Publicado en el Periódico El Restaurador - Año I N° 3 - Junio 2007 - Pags.12 y 13
TESTIMONIOS DE LOS INGLESES
SOBRE EL ATAQUE A BUENOS AIRES,
LOS COMBATES Y SU DEFENSA

Teniente coronel Lancelot Holland
“Avancé con los rifleros hasta el costado oeste del edificio del Colegio de los Jesuitas (actual Colegio Nacional de Buenos Aires), sin sufrir pérdidas considerables, cuando, al adelantar el cañón liviano para abrir una brecha en la entrada principal del edificio, el enemigo apareció de repente en gran número en algunas ventanas, en la azotea de aquel edificio y desde las barracas del lado opuesto de la calle y desde el extremo de la misma. En un momento, la totalidad de la compañía de vanguardia de mi columna, y algunos artilleros y caballos fueron muertos o heridos”.
Teniente coronel Henry Cadogan
“Antes de que me hubiese escasamente aproximado a la iglesia de San Francisco, ya había perdido bajo el fuego de un enemigo invisible, y ciertamente inatacable para nosotros, los oficiales y la casi totalidad de los hombres que componían la fracción de vanguardia, formada por voluntarios de distintas compañías, los oficiales y casi la mitad de la compañía siguiente, y así en proporción en las otras compañías que componían mi columna…”
Teniente coronel Denis Pack
“No bien alcanzamos la entrada de la iglesia de San Miguel, el enemigo comenzó un terrible fuego desde las casas opuestas. Habiendo perdido unos treinta hombres en esta entrada, y comprendiendo que era imposible forzar las puertas de la Iglesia con las herramientas que me habían entregado, juzgué prudente desistir y penetrar más en la ciudad, esperando encontrar una posición más ventajosa. Al abandonar la entrada de la iglesia fuimos castigados con un fuego continuado. Después penetré en la ciudad hasta que juzgué que me hallaba cerca de la fortaleza. Viendo que había perdido tanta gente en la calle, que los cuatro oficiales de granaderos estaban heridos, que el mayor, el ayudante y el cirujano auxiliar habían sido muertos, y que había perdido, entre muertos y heridos, de ochenta a cien soldados de mi débil columna, doblé a la izquierda y busqué refugio ocupando tres casas...” “…con menos de cien hombres estaba en medio de una ciudad, donde todos eran enemigos, todos armados, desde el hijo de la vieja España hasta el negro esclavo…”
Teniente coronel Alexander Duff
“La clase de fuego al cual estuvieron expuestas nuestras tropas fue en extremo violento. Metralla en las esquinas de todas las calles, fuego de fusil, granadas de mano, ladrillos y piedras desde los techos de todas las casas, cada dueño de casa defendiendo con sus esclavos su morada, cada una de estas era una fortaleza, y tal vez no sería mucho decir que toda la población masculina de Buenos Aires estaba empleada en su defensa”.
General John Whitelocke
Testimonio de los ingleses sobre la disposición de los habitantes de la colonia.