Publicado en el Periódico El Restaurador - Año IV N° 13 - Diciembre 2009 - Pag. 15
Isabel añadía a su testamento
tres días antes de morir, (25 de Noviembre de 1504), el siguiente codicilo:
"Item, por cuanto al tiempo que nos fueron concedidas (Por la Santa Sede apostólica) las islas e tierra firme del mar Oceano, descubiertas e por descubrir, nuestra principal intención fué, al tiempo que lo suplicamos al Papa Alexandro Sexto, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesion, de procurar inducir e traer los pueblos de ellas a les convertir a nuestra santa Fe Católica, e embiar a las dichas islas y tierra firme prelados e religiosos e clérigos y otras personas doctas y temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores de ellas en la Fe Católica y los enseñar y doctrinar buenas costumbres, y poner en ello la diligencia debida, según más largamente en las letras de la dicha concesión se contiene: por ende suplico al Rey mi señor muy afectuosamente, y encargo y mando a la dicha Princesa mi hija y al dicho Príncipe su marido, que así lo hagan e cumplan, y que este sea su principal fin.
"Y que en ello pongan mucha diligencia, y que no consientan ni den lugar que los indios vecinos y moradores de las dichas Indias y tierra firme, ganadas e por ganar, reciban agravio alguno en sus personas e bienes. Mas manden que sean bien e justamente tratados; y si algún agravio han recibido, lo remedien y provean por manera que no se exceda en cosa alguna lo que por las dichas letras apostólicas de la dicha concesión nos es inyungido e mandado".