viernes, 1 de diciembre de 2006

Sobre el Gobernador Rosas por Anthony D. Fahy

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año I N° 1 - Diciembre 2006 - Pgs. 6 a 8 



Anthony Dominic Fahy (1804-1871) 



Un testimonio de Anthony D. Fahy

Sobre el gobernador Rosas






Siempre instalado en el centro de la polémica sobre la historia en el siglo XIX, Juan Manuel de Rosas ha ido recuperando una valoración positiva entre los investigadores actuales. Antiguos documentos aportan a un conocimiento más riguroso sobre aquellos años

MONSEÑOR JAMES M. USSHER *

TRADUCCION: ARMANDO VERGARA DEL POZO **



Por más de 30 años, esto es: desde 1820 a 1852, ningún otro hombre público en la política argentina llegó tan alto como Don Juan Manuel de Rosas. Ninguno le igualaba en capacidad y autoridad. Durante veinte años fue Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y Representante Diplomático de la Confederación Argentina en asuntos internacionales. Durante los diez siguientes hizo y deshizo gobiernos a su voluntad.



Ciertamente fue un dictador. La mayoría de los historiadores argentinos del último siglo lo consideran un tirano; algunos hasta sostienen que fue un tirano sanguinario y despiadado; pero es también justo decir que ellos fueron mayormente sus adversarios políticos.



Ultimamente la opinión pública está cambiando en la dirección opuesta, algunos escritores sostienen que no fue peor que sus principales enemigos políticos, otros que merece ser ubicado en el rol honorífico de nuestros más grandes patriotas nacionales.



Como sea, los colonos irlandeses no tienen quejas contra él, y su opinión en general fue que bajo su mandato hubo más paz, orden y respeto por la vida y la propiedad que bajo sus sucesores por muchos años. En vista de estos antecedentes la opinión de nuestro popular capellán debe resultar muy interesante. El está viviendo en el país desde enero de 1844; sabe, tanto como podrían saber los extranjeros más educados, sobre la situación tanto en la ciudad como en el campo.



"Ocurrió que el Dublin Review, Marzo 1849, contenía un artículo atacando violentamente al Gobernador y detallando algunas de las muchas crueldades que se le atribuían. El Dublin Review, es un mensuario católico, publicado con el patrocinio del Vicario Apostólico de Westminster, Arzobispo Wiseman. Su nombre es engañoso, porque está editado no en Dublín, sino en Londres. El periódico oficial de Rosas, La Gaceta Mercantil (22/09/1849), criticó ferozmente el artículo y dedicó varios números a una refutación detallada de sus contenidos.



El nombre de la revista, el hecho de ser católica y escrita en inglés, indujeron a muchos a dar por sentado que representaba la opinión irlandesa. Un periódico, por lo menos (Diario de la Tarde), culpaba al Arzobispo de Dublín por su publicación.



De manera que el Padre Fahy concluyó que había llegado el momento para él de hablar. Dio sus puntos de vista muy claramente, en una contundente nota dirigida a los editores de La Gaceta Mercantil. Esta apareció el 8 de Noviembre y causó sensación.

Como hubo una gran demanda de ejemplares se publicó nuevamente el 14. Esto no fue todo.

El 19 el mismo periódico sacó una edición especial, dedicando tres páginas y media, (que medían 47 por 30 cm) a la carta y comentarios editoriales, todo impreso en español, inglés y francés en tres columnas paralelas. La edición fue planeada para propaganda en Inglaterra y Francia. La versión inglesa decía lo siguiente (Murray , op cit., p. 129 Biografía Fahy por Ussher):

"Buenos Aires, Nov. 7, 1849. "Sres. Editores de La Gaceta Mercantil: "Con no poca sorpresa y pesar he leído en el Dublin Review un artículo calumnioso en el cual la política y acciones de su Honorable Excelencia el Gobernador y Capitán General de la Provincia de Buenos Aires, Encargado de Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, Brigadier Don Juan Manuel de Rosas, son objeto de toda suerte de falsas y calumniosas difamaciones. Este honesto magistrado, que brinda tanta y tan esclarecida protección a todos los habitantes de este país -quien ha restaurado el reino del orden, y elesplendor de la Religión Católica- es calumniado en ese artículo con la mayor injusticia distorsionando los sucesos ocurridos en esta República.

"Aunque usted ha realizado la honorable tarea de refutar, con una veraz puntualización de hechos, ese repugnante libelo, considero que cumplo con un deber de conciencia, y de gratitud a este país y a su Gobierno, brindando mi opinión y ofreciendo mi testimonio que corrobora sus afirmaciones. Mi carácter especial de delegado del Muy Reverendo Dr. Murray, Arzobispo de Dublín, para guía de los católicos irlandeses de este país, no me permite dejar pasar en silencio esa diatriba, tanto más cuanto que yo he tenido en anterior ocasión el gusto de escribir con buen resultado al Sr. O'Connell, M. P. (Miembro del Parlamento), señalándole la próspera condición de los irlandeses aquí bajo la justa y esclarecida administración de Su Excelencia General Don Juan Manuel de Rosas.

"En beneficio de lectores distantes que no pueden calcular hasta qué grado llega el espíritu de malevolencia, abusando de la prensa y confundiendo a personas respetables, aprovecho esta oportunidad para declarar que el artículo antes mencionado, publicado en la Dublin Review en la forma en que considera los hechos y la manera de calificar a Su Excelencia el Gobernador de Buenos Aires, Encargado de Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, es incorrecta y deshonesta. No me corresponde decidir sobre los principios políticos invocados por sus autores; pero si van a tener el mismo efecto que los (principios) aplicados en Roma (1), siendo del mismo carácter revolucionario, no puede haber duda de que todos los hombres inteligentes, buenos y religiosos apartarán sus ojos de tales aberraciones.

"Yo veo radicada en este país la más profunda y universal simpatía por Su Excelencia Don Juan Manuel de Rosas -una simpatía compartida por todos los residentes extranjeros aquí en razón de una honesta y provechosa administración, protegiendo los derechos y propiedades de todos. Esa protección ha sido y es uniformemente extendida de la manera más amplia a los católicos irlandeses, a las demás personas británicas, y a todos los extranjeros, así como a los nativos del país quienes en la última contienda fueron adversarios del Gobierno y la Nación en combinación con empresas extranjeras. Una de las cualidades que más conspicuamente brillan en la conducta de S.E. el Gobernador Don Juan Manuel de Rosas y su sistema de Gobierno, es clemencia con los vencidos, y las más generosa liberalidad con respecto a los extranjeros y sus comercios.

"El poder moral que S.E. posee, se muestra, entre otros destacados caracteres, por el hecho de gobernar de acuerdo a la ley y por libre elección, en tiempos en que todos los ciudadanos tanto en la ciudad como en el campo están armados y guardan sus armas en sus viviendas, incluidos, los emigrantes que han retornado al país.

"No ha habido desórdenes de ninguna clase, ni encarcelamientos, ejecuciones o destierros por motivos políticos, desde hace seis años. Los delitos comunes son pocos y los que se cometen son castigados. El comercio y la población han crecido y continúan en gran progreso; la influencia de los extranjeros que se encuentran en este próspero y pacífico país -con la gran seguridad y todas las facilidades para ejercer su industria en sus vocaciones o empresa comercial- es considerable. La religión Católica es venerada y protegida por S. E. General Rosas, quien goza de la gloria de haberla restaurado a su antiguo esplendor. "Bajo su honorable y sabia administración el crédito público en este país ha crecido a un nivel que nunca había obtenido desde su gloriosa emancipación, y el cual pocos países pueden alcanzar en tiempos de inquietud y guerra exterior.


"Todo lo que se afirma en el libelo insertado en el Dublin Review en relación con supuestos crímenes y asesinatos de una Sociedad Mazorca en el servicio de policía, los que son presentados en ese escrito como probados anteriormente; todo lo que se dice de profanación de iglesias y santuarios, y las otras suposiciones de esta clase, que ustedes han contradicho con concluyente testimonio, no son sino un tejido de despreciable falsedad. La elevada personalidad, los hechos y actos administrativos de S. E. General Don Juan Manuel de Rosas de los cuales yo he sido testigo, siempre impidiendo desórdenes y crímenes y las opiniones y convicciones de los habitantes del país que yo he tenido muchas oportunidades de comprobar, dan la más lisa y llana desmentida a esas fábulas, lo absurdo de las cuales quedó aún más aparente por la refutación oficial de ellas hecha en 1845 por el Cuerpo Diplomático Extranjero residente en la ciudad.



"De la confianza que tengo en los principios que guían a los Obispos Católicos de Gran Bretaña, y sus cualidades personales, estoy convencido de que el Reverendo Vicario Apostólico del Distrito de Londres, bajo cuyo auspicio el Dublin Review se publica, procederá, en honor a la Justicia, a la verdad y a su alta investidura, en una correcta y clara manera a rectificar las circunstancias de la aparición del libelo en cuestión en un periódico tan serio como el Dublin Review.



"Quedo, Sres. Editores, su seguro servidor, Anthony D. Fahy".



* Hijo mayor de una familia pionera irlandesa, nació en 1867 en San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires. Sus primeros estudios los realizó con los padres Vicentinos en Luján, de donde pasó al Seminario de Buenos Aires ordenándose como sacerdote en 1894. En el siglo XX participó en la creación de la Acción Católica Argentina (ACA), los Círculos Católicos Obreros y en la aparición del diario católico El Pueblo. Su nombre y su persona se hallan inscriptos en cuanta empresa lleva el sello irlandés.

** Periodista de San Antonio de Areco.



1) Esta es una referencia a la agitación revolucionaria anticlerical de ese momento en Italia, que forzó al Papa Pío IX a abandonar Roma huyendo a Gaeta. Fue inspirada por Giuseppe Mazzini y "La Joven Italia", sociedad secreta