Publicado en el Periódico El Restaurador - Año III N° 12 - Setiembre 2009 - Pags. 8 y 9
LA EXPEDICION DESCALZI (1833 -1834)
Exploración
de los ríos Negro y Colorado
Por el Dr. Guillermo M. Masciotra
|
Croquis realiozado por Nicolás Descalzi (1) |
ANTECEDENTES
Como muy bien dijera el diplomático y militar
Tomás Guido –“el lancero de San Martín”– los territorios australes eran apetecidos por
los navegantes portugueses, el Imperio del Brasil y los intereses de las potencias europeas. Era necesario
e inminente la ocupación de esos territorios australes –legítimamente heredados
en el año 1810– por la acción soberana nacional ejerciendo actos
inmediatos de posesión en esas regiones. A modo de ejemplo las expediciones de
los capitanes Parker King y Robert Fitz Roy –realizadas respectivamente entre 1826 y 1830– constituyen claros indicios que la
Real Sociedad Geográfica de Londres prestaba sumo
interés a la exploración en estos
australes territorios.
Durante
la Guerra con
el Imperio de Brasil el ataque a Carmen de Patagones por la marina imperial representa también un antecedente de la
intención de instalarse en nuestro territorio. Por valor propio y fortuna, esta
aventura termina en el mas absoluto fracaso con una derrota que iniciada en el
puerto con tres naves brasileñas capturadas terminó en tierra con el triunfo
argentino en el Combate del Cerro de la Caballada.
En
el año 1825 se celebra el famoso Parlamento de Tandil, al cual concurre Juan
Manuel de Rosas, en misión oficial, sin escolta y solo acompañado por la india
Tadea, persona muy respetada entre los pampas, y el lenguaraz Manuel
Baldebenito. Al Parlamento concurren más de cincuenta caciques de las tribus
pampas, como resultado de este Parlamento se establece una nueva línea de
fronteras desde Cabo Corrientes hasta la Fortaleza o Fuerte Federación en Junín; se amplió
el racionamiento a más tribus que las que estaban racionadas al momento y se da
inicio al periodo de intercambio pacífico.
El
ejemplo deriva en el posterior Parlamento del Guanaco realizado meses después
con las tribus ranqueles por autoridades cordobesas. Los caciques ranqueles
enterados del Parlamento de Tandil con los pampas, recibieron en su caso
similar tratamiento por parte de las autoridades.
Digamos
que Marcos Balcarce ministro de guerra
en 1825 advirtió frente al inicio de las hostilidades, que era intención
del Imperio de Brasil enviar una fuerza de cerca de 2.000 hombres al sur de la Provincia de Buenos
Aires, para ocupar territorios e incursionar con la adhesión de algunas tribus
en un frente de guerra nuevo e inesperado para un teatro de guerra que se
establecía en la Banda
Oriental.
El
conflicto con los últimos vestigios realistas en el Sur de Chile y su alianza
de algunas tribus voroganas más los bandidos pincherinos conforman una nueva
zona de conflicto entre los ríos Negro y Colorado.
El
saqueo de poblaciones fronterizas sumado al robo de ganado que se desplazaba en
la ruta de los chilenos por el llamado País de los Manzanos obliga a la
conjunción de fuerzas bajo la dirección del
Gral. Facundo Quiroga que partiendo de Mendoza, Córdoba y Buenos Aires
dan lugar a la Expedición
al Desierto de 1833 y 1834.
|
Croquis de la expedición al desierto de 1833 |
LA EXPLORACION
El
Gobierno ordenó una vez decidido el avance sobre el desierto que el Capitán del
Puerto de Buenos Aires, Coronel de marina
Francisco Lynch, alistara las embarcaciones necesarias para remontar los
ríos Negro y Colorado como asimismo garantizar el tráfico marítimo con Carmen
de Patagones y Bahía Blanca.
A
tal efecto se compone una flotilla integrada por las Goletas Encarnación,
Sofía, San Martín y Choele Choel, la Ballenera Manuelita
y se dispone la construcción de dos chalanas de 15 toneladas de desplazamiento,
dos balandras de 7 toneladas y dos canoas de cinco toneladas.
Para
la conducción de las naves se designó a dos veteranos y bravos marinos que
pelearan en la Guerra
contra el Imperio de Brasil: los Capitanes Juan Bautista Thorne y Guillermo Bathurst, de magnifico desempeño
garantizaron el abastecimiento por vía marítima, trasladaron embarcaciones
menores y pertrechos militares.
Nicolás
Descalzi, que contaba con el antecedente de la expedición y exploración al río
Bermejo, designó para acompañarlo al coronel agrimensor Feliciano Chiclana
(hijo del prócer que fuera capitán de Patricios y presidiera el Primer
Triunvirato) al cartógrafo Pedro Benot y al experimentado piloto Edmundo
Elsegood residente en el puerto de Patagones.
Solicitó
compases, sextante, octante, telescopio, cronómetros, termómetros y el
almanaque náutico de 1833. El mencionado instrumental le permitiría a los
nombrados profesionales medir las distancias, establecer puntos geodésicos,
corregir mapas y amojonar los puntos necesarios.
Descalzi
exploró el río Negro hasta más allá de la Isla Choele Choel
alcanzando el Paraje El Carmen. Utilizó dos embarcaciones: la Goleta Encarnación
y la muy útil por su escaso calado, la Ballenera Manuelita.
Las dificultades para avanzar en navegación eran diarias y complicadas, se
viajaba contra corriente, con bancos cambiantes y en la mayoría de los casos
sin poder usar las velas, utilizando para impulsar las naves los métodos de navegación
a la sirga y a la espía que requerían mucho tiempo y máximo esfuerzo.
Las
rutinas cotidianas contemplaban la confección del Diario del Viaje, el recoger
muestras de minerales y arqueológicas, efectuar mediciones astronómicas. No
existen vestigios que la
Expedición Descalzi utilizara los datos de la Expedición del marino
español Basilio Villarino en 1782; la enorme tenacidad de Nicolás Descalzi
permitió conocer geográfica y científicamente El País de los Manzanos, debiendo
superar no solo problemas de navegación sino también derivados de lo diverso de
las tripulaciones que no poseían experiencia fluvial.
Simultáneamente
con la tarea científica, la Expedición Descalzi constituía una avanzada de la
soberanía nacional al tomar posesión en Coilechel de tierras en nombre del
Gobierno Argentino, se enviaban partes en forma permanente a Juan Manuel de
Rosas con las novedades del avance con rumbo oeste, acompañados de muestras de materiales y vegetales hallados
en la región.
Dos episodios revisten el carácter de relevantes,
el primero lo simboliza el hecho que por primera vez se celebra en forma
oficial el Día de la
Independencia, el 9 de julio de 1833, a orillas del río
Colorado, que posteriormente por decreto
de 1835 se oficializa el Nueve de julio como Fiesta Cívica, (hasta esa fecha
solamente era celebrada como Fiesta Cívica el Veinticinco de Mayo, consagrado
así por la Asamblea
del Año XIII). El segundo hecho está registrado en la visita que el Naturalista
inglés Carlos Darwin efectúa al campamento de Médano Redondo, donde ávido por
conocer los resultados de la
Expedición se entrevista durante dos días con Juan Manuel de
Rosas para obtener detalles de la misma; Rosas enterado del interés de Darwin
de viajar por tierra a Buenos Aires le proporciona salvoconductos y escolta
para su regreso (ver “El Restaurador” Nº 5, pág. 3).
Simultáneamente
con la tarea desarrollada por Descalzi en el río Negro, la Goleta San Martín al
mando del Capitán Guillermo Bathurst, acompañado por Juan B. Thorne explora el
río Colorado desde su desembocadura hasta las Sierras de Pichi Mahuida, el
tener que superar la zona de bancos de arena cercana al mar del río Colorado resulta muy
complicada para el calado y el desplazamiento de 75 toneladas de la San Martín. Resultan
muy útiles las dos canoas para el relevamiento de las costas del Colorado, así
lo consignan los informes de la flora de árboles y pasturas en especial
consideración por su aptitud para alimentar y engordar ganado lanar. Se
mencionan también el hallazgo de tubérculos similares a la papa que crecen en
abundancia en los terrenos ribereños. Además de frondosos ejemplares de sauce
blanco y colorado que dan marco vegetal en ambas orillas completa el informe
con otras descripciones sobre diferentes pastos que crecen en muy buenas
costas, respecto a las cercanas salinas
el informe de Bathurst efectúa vitales consideraciones sobre la posibilidad de
instalar saladeros y estancias dedicadas al engorde de ganado vacuno y caprino.
Uno
de los informes describe con exactitud lo vertido en los planos y cartas
de la desembocadura para ingresar al
cauce interior, previendo como maniobrar
para evitar las falsas bocas y la peligrosa corriente que arrastra las embarcaciones.
Las
mediciones de Feliciano Chiclana en el río Colorado fueron realizadas hasta las
cercanías del camino que une las proximidades de la isla Choele Choel en el río
Negro con el Colorado.
La Expedición
Descalzi causó un sostenido interés de la prensa
europea por los informes de las exploraciones que fueron receptados en especial
por el prestigioso Annuaire Historique Universel que publicó un completo
informe de la campaña militar y científica que se efectuaba. También la Gaceta Mercantil
publicaba en Buenos Aires los partes e informes sobre la marcha de la Expedición al Desierto,
que lamentablemente solo pudo cumplir con su objetivo la columna izquierda que
comandaba Juan Manuel de Rosas, las otras dos columnas debieron regresar a
Mendoza y Córdoba, además la
Columna Chilena al mando del Gral. Bulnes por problemas intestinos
de la nación trasandina no operó en ningún momento.
Diremos
que Descalzi había obtenido el apoyo y la autorización para explorar el Limay y el Neuquén, pero se daba por
finalizada la campaña y no dispondría de tropas que por tierra apoyaran su avance,
superó sin embargo el paraje el Carmen y
arribó al punto denominado Del Dolor, tal vez denominado así por su dolor
personal con su misión que quedaba algo trunca.
Este
episodio poco conocido de la
Expedición al Desierto representa un valioso aporte de la ciencia, y el progreso en
territorios poco conocidos en esa época, sus informes, mapas y planos sirvieron
para nuevas expediciones y convierten a Nicolás Descalzi y sus colaboradores en
pioneros de la Patagonia.
Finalmente
en abril de 1837 se publica la “Carta
General de la Provincia
de Buenos Aires “, importante trabajo del Departamento Cartográfico que
incorpora los descubrimientos efectuados por la Expedición Descalzi.
NICOLAS
DESCALZI
Nació
en Chiavari, Italia, el 19 de febrero de 1801. Estudió en Génova y llegó al Río
de la Plata en
1823 junto a sus hermanos Pedro y Cayetano. Se embarcó en la goleta Dolores que efectuaba viajes a Carmen
de Patagones. En 1825 fue contratado por
la Sociedad
de Navegación creada por Bernardino Rivadavia para explorar el Río Grande de
Tarija, el San Francisco y el Bermejo.
Llegó
por vía fluvial al Río Paraguay y al desembarcar
fue apresado por orden del Dr. Francia –gobernante paraguayo– y
luego liberado. Su valioso informe sobre “La Hidrografía del río
Bermejo” fue publicado en 1831 en Buenos
Aires y 1833 en París por la
Sociedad de Geografía de Francia.
Sus
inmejorables antecedentes y referencias hacen que Juan Manuel de Rosas lo
contrate para la exploración de los Ríos Negro y Colorado simultánea con la Campaña del Desierto.
En
1834 al regreso de la
Expedición revalida en
Buenos Aires el Título de Agrimensor.
Su
actuación en la Campaña
del Desierto fue premiada con la
Medalla al Honor y la designación en 1839 con el grado de
Sargento Mayor de Caballería, en 1841 recibe del Coronel de Marina Juan
Francisco Seguí el Título de Piloto Fluvial.
Efectúa planos catastrales del Riachuelo y su cuenca,
del arroyo del Gato, de los Arrabales de la Recoleta, de San Benito de Palermo y Bahía
Blanca, su último trabajo es la mensura del Partido del Vecino (hoy Partido de
Gral. Guido), en 1857 año de su fallecimiento.
Sus
restos mortales fueron sepultados con honores en el Cementerio de la Recoleta.
Su
recordación
En la Ciudad
de Buenos Aires, una estación del Premetro y una calle lleva su nombre en las
cercanías del Autódromo; en la
Provincia de Buenos Aires en el Partido de Tres Arroyos se
designó una localidad con su nombre, y en el barrio de Villa Rosa, Partido de
Pilar una calle también lo recuerda.
NAVEGAR
A LA SIRGA:
Método
que consiste en arrastrar mediante cables con la ayuda de bueyes o caballos desde la costa a la embarcación
que por vientos desfavorables o inexistentes no puede usar sus velas.
NAVEGAR
A LA ESPIA:
Es
otro método similar al anteriormente descrito para navegar sin velas, se
realizaba también mediante cables que afirmados a grandes árboles o salientes
rocosas, que eran recogidos desde la cubierta por proa y de ese modo se lograba
desplazar la embarcación.
FUENTES:
Archivo
General de la Nación.
Historia
de la Confederación
Argentina,
Adolfo Saldías, Tomo I
Historia
Marítima Argentina,
Departamento de Estudios Históricos Navales. Tomo VII.
Nuevo
Diccionario Biográfico Argentino, Vicente Osvaldo Cutolo.
Rosas
y sus relaciones con los indios, Jorge Oscar Sulé.
Tomás
Guido, Hugo
Raúl Galmarini.
Apuntes
sobre los buques de la
Armada Argentina, Pablo E. Arguindeguy
(1) Croquis realizado por Nicolás Desclazi en su “Diario”, del Río Negro, original
existente en el Departamento de Estudios Históricos Navales, Buenos Aires