viernes, 1 de junio de 2007

Bicentenario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año I N° 3 - Junio 2007 - Pags.1 y 2 


Bicentenario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires



"Cada casa era una fortaleza, cada ciudadano un soldado, cada soldado un héroe. La América del Sud no será inglesa, es inexpugnable" (1)

Hace un año atrás se conmemoró el Bicentenario de la Reconquista (12 de agosto) y en este se conmemora el de la Defensa de Buenos Aires (5 de julio). Prácticamente estos dos hechos marcaron el nacimiento de la nacionalidad y de la Patria argentina y podemos decir que el primer acto de resistencia al invasor inglés tuvo lugar en el actual Partido de Gral. San Martín, en la Chacra de Perdriel, considerado como Hito Nº 1 de la Nacionalidad, de lo cual todos los sanmartinenses nos enorgullecemos.

Pero ¿cuál fue la situación internacional en aquellos momentos?, …¿por qué se produjeron las invasiones inglesas al Río de la Plata? Trataremos de explicarlo lo más sencillamente posible.

A principios del S. XIX, España ya se encontraba en decadencia. Por el contrario Inglaterra y Francia eran las potencias en ascenso.



GRABADO DEL INGLÉS J. GILLRAY DE 1805, 
NAPOLEÓN Y EL PRIMER MINISTRO-
BRITÁNICO WILLIAM PITT 
SE DISPUTAN EL DOMINIO DEL MUNDO
Después de la Revolución Industrial ocurrida en la segunda mitad del S. XVIII, Inglaterra se había convertido en una gran factoría, con necesidad de contar con nuevos mercados en el exterior en los cuales debía colocar el excedente de su gran producción industrial, que excedía el consumo interno y a la par, necesitaba más materias primas para alimentar sus industrias. Por su carácter insular, debía contar con una marina poderosa que impidiera todo intento de invasión a su territorio por cualquier otra potencia. Frente a Inglaterra –y no sólo por la posición geográfica–, en el continente europeo se erigía Francia, a cuyo frente se encontraba ese genial estratega y militar que fue Napoleón Bonaparte, con las mismas aspiraciones que Inglaterra.
Caricatura Inglesa de Napoleón - Periódico El Restaurador
"¡NOTICIAS DE CALABRIA! ¡CAPTURA DE BUENOS AYRES! 
LOS PLACERES DE UN ALMUERZO IMPERIAL EN ST. CLOUD"
CARICATURA INGLESA DE NAPOLEÓN, 1806

Las dos principales potencias de esa época –Inglaterra y Francia– reunieron a su alrededor a las restantes potencias europeas, las que cambiaban de alianzas según fueran las circunstancias y la suerte de las armas. Por ejemplo, España, que comenzó siendo aliada de Napoleón y enfrentada a Inglaterra (y por ello las expediciones inglesas al Río de la Plata), posteriormente se alió a ésta en contra de Francia.

Como bien dice José María Rosa, Napoleón “fue la defensa tenaz e inteligente de Europa contra la invasión económica británica…unificó Europa para que no comprara mercadería inglesa… Levantó contra la isla (Inglaterra) que arruinaba el continente, la muralla del Imperio francés… Su objetivo fundamental estaba en defender la producción continental contra los géneros ingleses…”.

Durante el S. XVIII, diversos gobiernos británicos habían estudiado la posibilidad de volcar ese excedente industrial en los territorios españoles de América, ya sea mediante la conquista militar, o fomentando insurrecciones tendientes a lograr la independencia para formar nuevos estados, permeables a los deseos ingleses.

En marzo de 1803, se produjo la guerra entre Francia e Inglaterra y en mayo del año siguiente, Napoleón fue proclamado emperador de los franceses.

El 5 de octubre de 1804, cuatro navíos de guerra ingleses, atacaron a cuatro fragatas españolas frente a Cádiz, que conducían oro y pasajeros del Río de la Plata, entre los que se encontraban Diego de Alvear y su familia. En el combate naval, sólo salvaron sus vidas Diego de Alvear y su hijo Carlos María, perdiendo la vida madre e hijas, que se encontraban a bordo de una fragata que explotó y se hundió. A raíz de ese hecho de armas España declaró la guerra a Inglaterra en diciembre de ese año, convirtiéndose así en aliada de Francia.

Napoleón considerando a Inglaterra como su real enemiga, también proyectó la invasión a las Islas Británicas a través del Canal de la Mancha (que separa a Inglaterra del continente), concentrando con ese fin un gran ejército de aproximadamente 200.000 hombres. Pero para ello necesitaba dominar el mar. Napoleón dijo: ¡Seamos dueños del canal durante seis horas y seremos dueños del mundo!. Así los astilleros franceses trabajaron en las construcción de miles de embarcaciones que trasladarían tan gran ejército a través del Canal. Se formó una gran escuadra francoespañola que fue puesta al mando del Alte. francés Villeneuve.

El 21 de octubre de 1805 se enfrentaron en Trafalgar –frente a Cádiz– la armada británica –al mando del Alte. Horatio Nelson– con la armada francoespañola. En esa batalla los británicos cambiaron la táctica de combate que hasta ese momento habían seguido todas las armadas. Ese cambio, les dio la victoria a los ingleses, quienes se convirtieron en dueños de los mares, dando por tierra con aquel proyecto de Napoleón de invadir las islas británicas. Esa gran batalla que fue Trafalgar cambió el curso de la historia.

Pero si bien Inglaterra quedó dueña de los mares, a principios de diciembre, con la victoria de Napoleón en Austerlitz (Viena) –contra austríacos y rusos–, éste quedó dueño del continente.

Debido a que Holanda era aliada de Napoleón y teniendo informes los británicos que la Colonia holandesa del Cabo de Buena Esperanza (punto más al Sur del continente africano –actual Sudáfrica–) se encontraba mal defendida, decidieron atacarla y la tomaron en 1806 (con lo cual se aseguraron el camino por mar hacia la India).

Desde allí se embarcó la expedición británica que tomó Buenos Aires en 1806.

El 22 de noviembre de 1806, Napoleón decretó: “Las islas británicas, son declaradas en estado de bloqueo, todo intercambio con las Islas Británicas queda prohibido”. Este hecho viene a acelerar, los planes de invasión británica a América del Sur, ya que para ellos la apertura de los mercados de las colonias españolas se había convertido en una cuestión de la mayor importancia y vital para su supervivencia.

No les quedaba más recurso a los británicos que buscar nuevos mercados en otras partes del mundo.

En ese contexto se produce una nueva invasión al Río de la Plata en 1807, con la toma de Maldonado, Montevideo y Colonia (actuales ciudades uruguayas) y un nuevo ataque a Buenos Aires.


(1) Whitelocke lo decía en parte a su gobierno, según Félix Frías en su libro "La Gloria del Tirano Rosas".