viernes, 1 de diciembre de 2006

El nombre

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año I N° 1 - Diciembre 2006 - Pág. 1 

Juan Manuel de Rosas
ROSAS. RETRATO PINTADO 
POR ARTHR ONSLOW EN 1828

El porqué de un nombre



El periódico que hoy sale a la luz, lleva por nombre "El Restaurador", en homenaje a Juan Manuel de Rosas, quien fuera bien llamado en su época "El Restaurador de las Leyes".



Este periódico cultural tiene por objetivo rescatar de nuestro rico pasado histórico a aquellos hombres y hechos que nos sirvan de ejemplo para forjar nuestro futuro como nación soberana.

La historia nacional prácticamente se ha dejado de estudiar en nuestras escuelas y colegios y cuando se la enseña, se lo hace en forma totalmente distorsionada, con aquella distorsión que nació a partir de Caseros y que se extiende hasta el presente, si bien, la verdad, paso a paso y poco a poco va despuntando.

Todo país, como toda persona, tiene un pasado, un presente y tendrá un futuro. El estudio real de nuestro pasado, nos permite saber quienes somos, de donde provenimos y cual es nuestro destino en el concierto de las naciones. Ese estudio de nuestro verdadero pasado nos permitirá proyectarnos correctamente hacia el futuro.

La falsificación histórica, se ha valido de la mentira y del engaño, para confundir a nuestro pueblo, trastocando valores, hechos y personajes históricos.

Así se elevaron a las alturas a algunos que nada o poco merecían y a otros directamente se los olvidó, cuando no se los denigró y que fueron los verdaderos artífices y forjadores de la nacionalidad.

Cerca de un siglo y medio atrás, Juan Bautista Alberdi dijo: "Sólo la verdad, aprovecha a los pueblos", y con esa verdad nos comprometemos desde estas páginas.

El personaje histórico que más ha sufrido esa tergiversación histórica, fue sin duda alguna Juan Manuel de Rosas, quien fué un criollo cabal, buen gobernante, austero, honesto, trabajador, patriota y sacrificado y por ello lo convertimos en bandera. El estudio de tal personaje nos permitirá conocer cual fue nuestro real pasado de grandeza como nación naciente a la vida independiente. Como dijera el historiador, Prof. Jorge Sulé, Rosas es la llave para comprender nuestra historia del S. XIX y parte del XX.

A Rosas en su momento se lo conoció en América y Europa con los nombres de "Padre de los pobres", "El Gran Americano", "El defensor de la independencia americana", "Gran Cacique Pampa" y "El Restaurador de las Leyes", entre otros.

La Junta de Representantes (Legislatura) de la provincia de Buenos Aires, por decreto del 25 de enero de 1830, "considerando los relevantes servicios que ha rendido á esta Provincia el benemérito ciudadano D. Juan Manuel de Rosas, reponiéndola al goce y posesión de sus leyes de que había sido violentamente despojada por el escandaloso motín de 1.° de Diciembre de 1828...persuadida que al benéfico influjo, prudencia y heróicos esfuerzos de este honrado Ciudadano... son debidos, ...el restablecimiento de la primera autoridad derrocada por los sublevados... la restitución del óden político, religioso y moral... tiene la alta satisfacción de acordar, como un testimonio de su cordial gratiud y de la justicia que hace al mérito contraido por el ciudadano D. Juan Manuel de Rosas...el decreto siguiente....2. Se declara que el ciudadano Juan Manuel de Rosas ha sido RESTAURADOR DE LAS LEYES E INSTITUCIONES DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES..."

En agosto de 1829 Rosas había restablecido la Legislatura porteña, que medio año antes había sido disuelta por el Motín de Lavalle contra del legítimo Gobernador Coronel Manuel Dorrego, quien fuera ilegítimamente depuesto y fusilado por aquel general unitario.


Pero nueve años antes -en 1820- en aquellos momentos en que en la Provincia reinaba la anarquía y que en la historia se conoce como "La anarquía del año 20" -allá por el 20 de junio, día en que fallecía el Gral. Manuel Belgrano, Buenos Aires llegó a tener tres gobernadores-, Rosas al frente de sus Colorados del Monte, -cuerpo éste de caballería formado con los peones de sus establecimientos rurales-, restableció el orden en la Provincia y a sus legítimas autoridades, lo que también le había valido el reconocimiento de sus coprovincianos.

El apego y acatamiento de Juan Manuel de Rosas a la ley y a las autoridades legalmente constituídas fue una premisa constante de toda su vida, ya como simple ciudadano, como gobernante o como exiliado. Él fue el primero en cumplir la ley y hacerla cumplir a amigos y adversarios y aún a potencias extranjeras.

Hoy vemos en nuestro querido país que ni los ciudadanos y menos aún quienes deben dar el ejemplo, sus gobernantes, no sólo no cumplen la ley ni la hacen cumplir, sino que no saben que más hacer y que vericuetos buscar para violar la Constitución y las leyes. El gran "deporte" nacional es la violación a la ley y toda norma. Toda transgresión resulta "simpática" y siempre existe alguien que quiere superarla con otra violación mayor.

Rosas es el ejemplo a seguir. La Ley y el Orden, no son malas palabras, ni conceptos caducos como nos quieren hacer creer, ni la "Libertad" desbordada es la panacea.


La Ley, el Orden, la Justicia y la Libertad son los cuatro pilares sobre los que debe asentarse una sociedad moderna y democrática. Un país desordenado y anárquico, donde el ciudadano decente debe vivir encerrado entre las rejas de su casa como un delincuente -y que ni aún así se siente ni está seguro- y donde los delincuentes han ganado las calles y circulan con total libertad, no va hacia un futuro de grandeza, sino todo lo contrario.

Una Argentina vivible, en paz y en orden, donde se cumpla y se haga respetar la ley y donde sus habitantes puedan gozar de una libertad responsable, es posible.