Publicado en el Periódico El Restaurador - Año V N° 19 - Junio 2011 - Pag. 9
LA GUERRA DEL PARANA. LOS BLOQUEOS NAVALES
COLONIALISTAS AL RIO DE LA PLATA. EL ROBO DE LA ESCUADRA ARGENTINA.
Por el Dr. Guillermo M. Masciotra
Ciudad de Corrientes 1846 - Pintura de Gore Ouseley |
Declara el bloqueo al Río de la Plata bajo el pretexto
que no se conciliaban las relaciones diplomáticas franco argentinas y atacan
Martín García con cuatro buques franceses y tres de bandera oriental riverista.
Heroica defensa es la que realizan Gerónimo Costa y Juan Bautista Thorne que
con solo 125 hombres enfrentan la coalición de siete buques y mas de 500 hombres
(ver ER Nº 6). Cebados por la ocupación de la isla, los franceses no vacilan en
operar contra Zárate, Atalaya y El Sauce, su impulso hace que Fructuoso Rivera
firme un Pacto con la Provincia de Corrientes gobernada por Genaro Berón de
Astrada para promover su independencia y así disgregar de nuestro territorio a
la Mesopotamia. La Confederación Argentina seguía firme en su postura y se
fortalecía.
Todo fracasa para el intento colonialista. En Marzo de
1839 la caballería entrerriana de la Confederación Argentina al mando del Gral.
Justo J. de Urquiza derrota completamente en la Batalla de Pago Largo a las
fuerzas correntinas, donde muere Berón de Astrada junto a 800 de sus hombres.
La Expedición del Gral. Juan Galo de Lavalle
transportada por buques franceses se retira al Norte casi sin combatir y el
Gral. Prudencio Rosas rápidamente sofoca la intentona de los hacendados del Sur
de la Provincia de Buenos Aires.
En 1840 para Francia cambia su escenario y ahora ve el
peligro británico en Medio Oriente, firma el Tratado Arana–Mackau, levanta el
bloqueo de cerca de 950 días de duración y se retira, pero así comienza la
Campaña Naval de la Banda Oriental en 1841, ya que Rivera decide seguir su
guerra e incluso llevarla a Corrientes. La primera flota riverista al mando de
John Coe, es completamente derrotada en aguas del Plata por el Alte Guillermo
Brown. Pero siguen los intentos y en 1842 Rivera contrata a José Garibaldi para
que al mando de una segunda división naval concurra para apoyar a Corrientes.
El destino del italiano Garibaldi sería idéntico al intento de la anterior
flotilla de Coe, remonta el Paraná pero en las cercanías de la localidad de
Esquina, Guillermo Brown lo derrota en el Combate de Costa Brava. Luego el
bravo irlandés con sus cinco buques bloquea Montevideo, la que también estaba
sitiada por tierra por las fuerzas de Manuel Oribe.
La misión de Brown, que no causa incidentes, despierta
nuevamente el interés francés, inglés y brasileño. Velozmente se estacionan
frente a Montevideo 11 buques de guerra franceses, 10 británicos, 2
norteamericanos y aproximadamente entre 6 y 8 naves brasileñas en forma
amenazante y generan entredichos diplomáticos con los buques al mando del Alte.
Guillermo Brown con la velada intención de intervenir.
Así se produce sin previa declaración de guerra, lo
que en la historia se conoce como “El robo de la escuadra”, donde las
naves francesas e inglesas abren fuego, rodean con el apoyo de mas de 25 naves
los cinco buques de la Confederación Argentina y como trofeo se las apropian y
reparten: el “25 de Mayo” y “San Martín” para Francia y el “Echagüe”, “9 de
Julio” y “Maipú” para Inglaterra, así se inicia el bloqueo anglo-francés, que
durará casi tres años entre 1845 y 1848.
A partir de ese escandaloso momento y sin fuerzas
navales propias, reaparece José Garibaldi para atacar en Gualeguaychú y
Paysandú, y buques anglo franceses capturan mercantes argentinos de cabotaje en
el Paraná.
La Guerra del Paraná, que se iniciaba en 1838, tenía
en 1845 un nuevo capítulo, la expedición a Corrientes y Paraguay donde el
Combate de Vuelta de Obligado constituye el enfrentamiento mayor en el cual la
flota de 22 buques de guerra y mas de 70 mercantes deciden incursionar en el
Río Paraná. Luego de este combate las fuerzas patriotas se reagruparon en
Ramallo y fortificaron por instrucciones del Gral. Mansilla el Paso del
Tonelero, donde se emboscaron las piezas de la artillería volante en las altas
barrancas y en enero de 1846 en el combate que allí tiene lugar, los agresores
comienzan a comprender lo difícil que será llegar a Corrientes y mas aún
navegar río abajo, de regreso. Luego en San Lorenzo también son atacados los
buques intrusos. Mientras que los navíos franceses detienen su viaje en La
Bajada cerca de Paraná y solo llegan hasta Corrientes, los ingleses siguen río
arriba y llegan hasta Asunción, muy maltrechos y desalentados.
A su regreso los aguardaban nuevamente las tropas de
Lucio Mansilla, en Paso del Quebracho y aguas mas abajo nuevamente en Barrancas
de San Lorenzo y Paso de la Ramada donde la experimentada táctica de empleo de
artillería volante continúa castigando a los invasores. El episodio final es el
fracasado ataque al Puerto de Atalaya, cerca de Magdalena en la Provincia de
Buenos Aires.
Las noticias del fracaso expedicionario anglo francés
también llegan a Londres y Paris donde las bajas, las pérdidas de naves y la
frustración de los comerciantes europeos que no pueden comerciar en el Río de
la Plata son comentadas en los círculos del gobierno inglés y francés. Tomás
Guido resalta que las ricas compañías comerciales de Liverpool y Manchester,
también levantan su voz al ver que tienen la mejor plaza del Atlántico Sur
cerrada para sus productos y la Casa Baring hace saber a sus inversores con
preocupación que uno de sus préstamos efectuado precisamente a la Argentina, era uno
de los pocos que se pagaba en sus servicios puntualmente y que con el ataque a
la Confederación Argentina seguramente peligraría en adelante su cumplimiento.
Además la acción diplomática Argentina de Carlos de
Alvear, divulgador de la Doctrina Monroe en los propios Estados Unidos, Mariano
Balcarce en Francia y Manuel Moreno en Inglaterra crean tal conmoción que los
anglofranceses deciden negociar con la Confederación Argentina pero pasarán
tres años para la firma de los Tratados Southern–Arana y Arana–Lepredur que
pondrán fin al conflicto.
De esta forma transcurren diez años de luchas por la Soberanía Nacional en las aguas del Paraná, Uruguay y el Plata, contra las potencias coloniales y sus aliados.