Publicado en el Periódico El Restaurador - Año V N° 19 - Junio 2011 - Pag. 8
“El Qué y el
Porqué” del Himno a Rosas
Por
el Prof. Carlos Adamo Barbera (*)
Los himnos se originaron como cantos de alabanzas a Dios.
Así nacen los 150 salmos de
Los griegos loaban a sus dioses cantando himnos. En su mitología
tenían himnos a Zeus o Júpiter: dioses del Olimpo, de la fuerza y destreza física;
a Apolo: dios de la luz, inspirador de músicos y poetas; a Dioniso o Baco: dioses
de las bacanales “Leneas y orgías”; a Deméter: diosa de la tierra y la
agricultura; a Palas Atenea o Minerva: diosas de las artes y la sabiduría.
En América los incas tenían gran variedad de himnos
sagrados, uno de los más difundidos es el dedicado a Wiracocha (el restaurador
del mundo). En el noroeste argentino, los aborígenes le dedicaban sus plegarias
y sus himnos a Pachamama (la madre tierra).
En el siglo XVIII después de
El primer himno en América fue compuesto por el medico
poeta Vicente Salías en 1810, con música de Juan Landaeta, que se convirtió por
decreto presidencial en 1881 en el Himno Nacional de
En el siglo XIX imitando a los Bardos que cantaban las
hazañas de sus héroes, característica que los diferenciaba del resto de
cantores medievales como los Troveros, Trovadores o Juglares; comienza las
alabanzas personales cantando himnos a los grandes hombres.
En nuestro país, Sarmiento tuvo su himno a los 25 años de
su muerte, el autor fue el Inspector de Escuela Leopoldo Corretjer.
Pasaron cien años para que el general don José de San Martín
tuviese un himno que lo recordase. Fue el gobierno del general Perón que en
Habiendo transcurrido 125 años de su muerte y siendo Don
Juan Manuel de Rosas el único prócer que gobernó por más de 20 años, en épocas dificilísimas
defendiendo la soberanía nacional en hechos heroicos como Obligado o Punta del
Quebracho, –merecedor del sable del Padre de
El himno esta registrado
en el Registro Nacional de
Análisis técnico-estético
de la composición
Letra: desarrollada en una sucesión de versos que sin contener un relato histórico completo de la vida y obra de Rosas, constituye la expresión de un estado anímico sentimental subjetivo. Las cuartetas han sido construidas con rima consonante entre los versos pares.
El texto se corresponde con la forma musical de Lied o canción:
cuatro estrofas de cuatro versos cada una y un coro de cuatro versos en forma
de coda, todo dentro de la categoría de “versos estróficos”, que relatan hechos
históricos.
En general cada nota de la melodía se corresponde con una
sílaba del verso (estilo silábico). El uso de la sinalefa, diéresis y
prolongación de sílabas, transforma el pie métrico-rítmico en versos endecasílabos,
por ser uno de los más comunes en nuestra lengua.
Música: esquemáticamente construido dentro de la forma
binaria de canción “Lied” o de Himno, es decir: dos semifrases forman la frase;
dos frases el semiperiodo; dos semiperiodos el periodo; dos periodos la canción.
Total 32 compases, más la introducción y el coro de uso libre.
El periodo está modelado sobre la base rítmica de la
estrofa. El tema ha sido desarrollado en dos periodos y un coro, para afirmarse
en la mente y en el sentimiento del oyente, como algo vital y relativamente
completo. Con respecto a la tonalidad, el esquema se ha propuesto en Fa Mayor
en la primera parte por su carácter solemne y psicológicamente pastoril,
teniendo en cuenta la relación de Rosas con el campo. Se ha dejado a la segunda
parte (tercera y cuarta estrofa) a la tonalidad de Re Menor, para afirmar el
carácter emotivo de las estrofas. El coro retoma la tonalidad mayor por la
firmeza del texto.
(*) Carlos Adamo Barbera es Docente. Profesor Nacional de Música y Licenciado en Historia. Autor del libro "El Seductor de los Pampas" y varias obras musicales, entre las cuales se encuentran los himnos a los Colegios: "José Hernández"; "Agustiniano" y Nacional Nº 2 "Eduardo Wilde"; al "Servicio de Bandas del Ejército"; al "Instituto de Inteligencia de las Fuerzas Armadas" y al "Museo del Ejército". Académico del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín.
Himno a Rosas
¡Oh! Gran Rosas, tu nombre es recuerdo
de grandeza, justicia y verdad;
que este canto repitan los bardos,
como ejemplo a la posteridad.
General, de estirpe estanciero.
Restauraste, la ley y el honor;
a un pueblo que ya agonizaba,
olvidando su mayo esplendor.
Migueletes dio el púrpura grana,
a milicias que a costas vistió…
colorado del monte Cerrillo,
frente al pampa el acero templó.
Obligado fue el símbolo cuna,
de la estoica Confederación...
enfrentando a un fiero enemigo
con Mansilla el herido, cañón.
Coro
Gloria eterna al
bravo soldado,
Gloria eterna de
Rosas honrar…
que lo canten
del sud hasta el norte,
que resuene del
Ande hasta el mar.
Labrador transformado en guerrero
que los campos del Sud recorrió;
sosteniendo el honor de
San Martín, con el sable le honró.
Renovemos de Rosas virtudes
que el respeto impone al honor;
reviviendo al presente las glorias
de
Si firmeza que otrora pudiera,
restaurar la ley como ayer;
y a
el orgullo, que no debió perder.
Y al caer traicionado el soldado,
por el crimen de lesa-Nación;
sus hazañas galopan los vientos
como aldaba, de resurrección.
Coro