Publicado en el Periódico El Restaurador - Año V N° 19 - Junio 2011 - Pag. 13
Opiniones
Laurent de l'Ardeche |
Paul-Mathieu Laurent nació en 1793 y
falleció en 1877. Fue historiador, político, publicista y abogado. Fue seguidor
del conde Henri de Saint-Simon –a quien muchos sindican como el primer
socialista– y defensor de los principios democráticos. Fue diputado socialista en
Fue nombrado bibliotecario del Senado
en 1853.
Escribió varias obras históricas,
siendo la más renombrada “Historia del Emperador Napoleón” editada su primera
edición en 1840 en el cual relata la historia completa sobre el Emperador,
desde el principio de sus días hasta el ocaso de su muerte.
Esto dijo Laurent de l’ Ardèche en el
Parlamento francés el 8 de enero de 1850, –publicado al día siguiente en “
“Lo que hay de cierto es que el poder
de Rosas se apoya efectivamente en el elemento democrático, que Rosas mejora la
condición social de las clases inferiores, y que hace marchar a las masas
populares hacia la civilización dando al progreso las formas que permiten las
necesidades locales. La guerra de los gauchos del Plata contra los unitarios de
Montevideo representa en el fondo la lucha del trabajo indígena contra el
capital y el monopolio extranjeros y encierra para los federales una doble
cuestión: de nacionalidad y de socialismo”
“¿Somos nosotros republicanos demócratas,
enrolados bajo el estandarte de las reformas sociales que deben mejorar
pacíficamente la condición moral, intelectual y física de la clase más numerosa
y somos nosotros los que nos asustamos de que
“Los
unitarios y sus amigos lo saben bien. Así ved lo que dicen de Rosas. A sus ojos
el jefe del federalismo es un vecino peligroso para el Brasil, a título de
propagandista y libertador de los esclavos, a sus ojos, si hay algo en las
orillas del Plata que ofrezca
analogía con las doctrinas de los revolucionarios y factores de barricadas, son
las doctrinas y los actos del general Rosas: A SUS OJOS, EL GENERAL ROSAS
REALIZA EN EL PLATA LO QUE SE HABRÍA REALIZADO EN FRANCIA, DICEN ELLOS, SI POR
DESGRACIA