domingo, 1 de junio de 2008

Homenaje a los 170 años del fellecimiento del "Héroe glorioso de la Confederación", Brigadier General don Estanislao López

   Publicado en el Periódico El Restaurador - Año II N° 7 - Junio 2008 - Pags. 8 y 9 

  Homenaje a los 170 años del fallecimiento del 

“HÉROE GLORIOSO DE LA CONFEDERACIÓN”, 
Brigadier General don ESTANISLAO LÓPEZ

                                                                                                Por el Federal Apostólico





Sello postal con el retrato de Estanislao López, emitido en agosto de 1986, en conmemoración del bicentenario de su nacimiento. 




Este esclarecido patriota nació en Santa Fe el 22 de noviembre de 1786, recibiendo su educación de manos de los padres franciscanos. Ya adolescente, formó parte del cuerpo de Blandengues que dirigía su padre. Este cuerpo militar de caballería ligera, era el encargado de la defensa de las fronteras y de los pueblos contra los malones de la indiada, que con frecuencia recorrían la provincia.

Producido en Buenos Aires los sucesos revolucionarios de Mayo de 1810 y la instalación de la Junta Gubernativa, ésta fue desconocida por los vecinos de Asunción (actual Paraguay), quienes juraron lealtad al rey de España, lo que motivó que la Junta resolviera el envío de una expedición militar al mando de Manuel Belgrano.

Cuando las fuerzas de Belgrano, en su marcha al Paraguay, llegaron a Santa Fe, fueron bien recibidas por la población y sus autoridades ofrecieron a Belgrano las dos compañías de Blandengues para reforzar su tropa y así éstas se sumaron al ejército revolucionario. Entre esos blandengues iba el joven sargento Estanislao López.

Después de un inicio promisorio de las tropas patrias en Campichuelo, éstas fueron derrotadas luego por los paraguayos en Paraguari y luego de la defensa tenaz que Belgrano ofreció en Tacuarí, sus tropas iniciaron el regreso a Buenos Aires. El joven López había sido tomado prisionero por los paraguayos y remitido a Montevideo -bajo poder realista- y fue detenido a bordo de la fragata española “Flora”, junto con otros patriotas, de donde se escapó una noche, sin ser sentido, arrojándose al agua, logrando llegar al campo sitiador del coronel Rondeau.

Casa de Estanislao López en Santa Fe. Fotografía de la década del 60 del siglo pasado

Después de su regreso a Santa Fe, intervino en una expedición al Chaco contra las tribus salvajes y también contra diversas expediciones que el gobierno porteño dirigió contra su provincia, destacándose por sus méritos militares, siendo designado comandante de armas de la provincia y recibiendo el grado de teniente coronel.

En el año 1818 toma las banderas federales a cuyo frente se encuentra Artigas y se convierte en uno de los caudillos más importantes del partido federal. Desde 1818 hasta 1838 será el Gobernador de la provincia de Santa Fe.

Portón de la casa de López

En 1820, junto con el caudillo entrerriano Francisco (Pancho) Ramírez, marchó contra Buenos Aires, gobernada por los Directoriales, a quienes vencieron en Cepeda, llegando estos caudillos hasta el centro de la Ciudad, atando a sus caballos en la Pirámide de Mayo, situada en la Plaza de la Victoria.

Después de los sucesos anárquicos del año 20, firma con Buenos Aires el Tratado del Pilar y luego se sella la paz entre Buenos y Santa Fe el 24 de noviembre de 1820, mediante el Tratado de Banegas o Benegas, siendo éste el nombre de la estancia en la cual se firma el tratado y que se encontraba situada en la margen del Arroyo del Medio (que establecía el límite entre ambas provincias).

Estanislao, había pedido como condición para lograr la paz, una indemnización consistente en la entrega de miles de cabeza de ganado para su provincia, que había sido arruinada por los daños ocasionados en sus campos y el saqueo a la ciudad de Santa Fe, por las tropas de Buenos Aires. Al Gobernador de Buenos Aires, Gral. Martín Rodríguez, le pareció inconveniente consentir esa indemnización y es allí que para salvar la paz y evitar la anarquía, el entonces coronel Juan Manuel de Rosas, en forma generosa y patriótica, le ofreció personalmente al caudillo santafecino, la entrega de veinticinco mil cabezas de ganado antes del término de un año, tomándolo como una obligación personal. Ello quedó registrado en una cláusula secreta. Rosas cumplió con la palabra empeñada y las veinticinco mil cabezas de ganado fueron entregadas a la provincia de Santa Fe, en tiempo y forma. El cumplimiento de la palabra empeñada por Rosas, selló la amistad entre estos dos personajes históricos.

Al año siguiente firmó con Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes el tratado del Cuadrilátero.

Estanislao López. Retrato de Carlos E. Pellegrini, litografía de Bacle

           Alejado Artigas y muerto Ramírez, López fue árbitro en las cuestiones del litoral, hasta su muerte.

Se opuso a la política rivadaviana y luego apoyó al Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Manuel Dorrego. 

Años después y producida la asonada militar del Gral. Lavalle, (en diciembre de 1828) contra el legítimo gobernador de la provincia de Buenos Aires, Manuel Dorrego y su posterior e injustificable fusilamiento, se opuso junto con Rosas y Quiroga a las pretensiones de los generales unitarios Juan Lavalle y José María Paz, quienes querían imponer el unitarismo en Buenos Aires y en las provincias del interior. 

Lavalle dispuso el retiro los diputados porteños de la Convención Nacional, reunida en Santa Fe, y pretendió presentar la cuestión del fusilamiento de Dorrego, como una cuestión interna de la Provincia de Buenos Aires. Ello fue negado por la Convención al considerar que el fusilamiento de Dorrego, encargado del manejo de las relaciones exteriores de la República “es un crimen de alta traición contra el Estado” y declaró “anárquica, sediciosa y atentatoria contra la libertad, honor y tranquilidad de la Nación, la sublevación militar de las tropas de la República el 1 de diciembre del año pasado en Buenos Aires, encabezada por el general Juan Lavalle…” y designó a López como jefe del ejército nacional, que debía batir a los rebeldes.

Con la intención de llevar el unitarismo al interior, Lavalle cruza el Arroyo del Medio e inicia la invasión a la Provincia de Santa Fe, con las tropas veteranas que habían intervenido victoriosamente en la reciente guerra con el Brasil, pero las fuerza federales a las órdenes de López, son escurridizas y no ofrecen un combate abierto a sus adversarios que les permita hacer valer esa experiencia. Cansados, los soldados de Lavalle llegan a la Cañada del Carrizal, donde las partidas de López dejan de hostilizarlos. Lavalle ordena hacer allí campamento para descansar –tanto los hombres como las caballadas– y rehacer sus fuerzas. Pero he aquí, que a la mañana siguiente, se produce una gran mortandad entre los animales. El campo estaba cubierto de miomío, un yuyo venenoso que hizo estrago entre los caballos. Lavalle ha sido llevado allí sin darse cuenta, sin advertir el peligro que acechaba a su caballada. No puede proseguir su invasión a Santa Fe y debe regresar a Buenos Aires, asediado por López. Posteriormente Lavalle será derrotado por el santafecino, con la ayuda de Rosas en Puente de Márquez.

Dos años después, en 1831, fue promotor junto con Rosas del Pacto Federal o Pacto del Litoral entre Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes que originó la Confederación Argentina y que con el tiempo adhirieron las demás provincias.

Durante su vida, López firmó esos pactos interprovinciales, de unión y alianza, a los cuales se hizo mención precedentemente, tendientes a la organización del país y a evitar la segregación territorial. Esos fueron los “pactos preexistentes”, que forjaron la organización política de nuestra nación y a los que aludió la Constitución de 1853, siendo todos ellos su piedra fundamental.

Enfermo de tuberculosis, que había contraído dos años antes, debido a las adversidades climáticas que había sufrido en su vida militar, falleció el 15 de junio de 1838, a la edad de 52 años. Sus restos fueron cubiertos con los hábitos de San Francisco, a cuya orden perteneció y fue enterrado en el Convento de San Francisco.

El 22 de octubre de 1846, su amigo Rosas, en su homenaje, hizo poner junto a su tumba una piedra con la siguiente inscripción:

“VIVA LA FEDERACION ARGENTINA! / MUERAN LOS SALVAGES UNITARIOS! / 1846- / Octubre 22- / El Ex mo. Señor Brigadier General de la Nación / Dn. Estanislao López- / Como Gob or. y Capital Gen l. de la Provin a. de Santa Fe / Esclarecido Guerrero de la Libertad / Héroe Glorioso de la Confederación / Y / Vencedor en memorables Batallas / Le rindió servicios eminentes- / Con sus fieles amigos y compañeros los Generales / Echagüe y Rosas / Libertó la República de la Anarquía / Por el honroso tratado de paz, del 22 de Nov e / DE 1820 / Celebrado en la Estancia de Banegas / A la margen / Occidental del Arroyo del Medio- / Comando en Gefe el Ej to  Nacional Confederado / Salvó a las Provincias / De la impia traición de los Salvages Unitarios / Y sostuvo el pronunciam to de ellas / Por el sistema de Gobierno Federal- / Ni su gloria militar ni su elevada posición / pudieron cambiar jamás / su sencillez republicana- / Nació el 22 de Noviembre de 1786- / Murió / El 15 de Junio de 1838 / Descansa del Empíreo en las mansiones / En el seno de Dios ¡Hombre querido!- / La Libertad te debe sus blasones / Y los tiranos su postrer gemido- / Rosas el compañero de tu gloria / Consagra esta inscripción a tu memoria”.

Interior del Convento de San Francisco -Ciudad de Santa Fe- donde se
encuentra la urna que guarda los restos de Estanislao López y al  lado
la piedra con la leyenda de homenaje hecha poner por Rosas.