lunes, 1 de diciembre de 2008

A mi padre

Publicado en el Periódico El Restaurador - Año III N° 9 - Diciembre 2008 - Pag. 3 


A MI PADRE

El día 26 de agosto pasado, falleció a los 94 años de edad, mi padre, Bruno Chiviló. Quiero recordarlo en esas breves líneas, a quien además de ser un excelente padre y de haberme encaminado en esta vida, dándome innumerables buenos ejemplos, fue uno de los que hace un poco más de dos años atrás, cuando se me cerraba una puerta, me instó a publicar este periódico “El Restaurador”.

Cuando yo era adolescente y cursaba la escuela secundaria, en la época vacacional, iba algunas horas del día a su tradicional imprenta “Bruno” en la esquina de Belgrano y Liniers de San Martín, donde realizaba trabajos sencillos acorde a mi edad, o bien me llevaba trabajos para hacer en casa, con lo cual me ganaba algún dinero que empleaba después en comprarme libros o algún equipo para armar una maqueta de avión; años después y ya cursando mis estudios terciarios lo ayudaba en la corrección de las pruebas de galera.

Su pasión por la imprenta y las artes gráficas, hacía que cada publicación que llegara a sus manos fuera “analizada” técnicamente por él, desde el tipo de papel empleado, como en la diagramación de cada página, ilustraciones y propagandas, entre otras cosas. Así, mucho aprendí sobre diseño -en aquellos años no se lo decía así-, corrección de pruebas y diversas cuestiones que hacen a una publicación y ello me permitió en la época actual poder encarar este periódico y con anterioridad la publicación similar “El Gran Americano”. Lo que aprendí sobre la imprenta se lo debo a él y sin él, este trabajo no lo podría haberlo hecho.

Fue un entusiasta colaborador, ayudaba en conseguir propagandas y distribuir los periódicos. No había vez que me viera que no pidiera ejemplares para repartir, incluso así lo hizo pocos días antes de dejar este mundo. Fue una persona positiva y trataba de conseguir solución a todo.

Si bien había nacido en Italia, quería a nuestra Argentina –a la que había llegado siendo niño- como el que más y que decir de su querida Ciudad de Gral. San Martín!.

Ha desaparecido físicamente, se lo extraña…, pero puedo decir que además de estar presente en nuestros pensamientos y en nuestro corazón, sé que también está presente en cada página de este periódico.

A quienes lo conocieron les pido que lo recuerden con alegría, como lo recuerdo yo.

                 Norberto J. Chiviló - Director