lunes, 1 de diciembre de 2008

Recordando...

  Publicado en el Periódico El Restaurador - Año III N° 9 - Diciembre 2008 - Pag. 15 

Recordando...

El 5 de marzo de 1964 y mediante la Resolución Municipal Nº 154/64, el Concejo Municipal de Presidente Roque Sáenz Peña, Prov. del Chaco, decidió imponer el nombre de Juan Manuel de Rosas a una calle de esa Ciudad, de acuerdo a los Considerandos que transcribimos a continuación y que entendemos que son de interés porque constituyen una síntesis de la vida y logros de Juan Manuel de Rosas.

 

Que resulta oportuno honrar con tal motivo, el nombre de uno de los forjadores de la nacionalidad, propósito tanto más conveniente al interés cívico, cuanto que la provincia a que esta ciudad pertenece ha sido una de las últimas en integrarse como estado federal dentro de la vasta patria argentina;

Que los próceres de la Organización Nacional, como Urquiza y Mitre, hicieron triunfar el hecho consumado de la Confederación Argentina, fundada por el brigadier general don Juan Manuel de Rosas por medio del pacto orgánico de 1831;

Que dicha Confederación fue sostenida por su fundador durante más de dos decenios luchando contra confabulaciones internas y coaliciones extranjeras en condiciones que hubieran desalentado a cualquier otro gobernante o jefe militar;

Que el mismo Brigadier General fue el primero en bregar por los objetivos que orienta el actual pueblo argentino al postular y defender los principios de una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana;

Que en efecto, el excelentísimo señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires, don Juan Manuel de Rosas creó mediante sistemas inéditos de producción de bienes y distribución y comercialización de los mismos, fuentes útiles de trabajo para el hombre de campo y proletario, mejorando sensiblemente el “bienestar general” a que alude la Constitución de 1853;

Que el estanciero, industrial y exportador don Juan Manuel de Rosas fundó la denominada por nuestras fuerzas vivas “industria madre del país” o sea la ganadería, cuyos productos exportó al exterior en barcos de bandera argentina, pertenecientes a la primera flota mercante argentina nacional, tan sólo superada en tonelaje en 1943;

Que dignificó al trabajador y proletario al asumir con nacional orgullo el nombre de “gaucho” conque se designaba despectivamente al humilde de entonces;

Que hizo respetar dicho nombre ante los poderosos de la tierra en virtud del ejercicio de la inteligencia y de las armas;

Que postuló la primera ordenanza de independencia económica nacional mediante la famosa Ley de Aduanas de 1835 por la cual esclareciera controles financieros y el proteccionismo de nuestras industrias y artesanías;

Que hizo profesión permanente de honrarse “con la amistad de los pobres” y vivir alejado del privilegio de la llamada oligarquía porteña;

Que arrancó centenares de leguas al desierto y fundó los centros de civilización de Bahía Blanca, Junín y 25 de Mayo;

Que durante doce años de conflictos internacionales defendió con inmortal dignidad la soberanía argentina, sosteniéndola “íntegra e inmaculada como salió de las manos del Todopoderoso” y cumplió e hizo cumplir por primera vez en los hechos el juramento del 9 de Julio de 1816;

Que decretó fiesta nacional el 9 de julio;

Que gozó de la admiración de los primeros estadistas y publicistas del mundo de su época, quienes lo consideran el campeón de los derechos de la soberanía de Sud América;

Que rodeó de dignidad el nombre argentino por su intachable conducta en la vida personal y privada y el manejo escrupuloso de los fondos públicos;

Que robusteció los fueros de la Iglesia y revocó medidas persecutorias contra el Catolicismo, dictadas por gobiernos doctrinarios anteriores, fortaleciendo de tal modo la unidad civil argentina, una de cuyas fuentes es la fuerza y solidaridad de la fe cristiana, demostrando ser un ferviente católico;

Que hizo del Ejército Argentino un organismo técnico proveyéndolo de industrias y laboratorios y constituyendo las bases de fabricaciones militares en los cuarteles y talleres modelos de Santos Lugares;

Que convirtió nuestra incipiente diplomacia en un cuerpo de profesionales y especialistas en política internacional y en el arte de la negociación, tales como Arana, Guido, Manuel Moreno y Mariano Balcarce;

Que el brigadier general don Juan Manuel de Rosas fue un hecho y una etapa de nuestra vida nacional que nadie puede dejar de reconocer;

Que fue el primero en honrar al Padre de la Patria al decretar que una plaza de Buenos Aires llevara el nombre del Libertador en vida de éste;

Que con la presente resolución se cristaliza uno de los deseos del Padre de la Patria, general José de San Martín, quien en carta fechada en Boulogne el 6 de mayo de 1850, expresa al general Rosas “que al terminar su vida pública sea colmado del justo reconocimiento de todo argentino, son los votos que hace y hará siempre a favor de usted su apasionado amigo y compatriota”;