viernes, 1 de junio de 2007

La Defensa

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año I N° 3 - Junio 2007 - Pag. 9 

MARTÍN DE ÁLZAGA (1756-1812)
HÉROE DE LA DEFENSA

LA SEGUNDA INVASION
LA DEFENSA


Por El Gaucho Federal





El 22 de noviembre de 1806, Napoleón decretó el bloqueo continental a las Islas británicas y así aceleró los planes de los ingleses para apoderarse de las colonias españolas.


ATAQUE DE LAS NAVES INGLESAS CON COHETES CONGREVE A LAS DEFENSAS DEL FUERTE SAN JOSÉ, 
MONTEVIDEO EL 3 DE FEBRERO DE 1807, A LAS DOS DE LA MAÑANA.
DIBUJO COLOREADO DEL TENIENTE GEORGE ROBINSON DE LA MARINA REAL.IMPERIAL WAR MUSEUM DE LONDRES
A fines de diciembre los barcos que conducían a la nueva fuerza invasora recalan en Río de Janeiro, enterándose allí los ingleses de la Reconquista de Buenos Aires. Deciden así desembarcar en Maldonado, que había sido recientemente conquistada por ellos y después de una breve campaña en la que derrotan a las fuerzas españolas toman Montevideo (3 de febrero de 1807). Liniers quien se encontraba en territorio oriental al frente de unas tropas mandadas desde Buenos Aires, viendo la caída de Montevideo decide regresar a la ciudad Capital del Virreinato.

En Montevideo, los ingleses con la ayuda de algunos criollos fundan el periódico bilingüe “La Estrella del Sur”-“The Southern Star“, (se editaron siete números) encargada de exaltar las ventajas de la dominación inglesa.


En la Banda Oriental, los ingleses solo son dueños de Montevideo, -lugar al cual ingresan mercaderías, que luego son desparramadas por todo el Virreinato- y de lo que pisan, ya que son combatidos en la campaña.
Decididos nuevamente a tomar Buenos Aires, desembarcaron a fines de junio (día 28) en la ensenada de Barragán, con 8.000 hombres y solo 200 caballos. Inmediatamente pierden parte de los víveres y varios cañones en la marcha a través de los bañados que deben atravesar.
Ante esa nueva invasión la consigna de Liniers es la de “Vencer o Morir” y Buenos Aires, con mucho fervor se apresta a su defensa y a rechazar a los británicos.
Cuando los ingleses avanzan sobre Buenos Aires, ha arribado un navío español, el “Remedios”, que ha evitado ser apresado por los navíos británicos, que se encuentran frente a Buenos Aires. Trae pliegos de la Corte, rubricados por el monarca Carlos IV, en los cuales se disponía que en caso de ausencia o muerte del virrey, asumiría el gobierno político y militar el oficial de mayor graduación, siendo Liniers quien se encontraba en esa situación y quedó investido así del mando supremo del Virreinato en vísperas de la lucha que se desarrollará en los días próximos.


Para no causar daños a la población civil, Liniers se apresta a batir al enemigo en campo abierto, sin advertir que sus bisoñas tropas voluntarias no tenían el entrenamiento militar y la experiencia de sus adversarios.

El día 2 de julio, los británicos flanquearon a las tropas españolas y criollas y avanzaron sobre los Corrales de Miserere, donde se encontraba Liniers con alguna tropa y allí ocurrió lo que tenía que ocurrir, una carga a la bayoneta dispersó a las tropas de Liniers, las que también perdieron la artillería. La llegada de la noche impidió que la derrota fuera completa y que los británicos continuaran su marcha contra la Ciudad.

Durante la noche, los dispersos llegaron al centro de la Ciudad con la mala noticia, y el día 3 ingresó Liniers con 1.000 hombres, pero allí el alcalde de primer voto, Martín de Alzaga, se convierte en verdadero caudillo, quien con enérgica decisión y coraje, ordena y prepara la defensa de la Ciudad, los días 3 y 4, estableciendo el centro de la defensa a una cuadra de la Plaza Mayor. Soldados y civiles cavan trincheras en la esquinas, se preparan defensas en cada calle, en cada casa y en cada azotea. Cada uno de esos lugares se convierte en un inexpugnable baluarte y donde todos, sin distinción de edad, raza, sexo o clase social se aprestan para la inminente lucha. El día 5 a las 6 de la mañana, comenzó el ataque de los invasores. Whitelocke avanzó desde los Corrales de Miserere con su ejército dividido en 13 columnas que debían avanzar sobre diversos puntos de la ciudad, con el principal objetivo de tomar el Fuerte y la Plaza Mayor. Los defensores eludieron el combate franco. Primero, la fuerte resistencia de los defensores que se produjo en las estrechas calles de la ciudad que facilitaban su defensa, con un mortífero fuego sobre las columnas ingleses que provenían de las azoteas, las casas y trincheras (con todo tipo de armamento, además de las de fuego: “granadas de mano, frascos de fuego y hasta armas plebeyas de piedras y ladrillos”) y luego pasando ya a la ofensiva con el decidido ataque sobre algunos reductos que los ingleses habían logrado conquistar y donde habían izado su enseña (Iglesias de Santo Domingo y de las Catalinas, La Plaza de Toros, la Residencia) dio por tierra con las aspiraciones inglesas de establecerse en estas tierras. Los ingleses tampoco pudieron llegar a la Plaza Mayor, por la tenaz resistencia que el Regimiento Patricios, les ofreció en el Colegio San Carlos (actual esq. de Bolivar y Moreno). En el combate los ingleses perdieron 2.800 hombres entre muertos y heridos.

ATAQUE INGLÉS A BUENOS AIRES EN 1807

Dos días después de esa memorable jornada de la Defensa de Buenos Aires, y después de largas conversaciones, Whitelocke aceptó capitular, conviniéndose que los ingleses abandonarían el Río de la Plata, dentro de los sesenta días, comprendiendo ello Montevideo y Colonia. Buenos Aires no quiso ser inglesa. En los primeros días de setiembre la flota inglesa se hizo a la vela en Montevideo.


La derrota sufrida por las aguerridas y experimentadas tropas británicas durante las jornadas de la Reconquista y Defensa, no tuvieron parangón con ninguna otra en el mundo y después de esos hechos llegaron desde todas partes del Virreinato los mensajes de salutación para la valiente Buenos Aires.

Martín de Álzaga, fue el verdadero héroe de la Defensa, como Liniers lo había sido de la Reconquista.