de Voluntarios?), una “P” (de Patricios) y una “S” (de Salta). Blanco era el escudo que llevaron los Patricios de Buenos Aires desde las Invasiones Inglesas, y “un escudo blanco en el brazo derecho con esta cifra: “M. P. de Misiones” dispuso Belgrano en el tránsito de su campaña al Paraguay para esas milicias patrióticas.

Respecto del sombrero, que es un bicornio negro, era de fácil confección: se plegaba en dos el ala ancha de uno común por sus partes anterior y posterior, que se unían en lo alto mediante una puntada. La escarapela, en lugar de la reglamentaria española toda encarnada, es de centro blanco con alguna cifra en él (parece ser XX), y con el borde exterior encarnado. Pudo tratarse de una aplicación de blanco sobre la reglamentaria de diámetro mayor, por lo que solamente sobresale el borde de esta última. No parece una fantasía del dibujante pues la lámina está agregada a un documento oficial remitido a la Junta.

Una leyenda agregada con tinta aclara que “la fornitura” (es decir el correaje que cruza el pecho de la figura) “debe ser blanca”, como lo fue la usada por los Patricios de Buenos Aires.

En una cuenta algo posterior, que lleva el núm. 489, titulada “Gastos causados en vestir la Compañía de Patricios”, sin fecha pero que es posible fijarla en noviembre de 1811, Rudecindo Alvarado, su firmante, enumera detalladamente la cantidad y precios del paño azul de 2a., paño azul entrefino, paño grana y botones empleados en 66 uniformes y otros dos “más chicos”, y el importe de 70 pares de zapatos. Al respecto, Inocencio Torino, titulado “Comandante de la Compañía de Patricios de esta Ciudad”, en informe fechado en Salta el 27 de noviembre de 1811, expresa que vistos los documentos que tenía en su poder el teniente Rudecindo Alvarado “no me queda duda estar está cuenta muy exacta habiendo examinado por menor, que así mismo me es constante haber vestido sesenta, y ochos hombres, inclusos dos tambores, con una camisa, un chaleco, una casaca, un pantalón, y un par de zapatos”.

Y ya que hemos mencionado a Rudecindo Alvarado, nacido en Salta el 1° de marzo de 1792, que participó en la Guerra de la Independencia y llegó al grado de general, cerramos esta nota con el siguiente breve recuerdo de su paso por la compañía de Patricios de Salta que incluyó en sus páginas autobiográficas: “El coronel don Feliciano Chiclana fue la primera autoridad que el gobierno revolucionario destinó a esta provincia, predispuesta a aceptar los principios últimamente invocados. Sucedió muy luego al señor Chiclana el coronel don Tomás Allende, quien creyendo necesaria una fuerza que cubriera el servicio de esta guarnición, organizó una compañía titulada “Patricios de Salta” en la que fui colocado de teniente primero, como lo acredita el despacho número 1. El servicio ordinario de dicha guarnición no me privaba atender mis negocios comerciales, y por esto acepté este empleo”.