Publicado en el Periódico El Restaurador - Año IV N° 14 - Marzo 2010 - Pags. 8 a 11
Los Santos Lugares de Rosas
Por el Federal Apostólico
Como el lector podrá apreciar a través
de la lectura del presente artículo, la actual Ciudad de Gral. San Martín y la
localidad vecina de San Andrés, son lugares ricos en acontecimientos
históricos, desconocidos por la mayoría de la población.
Los antecedentes de nuestra ciudad
A principios del siglo XIX había pocos
pobladores en lo que hoy es la planta urbana de la Ciudad de Gral. San Martín
y su vecina localidad de San Andrés. Aproximadamente a principios de 1800 había
una capilla en el lugar que actualmente ocupa la Escuela Nº 1 frente a la
actual plaza San Martín, que fue levantada por la orden de los Franciscanos de
los Santos Lugares de Jerusalén y en sus alrededores había un pequeño poblado y
en sus inmediaciones estaba el cementerio. Aproximadamente en 1807 se estableció
una posta.
A mediados del S. XVIII, habían
arribado a la zona, monjes de la orden de los Mercedarios, quienes realizaron
unas construcciones que le sirvieron de alojamiento, denominadas “Las Crujías”,
ubicadas a trescientos metros aproximadamente de la actual estación de San
Andrés y otras en donde actualmente se encuentra el Liceo Militar Gral. San
Martín y que eran las mas importantes de la época. Según algunos historiadores
un túnel unía ambos edificios. A la zona se la conocía entonces con el nombre
de los Santos Lugares de Jerusalén, ya que los monjes franciscanos que
levantaron el primer templo –como ya se dijo– tenían como uno de sus fines el
recoger limosnas para destinarlas a la construcción de templos en Tierra Santa.
Con motivo de la reforma religiosa promovida
por Rivadavia en 1822 y la secularización de las órdenes religiosas que fueron
una de sus consecuencias, esas construcciones se expropiaron y pasaron a ser
propiedad del gobierno y se destinaron a cuarteles, conociéndose el primero de
los mencionados como “Cuartel de las Crujías” y el otro como “Cuartel de los Chacareros”.
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Entrada al edificio de Las crujías. Fotografía de 1901 |
En 1834, la Capilla, pasó a ser Parroquia
bajo la advocación de “Jesús Amoroso”, construyéndose un nuevo edificio en el
lugar que hoy ocupa la
Catedral de San Martín.
La creación del
pueblo Los Santos Lugares de Rosas
En el año 1835 una Comisión de Vecinos
de Santos Lugares de Jerusalén, se dirigieron a las autoridades provinciales para
que se le diera categoría de pueblo a toda esta zona “…y que de accederse a
este pedido el pueblo lleve el nombre del mismo gobernador”. Por un decreto del
25 de marzo de 1836, se ordenó su trazado al agrimensor Marcos Chiclana, –quien
proyectó el pueblo sobre 81 manzanas rectangulares de 140 varas de largo cada
una–, y se designó al pueblo o pago como “Santos Lugares de Rosas” y se
estableció que la plaza principal debía estar situada frente al templo
existente. El trazado se inició en abril del año siguiente, pero después quedó
paralizado, pues debido a los conflictos políticos y militares que se
sucedieron a partir de dicha fecha, llevaron a esta zona a ser el centro
militar del gobierno de Buenos Aires.
El nuevo edificio de la Parroquia de Jesús
Amoroso se inauguró el día 8 de diciembre de 1836, en celebración del Día de la Inmaculada Concepción,
con grandes festejos populares, a los que concurrieron la esposa del Gobernador
doña Encarnación Ezcurra de Rosas y la viuda del Gral. Juan Facundo Quiroga,
doña Dolores Fernández de Quiroga, quienes hicieron donación de una imagen de la Virgen tallada en madera,
que actualmente existe, oportunidad también en que se adjudicó nombre al nuevo
pueblo: SANTOS LUGARES DE ROSAS.
El 29 de enero de 1839 en la iglesia
de Jesús Amoroso se realizó un oficio religioso por el eterno descanso del alma
de la esposa del Gobernador –doña Encarnación Ezcurra– fallecida el día 19 de
octubre anterior.
La instalación
del Campamento Militar
El 28 de marzo de 1838 se estableció
el bloqueo francés por el Almirante Louis Leblanc y a raíz de ese conflicto
internacional, el Gobernador de la provincia, Juan M. de Rosas, considerando a
esta zona –actual San Andrés– como estratégica, ya por su altura y que existía
un cruce de caminos reales que lo convertía en un punto geográfico de
importancia, decidió instalar un campamento militar, para lo cual no solo
utilizó las construcciones existentes, sino también se construyeron varias
casas y caballerizas, estableciendo en una de ellas la Comandancia militar
del campamento, que actualmente es lo único que existe y que se conserva y que
se conoce como Casa de Rosas.
El Campamento o Cuartel General de los
Santos Lugares, ocupaba aproximadamente diez cuadras por doce y era de forma
irregular, sus límites estaban entre las actuales Av. Pte. Perón, la Ruta nacional Nº 8, la calle
Leandro N. Alem, incluyendo el Liceo Militar y las vías del ferrocarril,
aproximadamente.
Para la alimentación de la caballada
también se establecieron varios alfalfares, situados estos en los terrenos que
actualmente pertenecen al San Andrés Golf Club.
La entrada del campamento estaba
ubicada aproximadamente en lo que hoy es la Av.
Pte. Perón y la Av. Ayacucho y el camino que debía seguirse hasta
llegar a la comandancia –aprox. cuatrocientos metros– se encontraba bordeada
por sauces. Antes de llegar a la comandancia, el camino tenía un desvío hacia
la derecha, para llegar al edificio de Las Crujías.
Según refiere el historiador local
José Vicente Valdez Tritti, Las Crujías “Era una sólida construcción de ladrillos
de una sola planta, de unos 70
metros de frente por 60 de fondo (entre Av. Ayacucho, La Crujía, Riobamba y
Libertad) con paredes de 0,70
cm. de espesor, 24 habitaciones de paredes dobles, para
alojamiento de tropas, maestranza, cuartos para los oficiales, depósito de
municiones, capilla y cárcel. La entrada al edificio de Las Crujías era ancha,
de medio punto en su parte superior para permitir la entrada de hombres a
caballo, accediendo a un amplio pasadizo cubierto hasta el primer patio, el más
grande de los tres del edificio. Hacia la izquierda del pasadizo estaban las
entradas de las habitaciones de jefes y oficiales y hacia la derecha oficinas,
capilla y guardia. En el lado izquierdo del patio y en el segundo pasadizo hacia
el segundo patio, –que también era cubierto y bastante ancho–, estaban las
cuadras de las tropas. En el costado derecho se hallaba instalada la
maestranza y al fondo el depósito de municiones y los calabozos. Al tercer
patio se entraba desde el primero (costado derecho del edificio) y era conocido
como “el de las ejecuciones”.
Teniendo en cuenta la meticulosidad de
Rosas, el Campamento se encontraba cuidado, en total orden y limpieza.
En este centro militar que llegó a ser
el más importante de la
Confederación Argentina, fue un lugar de
reclutamiento, instrucción y remonta; aquí se formaba y entrenaba el ejército
federal, realizándose ejercicios de infantería, caballería y prácticas de artillería.
En la casa construida en el campamento
en 1840 que es lo único que se mantiene de todo aquello y que actualmente como
ya dijimos, se conoce como Casa de Rosas, –actual calle Diego Pombo, entre
Ayacucho y Morello– sirvió de habitación al Gobernador Rosas desde 1840 en
adelante cuando concurría al lugar, permaneciendo allí durante largas
temporadas, atendiendo todo lo que tenía que ver con las cuestiones políticas y
militares de la Confederación
Argentina: el bloqueo francés, la invasión de Lavalle en el
año 1840, la dirección de la
Guerra del Paraná en 1845 en adelante y la segunda Guerra con
el Brasil en 1851 y principios de 1852.
Aquí, en este lugar, el día 31 de
octubre de 1840 fue ratificado por el “Gobernador y Capitán Gral. de la Provincia de Buenos
Aires, Encargado de las Relaciones Exteriores de las Provincias de la Confederación Argentina”
Juan Manuel de Rosas, la Convención
Arana-Mackau que había sido suscripta dos días entes por
el Ministro de Relaciones Exteriores y Canciller de la Confederación
Argentina, el Camarista, Dr.
Felipe Arana y el Plenipotenciario francés, Vice-Almirante Barón Angel
René Armand de Mackau y que
puso fin al primer conflicto de nuestro país con la nación gala.
En este lugar también, el 2 de febrero
de 1841, Rosas designó al Alte. Guillermo Brown como Jefe de la escuadra naval
de la Confederación.
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Dibujo de Jules Daufresne |
En 1844, fueron trasladados en
carácter de prisioneros a la cárcel de Las Crujías, el Cacique ranquel Painé,
junto a su hijo de nombre Mariano de 18 años; este último se convirtió al
catolicismo y al ser bautizado, fue su padrino el mismo Rosas, quien le dá su
apellido. Muchos años después Mariano Rosas será también Cacique ranquel. Tanto
Painé como Mariano, fueron amigos de Rosas.
A mediados de la década del 1840,
llegan al lugar inmigrantes canarios, quienes se instalan en el lugar,
dedicándose muchos de ellos a la agricultura y otros como artesanos trabajando
en los talleres militares.
También hacia este lugar se efectuaban
cabalgatas desde la residencia del Gobernador en Palermo, de la cual
participaban agentes diplomáticos de distintas naciones, realizándose en el
lugar fiestas y agasajos, siendo en consecuencia un lugar de mucha importancia
no solo militar, sino también social y diplomático.
En 1850 aproximadamente se instaló en
la entrada del campamento con una escuela particular el maestro español Diego
Pombo; escuela a la cual concurrió en ese entonces el adolescente José
Hernández, nacido en 1834 en la chacra de Pueyrredón –ex caseríos de Perdriel–,
ubicada en la cercanía.
En la llamada batalla de Caseros, un
extremo de la línea de la defensa del ejército de la Confederación estaba
ubicada justamente en los Santos Lugares –aproximadamente en las intersecciones
de las actuales Avs. Ayacucho y Pte. Perón–.
En este campamento y hasta la caída de
Rosas –3 de febrero de 1852–, vivieron en el lugar aproximadamente 5.000
soldados con sus familiares, personal civil encargado de la confección de
uniformes, del arreglo de armas, además de herreros, carpinteros, talabarteros
y diversos artesanos, etc. que se ocuparon de muchas actividades, todo ello para
el abastecimiento del ejército. El lugar se convirtió así en un gran taller
para el Ejército, encontrándose aquí también el Arsenal. A consecuencias de tal
asentamiento y centro militar, en la zona se establecieron diversos negocios,
tahonas y pulperías, con lo cual se incrementó el comercio del lugar,
lográndose un desarrollo del mismo, a la par que la población creció
notablemente, como lo demostró el escritor local el Sr. Aníbal Morello –quien escribió sobre la historia de nuestra
Ciudad–, con los registro parroquiales, que los nacimientos se incrementaron en este período decreciendo mucho después
de la caída del Restaurador.
Después de
Caseros
Después de la batalla de Caseros, el
Coronel Martín Santa Coloma fue tomado prisionero en la Iglesia de los Santos Lugares,
donde fue lanceado y degollado por orden y en presencia de Urquiza y del
Boletinero del Ejército Grande, Domingo F. Sarmiento.
Este campamento fue escenario en esos
días del saqueo y la represión de los vencidos,
También el lugar sirvió para mantener
prisioneros a cerca de diez mil combatientes del derrotado ejército nacional.
La casa también fue ocupada días después
de la batalla por la división brasileña al mando de Marqués de Sousa, tropa que
acampó en el lugar en su marcha hacia Palermo.
Días después Urquiza, se trasladó con
un séquito desde Palermo al lugar donde se había desarrollado la batalla y
luego agasajó a sus acompañantes con un asado en los Santos Lugares,
participando también del evento el pintor uruguayo Juan M. Besnes e Irigoyen,
quien realizó cuatro pinturas de la zona, entre ellas el del templo de Jesús
Amoroso.
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Iglesia de los Santos Lugares. Acuarelña de Juan M. Besnes |
El 2 de mayo de 1852, Urquiza volvió
al lugar para presenciar unas carreras cuadreras, en las que participaba un
caballo de su propiedad, en esta oportunidad, lo acompañó el Jefe del Gabinete
del Imperio del Brasil, Honorio Hermeto Carneiro Leão.
A consecuencia de la derrota de
Caseros, sufrida por el ejército argentino de la Confederación, el
campamento fue desmantelado y abandonado y la zona se despobló, los edificios,
entre ellos el de Las Crujías, se fue deteriorando a través del paso de los
años como consecuencia del abandono y fueron demolidos en la primera década del
siglo XX.
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Vista de los Santos Lugares de Rosas a principios del siglo XX |
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Ruinas de los Santos Lugares de Rosas (c. principios siglo XX) |
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Cuartel de los Santos Lugares de Rosas antes de su demolición |
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1. Frente noroeste del cuartel. - 2. Calabozo grande . Fotos de principios del siglo XX |
En la que había sido sede de la Comandancia –Casa de
Rosas– se instaló en 1853 una escuela de varones, a cargo del Maestro Diego
Pombo, que funcionó hasta 1857 y posteriormente pasó a manos privadas quienes
hicieron algunas reformas, la más importante fue que le pusieron un techo de
tejas francesas, tal cual se puede observar en la actualidad.
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La sede de la Comandancia, antes de que se le colocara el techo de tejas en el siglo XX. (1) |
En el año 1988, la propiedad fue
comprada por la
Municipalidad de Gral. San Martín y declarada de interés
Histórico y Municipal y también fue declarado Lugar Histórico Nacional por la Ley 24.965.
En el lugar funciona desde entonces, el
Museo Histórico Regional Brigadier Gral. Don Juan Manuel de Rosas.
Frente a dicha casa y a escasos
cincuenta metros –actual calle Diego Pombo por medio– existía otra edificación
de la misma antigüedad, que fue demolida hace aproximadamente diez años y que
fue propiedad del Sr. Antonio Porchetto y de sus descendientes, en la cual funcionó la Capitanía de la Guardia y al fondo estaban los establos.
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Dibujo de Jean Baptiste Henri Durand Brager |
El nuevo nombre
El 6 de diciembre de 1856, se le da un
nuevo nombre a estos pagos de los Santos Lugares, pasaría a llamarse a partir
de entonces: General San Martín, doce días después se aprueba la traza urbana y
se nombra una Comisión de Vecinos.
Evidentemente
este pueblo no podía seguir ostentando el nombre de los Santos Lugares de
Rosas, ya que el Estado de Buenos Aires –como se la llamó a nuestra provincia
escindida de la
Confederación en aquel momento–, como en el resto del país,
se trató de borrar todo lo referente al “execrable tirano” y por ello se le dio
un nuevo nombre. Pero las autoridades antirrosistas de entonces, no tuvieron en
cuenta que una vez más el nombre del Libertador, quedaba indisolublemente unido
por su historia al nombre del Restaurador de las Leyes, en un pago que honra la
memoria de ambos Padres de la
Patria y del cual todos los sanmartinenses, por haber nacido
aquí y por seguir los ideales del Gran Capitán, nos enorgullecemos.
Fuentes:
José Vicente Valdez Tritti, “Historia
del pueblo de Gral. San Martín, desde el Virreinato del Río de la Plata hasta el 2000”, publicado en sucesivos
números del Periódico Informaciones durante el año 2003.
Dr. Carlos M. Torreira, “Casa de
Rosas”, folleto del “Mojón Cultural de la Soberanía Nacional,
Santos Lugares de Rosas”.
Jaime González Polero, “La Historia del Pueblo de
General San Martín, Año 1790-1995”,
Edit. Por la
Municipalidad de Gral. San Martín.
“Historia del Pueblo de San Andrés”,
Coordinadora María del Carmen Redlich; pexto y presentación: José V. Valdez
Tritti.
Anibal Morello, “Reseña Histórica de la Ciudad y Partido de Gral.
San Martín”
www.revisionistas.com.ar
(1) Contrariamente a lo que dice el texto debajo de la foto (Palermo), esta construcción era la de la Comandancia de los Santos Lugares de Rosas, actual museo Casa de Rosas, ubicada en la localidad de San Andrés.