Publicado en el Periódico El Restaurador - Año V N° 18 - Marzo 2011 - Pags. 15 a 19
Cara y ceca de Obligado
Omar
López Mato y
Por
Norberto Jorge Chiviló
“A la gente sin conocimientos de historia, el libre cambio los atonta y
convierte en idiotas útiles de las potencias de turno…”
Aduana de Buenos Aires (1) |
Esta es mi opinión sobre este mal que
aquejaba y aqueja –entre otros– a muchos argentinos. El desconocimiento de
ciertas circunstancias históricas, crea una ilusión de que el libre cambio
entre una economía con una industria altamente desarrollada y otra en
desarrollo, es beneficioso para esta última. Es bueno para todos conocerlos.
Defendiendo los intereses nacionales y
con la intención de defender a las industrias del interior, además de defender
la soberanía e independencia nacional, Rosas sostenía la tesis y el derecho de
limitar la navegabilidad de los ríos solamente para los navíos argentinos
–demás estaría decir que de cualquier provincia–, impidiéndoles tal derecho a
los extranjeros, –para llegar a las provincias argentinas del litoral, entre
ellas Corrientes y Paraguay–, de igual modo como las dos mas grandes potencias
de la época, Inglaterra y Francia además de otras potencias europeas, hacían en
sus respectivos territorios y en los de sus colonias.
Una de las muletillas
muy usadas por los antirrosistas es la de afirmar que con el control que Rosas
hacía de
Quienes esto con tanta
liviandad afirman, en primer lugar desconocen hechos ocurridos en nuestra
historia. En primer lugar debemos repetir una vez más que Rosas nunca antepuso
los intereses particulares y de clase a los de su patria. Ya en el año 1839 y
durante el primer bloqueo francés, debió hacer frente a la mal llamada
“Revolución de los Libres del Sud”, promovida por los ganaderos del sur de
Estas personas desconocen también que a fines del año 1835 Rosas
dictó
¿Puede haber personas tan ingenuas que
piensen que esas potencias pretendían beneficiarnos…?
¿Cómo podía competir,
por ejemplo, la producción de nuestros telares caseros y por lo tanto artesanales
con los telares existentes en Europa?
Si bien al acceder Rosas
al gobierno de la provincia de Buenos Aires en su primer mandato –1829–
fue localista y defensor de los derechos de su
provincia, su posición fue variando paulatinamente para tomar una posición
nacional y ya en su segundo mandato –iniciado en 1835– al frente de
La aduana vieja. Emeric Essex Vidal. |
Para nuestro país, la posición
correcta fue la adoptada por Rosas y no la de aquellas potencias, cuyo único
objetivo era hacerse de nuevos territorios, extender su comercio y la venta del
excedente de su producción industrial y a la vez proveerse de diversa materia
prima. El interés de aquellas potencias eran las de beneficiar a sus industrias
y población y no beneficiar a las nuestras, como todos los documentos y
discursos de sus políticos lo pusieron de manifiesto. Creer lo contrario es muy
ingenuo.
Con respecto a la
cuestión de
Los autores
antirrosistas solo se limitan a decir con frases altisonantes y de cliché, que
Rosas controlaba
En sistema era el
siguiente: cuando un navío se presentaba en el puerto de Buenos Aires, con
mercaderías extranjeras con destino a un puerto litoraleño, en
El desconocimiento o la
mala fe con la cual se hacen afirmaciones sin ton ni son y que desde el vamos
son consideradas por algunos como verdaderas, sin haberse analizado los hechos,
descalifican a quienes las realizan y mas si estamos hablando de hechos
históricos que deberían ser conocidos por quienes se dicen “historiadores”.
Afirma López Mato que “No sin razón,
la provincia de Corrientes fue protagonista de periódicos alzamientos contra
Buenos Aires encabezados por Ferrer y Madariaga y reprimidos prolija y
despiadadamente por Echagüe y Urquiza”.
Los alzamientos
protagonizados por algunos gobernantes correntinos, como Berón de Astrada, Ferré
(no Ferrer, como figura en el artículo de López Mato) y Madariaga, contra
Sería conveniente
también que López Mato se informara convenientemente sobre Pedro Ferré, quien
fuera en varias oportunidades gobernador de su provincia y uno de los
personajes históricos más importantes de Corrientes, que había estado
sucesivamente con Rivadavia, con Rosas, con Lavalle, con Paz, con Urquiza y con
Mitre y sucesivamente estuvo también en contra de cada uno de ellos. En 1831
cuando se firmó el Pacto Federal, Ferré fue proteccionista y Rosas localista
–como ya manifesté– para después dejar de serlo; primero fue enemigo de los
extranjeros y luego en 1840 apoyó la intervención francesa. Fue contrario a
Rosas, cuando este se opuso a la libre navegación de los ríos interiores, pero cuando
en
Sería interesante que
López Mato conociera lo que Ferré en su “Memoria”, dice de Rosas después de
llamarlo “tirano”, “… no desconozco en él ni dejaré de elogiar la firmeza de
carácter en sostener los derechos de
López Mato, dice, en el párrafo
precedentemente señalado refiriéndose a Ferré y Madariaga que fueron
“reprimidos prolija y despiadadamente”. En realidad, la guerra era despiadada
para unos y para otros, ¿o los unitarios y sus aliados no actuaban
despiadadamente…?.
En el año 1839, en pleno
bloqueo francés, Ferré, Gobernador de Corrientes, alzado contra el gobierno de
Juzgue quien esto lea si esta
sangrienta proclama no era una invitación a actuar despiadadamente contra los
federales!
Cuando Francia en 1838 y
Francia e Inglaterra como aliadas en 1845, siendo las dos potencias marítimas y
comerciales mas importantes de mediados del Siglo XIX, quisieron imponer su
política imperialista en esta parte del continente americano, como lo habían
hecho con total éxito en otras partes del mundo y lo continuarían haciendo con
posterioridad en otras, levantando las banderas del libre cambio, la libre
navegación de los ríos y supuestos fines humanistas –derrocar a una “tiranía”–
encontraron aquí a intelectuales afrancesados, quienes gustosos se plegaron y
rindieron a esa banderas –que solo servían para engañar a tontos–, encandilados
por todo lo que venía de
Pero aquí había un pueblo, que
guiado por un gran caudillo –Juan Manuel de Rosas– no eran fácilmente
engañables ni se los podía comprar con espejitos de colores. Este gobernante
argentino, honesto, insobornable, tenaz, astuto y que anteponía los intereses
de
Rosas hacía efectivo el siguiente
principio que rigió durante todo su gobierno en lo que a política internacional
se refiere: “Paz y amistad con los que nos respetan, y la guerra a muerte a los
que se atrevan a insultarnos”
Como justificativo de la
intervención anglofrancesa, López Mato dice que fué “por la intromisión de Rosas en los asuntos
internos del Uruguay, apoyando a su amigo Oribe”, “olvidándose” este escritor
que la intromisión en los asuntos internos del Uruguay, lo fue en realidad por
parte de Francia en 1838, cuando con la intención de crear un protectorado
francés en la otra orilla del Plata –de lo cual hay mas que suficientes pruebas–,
promovió y ayudó a Fructuoso Rivera, para derrocar al legítimo presidente del
Estado Oriental, Manuel Oribe, a quien Rosas, reconociéndolo como legítimo
Presidente –que lo era– siempre ayudó para recobrar el poder. La ayuda de franceses primero y luego también de
ingleses a Fructuoso Rivera y a los disidentes “argentinos”, en su lucha contra
el Presidente legítimo uruguayo Manuel Oribe y su aliada
Por otro lado se equivoca
también López Mato cuando afirma que Rosas quiebra el Pacto del Cuadrilátero
por cuanto Oribe “ya había sido general del ejército en Argentina”. En realidad
el “Pacto”, es el “Tratado” denominado del “Cuadrilátero” el firmado en 1822
siendo un “Tratado de Paz, Amistad y Unión, entre las Provincias de Buenos
Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes”. He vuelto a leer los términos del
Tratado mencionado y nada de lo allí tratado se relaciona a lo afirmado por
López Mato; con esa imprecisión sí se mata la historia!
En otro párrafo de su trabajo
López Mato afirma muy suelto de cuerpo que nuestra nación estaba “laxamente
unida por pactos que nadie se esforzaba en cumplir, comenzando por el llamado
Restaurador de las Leyes”. Hubiera sido interesante que mencionara cuales pactos
fueron incumplidos por el Restaurador y en que condiciones y no echar
afirmaciones al voleo sin ningún rigor historicista, tal como pasó con lo que
había afirmado respecto del “Pacto del Cuadrilátero”, que dicho sea de paso sí
fue violado por Ferré, que también violó el Pacto Federal o del Litoral de 1831
al aliarse y prestar apoyo a una potencia extranjera.
Ya yendo al tema de
En cuanto a que Rosas ofreció “débiles”
o “muy débiles defensas”, no sé… me parece que no…, creo que a López Mato, el
árbol (su odio a Rosas) le impide ver el bosque (la férrea defensa de
En cuanto a su afirmación de que
las cadenas que cerraban el paso estaban defectuosamente ancladas, es la
primera vez que lo leo. No creo que haya sido así, sobre todo por el trabajo
que les costó a los interventores sortearlas.
Sí es verdad que parte de los
defensores eran paisanos de la zona de San Pedro, pero otros eran de Baradero,
San Antonio de Areco, todos reclutados rápidamente como ya se expresó y también
intervinieron tropas adiestradas y mandadas desde los Cuarteles de los Santos
Lugares –actual localidad de San Andrés, Ptdo. de Gral. San Martín, Pcia. de
Buenos Aires– y de
Después de hablar de la
“escasa”, menos mal que después destaca la “heroica” resistencia ofrecida por
los “porteños”. En cuanto a lo de “porteños”, me parece que este autor se
contradice, pues antes había afirmado que las tropas estaban formadas por
“paisanos de la zona” –de Obligado– y ellos en realidad no eran “porteños”.
Pero porteños o no y aunque la mayoría pudieran ser bonaerenses, eran sobre
todo argentinos y eso es lo que interesa, ¿o aquí también queremos hacer
diferencias entre “porteños” y “provincianos”? ¿Qué importancia tiene?
En uno de sus párrafos finales
López Mato destaca el heroísmo de los combatientes argentinos y de algunos de
los oficiales argentinos –Thorne, Mansilla, Alzogaray y Rodriguez–, al cual
adherimos, pero tras cartón dice: “que enfrentaron a un ejército muy superior
por capricho, improvisación o vaya a saber que maquiavélicas tribulaciones del
tirano, que especulaba con la derrota para tomar el papel de víctima ante los
ojos del mundo”.
Vuelve este autor a revertir
las posiciones, el enfrentamiento a un ejército muy superior, fue por
¿capricho…??, ¿de Rosas?, para López Mato, cual debió ser la respuesta de
Rosas: “Sres. pasen libremente por nuestros ríos y hagan lo que Uds. quieran”…??,
¿improvisación…?, me parece que por los resultados, por el poco tiempo del que
se dispuso, creo que las defensas fueron bien planteadas y no existió
improvisación. Lo más importante fue que demostró que los argentinos aún con
pocos elementos sabían defender su honor nacional y eso es lo principal, cuando
se defiende la soberanía nacional no se especula si los medios de defensas son
muchos o pocos, se defiende con lo que se tiene a mano, como bien ocurrió en
aquella época, …vaya el poco patriótico sentido de algunos escritores…
¿maquiavélicas tribulaciones del “tirano”…?, yo diría: genio del “tirano”, para resolver en
definitiva una cuestión, logrando la firma de tratados que son gloria de
La gloria de Rosas no estaba
en especular con la derrota para tomar el papel de víctima ante los ojos del
mundo, como tan suelto de cuerpo se afirma en el artículo que contesto. De
haber sido vencida
La estrategia de Rosas, para poder
vencer a ingleses y franceses, no era sencilla, ya que iba desde hacer conocer en
Europa la justicia de la posición argentina mediante una hábil propaganda realizada
con la publicación del “Archivo Americano y Espíritu de
Todos esos factores,
coadyuvaron para que los interventores y después de comprobar que ni Rosas ni
los argentinos eran huesos fáciles de roer, trataran de encontrar una salida a
la cuestión que habían provocado, enviando varias misiones diplomáticas –fueron
seis misiones diplomáticas británicas y varias francesas– con proposiciones que
fueron una a una rechazadas por el gobernante argentino, pues no llenaban las
aspiraciones argentinas (algunas no reconocían la soberanía argentina sobre los
ríos, otras solicitaban la devolución de los trofeos perdidos por los
británicos durante las invasiones de 1806 y 1807, otra no querías desagraviar
el pabellón nacional, etc.) y recién se logró la paz con los ingleses y
franceses, cuando estos aceptaron llanamente las proposiciones de Rosas y se
firmaron los tratados Arana-Southern y Arana Lepredour en 1849 y 1850
respectivamente, cuando fueron reconocidos la absoluta soberanía argentina
sobre los ríos interiores y se procedió al desagravio del pabellón nacional, sin
réplica por parte de nuestro país. A partir de estos tratados se normalizaron
las relaciones diplomáticas (y por ende las mercantiles), con dichas potencias.
Las mulas viñateras de Mendoza. Emeric Essex Vidal |
San Martín en carta a Guido el
27 de diciembre de 1847 le decía con respecto a esas misiones diplomáticas que
se dirigían al Plata : “Diré a Ud. que orejeo cada vez que veo dirigirse a
nuestras playas a estos políticos, y a pesar de lo que se dice de los sinceros
deseos que estos dos gobiernos tienen de concluir definitivamente las
diferencias con nuestro país, de todos modos yo estoy bien tranquilo en cuanto
a las exigencias injustas que pueden tener estos dos gabinetes, porque todas
ellas se estrellarán contra la firmeza de nuestro don Juan Manuel”.
Del manejo que Rosas que hizo
de la cuestión, dio su opinión Estanislao S. Zeballos –tres veces ministro de
relaciones exteriores de nuestro país durante las presidencias de Juárez
Celman, Carlos Pellegrini y Figueroa Alcorta– y que no fue justamente rosista, en su
discurso como diputado en el Congreso de
También y como a muchos
escritores lo único que les interesa es buscar resquicios y detalles en la
política de Rosas –que adrede deforman– solo por criticarlo. Para ellos todo lo
que hizo Rosas es malo y lo hecho por sus enemigos y contrarios de adentro y de
afuera era bueno, de
rebote López Mato en otro párrafo dispara nuevamente contra Juan Manuel de
Rosas, sobre algo que nada tiene que ver con Obligado, cuando lo acusa de no
haber ayudado al Gral. Heredia (dice “dejó librado a su suerte al coronel
Heredia”), –nombrado por Rosas–, en su lucha contra
Cuando López Mato se pregunta
respecto a la celebración del Día de
La celebración del Día de
Me permito transcribir un
párrafo del artículo que comento, dice López Mato: “De no haber estallado
Europa como un polvorín en 1848 y si Urquiza hubiese tenido el coraje de
separarse de
Justamente, la defensa férrea
que se les opuso a los interventores en Obligado y en todo el desarrollo de
López Mato dice que años
después de que Rosas fuera derrotado “la norma reguladora de la navegabilidad
fue derogada, como persiste hasta la fecha, sin lesionar nuestra integridad
nacional, pero aumentando nuestra capacidad comercial”. En realidad a un poco
más de un año del derrocamiento de Rosas, con la sanción de
Veamos otras de las inexactitudes de López Mato cuando dice: “San Martín desde
Europa, quizás alejado de los detalles o informado por su yerno, funcionario
rosista al fin, cedió su sable corvo al gestor de la débil defensa del Río
Paraná”. No es cierto que San Martín haya cedido su sable corvo a Rosas como
consecuencia de la “débil defensa del Río Paraná”. Cuando el Libertador redactó
su testamento ológrafo el 23 de enero de 1844, en su cláusula 3ra. legó su
sable al Restaurador, es decir un poco más de un año y medio antes de Obligado
y lo hizo teniendo en cuenta el desempeño patriótico del gobernante argentino
durante el primer bloqueo francés (1838-1840), si bien es cierto que el
Libertador después de conocer los hechos de Obligado, escribió: “... Sobre
todo, tiene para mí el general Rosas que ha sabido defender con toda energía y
en toda ocasión el pabellón nacional. Por esto, después del combate de
Obligado, tentado estuve de mandarle la
espada con que contribuí a defender la independencia americana, por aquel
acto de entereza, en el cual, con cuatro cañones, hizo conocer a la escuadra
anglofrancesa, que pocos o muchos, sin contar los elementos, los argentinos
saben siempre defender su independencia.”
¡Que claridad los dichos del
Padre de
Personalmente me parece muy
bien la instauración del feriado del 20 de Noviembre como “Día de
Personalmente no estoy de
acuerdo con el corrimiento de los feriados, pero esa es otra cuestión, ajena a
la discusión de hechos históricos que es lo que en este momento me interesa.
(1) Fachada de la aduana de Buenos Aires. Antigua casona de los Azcuénaga. Dibujo de Kronffus.