REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA
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En la Revista de Historia Bonaerense del Instituto Histórico del Partido de Morón, Año II N° 5 de enero de 1995, se publicó este este interesante artículo sobre las postas.
Por Ezequiel Abásolo y Ezequiel Pavese
PRESENTACIÓN
Contando con el valioso auxilio de numerosas piezas
documentales inéditas, provenientes del Archivo General de la Nación (AGN) y
del Archivo Parroquial de Morón (APM), el presente trabajo examina algunos
aspectos relativos a las postas existentes en el territorio del antiguo Juzgado
de Paz de Morón, durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas y, especialmente,
a lo largo del año 1840.
LAS POSTAS BONAERENSES
Las primeras postas existentes en el actual territorio
argentino habían sido instaladas en 1771, en el camino que iba a Córdoba, fecha
a partir de la cual las “Ordenanzas de Correos” de 1762 comenzaron a ser
aplicadas en cl Río de la Plata (1).
Luego, con la Independencia el gobierno de la provincia de
Buenos Aires estableció nuevos preceptos legales, para ordenar el ejercicio
regular de las postas. En la tarea de desplazar a las viejas ordenanzas
hispánica tuvo particular importancia un decreto dictado a comienzos del año
1837 (2).
En tierras bonaerenses se contaba con un sistema provincial
de postas, supervisado por un Administrador General de Correos: durante cl gobierno
rosista este cargo fue desempeñado por Juan Manuel de Luca (3).
Los establecimientos, cuya distribución respondía al trazado
de los principales caminos, se agrupaban en tres secciones: norte, oeste y sur.
En cuanto a las postas erigidas en el territorio moronense, éstas eran
abarcadas por la sección del oeste, que iniciaba su recorrido en la misma
planta urbana de Buenos Aires, en la posta denominada “ciudad al oeste”. De
allí, y tras cruzar las postas de Morón -a las cuales nos referiremos más adelante-.
éste sistema caminero tocaba puntos tales como la Villa de Luján, la Guardia de
Luján -actual Mercedes-, Navarro, Pergamino, Areco, Cruz de Guerra –actual 25
de mayo.-etc.
EL FUNCIONAMIENTO DEL SERVICIO
El servicio era delegado en particulares, a quienes se lo
entregaba previa concesión, tras lo cual la posta era reconocida oficialmente
por las autoridades. El particular a cargo, o maestro de posta, era un hombre pudiente,
generalmente el de mayor prestigio de la región (4). Su principal negocio
consistía en cobrar un alquiler por sus caballos, prestación que se brindaba
tanto a los empleados públicos como a los particulares (5), aunque durante los periodos de crisis
bélica se restringían enormemente las prestaciones a los civiles no vinculados
con el gobierno (6). Además, a los maestros les estaba permitido instalar un
mesón o posada, cosa que, en ocasiones, se transformó en obligación.
Todo maestro tenía el deber de llevar un registro de todos
los servicios librados a cuenta del gobierno, en una libreta o “cuaderno de
apuntes del estado”, en la que también debía asentarse la rúbrica o conforme
del funcionario público solicitante. Esta obligación legal obedecía al hecho de
que el estado libraba los haberes de las postas, generalmente en forma
bimestral, de acuerdo con los comprobantes que, en debida forma, se encontraran
en poder de los maestros de postas.
Entre algunas de las facultades de los encargados de las
postas se encontraba la de nombrar a los postillones, que eran los hombres o
muchachos de la posta que acompañaban a quienes habían alquilado los caballos.
También gozaban de ciertas exenciones impositivas (7), en atención a que el
servicio de posta no pertenece a los establecimientos puramente de lucro, sino
a los de comodidad y seguridad ... en los caminos” (8).
En cuanto al ejercicio del cargo de maestro de posta, cabe hacer una última salvedad: no era ésta una profesión exclusiva de hombres. En efecto, no fueron pocas las mujeres que desempeñaron esta tarea, siendo una de ellas Cipriana Torrillas, quien se encontraba a cargo de la Posta de la Cañada de Morón (9).
LAS POSTAS DE MORÓN
Hacia cl año 1840, en el territorio comprendido por cl
Juzgado de Paz de Morón, había por lo menos dos postas (10). Una, la del Puente
de Márquez, la otra, en la Cañada de Morón (11).
En la primera desempeñaba el papel de maestra la ya citada
Torrillas, moronense de nacimiento y mujer más que madura para aquel entonces
-tenía 58 años- (12). Junto a su trabajo en la posta, las fichas censales de
1838 le adjudicaban la condición de chacarera y la convivencia con un amplio
grupo familiar, compuesto por 16 personas (13). Falleció en Morón en agosto de
1849 (14).
En la del Puente de Márquez era maestro un tal Melchor Agüero,
quien también había nacido en tierras moronenses, en 1793 (15). Radicado en el
Cuartel 3° del partido, en la zona de la Cañada de Merlo, donde había
constituido su hogar junto con una Jacoba Bustamante (16). A este personaje se
lo conocía públicamente como estanciero y chacarero (17); terminó sus días en diciembre
de 1855 (18).
Para arribar a la posta del Puente de Márquez, distante a 7
leguas de la ciudad de Buenos Aires, se tardaba, aproximadamente, cinco horas
(19). De allí, el destino habitual era la posta de Peralta, 6 leguas hacia el
oeste, en el camino que conducía a Luján (20).
Viniendo por el camino del oeste en dirección a Buenos
Aires, el establecimiento de Puente de Márquez constituía la entrada al
territorio del partido de Morón, razón por la cual en el caso de que arribara
algún personaje ilustre, el Juez de Paz moronense lo esperaba allí, con un
comitiva, para dar los honores del caso y acompañar al distinguido visitante
(21).
Acerca de la honestidad de su administradora, puede
formarnos una idea el hecho de que esta misma posta fuese denunciada en 1843,
por unos padres franciscanos provenientes de Córdoba. La causa?: el cobro de
una sobretasa legal, corruptela que, al parecer, era común en este tipo de
negocios (22).
En reiteradas ocasiones se requirió a estas postas los
caballos necesarios para proveer a las necesidades de los soldados que
conducían los oficios del gobierno, para conducir presos o para transportar
artículos militares.
Sobre el caso particular de los hombres de armas, pueden
recordarse algunas tensas situaciones generadas por el personal militar, como
el episodio protagonizado por el oficial Matías Amores, quien manifestó su
desagrado con la maestra Torrillas, porque se había negado a donar una oveja
para que comiera la gente bajo su mando (23).
Digamos para terminar, que por ambos establecimientos, el de
la Cañada de Morón y el del Puente de Márquez, circulaba un activo tráfico. Por
los servicios prestados de marzo a mayo de 1840, el estado adeudó a la primera
posta un total 93$ y 6r, resultantes del uso de 168 caballos (24). En cuanto a
la de Puente de Márquez, ésta tenía un mayor movimiento, como lo indica el
hecho que de mayo a junio del mismo año haya liquidado un total de 276$ y 2r por
servicios prestados al gobierno (25), monto que alcanzó una cifra de 652$ y 2r
durante el período comprendido entre septiembre y diciembre de 1840 (26).
NOTAS
1. Carlos Antonio MONCAUT, Travesías de antaño por caminos reales, postas y mensajerias . City
Bell, EL Aljibe,1993,p.37.
2. El decreto del P.E. provincial fue dictado el 25 de marzo
de 1837. A pesar de nuestros esfuerzos aún no hemos podido dar con él, pues no
ha sido incluido en La recopilación de
Leyes y decretos promulgados en la provincia de Buenos Aires desde 1810 a 1876,
de Aurelio PRADO y ROJAS.
3.Ramón de CASTRO ESTEVES, Historia de Correos y Telégrafos de la República Argentina, t. IV.
Buenos Aires, Dirección General de Correos y Telecomunicaciones, 1950; p. 210.
4. Carlos Antonio MONCAUT, cit.; p. 38.
5. En 1840 se cobraba un real (1 r) por la locación de un
caballo de montar (también conocido por caballo de silla), y dos reales 2 r)
por legua en caso de que se requiriese el alquiler de un caballo de tiro.
(Véase “Libreta de la posta del Puente de Márquez" -mayo de 1840-.AGN, X-
25-8-1) . Para 1843 la inflación había llevado los precios a dos y cuatro
reales según el tipo de caballo de que se tratase, incluso, recomendándose
elevar las tarifas a uno y dos pesos, respectivamente (consúltese al respecto
el oficio de Juan Manuel de Luca al Ministro Secretario del Departamento de
Relaciones Exteriores, Buenos Aires, 18 de octubre de 1843; transcripto por
Ramón de CASTRO ESTEVES, ob. cit., P.225).
6. Véase el ya citado oficio de Juan Mnuel de Luca al
Ministro Secretario del Departamento de Relaciones Exteriores; p. 222.
7. Carlos Antonio MONCAUT, ob. cit.; pp. 37 a 39.
8. Oficio de Juan Manuel de Luca al Ministro Secretario del Departamento
de Relaciones Exteriores; Buenos Aires, 18 de octubre de 1843. Transcripto por
R. de Castro Esteves, ob. cit. p. 226.
9. Hacia 1840 también eran maestras de posta en la provincia
de Buenos Aires: Juana Alarcón de García, en la Laguna del Uno; Hipólita Girado
en la Laguna del Burro; María Méndez, en Totoral Chico; y Celestina Olmos, en
el arroyo de Ramallo. AGN, X-37-8-3
10. Según un antiguo historiador moronense, desde 1845 la
Villa de Morón contó con otro establecimiento conocido como la Posta del
Catalán. Véase Gabino BRAVO, Reseña Histórica del Partido de Morón, Ituzaingó,
1946; p. 123.
11. Al menos, así surge de los siguientes legajos del AGN:
X-37-8-3 y X-37-84.
12. APM; Libro de Bautismos, N° 1, f. 244.
13.“Padrón de los habitantes que contiene el Partido de
Morón”, Morón, 22 de febrero de 1838, f. 3 vta. En AGN; X-25-6-2.
14. APM: Libro de muertos, N 3, f. 20 vta. Se había casado
con Justo Pardo, en febrero de 1805. APM; Libro de Matrimonios, N 2, fs. 46 Y
46 vta.
15. APM; Libro de Bautismos, N 2, fs. 221 y 221 vta.
16. APM; Libro de Matrimonios, N 3, f. 135.
17. “Padrón...”, cit.; f. 6. En AGN; X-Di 2.
18. APM; Libro de muertes, N 4, f.
19. Samuel GREEN ARNOLD, Viaje por América del Sur 1847-1848
, Transcripto por Carlos Antonio MONCAUT, cit. ; p. 52.
20. “Libreta...”, cit. AGN; X-25-8-1.
21. Véase el oficio de Vicente González, Juez de Paz
sustituto de Morón, a Juan Manuel de Rosas, Morón, 20 de noviembre de 1841. En él
se informa como fue atendido el brigadier José Félix Aldao -quien venía de
Mendoza- a su paso por el partido. AGN; |, X-21-3-1.
22. Véase el oficio varias veces citado de Juan Manuel de
Luca al Ministro Secretario del Departamento de Relaciones Exteriores, Buenos
Aires, 18 de octubre de 1843. Transcripto por Ramón de CASTRO ESTEVES, ob.
cit.; p. 222.
23. “Libreta de apuntes de la Posta de Puente de Márquez”. AGN; X-37-8-4.
24. AGN;
X-37-8-3.
25. AGN;
X-37-8-4.
26. AGN; X-25-8-1.