jueves, 30 de junio de 2022

Mayoría - Rosas - Carlos Ibarguren

REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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Juan Manuel de Rosas
En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años.

Con el diario Mayoría  del miércoles 20 de noviembre de 1974, se publicó un suplemento de 80 págs. con motivo de la proclamación oficial del "Día de la Soberanía", de la sanción de la ley nacional 20768/74 disponiendo la repatriación de los restos de Juan Manuel de Rosas y de la ley sancionada por la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, derogando la ley 139 del 28 de julio de 1857. 

En dicho suplemento se han publicado artículos de diversos escritores e historiadores, que incluímos en este Blog.


Juan Manuel de Rosas 

por Carlos Ibarguren 

En noviembre de 1938, cuando todavía, salvo un pequeño grupo, la mayoría del país consideraba a Rosas como al tirano sanguinario que se encargó de pintar la historiografía liberal, el escritor salteño Carlos Ibarguren, rompió la tradición con un libra cuya objetividad dejó perplejos a muchos de sus colegas. De aquel texto se extrae el fragmento que sigue.



Carlos Ibarguren
Un concepto político respecto de las provincias, y su plan para una futura organización constitucional, ya lo tenía manifestado muy claramente, y poco tiempo antes de tomar su segundo gobierno lo había ratificado en su última carta al general Facundo Quiroga. No admitía como posible una Constitución Nacional sin antes organizar las instituciones provinciales. “Hay que reconstruirlo todo en fracciones —decía— para establecer después un sistema general que lo abrace todo” “¿Quién para formar un todo ordenado y compacto no arregla y solicita, primeramente, bajo una forma regular y permanente las partes que deben componerlo? ¿Quién forma un ejército ordenado con grupos de hombres, sin jefes, sin oficiales, sin disciplina, sin subordinación, y que no cesan un momento de acecharse y combatirse entre si?, Quién forma un ser viviente y robusto con miembros muertos, o dilacerados y enfermos de la más corruptora gangrena, siendo así que la vida y robustez de este nuevo ser, en complejo, no puede resultar sino de la que reciba de los propios miembros de que se haya de componer”. *

Para realizar ese trascendental programa debía, primeramente, prepararse y limpiarse el terreno que estaba infestado: “Hoy los Estados están minados de unitarios, de logistas, de agentes secretos de las grandes logias que tienen en conmoción a la Europa”. Ese era, para Rosas, el primero y más formidable peligro que se debía aniquilar.

El movimiento liberal, que como una reacción contra el absolutista implantado y sostenido en Europa por la Santa Alianza hizo explosión en Francia con la revolución de 1830, se propagaba con fuego, por todas partes, junto con la ardiente vibración espiritual del romanticismo.

La libertad, que arrebató a los románticos, fue la religión de las logias secretas que se esparcieron por el mundo para imponerla. Los unitarios representaron en el Río de la Plata ese movimiento liberal de ideas y de acción. Rosas veía en ellos no solamente a oligarcas aristócratas y ambiciosos, autores del sangriento motín de diciembre de 1828, sino a los ateos que atentan contra la religión católica “que es la que engendra virtudes cristianas y cívicas, que constituyen la base de la felicidad de los Estados” ** y a los revolucionarios anarquistas que destruyen el orden y la disciplina social con sus doctrinas y principios. La tarea primordial era, pues, extinguir a los unitarios para conseguir la paz indispensable al orden. Obteniendo esto, vendría más tarde la constitución política del país.

(*) Carta a Quiroga de 20 de diciembre de 1834,Papeles de Rosas, T. 1, (**) Papeles de Rosas, T. 2.