martes, 11 de abril de 2023

Descubrimiento de América - 12 de octubre - Arturo Uslar Pietri

  REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA

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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años. 

Publicamos a continuación un artículo del historiador venezolano Arturo Uslar Pietri, aparecido en el diario La Prensa del día 16 de octubre de 1986. 


12 de octubre de 1492
Descubrimiento de América


 "No pasó nada el 12 de octubre"

por Arturo Uslar Pietri


Caracas, octubre de 1986

La escueta información periodística dice simplemente, que el pasado 23 de septiembre: “una prolongada fuente de debate ha sido finalmente retirada de la agenda de la Asamblea General, el punto de cómo debían conmemorar el quinto centenario del Descubrimiento de América en 1492”

La misma información recuerda cómo surgieron posiciones y reparos a esa moción. Los de Islandia habían alegado que se ignoraba la visita de Leif Erieson a la costa americana en el siglo XI, los países africanos objetaron que la resolución significaba la glorificación del hecho colonial y hasta los irlandeses alegaron que algunos santos misioneros suyos habían llegado antes que Colón a las nuevas tierras.

El seco golpe de martillo del presidente de la Asamblea, el delegado de Bangladesh, Humayun Raschid Choudhury, aprobando la eliminación del citado punto no significa otra cosa sino que para las Naciones Unidas, es decir, para la representación oficial de la comunidad mundial de los estados no ocurrió nada digno de ser conmemorado por tan alto cuerpo el 12 de octubre de 1492.

Lo menos que puede decirse es que se trata de una resolución insólita que si algo revela es la inmensa confusión en que se debate el mundo actual. Muchas cosas habría que decir que, lamentablemente, no fueron dichas en esa torpe ocasión. En primer lugar, que lo que ocurrió el 12 de octubre no fue el hecho de la llegada por primera vez de un europeo a una costa desconocida, que bien pudo serlo Ericson o un monje irlandés, mucho antes que Colón, sino simplemente y llanamente, la incorporación de un nuevo continente a la historia universal y eso no ocurrió en ninguna fecha distinta al 12 de octubre de 1492.

La otra oposición vino de antiguas colonias europeas de África. Tampoco tenían razón. Lo que se conmemora en esa fecha es algo mucho más complejo e importante que un hallazgo geográfico o una conquista colonial.

Para los recién descolonizados países de África hay una tipificación muy caracterizada de lo que pueden llamar el hecho colonial. Una potencia europea se apodera por la fuerza de un país africano, lo somete política y militarmente y establece una situación de dicotomía en la que coexisten, con dificultad y sin fundirse dos sociedades, dos mentalidades, dos culturas, hasta que, finalmente, la vieja cultura sometida, con las trasformaciones que le ha ocasionado inevitablemente el hecho colonial, recupera su libertad y se esfuerza en revivir un pasado más o menos mítico con formas políticas modernas.

Eso no fue lo que pasó en el continente Americano. En la parte Norte no pudo haber coexistencia porque los ocupantes anglosajones eliminaron y redujeron al mínimo la presencia indígena para establecer un orden europeo trasplantado así sin alteraciones. En la parte que hoy llamamos con bastante impropiedad, la América latina el caso fue todavía más marcadamente diferente de lo que ocurrió en África y en Asia.

esde el primer momento no se estableció la coexistencia separada de dos culturas, dos lenguas, dos religiones, dos mentalidades, sino que ocurrió un completo y rápido proceso de fusión de tres culturas, la hispánica, de España y Portugal, las indígenas, que representaban distintos grados de desarrollo y la que aportaron los esclavos africanos, a todo lo largo del litoral atlántico desde Virginia hasta el Río de la Plata, para crear un nuevo hecho cultural y humano que es la verdadera creación de un Nuevo Mundo.

Lo que ocurrió en ese Nuevo Mundo no fue la simple superposición mecánica de una cultura y una sociedad europea sobre una cultura y sociedad indígenas, sino una mezcla en el más completo y rápido proceso de mestizaje que la historia haya conocido, para formar un nuevo hecho social, histórico y cultural que ya no correspondía a la identidad de ninguna de las culturas fundadoras. En medio siglo, después del Descubrimiento, el Nuevo Continente se había formado de una nueva realidad cultural propia.

 Si eso no hubiera ocurrido en esa forma, México y el Perú serían semejantes a la India, donde una cultura propia no fue eliminada ni sustituida por otra igualmente propia, en una historia cinco veces centenaria, Ni tampoco la costa atlántica vio reproducirse el hecho de segregación y trasplante mecánico de culturas europeas, que se dio en la América del Norte.

Todo eso es mucho más y definitivamente distinto, que un mero acontecimiento de exploración geográfica o de establecimiento limitado y temporal de un régimen colonial, para convertirse en la creación de un Nuevo Mundo, que es, precisamente, lo que el foro mundial de las Naciones Unidas parece desconocer totalmente. ¿De quién es la culpa?

(Derechos de publicación exclusivos en la Argentina adquiridos por “La Prensa”)