Publicado en el Periódico El Restaurador - Año X N° 38 - Marzo 2015 - Pag. 7 a 9
Bicentenario de la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas de Sud América el 9 de Julio de 1816
Aparición de los restos del Republicano
Publicado en el diario Clarín |
En el ER N° 9/4 en el artículo "Tomas Craig, marino irlandés, Guerrero de la Independencia y defensor de la Soberanía Nacional en la Guerra del Paraná" nuestro columnista Guillermo M. Masciotra, se refirió a la personalidad del marino, comandante del navío en aquel memorable hecho de armas y también publicamos algunos datos sobre el barco.
Considerándolo como muy interesante, transcribimos en su totalidad el artículo publicado en Clarín.
Coincidimos con esa publicación en que ese descubrimiento es uno de los más importantes de la historia naval del país y por nuestra parte felicitamos a las personas que participaron en tan importante hallazgo, como así también a las autoridades del Museo Paleontológico de San Pedro, del Destacamento Zárate de la Prefectura Naval Argentina y autoridades de la Armada Nacional.
Estampilla emitida el 2 de diciembre de 1989, 60 x 25 mm. con el sello de día de emisión |
Sociedad. San Pedro. El anuncio del descubrimiento es uno de los más importantes de la historia naval del país. Un barco con historia. El hallazgo
Con la ayuda de un sonar de barrido lateral, se habrían encontrado los restos sumergidos del barco que defendió a la patria hace 170 años en la Batalla de Vuelta de Obligado
Sorpresa en el Paraná
Hallan un buque que participó en la heroica Batalla de Obligado.
Por Alfredo Dillon - adillon@clarín.com
Es el Republicano, uno de los navíos encargados de defender la soberanía nacional en 1845. Su capitán lo hundió para evitar que lo tomaran los enemigos. Lo encontraron al hacer una filmación del fondo del río.
Tres cadenas gruesas cruzaban el Paraná de costa a costa, sostenidas sobre 24 embarcaciones. De un lado, la escuadra anglofrancesa; del otro, las fuerzas de la Confederación Argentina. Detrás de las cadenas, en primera línea de cara al enemigo, se ubicó el Republicano, uno de los buques encargados de defender la soberanía nacional. Su capitán era Tomás Craig, un marino de origen irlandés nacionalizado argentino. Los primeros ataques fueron a las 8 de la mañana; pasado el mediodía, ya sin municiones y para evitar que los enemigos tomaran el barco, Craig detonó sus últimos explosivos y lo hundió.
Fue el 20 de noviembre de 1845. La batalla se perdió pero, poco después, dio pie a una victoria diplomática para el gobierno de Juan Manuel de Rosas. La Vuelta de Obligado quedó impresa en la historia nacional (y en el billete de $20); el Republicano, sin embargo, permaneció sumergido en el olvido.
Hasta ahora. Porque a la crónica de Obligado se le acaba de agregar un capítulo, 170 años después. El 23 de octubre de 2015, mientras hacían tareas de reconocimiento y filmación del fondo del río Paraná para el Museo Paleontológico de San Pedro, José Luis Aguilar, Felipe Aguilar, Javier Saucedo y Marcelo Duca detectaron un elemento que llamó su atención. Gracias a un equipo de sonar, observaron “la silueta de un elemento delgado y recto (un mástil) que se alzaba en el fondo del río, en cuya base se podía apreciar una estructura rectangular aflorando en el lecho”.
En la zona no hay registros de otros naufragios, ni durante esa batalla ni en años posteriores. Con los datos históricos disponibles, los expertos del Museo Paleontológico concluyeron que estaban frente al único buque con un mástil de esas características hundido durante el combate de Obligado: el Republicano. La deducción se basa también en la fisonomía del objeto hallado: el sonar muestra que el mástil forma parte de una sección de unos 11 metros de casco que asoma sobre los sedimentos, “una escala que coincide con un casco total de 20 metros como el que tenía el Republicano”.
El hallazgo fue corroborado en diciembre por la Armada Argentina, y ayer lo hicieron público las autoridades del Museo junto con funcionarios de la Armada, Ministerio de Defensa, el Senado provincial y el intendente de San Pedro.
“Si se observan las cartas náuticas de la zona, se puede ver que el punto de hallazgo se corresponde con el sector donde operó el Republicano –explicó a Clarín José Luis Aguilar, fundador del Museo de San Pedro–. El hecho de que hoy se encuentre en el medio del río obedece a que, en estos 170 años, la costa frente a Obligado perdió más de 200 metros tierra adentro. Al momento de ser hundido por su capitán, el Republicano estaba anclado a una distancia de entre 50 y 80 metros de la costa de 1845”.
Solo medio barco quedó a salvo de que lo cubriera la sedimentación del río. “Esto puede obedecer a que la explosión inducida por Tomás Craig infligió mayor daño desde la mitad del buque hacia proa, mientras que la zona de popa se mantuvo entera. Al caer al fondo, el buque queda con su mitad anterior desarmada y aplastada, que luego será sedimentada con el pasar de los años, pero su mitad posterior, al mantener su altura, escapó del limo y todavía yace a la vista del sonar”, señaló Aguilar.
Según concluyeron los expertos, en todos estos años el Republicano no se movió porque estaba doblemente anclado para poder apuntar al enemigo y soportar la corriente del río sin moverse. Eso hizo que se hundiera en el mismo lugar donde combatía. El informe de los autores del hallazgo describe que el buque está sumergido en el fondo del Paraná “inclinado hacia proa y notablemente escorado hacia estribor”.
Luego de Obligado, Tomás Craig siguió sirviendo en la armada argentina y se mantuvo leal a Rosas. Tras la caída del rosismo en 1852 –y como efecto de los eternos vaivenes de la política nacional– fue separado de su cargo, aunque poco después lo reincorporaron. Alguna calle de Capital lleva su nombre; sin embargo, la figura de Craig es apenas recordada. Tal vez ahora adquiera otro relieve, gracias a ese mástil del Republicano que permaneció erguido durante 170 años, como sosteniendo la memoria de una batalla clave para que la Argentina fuera algún día un país independiente y soberano.
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Un bergantín "ágil", con mástil de 10 metros.
El barco fue construido en la isla de Cerdeña y adquirido en Buenos Aires en 1842 al valor de 34.000 pesos fuertes.
Según los expertos del Museo Paleontológico de San Pedro, no hay planos, esquemas, croquis ni dibujos del Republicano, un buque de tipo bergantín goleta, con dos palos principales. Solo existe una pintura en el Museo Naval que lo muestra de popa custodiando las líneas de cadenas durante la Batalla de Obligado. “El artista debió basarse en el verdadero buque o en la figura genérica de un bergantín goleta”, explicó José Luis Aguilar, el responsable del Museo.
El barco fue construido en la isla de Cerdeña; originalmente se llamaba San Giorgio y fue adquirido en Buenos Aires el 4 de junio de 1842 al valor de 34.000 pesos fuertes, según datos de la Fundación Historia y Arqueología Marítima (Histarmar). Se incorporó a la escuadra argentina el 15 de julio de ese año, bajo el comando del capitán Tomás Craig.
Era un tipo de embarcación que “no realizaba navegaciones prolongadas, sino operaciones fluviales muy puntuales”, indicaron los autores del hallazgo, y estimaron que “en su compra pudo haber influido que era muy maniobrable, ideal para navegar el Paraná y el Río de la Plata”.
En cuanto a las dimensiones, el mástil que permitió detectar al barco hundido mide 10 metros de altura; la eslora (longitud total de la embarcación) era de 20 metros. Una parte importante del casco se perdió con la explosión con la que Craig hundió el buque en 1845.
Su capacidad máxima era una tripulación de 46 personas: el comandante, 2 oficiales, 9 suboficiales, 21 artilleros y 13 marineros. De acuerdo con el informe del Museo, el armamento que la nave portaba durante la Batalla de Obligado consistía en 6 cañones de a 10, que fueron colocadas sobre la banda de estribor para lograr una mayor eficacia de tiro contra las naves enemigas; la proa estaba orientada a la costa entrerriana.
Además del Republicano, participaron del combate varios buques de guerra, mientras que la línea de 24 embarcaciones que sostenían las célebres cadenas eran en su mayoría barcos mercantes a los que les habían retirado mástiles y timones.
Para más información, se puede consultar la web www.gcfsanpedro.wordpress.com.
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Dorso del billete de $ 20 convertibles, primer diseño emitido en 1992 |
Un paso clave para la soberanía nacional
Un combate perdido que marcó el triunfo diplomático para el país.
La batalla de la Vuelta de Obligado sucedió el 20 de noviembre de 1845, durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, entonces responsable de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina. Hoy es conmemorada como el Día de la Soberanía Nacional, que en 2010 fue declarado feriado por la expresidenta Cristina Kirchner.
El combate enfrentó en el río Paraná, cerca de San Pedro, a las fuerzas de la Confederación Argentina (lideradas por el general Lucio Norberto Mansilla) contra el ataque de Francia e Inglaterra. La escuadra anglofrancesa peleaba para obtener la libre navegación del Paraná, y en alianza también con Montevideo, cuyo gobierno estaba enfrentado con el de Rosas. Obtener la “pacificación” del Río de la Plata fue la excusa de los invasores para atacar a la Confederación.
El episodio es recordado por la estrategia decidida por Mansilla para defender el territorio nacional: se dispusieron tres cadenas gruesas que cruzaban el Paraná de costa a costa, sostenidas sobre 24 embarcaciones ancladas a lo largo de unos 800 metros.
Con fuerzas muy superiores a las locales, finalmente los invasores lograron romper las cadenas y se adentraron en el Paraná; dejaron un saldo de al menos 250 caídos. Sin embargo, la batalla perdida se convirtió en una victoria diplomática.
La flota extranjera fue resistida en Entre Ríos y Santa Fe, mientras que sus buques mercantes apenas pudieron vender alguna mercadería en el territorio nacional. Poco después, las potencias extranjeras tuvieron que reconocer la soberanía argentina sobre los ríos interiores.
El triunfo de Rosas fue elogiado por José de San Martín y hasta por su enemigo Juan Bautista Alberdi.
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Para comletar la información, de la pagina web www.gcfsanpedro.wordpress.com transcribimos las siguientes conclusiones
"De acuerdo a los datos obtenidos, las lecturas del sonar y los trabajos realizados en el río, se pueden llegar a deducir numerosos detalles acerca de este descubrimiento.
1 - Al no existir registro de naufragio alguno para la zona y con los datos disponibles del contexto histórico, se cree estar en presencia del único buque con un mástil de esas características que se hundió durante la batalla de Obligado, es decir: el “Republicano”. Esta afirmación se ve reforzada por el hecho de que el sonar muestra que el mástil forma parte de una sección de unos 11 metros de casco que aflora en el lecho, una escala que coincide bastante con un casco total de 20 metros como poseía el “Republicano”.
2 - Si se observan las cartas náuticas de la zona, se puede ver que el punto de hallazgo se corresponde con el sector donde, se sabe, operó el “Republicano” y que el hecho de que hoy se encuentre en el medio del río obedece a que, en estos 170 años que nos separan del combate, la costa frente a Obligado perdió más de 200 metros tierra adentro. Analizando las profundidades de las cartas náuticas se observa que el “Republicano”, al momento de ser hundido por su Capitán, estaba anclado entre unos 50-80 metros de la costa de 1845.
3 - Tomando en cuenta los documentos históricos que señalan que durante la batalla los seis cañones del buque fueron colocados a estribor para disparar hacia el lado de las cadenas, se deduce que fue colocado con la proa hacia la isla y anclado doblemente a proa y a popa, a los efectos de mantenerlo posicionado hacia donde se quería disparar y, además, para contrarrestar los efectos de la fuerte corriente que, de anclarlo sólo en proa, lo alinearía de manera diferente. Este posicionamiento, coincide absolutamente con lo que muestra la imagen de sonar.
4 - La imagen muestra que sólo medio barco escapó a ser cubierto por la sedimentación del río. Esto puede obedecer a que, al momento de la explosión inducida por el Capitán Tomas Craig, ésta infligió mayor daño desde la mitad del buque hacia proa, mientras que la zona de popa se mantuvo entera. Al caer al fondo, el buque queda con su mitad anterior desarmada y aplastada siendo sedimentada con el pasar de los años pero su mitad posterior, al mantener su altura, todavía yace a la vista del sonar, escapando del limo.
5 - El hecho de estar doblemente anclado para poder apuntar y, a su vez, soportar la corriente sin moverse, hizo que se hundiera en el mismo lugar donde combatía, sin sufrir la lógica deriva de cualquier objeto suelto en el río. De acuerdo a las profundidades que se relevaron, el relieve del fondo, la toma de sonar y el ángulo del mástil en las imágenes, se encuentra sumergido en el fondo del Paraná inclinado hacia proa y notablemente escorado hacia estribor".