viernes, 1 de diciembre de 2006

José Hernández


 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año I N° 1 - Diciembre 2006 - Pag. 11 


Mi gloria es vivir libre / Como el pájaro en el cielo



JOSÉ HERNÁNDEZ, poeta nacional.
A 120 años de su fallecimiento.





Hernández nació el 10 de noviembre de 1834 en la ”Chacra Pueyrredón”, caserío de Perdriel (actual localidad de Villa Ballester, Ptdo. de Gral. San Martín), falleciendo en el año 1886.



Fue autor de “El gaucho Martín Fierro”, aparecido en 1872, durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, que completó en 1879 con “La vuelta de Martín Fierro”.



Además de escritor y máximo exponente de la poesía gauchesca, Hernández fue estanciero y cultivador, periodista, taquígrafo parlamentario, político, etc. Su obra máxima fue traducida a muchísimos idiomas y es considerada como un clásico de la literatura hispanoamericana.



“El Gaucho Martín Fierro, destapaba la corrupción administrativa y la inhumanidad de un gobierno que se decía vehículo de la civilización” (A. J. Pérez Amuchástegui)

En “El Mercantil” de Montevideo del 6 de febrero de 1873, se decía del “Martín Fierro”: “Es el hijo desheredado de una raza de centauros, envilecido, perseguido y menospreciado por la sociedad en que vive”.

En su obra, Hernández planteó la rebeldía de la barbarie contra el despotismo de la civilización, fue un grito de protesta para decir “MALES QUE CONOCEN TODOS, PERO QUE NAIDES CONTO”.

Un admirador de Hernández, dijo en 1873: “Martín Fierro no es un gaucho sabio, un gaucho apócrifo, de esos que nos marean con sus gracejos vulgares y con la crítica que hacen de una sociedad que no conocen. Martín Fierro es un gaucho legítimo, que sólo habla, pero bien, de lo que entiende, y que contándonos su historia, nos hace ver y comprender esos hombres tan numerosos, tan esparcidos en la base de la sociedad argentina, de quienes todo el mundo habla, pero muy pocos conocen”.

De muchas de las estrofas del Martín Fierro, surge el contraste entre la vida feliz del paisano en tiempo de Juan Manuel de Rosas, con las del paria perseguido por el régimen de los gobiernos de los “derechos constitucionales”.


El “Martín Fierro” recuerda tiempos mejores


El gaucho mas infeliz

Tenía tropilla de un pelo 

No le faltaba un consuelo 

Y andaba la gente lista… 

Tendiendo al campo la vista 
No via sino hacienda y cielo 

Yo he conocido esta tierra 
en que el paisano vivía 
y su ranchito tenía 
y sus hijos y mujer. . . 
era una delicia el ver 
cómo pasaban sus días. 

Ricuerdo ¡qué maravilla! 
cómo andaba la gauchada 
siempre alegre y bien montada 
y dispuesta pa el trabajo. . . 
pero al presente. . .barajo! 
no se le ve de aporreada. 

Venía la carne con cuero 
la sabrosa carbonada 
mazamorra bien pisada 
los pasteles y el buen vino... 
pero ha querido el destino 
que todo aquello acabara. 

Estaba el gaucho en su pago 
con toda seguridá: 
pero aura...¡barbarida! 
la cosa anda tan fruncida 
que gasta el pobre la vida 
en juir de la autoridá.





Martín Fierro protesta de su actual situación (1872)



No tiene hijos, ni muger
ni amigo ni protetores
pues todos son sus señores 
sin que ninguno lo ampare.
Tiene la suerte del güey
y dónde irá el güey que no are.

El anda siempre juyendo
siempre pobre y perseguido
no tiene cueva ni nido
como si juera maldito
porque el ser gaucho...barajo 
el ser gaucho es un delito.

Todos se güelven proyectos
de colonias y carriles
y tirar la plata a miles
en los gringos enganchados
mientras el pobre soldao
le pelan la chaucha ¡ah, viles!.

Hace mucho que sufrimos 
la suerte reculativa
trabaja el gaucho y no arriba 
porque a lo mejor del caso,
lo levantan de un sogazo 
sin dejarle ni saliva.

Tiene el gaucho que aguantar
hasta que lo trague el oyo
o hasta que venga algún criollo
en esta tierra a mandar.