Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VIII N° 29 - Diciembre 2013 - Pag. 16
Libro recibido
Angió,
investigador y prolífico escritor, es un versado conocedor de la vida de Pancho Ramírez, conocimientos que vuelca
en esta obra. Hace ya sesenta y cinco años atrás, en 1948, resultó ganador en
el concurso instituido por el gobierno de la provincia de Entre Ríos, sobre la
personalidad del Supremo Entrerriano, con su trabajo "Algunos aspectos de
la vida pública del general Francisco Ramírez".
A
pesar de haber fallecido muy joven -a los 35 años de edad- Ramírez tuvo
importante gravitación no solo en la historia de su provincia, sino también en
la de la Nación en la segunda década y principios de la siguiente del siglo XIX.
Su participación en el Tratado de la Capilla
del Pilar o Tratado del Pilar -como comúnmente se lo conoce- a principios de
1820, como consecuencia de la victoria obtenida por sus tropas, aliadas a las
del caudillo santafesino Estanislao López, contra las directoriales al mando del
Director Supremo José Rondeau, es un hito importante para la historia
constitucional del país, pues aquél fue un pacto preexistente a la Constitución
de 1853. Ese Pacto significó la reafirmación del sentimiento republicano y
federal del grueso de la población.
En
el orden provincial, Ramírez, fundador primero de la Provincia Libre de Entre Ríos y luego de la República de Entre Ríos -que integraban Entre Ríos, Corrientes y
los territorios de Misiones- "creadas ambas con el concepto federalista
argentino y no separatista ni disgregativo", como afirma Angió, se destacó
como gran organizador, por el dictado de diversos Reglamentos que tendieron a
la organización administrativa, política, militar y económica de la provincia.
Dichos Reglamentos son un atisbo de normas constitucionales.
Merece destacarse, entre otros, que en uno de
esos Reglamentos, encarga a las autoridades departamentales a estimular al
vecindario a la cría de animales de ganado mayor y menor, a la siembra de
granos como así también "obligar a cada vecino plante cincuenta árboles
frutales, anualmente". También fue precursor de la instrucción pública.
Esta
obra, cuidadosamente impresa, no puede faltar en la biblioteca de todo aquel
estudioso de la historia patria.
Norberto Jorge Chiviló