Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VI N° 24 - Setiembre 2012 - Pags. 1 y 2
Un episodio de la gloriosa Guerra del Paraná
COMBATE NAVAL DE COSTA BRAVA - 15 Y 16 DE AGOSTO DE 1842
Por Guillermo M. Masciotra
El almirante Guillermo Brown al mando de la Flota de la
Confederación Argentina, derrota completamente a la segunda escuadrilla
riverista al mando de José Garibaldi en el Río Paraná.
Daguerrotipo del Alte Brown (1856) - M.H.N. |
Antecedentes históricos. La diplomacia de las cañoneras
Todo
fracasa para el intento colonialista francés de 1838, que bloquea el Río de la
Plata y ataca Martín García (ver ER Nº 8), Zárate y Arroyo del Sauce, que suma
como aliados a los emigrados unitarios, y las tropas orientales coloradas de
Fructuoso Rivera. Pero, en marzo de 1839 la caballería entrerriana de la
Confederación Argentina al mando del Gral. Justo J. de Urquiza derrota
completamente en la Batalla de Pago Largo, a Berón de Astrada, que muere junto
a 800 de sus hombres de las fuerzas correntinas, e impide la vigencia del
Tratado entre Fructuoso Rivera y la Provincia de Corrientes. Previamente el Gobierno
de Fructuoso Rivera había declarado la guerra a la Confederación Argentina.
Los
emigrados unitarios al ver este fracaso, convencen al Gral. Juan Galo de Lavalle
de la necesidad de invadir el territorio patrio, siempre con la descarada
colaboración gala de naves, armas y equipos. Continuaba la política de las
potencias coloniales queriendo imponer la diplomacia de las cañoneras.
La expedición
del Gral. Lavalle transportada por buques franceses a las costas de la
Provincia de Buenos Aires, se retira al norte casi sin combatir y el Gral.
Prudencio Rosas rápidamente sofoca la intentona de los hacendados del Sur de la
Provincia de Buenos Aires.
Las Campañas Navales de la Banda Oriental.
En
1840, cambia para Francia su escenario geopolítico y ahora ve el peligro
británico en Medio Oriente, firma el Tratado Arana–Mackau (ver ER N° 17), levanta
el bloqueo de cerca de 950 días de duración y se retira de estas regiones, pero
así comienza la Campaña Naval de la Banda Oriental en 1841.
Rivera,
por su parte decide seguir su guerra contra la Confederación Argentina e
incluso llevarla a Corrientes. Rápidamente los emigrados unitarios, los
ingleses y franceses lo apoyan y pretenden la libre navegación de los ríos
interiores.
El
Gobierno de la Confederación Argentina se consolida en ambas márgenes del Río
de la Plata, y Juan Manuel de Rosas comprende que es necesario nuevamente
establecer el poder naval argentino. Para ello convoca al Almirante Guillermo
Brown, que contaba con 64 años de edad, sin lugar a dudas una carga importante
de años, sacrificios y luchas, pero su gran lucidez, trabajo y capacidad de
mando, hacen que de la nada como en las campañas navales de 1814 (contra los
realistas) y 1826 (contra los brasileros), arme nuevamente una flota con naves
poco homogéneas, armamento dispar e improvisando soluciones para tripular las
mismas.
Se
sumaron a la convocatoria del bravo irlandés, varios de sus anteriores
oficiales, Juan Bautista Thorne, José María Pinedo, Álvaro José de Alsogaray, Nicolás
Jorge y Guillermo Bathurst entre otros; merece destacarse la conducta del
irlandés Juan King, veterano de la Guerra contra el Imperio, que enfermo, se
presentó voluntariamente para defender la soberanía nacional. En tan solo 90
días la enseña nacional flameaba nuevamente al tope de las naves y lista para
escribir otro glorioso capítulo de las luchas navales.
Primera Campaña
John Halstead Coe |
Segunda Campaña
Pero
siguen los intentos de segregar a la Provincia de Corrientes de la
Confederación y en 1842 Rivera contrata a José Garibaldi para que al mando de
una segunda división naval intente llegar y apoyar a Corrientes. El destino del
italiano Garibaldi sería idéntico como veremos al intento de la anterior
flotilla de Coe, nuevo despilfarro de naves, recursos y tropas para disputar el
poder naval y derrotar a Brown y luego a la Confederación Argentina.
A
tal efecto en Junio de 1842, la flota riverista al mando de Garibaldi, se
presenta frente a Martín García, utilizando el ardid de identificar sus naves con
bandera argentina, fuerza la posición sin combatir. Tardíamente advertido el
engaño, las baterías nacionales abren fuego desde la isla, pero las naves
invasoras se alejan aguas arriba.
El
bombardeo es escuchado en la rada Buenos Aires, y el Almirante Brown, embarcando
en el Belgrano ordena la salida de
sus buques, lamentablemente por una fuerte bajante, esta embarcación queda
varada en el Arenal Grande, y así la flota incursora continúa libremente
subiendo por el Paraná.
El
genio naval del irlandés brilla nuevamente, ya que logra salir de la varadura y
como en 1814 que encierra a las naves realistas de Romararte en el Río Uruguay
y años más tarde en el Combate Naval del Juncal contra el Imperio de Brasil, divide
sus fuerzas creando una Segunda División al mando de Juan Bautista Thorne con
tres naves el Belgrano, el 25 de Mayo y el San Martín, cortándole a Garibaldi toda posibilidad de recibir
refuerzos desde Montevideo e impidiéndole también la salida por el Río de la
Plata. Inicialmente Brown pensó que los invasores estaban aguas arriba del Río Uruguay,
pero le llegó la información que su subordinado Juan F. Seguí, con unos lanchones
se había enfrentado con el enemigo al sur de la Ciudad de Paraná; a toda prisa cambia
el rumbo, remonta el Paraná y comienza la persecución. En las cercanías de la
localidad de Esquina, Garibaldi comienza a comprender lo peligroso de
incursionar un territorio hostil y no poder, ni tampoco, saber salir. La
superioridad marinera de Brown le obliga a Garibaldi a combatir en aguas desfavorables,
así entre el 15 y el 16 de agosto de 1842, ambas fuerzas se enfrentan en el
Combate de Costa Brava, produciéndose un claro triunfo de la flota de la
Confederación.
En este
Combate, las naves nacionales fueron impulsadas en algunos casos desde tierra
por sirgadores debido a la falta de viento y escasa profundidad, resistieron a
los tiradores emboscados en las costas, siendo estos desalojados y perseguidos
por tierra y agua. Los navíos argentinos ganaron las posiciones más favorables
en un estrecho canal, con el Echagüe,
el 9 de Julio y la Chacabuco en línea, mas el apoyo mutuo
entre las naves, significó Costa Brava una victoria completa para la
Confederación Argentina, con pérdidas casi insignificantes frente al enemigo
que tuvo bajas de un tercio de sus hombres y todas las naves destruidas o
capturadas.
La
enorme alegría de la victoria en el Combate de Costa Brava produjo en Buenos
Aires una recepción jubilosa para el bravo irlandés, que fue recibido en el
puerto, por la población encabezada por Manuela Robustiana Rosas y por su
esposa Elisa. Esta victoria además de consolidar la posición política y militar
de la Confederación Argentina, resaltó también la gran nobleza de Brown que dejó huir a Garibaldi, pensando que nunca
más atentaría contra nuestra soberanía, sin embargo al poco tiempo nuevamente con
apoyo riverista y anglofrancés, volvería con sus correrías y saqueos por
nuestras costas y matando a sus habitantes que le perdonaron la vida en Costa
Brava.
Fuentes:
Busaniche,
Jose Luis. "Historia Argentina".
Caillet
Bois, Teodoro. "Los Marinos de la dictadura".
Galmarini,
Hugo. "Tomas Guido".
Harguindeguy,
Pablo. "Apuntes sobre buques de la Armada Argentina".
Instituto
Nacional Browniano."Los Bloqueos Navales en el Rio de la Plata".
O'Donnell,
Mario. "La Gran Epopeya".
Piccirilli,
Ricardo y Gianello, Leoncio, "Biografías
Navales".
Ruiz
Moreno, Isidoro. "Campañas Militares Argentinas".
Saldías,
Adolfo. "Historia de la Confederación Argentina".
Tanzi,
Hector. "Historia Marítima Argentina".
Juan Francisco Seguí |
Las
características de las naves Argentinas que participaron en el Combate Naval de
Costa Brava.
Bergantín ECHAGÜE, (ex Cagancha capturado en 1841 a la
primera flota riverista) de 165 toneladas, armado con 16 cañones, comandado por
el Teniente José María Pinedo.
Goleta CHACABUCO, de 180 toneladas, armamento 3 cañones, al
mando del Teniente Nicolás Jorge.
Goleta ARGENTINA de 115 toneladas, armada con 7 cañones, al
mando del Capitán Juan Francisco Seguí
Bergantín Goleta VIGILANTE de 70 toneladas ,armado con 10
cañones, 70 tripulantes. Bajo el mando del capitán Celestino Elordi.
Goleta 9 DE JULIO (ex PALMAR capturado también a la primera flota riverista) de 70 toneladas, armado con tres cañones. Pequeña embarcación al mando del Teniente Eduardo Brown.