Publicado en el Periódico El Restaurador - Año III N° 9 - Diciembre 2008 - Pag. 3
A MI PADRE
El día 26 de agosto pasado, falleció a los 94 años de edad, mi padre, Bruno Chiviló. Quiero recordarlo en esas breves líneas, a quien además de ser un excelente padre y de haberme encaminado en esta vida, dándome innumerables buenos ejemplos, fue uno de los que hace un poco más de dos años atrás, cuando se me cerraba una puerta, me instó a publicar este periódico “El Restaurador”.
Cuando yo era adolescente y cursaba la escuela secundaria, en la época
vacacional, iba algunas horas del día a su tradicional imprenta “Bruno” en la
esquina de Belgrano y Liniers de San Martín, donde realizaba trabajos sencillos
acorde a mi edad, o bien me llevaba trabajos para hacer en casa, con lo cual me
ganaba algún dinero que empleaba después en comprarme libros o algún equipo
para armar una maqueta de avión; años después y ya cursando mis estudios
terciarios lo ayudaba en la corrección de las pruebas de galera.
Su pasión por la imprenta y las artes gráficas, hacía que cada
publicación que llegara a sus manos fuera “analizada” técnicamente por él,
desde el tipo de papel empleado, como en la diagramación de cada página,
ilustraciones y propagandas, entre otras cosas. Así, mucho aprendí sobre diseño
-en aquellos años no se lo decía así-, corrección de pruebas y diversas
cuestiones que hacen a una publicación y ello me permitió en la época actual poder
encarar este periódico y con anterioridad la publicación similar “El Gran
Americano”. Lo que aprendí sobre la imprenta se lo debo a él y sin él, este
trabajo no lo podría haberlo hecho.
Fue un entusiasta colaborador, ayudaba en conseguir propagandas y
distribuir los periódicos. No había vez que me viera que no pidiera ejemplares
para repartir, incluso así lo hizo pocos días antes de dejar este mundo. Fue
una persona positiva y trataba de conseguir solución a todo.
Si bien había nacido en Italia, quería a nuestra Argentina –a la que
había llegado siendo niño- como el que más y que decir de su querida Ciudad de
Gral. San Martín!.
Ha desaparecido físicamente, se lo extraña…, pero puedo decir que además
de estar presente en nuestros pensamientos y en nuestro corazón, sé que también
está presente en cada página de este periódico.
A quienes lo conocieron les pido que lo recuerden con alegría, como lo
recuerdo yo.
Norberto J. Chiviló - Director