domingo, 14 de marzo de 2021

Fallecimiento de Rosas

 Revista Caras y Caretas N° 1814 del 8 de julio de 1933


 FALLECIMIENTO DE ROSAS


En el N° 1814 de la revista Caras y Caretas publicada el 8 de julio de 1933, apareció este interesante artículo que corresponde a las traducciones de dos noticias necrológicas aparecidas en el The Hampshire Advertiserd que se editaba en Southampton, referentes a la muerte y al funeral del general Rosas.

Southampton, es una ciudad ubicada al sur de Inglaterra, sobre el Canal de la Mancha, en la que vivió exiliado Juan Manuel de Rosas y en la que falleció el 14 de marzo de 1877.

A continuación el artículo.


Muerte y funeral de Rosas

Muerte y funeral de Rosas


Rosas en el destierro

Por Liborio Justo (Lobodon Garra)

 

Extraordinarios detalles desconocidos de su vida y de su muerte, revelados por las notas necrológicas de un diario inglés de la época

 

Muerte del general Rosas

"Su excelencia general Juan Manuel de Rosas ex gobernador y dictador de la Confederación Argentina, falleció a las 7 del miércoles en su casa-quinta en Swathling, distante alrededor de 3 millas de Southampton. Había nacido el 30 de marzo de 1793 y, por consiguiente, dentro de una quincena hubiera alcanzado los 84 años de edad. El difunto, que había residido en Southampton y sus alrededores durante los últimos 25 años, fué atacado por una inflamación a los pulmones el sábado último después de haberse expuesto imprudentemente a la inclemencia del tiempo y, no obstante la sabia y constante atención del doctor John Wiblin, F. R. C. S. (1), quien había sido su médico y amigo confidencial durante todo el período de su residencia en este país, sucumbió al ataque a la hora mencionada. Doña Manuelita de Rosas de Terrero, la devota hija y compañera del ex gobernador, llegó a Londres el lunes y estuvo en constante cuidado de su padre durante sus últimas horas. Su esposo, don Máximo Terrero, salió de Southampton para Buenos Aires hace apenas unas semanas, el 24 de febrero, en el vapor "Minho" de la Royal Mail Company, con documentos auténticos y todo lo necesario para recobrar las propiedades de su esposa y las del general, que ellos habían heredado. El fallecido tenía un hijo (coronel Rosas) quien residió en Southampton por algún tiempo, habiendo muerto en Buenos Aires hace ya algunos años. Tenía una hija (doña Manuelita de Rosas de Terrero) y esta señora tiene dos hijos de 18 y 20 años, respectivamente, el mayor de los cuales ha rendido el miércoles sus exámenes en la Escuela de Minas de Londres.

El general Rosas fué derrocado de la dictadura el 3 de febrero de 1852 por un Ejército al mando del general Urquiza. Sus tropas fueron completamente derrotadas y e! general y su hija Manuelita tuvieron que refugiarse en la ciudad de Palermo, de donde escaparon durante la noche, llegando en seguridad a bordo del H. M. S. "Locust", y al día siguiente fueron transbordados al H. M. S. "Centaur", Almirante Henderson. Se dijo entonces que se trasladaría a los Estados Unidos, pero el general Rosas llegó a este país en el mes de abril siguiente, habiendo sido traído en un barco de guerra inglés comandado por el capitán Day, miembro de una familia de Southampton. Cuando llegó a esta ciudad el general tomó departamentos en el Wíndsor Hotel hasta que pudo obtener una residencia conveniente. Esta fué encontrada en Rockstone-place, Carlton-terrace, donde residió por muchos años. Mientras estuvo en la ciudad el general acostumbraba a cabalgar por las calles casi diariamente en un hermoso caballo negro y su majestuosa forma y porte militar, junto con los arneses de su cabalgadura, siempre atraía mucha atención y admiración. Más tarde se trasladó a la quinta donde permaneció hasta su muerte. Este lugar, llamado Burgess - street - farm, de una extensión de 300 a 400 acres, fué tomado en alquiler al difunto míster John Flemming, de Stoneham Park, y en el invirtió mucho dinero, encontrando su mayor diversión y placer en cuidarlo personalmente. El general había estado muy enfermo de gota por algunos años, pero se le podía ver constantemente cabalgando por los campos y su mayor entretenimiento parecía ser montar a caballo y dar órdenes a los hombres que ocupaba. Su pasión de mando era tan grande, que a nadie le estaba permitido hablar una palabra, excepto para dar a comprender que había entendido una orden dada o para hacer preguntas. El general Rosas pagó siempre a los empleados y peones de su quinta alrededor de un tercio más de los salarios corrientes en el distrito, pero tenía la peculiaridad de tomarlos únicamente día por día. Cada hombre era pagado diariamente e informado si se le necesitaba o no al día siguiente. Este aspecto algo extraño de su carácter era originado por su determinación de no encontrarse atado nunca por compromisos permanentes, pero en la práctica los hombres estaban en empleo regular, y pocos cambios eran hechos. Tan estrictamente disciplinarios fueron sus hábitos, que el tiempo de trabajo de cada hombre era calculado hora por hora. Tenía siempre un sereno, invierno y verano para que tocase cada media hora, durante la noche, una gran campana colocada bajo la ventana de su dormitorio. Fue siempre una característica del fallecido pagar bien por el trabajo que contrataba, pero era rígido en comprobar que el trabajo se cumpliera.

El general Rosas huyó de su país sin nada en forma de propiedad, pero poco tiempo después de su huida el general Urquiza, uno de los generales de Rosas que se había vuelto contra él, sitió con éxito la ciudad de Buenos Aires y levantó entonces la confiscación sobre las propiedades de Rosas, lo cual permitió al exilado obtener por la venta de una de sus fincas 16.000 a 20.000 libras. Urquiza fué posteriormente expulsado de Buenos Aires y las propiedades del general Rosas fueron nuevamente confiscadas. Su mano fué, en general, extendida a todos los que estuvieron en contacto con él, y sus actos de generosidad fueron ilimitados mientras duró su dinero. En los últimos años de su vida, el ex gobernador, dependía enteramente de los amigos de su familia y del esposo de su hija. Por muchos años el general Rosas y el difunto lord Palmerston cambiaron visitas frecuentemente en Rockstone-place, en la quinta de Swathling y en el solar de Broadlands, y la más amistosa correspondencia fué mantenida entre ellos.

Por voluntad del difunto general sus estados y propiedades en la Confederación Argentina han sido dejados a su hija y a su yerno, quienes son también los ejecutores de su última voluntad y testamento. El muerto era católico romano. Su funeral, que será estrictamente privado, tendrá lugar en el cementerio de Southampton el próximo martes, habiendo sido confiados los arreglos pertinentes a Mrrss. Mayes and Son, de High-street."

("The Hampshire Advertiser", Southampton, Saturday. March 17, 1877).


Funeral de general Rosas

El funeral de Su Excelencia el general Juan Manuel de Rosas, ex Gobernador y Dictador de la Confederación Argentina, cuyo fallecimiento en su casa quinta de Swathling el miércoles pasado fué anunciado en el Advertiser del sábado, tuvo lugar ayer (martes), habiendo sido enterrados sus restos en una bóveda en el cementerio de Southampton. El difunto era católico romano, y el Lunes a la tarde, entre las 7 y las 8, el féretro fue trasladado de la casa-quinta a la Capilla Católica Romana de la calle Bugle, Southampton, donde se verificaron las ceremonias usuales de la Iglesia Romana y donde permaneció hasta ayer por la mañana. Alrededor de las 11 se celebró un servicio completo, conducido por el Rev. (aquí se repite un renglón que seguramente reemplazó a otro que hacía comprensible el relato) Rev. Padre Mount, el párroco, quien se encuentra actualmente en el continente. A la conclusión del servicio, el cual fué de carácter más impresionante, el féretro (cubierto con un paño negro con una gran cruz blanca) fué colocado en una carroza tirada por cuatro caballos con mantas de terciopelo. El resto del cortejo consistía en dos coches fúnebres y el carruaje del doctor Wiblin, F. R. C. S., quien había sido el médico y amigo confidencial del general en todo el período de su residencia en este país. En el primer coche iba el Barón de Lagatinerre (Capitán de Estado Mayor, agregado al Estado Mayor General del 2° cuerpo de Ejército y sobrino del fallecido), señor Manuel Terrero (nieto del fallecido) y el Rev. Padre Gabriel. En el segundo iban los sirvientes del difunto general y de la señora Terrero, y en el carruaje del doctor Wiblin, este y míster Flemming, procurador de Londres. El servicio en el cementerio fué muy corto y, como el funeral era de naturaleza estrictamente privada, la concurrencia a la tumba no fué tan numerosa como sin duda hubiera sido de otra manera. El féretro era de roble inglés macizo, lustre francés, con espléndidos ornamentos. En la tapa llevaba una placa de bronce con la siguiente inscripción hermosamente iluminada:

Juan Manuel de Rosas

Born 30th March 1793

Died 14th March 1877

Los arreglos fueron confiados a Mrrss.Mayes and Son, de High-street y conducidos bajo vigilancia personal en una forma enteramente satisfactoria".

("The Hampshire Advertiser", Southampton, Wenesday, March 21, 1877).

Copiado y traducido en Southampton, en diciembre de 1930, por LIBORIO JUSTO.


(1) F.R.C.S. es la sigla de Fellow of de Royal College of Surgeons, que en castellano significa Miembro del Real Colegio de Cirujanos.