Publicado en el Periódico El Restaurador - Año XII N° 47 - Junio 2018 - Pag. 16
El Mariscal Ramón Castilla y Rosas
Ramón Castilla nació en Tarapacá, Virreinato del Perú en 1797 y falleció en el mismo lugar, pero ya República de Perú en 1867.
De joven revistió en el ejército realista, interviniendo en la batalla de Chacabuco, donde fue tomado prisionero, posteriormente regresó al Perú donde fue reincorporado al ejército, pero después de la proclamación de la independencia, se incorporó al ejército patriota, destacándose en la batalla de Ayacucho en 1824 que dio por finalizado el dominio español en América.
Tuvo una ascendente carrera militar y política, ocupando los más altos cargos militares, llegando a ostentar el grado de Gran Mariscal del Perú y por dos veces asumió la presidencia constitucional por los períodos 1845-1851 y 1858-1862 y dos veces también como presidente provisorio en el período 1855-1858 y por unos días en 1863.
Realizó una importante tarea de reorganización del país como así durante su gestión también se tomaron muchas medidas de carácter progresista, entrando su país en una etapa de paz y progreso. Dispuso la manumisión de esclavos, estableció la libertad de imprenta, abolió la pena de muerte, comenzó una reforma educativa, abolió el tributo indígena entre otras muchas medidas.
Durante su mandato también modernizó el ejército, creó una fuerza naval considerable, reformó la administración pública y creó el servicio diplomático, se introdujo el telégrafo, los ferrocarriles, el alumbrado a gas, etc.
El diario El Comercio, así lo evocó: "Redentor del indio, libertador del negro, fundador de la libertad de prensa, demoledor del cadalso político".
En el año 1845/1846 el general venezolano -primer expresidente del Ecuador- Juan José Flores, exiliado en Europa había comenzado el alistamiento de fuerzas militares para realizar una expedición en el litoral del Pacífico en América para imponer a su hijo en el trono del Ecuador. Para ello contó con la ayuda y complicidad de casas reinantes en Europa.
En esas circunstancias el entonces presidente del Perú, Ramón Castilla, le escribió el 11 de noviembre de 1846, una conceptuosa carta a Rosas, solicitándole su ayuda en esa cuestión, en la cual llama al gobernante argentino "…uno de los primeros campeones de la libertad…" para agregar "Ud. que ha dado tantas y tan ilustres pruebas del valor en que lo aprecia, repeliendo con heroico denuedo la intervención extranjera en las cuestiones Americanas, va a encontrar una ocasión mas de inmortalizarse prestando su apoyo a la más noble de las causas. Como amigo y admirador imparcial de la gloriosa reputación que se ha adquirido V., me asiste la confianza ilimitada que le cabrá una gran parte en el triunfo de la lucha que nos amenaza, y que vengaremos derechos de la América…" (Carta obrante en el Archivo General del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina. Confederación 1846. Movimiento político exterior colectivo. Varios).
Veinte años después, el 11 de julio de 1866, Castilla, quien había estado exiliado en Inglaterra fue visitado por Rosas y a quién él también visitó en su casa, comprobando las dificultades económicas que el exdictador porteño tenía, le envió una carta al entonces presidente Bartolomé Mitre -en esos momento en campaña por la guerra de la Triple Alianza- solicitándole intercediera para que se le devolvieran los bienes, que le habían sido confiscados:
"Lanzado de mi patria y llegado a Southampton recibí una visita del general don Juan Manuel de Rosas, y habiendo estado en su casa a corresponderle Su atención, comprendí, sin insinuación ninguna de su parte la estrechez en que vive, y que contrasta con el carácter que ha investido en su país y su alto rango militar. Híceme desde entonces el deber de invocar en su favor las ideas e ilustración del siglo, a cuya altura ha sabido usted colocarse, dando de ello repetidas pruebas en su administración.
Guiado por estas ideas, me atrevo a interesar la grande influencia que le dan su bien merecido puesto y filantrópicos sentimientos para que se devuelva al general Rosas sus bienes confiscados en oposición con los principios que proclama la época…
Estimando esta medida muy digna de la nobleza del carácter argentino, no puedo dudar de que usted tomará la iniciativa para aliviar la suerte de un viejo soldado…" (carta publicada en la Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas N° 23, pág. 441).
Por supuesto, que Mitre nada hizo para complacer al expresidente peruano y menos aún para que se le devolvieran a Rosas, sus bienes ilegítimamente confiscados.