domingo, 1 de septiembre de 2019

Transporte polar y rompehielos ARA Bahía Paraíso

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año XIII N° 52 - Setiembre 2019 - Pag. 14  

Transporte Polar y Rompehielos ARA Bahía Paraíso – Breve historia


El buque polar y rompehielos ARA Bahía Paraíso, fue construido en los astilleros de Dock Sud y botado el 3 de julio de 1980, pero entró en servicio en la Armada a mediados de noviembre del año siguiente.

Fue un buque diseñado y construido para intervenir en las diversas campañas antárticas principalmente para el aprovisionamiento de nuestras bases en ese continente.

Pero a los pocos meses de entrar en servicio, a fines de marzo de 1982, el Bahía Paraíso fue enviado a las islas Georgias del Sur, como apoyo a los trabajadores argentinos que días antes habían llegado al lugar para desmantelar unas instalaciones balleneras en desuso y que por haber izado el pabellón nacional en Puerto Leith, estaban a punto de ser desalojados por el buque científico británico HMS Endurance.

Después de la gesta del 2 de abril, intervino en la recuperación de aquellas islas al día siguiente y posteriormente trasladó a los prisioneros británicos y soldados heridos argentinos a Ushuaia.

Realizó varios viajes a Malvinas, llevando helicópteros del Ejército, como asimismo insumos de todo tipo y el traslado de personal herido.

Entre los días 13 al 20 de abril en la Base Naval de Puerto Belgrano, el buque fue convertido en buque hospital y para ello ingenieros navales realizaron la tarea de transformación adaptando la popa del lado de estribor para tal finalidad, agregándose quirófanos, sala de terapia intensiva, sala de cuidados intermedios y sala de internación de 250 camas en una de las bodegas, pintándoseles asimismo enormes cruces rojas en todo el fuselaje.

Guerra de Malvinas

El buque zarpó el 27 de abril y permaneció navegando cerca de Puerto Madryn. Producido el hundimiento del crucero General Belgrano, el día 3 se le ordenó dirigirse a la zona del naufragio para proceder a la búsqueda de las balsas de salvamento, llegando a la zona el día siguiente. Con la información suministrada por el radar, por el avistamiento efectuada por aviones Neptune de la Armada, como así también de los helicópteros que llevaba el buque, se pudieron rescatar nueve balsas, algunas vacías y otras con los náufragos a bordo, muchos de los cuales habían fallecido por hipotermia. El buque navegó varios días en busca de más náufragos, para posteriormente llevarlos a Ushuaia.

Después el navío regresó a Puerto Belgrano, donde finalmente fue pintado todo de blanco con cruces rojas para cumplir con la Convención de Ginebra, ya que hasta ese momento el casco estaba pintado de color naranja, como todo buque polar.

A fin de constatar que el buque cumplía con la mencionada Convención, embarcaron inspectores o veedores de la Cruz Roja Internacional y también recibieron en varias oportunidades la visita de militares británicos quienes llegaron al buque en helicóptero para revisar el navío y comprobar que no se llevara armamento o municiones.

En su misión humanitaria, el Bahía Paraíso también interactuó con otros buques hospitales británicos, recibiendo soldados heridos y a su vez entregando sangre para transfusiones, ya que la que llevaron los ingleses se había coagulado. 

En su condición de buque hospital realizó varios viajes a las islas Malvinas, llevando alimentos, una ambulancia y evacuando personal herido.

Producida la rendición de nuestras fuerzas, comenzó la evacuación de algo más de mil novecientos soldados hacia el continente, finalizando la misión el 27 de junio.

Finalizada la guerra, además de su utilización en las operaciones de aprovisionamiento a las bases antárticas, durante los meses de diciembre y enero de cada uno de los años 1986/87, 1987/88 y 1988/89 realizó varios viajes de cruceros turísticos al continente blanco.

El 28 de enero de 1989, mientras cumplía tareas en la campaña antártica de verano y llevaba a bordo un grupo de turistas, embistió unas rocas sumergidas en el Estrecho de Bismarck, encallando frente a la Base Palmer de los Estados Unidos. Después que su tripulación intentara reflotarlo sin éxito, se hundió el 1° de febrero. Ni los turistas, ni los tripulantes sufrieron mayores daños.

El navío tenía las siguientes dimensiones: eslora de 132,80 m., manga de 19,5 m., calado medio de 7 m. Desplazaba 9.200 tn. Tenía una tripulación de 127 hombres. Su capacidad de transporte entre carga general y refrigerada era de 3.750 m3. Tenía helipuerto y hangar para dos helicópteros. Contaba con estabilizadores antirolido.