jueves, 1 de marzo de 2007

Rosas y su apellido

 Publicado en el periodico El Restaurador - Año I N° 2 - Pág. 6 

ROSAS Y SU APELLIDO

El día 30 de marzo de 1793, -el mismo día de su nacimiento-, recibía las aguas bautismales JUAN MANUEL JOSÉ DOMINGO ORTIZ DE ROZAS, hijo de León Ortiz de Rozas y de Agustina López de Osornio.



Siendo adolescente, doña Agustina, como castigo por la travesura del joven lo encerró desnudo en una habitación a pan y agua, hasta que depusiera su actitud, pero éste logró forzar la cerradura y desnudo, logró escaparse a la casa de sus parientes, no sin antes dejar una esquela dirigida a sus padres, en la que les decía: “Me voy sin llevar nada de lo que es mío”.



A partir de allí, modificó su apellido cambiando la “zeta” por la “ese”, llamándose no ya “Ortiz de Rozas”, sino simplemente “ROSAS”, firmando JUAN MANUEL ROSAS. De esta forma firmó el “Manifiesto” que se transcribió en la pág. 2 del Nº 1 de este periódico y no como se consignó en el mismo adicionándosele por un error de corrección la palabra “de”.

Pero como dice Antonio Dellepiane, en su obra “Rosas”: “Pero ni entonces ni después (Rosas) protestó nunca, cuando en los documentos públicos o en los escritos privados se le restituía el “de” que había suprimido, nombrándolo Juan Manuel de Rosas. Por tal razón creemos que, históricamente, debe ser denominado de una u otra de estas dos maneras: Juan Manuel Rosas o Juan Manuel de Rosas”.

Sigue diciendo Dellepiane “Por algún motivo especial éste (Rosas) lo usó (su apellido) alguna vez en su auténtica forma, escribiéndolo más o menos correctamente. Así encabeza su testamento, llamándose Juan Manuel Ortiz de Rosas y López, pero lo firma Juan Manuel de Rosas. En el transcurso de una larga, frondosa y singular existencia, Rosas escribió su firma y su media firma en no menos de una docena de formas diferentes, usando, según el caso, otras tantas grafías”.