lunes, 29 de marzo de 2021

Baile en honor a Manuelita Rosas

 

- Documentos 5 -

En esta Sección del blog damos a conocer interesantes e importantes documentos.
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PROGRAMA PARA EL BAILE DEDICADO A MANUELITA ROSAS Y EZCURRA POR EL COMERCIO NACIONAL DE BUENOS AYRES 

Manuelita Rosas

Programa para el baile dedicado a Manuelita Rosas y Ezcurra, por el Comercio Nacional de Buenos Aires. Archivo General de la Nación. Documentos escritos, Sala VII, Legajo 2673.

Transcripción literal:

¡VIVA LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA!

¡MUERAN LOS SALVAJES UNITARIOS! 

¡MUERA EL LOCO TRAIDOR SALVAJE UNITARIO URQUIZA!

PROGRAMA

DEL BAILE DEDICADO A LA S.ta D.a MANUELITA DE ROSAS Y EZCURRA POR EL COMERCIO NACIONAL DE BUENOS AYRES.

 INVITACIÓN

Ocho dias antes del que se señale para dar el Baile, la Comisión Directiva se presentará en casa de S. E. el General Rosas á invitar á la Señorita Doña MANUELITA.

Inmediatamente despues, se repartirán las tarjetas de invitacion, sirviendo cada tarjeta para una sola persona. Las tarjetas de Señora serán de distinto color y tamaño á las de hombre. Al repartirlas se rogará á las personas invitadas que las devuelvan con anticipacion en caso que no piensen asistir.

Las tarjetas serán presentadas por los concurrentes á la Comision, que recibirá á la puerta de la casa.


RECIBIMIENTO

Las Comisiones reunidas hasta el número de treinta personas, estarán precisamente en la puerta de entrada á las 9 de la noche.

A medida que las familias se vayan presentando, individuos de la Comision acompañarán á las Señoras hasta la puerta del Salón de Tocador, y esperarán allí á que las Señoras salgan; entonces las conducirán al Salon del Baile.

La Señorita Doña MANUELITA y su comitiva, será acompañada en el mismo órden por el Presidente, y colocada en el Salon en el lugar de distincion que está destinado para ella.

Al presentarse la Señorita Doña MANUELITA en el Salon, se quemarán 21 bombas, y la orquesta ejecutará la Marcha Nacional y el Himno Loor Eterno. Entonces dará principio el Baile.

Los caballeros dejarán sus sombreros y capas en la pieza destinada para esto, tomando allí un billete numerado. Iguales billetes se darán á las Señoras para reclamar después sus chales y demas.

 

BAILE

El Salón estará dividido en cuatro secciones, y dos bastoneros cuidarán el órden en cada una de ellas. Los bastoneros llevarán un lazo de cinta punzó en el brazo izquierdo.

Una gran tarjeta colocada el frente del palco de la orquesta, anunciará lo que ha de bailarse.

 

AMBIGU

A la una en punto entonará el Coro el Himno dedicado por el Comercio á la noble hija del Gefe Supremo del Estado, y se abrirán las puertas del Salon del Ambigú.

Anticipadamente los bastoneros repartirán á sesenta caballeros tarjetas de entrada al Comedor para que cada uno conduzca á la mesa dos Señoras, á quienes atenderá en pie durante la cena; eceptuando de este órden la primera vez.

Algunos Señores designado por la Comisión pronunciarán brindis alusivos á esta festividad.

Luego que dejen la mesa estas ciento veinte Señoras, entrarán otras tantas conducidas por otros sesenta caballeros á quienes se habrá dado billetes de entrada durante la permanencia de los primeros en el Comedor. Así sucesivamente serán llevadas á la mesa todas las Señoras.

En seguida de ellas entrarán á cenar los caballeros, con tarjetas de entrada, repartidas oportunamente. Durante todo el servicio deberá reinar el mayor órden, guardando en los brindis el decoro y la moderación que exige la presencia de la hija de S. E. y del bello sexo Argentino.

 

RETIRADA

Cuando la Señorita Doña MANUELITA se retire, acompañada en la misma forma en que fué recibida, ejecutará la orquesta los Himnos Nacional y Loor Eterno, se quemarán 21 bombas, y terminará el Baile.

Las Señoras y los Caballeros ocurrirán con los billetes que recibieron á su entrada, á recoger los objetos que les pertenezcan.

 

CARRUAGES

Para llegar á la casa del Baile, los carruages vendrán por la Plaza de la Victoria y la calle “Reconquista”, y luego pasarán á la Plaza “25 de Mayo” donde se formarán en órden á los costados de la Recova.

Al retirarse entrarán por la Plaza “25 de Mayo” y seguirán por la Plaza de la “Victoria” y calle “Reconquista”.

El órden estará cuidado esteriormente por vigilantes de Policía á pié y á caballo.

 

IMPRENTA AMERICANA, Calle la Defensa núm. 221.

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 El contexto histórico

El 1° de mayo del año 1851, el gobernador de la provincia de Entre Ríos, general Justo José de Urquiza, aliado con el Imperio del Brasil, el Estado del Uruguay y la provincia de Corrientes produjo el Pronunciamiento contra el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, originándose así la segunda guerra entre nuestro país y el Imperio del Brasil.

Después de pasar a la Banda Oriental, donde logró la rendición del general Oribe, quien al frente de las tropas argentinas y uruguayas sitiaban Montevideo, Urquiza al frente del Ejército Aliado, se dirigió a Buenos Aires.

Ya con la amenaza de Urquiza, quien avanzaba hacia Buenos Aires, el Comercio Nacional de Buenos Aires, dió un baile en honor de la hija del gobernador, doña Manuelita Rosas, siendo la invitación al mismo, el documento que ilustra este artículo.

La fiesta tuvo lugar el día 28 de octubre de dicho año en el Coliseo.

Transcribimos a continuación lo publicado en la obra "Manuelita de Rosas y Ezcurra - Verdad y leyenda de su vida", de E.F. Sánchez Zinny", 2da. edición, Buenos Aires, 1942, sobre distintos detalles del referido baile, siendo todo ello una interesante descripción de lo allí vivido.


... A mediados de julio de ese año de 1851, sin otro argumento visible que los buernos deseos de los iniciadores, nació la idea de festejar a Manuelita...

La fiesta fue en el Coliseo, y es a la que se refiere el programa mencionado antes.

Formaron en la comisión de festejos, caballeros de estrecha vinculación con Rosas, presidida por su propio hermano Gervasio Ortiz de Rozas. Completan la lista los señores Juan N, Fernández, Vicente Casares, Felipe Senillosa y José Martínez Dios, (debe ser de Hoz).

La crónica del “Diario de la Tarde”, a 29 de octubre, apuntaba: “Desde que anocheció, todas las inmediaciones del Coliseo estaban lujosamente iluminadas y desde temprano, flameaban sobre las azoteas multitud de pabellones”. Los postes circundando la fachada —recién terminada— fueron revestidos por altas columnas de madera, imitando mármol en la pintura. Sostienen faroles y las adornan trofeos de banderas federales. En la plaza, cinco bandas de música, alternaban himnos y trozos de óperas populares. Sobre el pórtico de entrada se leían, al trasparente, “las aspiraciones nacionales”, al decir del cronista. “¡Viva la Confederación Argentina! ¡Mueran los salvajes, asquerosos unitarios! ¡Muera el loco, traidor, salvaje unitario Urquiza!”

Eran las 8 de la noche, cuando de la plaza se elevó un globo “como aéreo mensajero del júbilo de este pueblo”. La ciudad vió cruzar el cielo esta estrella roja, rumbo al oeste, impulsada por la brisa del río.

Tras la reja que da frente al sur, abríase la puerta de entrada a la fiesta, Traspuesto el dintel, penétrase al vestíbulo, profusamente iluminado. Roja alfombra cubría el piso, hasta el cordón de la vereda. Alinéanse en orden frente a la plaza 25 de Mayo los carruajes de la concurrencia. Una comisión de 20 caballeros, recibían y acompañaban a las damas.

Cruzado cl vestíbulo, se penetraba a una espaciosa antesala tapizada de blanco y punzó, e iluminada por decenas de bujías.

Inmediatamente llegábase al suntuoso salón de baile en forma semicircular. Cubria el recinto una superficie de 30 varas de largo por 26 de ancho.

Deslumbrados debían sentirse los asistentes ante el lujoso arreglo del salón. Si excesivo pudiera ser el derroche de espejos, de flores, de adornos, era igualmente innegable que el mal gusto corría a la par de la opulencia exhibida. Prodigalidad de sedas, bronces y cristales. El oro de las consolas y el rojo de los tapizados del moblaje y cortinados, resplandecían a la luz de las arañas, manteniendo encendidas centenares de bujías, Una, la del centro, era un alarde en el arte de la cristalería, Pendía del cielo raso, decorado con un enorme sol dorado, de roja y blanca cabellera; entre rutilantes caireles y adornos de cristal tallado, sostenía a 500 bujías. Seis otras arañas similares, pero menores, la rodeaban.

Púrpura era el paño cubriendo totalmente cl pavimento. En la testera principal, alzábase un estrado destinado a Manuelita y a su séquito de señoras respetables, esposas de generales y camaristas, Tras él, en el muro, entre banderas de la Confederación, colgaban los retratos del general Rosas y de doña Encarnación Ezcurra. A ambos lados de esa especie de trono rojo, penden dos colosales cuadros de mala factura escenográfica. Les sirven de base monumentales espejos. Representan uno, a la América protegida por Apolo y está a la derecha de la figura del Restaurador. El otro, a la Inocencia en peligro, se halla a la izquierda de doña Encarnación. Bordadas en los cortinados de las puertas de acceso se ven estas cifras: J. M. R. Instálase la orquesta en un gran palco a 6 varas de altura.

A las 9 de la noche, en el salón rebosaba la concurrencia. “El buen gusto —dice la crónica— la elegancia esmerada, los caprichos más felices, descollaban entre aquel matiz de trajes delicados, entre aquel ramillete de flores, entre aquellos grupos encantadores que confundían sus aéreos vestidos, sus lucientes atavíos; y donde las guirnaldas, las perlas y los brillantes perdían su luz, entre sus cabellos de seda o ante sus ojos de diosas”.

Manuelita llegó a las 10.

Al entrar al salón, entre una salva de aplausos, la orquesta ejecuta el Himno Nacional y luego el himno: “Loor eterno al mignánimo Rosas”, que el público escuchó de pie.

Vestía la princesa criolla un faustuoso traje escarlata. Adornaba su cuello magnífico collar de brillantes; una diadema de iguales piedras, resplandecía entre la mata oscura de sus cabellos. Manuelita inició el baile con el general don Agustín de Pinedo. La orquesta ejecutaba un minuet.

……………………

A la una de la mañana, los señores Miguel de Riglos, Manuel José Cobo, Antonio Terrero, Manuel José Guerrico y don Diego de Alvear, nombrados en comisión para el acto, invitan a Manuelita a pasar al ambigú. El ministro de S. M. B., caballero Enrique Southern la condujo y tomó asiento a su lado. Ocupó el lugar izquierdo el ministro doctor Manuel Insiarte. Encabezaba el otro extremo de la mesa, el general Tomás Guido. Luego, el general Pinedo, Prudencio Rosas, etc.

Fijado en la pared principal, leíase en un escudo “¡SALUD A MANUELITA ROSAS!”.

A la hora de los brindis, Guido lo hizo por Manuelita. Southern, por el general Rosas y “su virtuosa hija”. Roto el fuego, se oyeron los consabidos mueras al loco, traidor Urquiza y los vivas al “Gran Rosas”.

Aun se bailaba a las 7 de la mañana del 29 de octubre en el Coliseo, durante la fiesta que el Comercio de Buenos Aires, diera a la infanta de Palermo.

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AMBIGÚ: Mesa o mostrador donde se exponen y presentan un conjunto de platos (entremeses, verduras, carnes, pescados o postres) de manera que los comensales pueden escoger y servirse ellos mismos la comida que llevar a su mesa.