PERSONAJES Y HECHOS DE LA CONFEDERACION
ARGENTINA
Tomás Craig, marino irlandés, guerrero de la Independencia y
defensor de la
Soberanía Nacional en la Guerra del Paraná
Por Guillermo Masciotra
Las páginas de la historia argentina se nutren de
innumerables héroes olvidados, que por su actuación merecen un justo
reconocimiento. Este es precisamente un ejemplo de quien durante el período
comprendido entre 1811 y 1857 fue un incansable guerrero al servicio de su
patria adoptiva.
Tomás Craig, nació en Irlanda en 1780, sus padres fueron
Nicolás Craig y Honor Byrne. No existen antecedentes exactos de su forma de
arribo al Río de la Plata
pero alguna fuente lo adjudica a un naufragio ocurrido en las costas
patagónicas y su posterior radicación en Buenos Aires.
Con la reorganización del ejército del Norte llevada a
cabo por el General Manuel Belgrano en 1812 se incorpora a sus filas y
participa en las Batallas de Las Piedras, Tucumán, Salta, Ayohuma y Vilcapugio,
integrando la artillería patriota.
Luego de un corto período en la Banda Oriental,
donde ocupó los cargos de Comisario y Juez de Paz, con el inicio de las hostilidades con el imperio
de Brasil, comienza a prestar servicios bajo el mando del Almirante Guillermo
Brown en la Armada
Argentina, lo que se prolonga hasta su retiro del servicio
activo en 1857.
La denominada
guerra fluvial ó Guerra del Paraná que se desarrolla entre 1841 y 1846 en el Río de la Plata y el Río Paraná tiene
a Tomás Craig como protagonista de los dos enfrentamientos más importantes en
defensa de la
Soberanía Nacional: el Combate de Costa Brava los días 15 y
16 de Agosto de 1842 y el Combate de Vuelta de Obligado el 20 de Noviembre de
1845.
El Almirante Guillermo Brown con mas de 60 años de
edad es convocado por Juan Manuel de
Rosas en 1841 para dirigir nuevamente la Armada Nacional,
frente a la amenaza de Fructuoso Rivera que había derrocado al legítimo presidente
oriental, Manuel Oribe. Nuestro padre de
la patria en el mar asume el compromiso de la nada, alista una armada, entrena
sus hombres y derrota a la flota oriental riverista al mando de Coe un
antiguo subordinado suyo en la
Guerra contra Brasil, nuevamente Brown domina el Plata. Rivera por su parte más
aislado por que el Gral. Paz no compartía sus objetivos, declara la guerra a la Confederación Argentina
y decide incorporar a José Garibaldi
para la formación de una Segunda División Naval ahora fluvial para
disputar los ríos Uruguay y Paraná que no tenía permitido navegar y lograr la
adhesión de Corrientes.
Craig es designado en 1841 comandante de la Corbeta o Fragata 25 de
Mayo (ex Kremlin de matrícula de Boston) que desplazaba 400 toneladas y
embarcaba 150 tripulantes, se le cambia la artillería a la nave y se dispone su
alistamiento para el Estado Argentino. Luego Tomás
Craig asume el mando de la goleta 9 de Julio (ex Palmar de bandera oriental)
buque capturado por el Almirante Brown frente a Montevideo desde donde la
conduce al Riachuelo también para su alistamiento y entrega del mando a su
nuevo comandante el Capitán Guillermo Bathurs, la tarea de Tomás Craig continúa con un nuevo
compromiso alistar a la goleta Libertad (ex Aguiar integrante de la flota riverista
que se pasó a la
Confederación Argentina) empresa en la cual nuevamente da
pruebas de su idoneidad de marino y artillero.
En 1842 es designado comandante del bergantín Republicano
(ex San Giorgio de matrícula de Cerdeña) de 40 toneladas de desplazamiento; con
esta nave participa en la persecución de la escuadrilla de Garibaldi, junto con
el bergantín Belgrano al mando de Juan B. Thorne, el Echagüe al mando de
Pinedo, el 9 de Julio al mando de Eduardo Brown (hijo del bravo irlandés), y el
Americano al mando de Donati. El Alte. Brown que embarcaba en el Belgrano
conduce la formación argentina que parte
de Buenos Aires ante la noticia que mediante el engaño de falsa bandera se
había forzado el paso de Martín García por las naves riveristas de la Segunda División.
Una bajante hace varar al Belgrano que queda inmovilizado cerca de quince días,
Brown anoticiado que Garibaldi continuaba por el Río Paraná luego de ser
hostigado por Seguí y sus lanchones en La Bajada, alcanza las cercanías de Esquina en la Provincia de Corrientes
paraje denominado Costa Brava, donde las fuerzas navales nacionales derrotaron
y destruyeron el poder naval de Fructuoso Rivera en el río con los tres buques
mayores en línea y en tierra con la acción de los hombres a cargo del
Guardiamarina Bartolomé Cordero. Tras dos días de combate culminaba esta
aventura de José Garibaldi con la huída de las tripulaciones y sus buques en
llamas. La figura señera de Brown vuelve a dominar las aguas del Plata y sus
afluentes. En un gesto de enorme grandeza no ordena la persecución de José Garibaldi
y lo deja huir, sin embargo luego el mencionado personaje volvería con sus
incursiones y saqueos contra la República Argentina.
Finalizaba así la campaña de Costa Brava, a todas luces
desastrosa para el gobierno de Fructuoso Rivera, su aliada: la Comisión Argentina
de Montevideo (integrada por emigrados unitarios), y los apetitos colonialistas
franco-británicos de navegar nuestros ríos interiores. Tomás Craig al mando del
Republicano realiza en convoy con el Echagüe un
patrullaje por el río Uruguay contra cualquier nuevo intento riverista;
luego en 1843 participa del bloqueo a Montevideo y en 1844 dirige personalmente
las reparaciones y nuevo alistamiento del Republicano en Ensenada de Barragán.
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Gráfico que muestra el
dispositivo de defensa en Vuelta de Obligado (baterías, lanchones y El Republicano) y la flota
atacante |
En 1845 la expedición de la flota anglo-francesa intentará
con sus aliados, los comerciantes de Montevideo, navegar los ríos Paraná y
Uruguay, tentar al Paraguay y apoyar a los antirrosistas de Corrientes. Aquí
aparece la tremenda fibra y temple de un grupo de paisanos, vecinos de San
Pedro, Baradero, San Antonio de Areco y
San Nicolás, marinos de esa generación de valientes que formó Guillermo Brown y
militares que bajo la dirección de Lucio N. Mansilla ese gran veterano de la Independencia, que
decidieron defender nuestra soberanía a todo trance y resultado.
En este episodio glorioso de la historia nacional Tomás
Craig tiene una activa participación en la construcción de la línea de defensa
que basada en 24 lanchones unidos por
cadenas cruzará el río Paraná que tenia una extensión de 800 metros de ancho aproximadamente.
Las barcazas o lanchones fueron desarbolados y anclados al lecho del río, unidos a la tierra firme
por un anclaje que se encontraba en un promontorio frente a una de las cuatro
baterías instaladas (Ver monumento levantado en 1940, “El Restaurador” Nº 8,
pág. 13) y en el otro extremo, las cadenas se afirmaban al bergantín
Republicano al mando de Craig.
Así el 20 de noviembre a las 09,00 horas los poderosos
cañones Paixhans con balas explosivas inician un intenso cañoneo sobre
las defensas terrestres y fluviales. Craig
que recibe en el Republicano un fuego concentrado, devuelve tiro por
tiro con el apoyo de tres embarcaciones menores que impedían el avance de los
tres vapores de la Primera
división atacante que no pueden vulneran la línea de atajo del Republicano.
Cerca del mediodía el General Mansilla envía un parte a
Juan Manuel de Rosas en el cual le comunica que el combate es intenso pero que se sostiene las defensas y también menciona que a
pesar de no haber sido cortadas las cadenas, teme por el alto consumo de
munición. Pasado el mediodía, Craig no tiene municiones, ha disparado hasta la
última bala y está siendo acribillado por la artillería atacante. Ante la
proximidad del enemigo, vuela el bergantín Republicano para que no sea abordado
y con sus sobrevivientes se embarca para pasar a colaborar en tierra firme con la Batería Manuelita
ubicada en el promontorio norte al mando de Juan B. Thorne.
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El “Fulton”, -vapor
francés- ataca las defensas en Obligado, obsérvese los lanchones con la bandera
argentina que obstaculizaban la navegación de la flota invasora
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Vuelta de Obligado constituye una de las glorias de las
luchas por la
Independencia y la Soberanía Nacional,
las cuatro baterías fueron destruidas y las cadenas que unían los lanchones
fueron cortadas luego de 12 horas de intensos combates, con bajas de 300
muertos y más de 500 heridos en las filas argentinas decididos a defender el
honor nacional. Después de esa acción, nuestro héroe continúa en servicio en la Armada nacional y en 1849
se hace cargo del comando de la goleta Santa Clara mando que continua en 1850 y 1851 afectado al
patrullaje fluvial, donde lo sorprende el pronunciamiento de Urquiza,
permaneciendo Craig leal a la Confederación Argentina.
Posteriormente en 1852 y previo a las acciones de Caseros asume el mando de la goleta Maipú (ex Fama
de matrícula norteamericana) -incorporada en 1845, había sido robada por los
británicos y devuelta en 1851 por la Convención Southern
–Arana alistándola en tiempo record y que fue ubicada en la desembocadura del
Río Paraná.
Separado del mando luego de Caseros, posteriormente fue
rehabilitado y en Noviembre de 1852
asumió nuevamente el mando de la goleta Maipú en la expedición del Gral. Madariaga
contra la Provincia
de Entre Ríos. Continuó Craig en servicio activo hasta 1857.
Se casó en primeras nupcias con la argentina Encarnación
Luján y fallecida ésta se casó en segundas nupcias en 1849 con Jane Donovan,
irlandesa. De este matrimonio nacieron dos hijos: Francisca y Guillermo Craig
Donovan, quien alcanzó el grado de Teniente coronel en el Ejército Argentino y
fue expedicionario al Chaco austral y boreal.
Tomás Craig falleció en Buenos Aires el 26 de abril de
1863. Una calle del Barrio de Caballito de la Ciudad de Buenos Aires lleva su nombre, además se
recuerda su memoria en los municipios de
Alte Brown, Merlo, General Rodríguez y Malvinas Argentinas.
Fuentes:
Historia de la Confederación Argentina.
A. Saldías
Historia Marítima Argentina. H. J. Tanzi.
Apuntes sobre Buques de la Armada Argentina.
P. Harguindeguy.
Los Bloqueos Navales. Instituto Nacional Browniano
La Batalla Olvidada. Nueva Reseña Histórica de San
Pedro.