Publicado en el Periódico El Restaurador - Año XI N° 42 - Marzo 2017 - Pag. 15
Dos frailes
Fray
Luis Beltrán
Luis Beltrán nació en San Juan en 1784, ingresando a la
orden franciscana a los 16 años y ordenándose sacerdote en 1805 en Santiago de
Chile.
Se hallaba en esa ciudad cuando estalló la revolución
chilena en 1810, a la que apoyó. Fue un gran estudioso y llegó a dominar la
química, la física y la mecánica.
Después de Rancagua pasó a Mendoza, donde San Martín, por
sus conocimientos científicos, lo hizo jefe del parque de artillería con el
grado de teniente segundo. De inmediato improvisó un taller y una fragua en El
Plumerillo. Bajo su dirección y atenta mirada, 700 hombres que estaban a su
mando, fabricaron armas de todo tipo, municiones, pólvora, herrajes, etc.
En 1816 dejó los hábitos.
Diseñó equipos especiales para el transporte de cañones a
lomo de mula, que los soldados llamaron "zorras", por el parecido con
ese animal, aparejos para subir laderas escarpadas y puentes colgantes para
cruzar los riachos, entre otras cosas, que fueron de gran utilidad en el cruce
de los Andes.
El
fraile Aldao
Ya próximo a ingresar a territorio chileno, el coronel Las
Heras, destacó una fuerza de infantería y caballería al mando del sargento
mayor Enrique Martínez, para desalojar a los enemigos que estaban en la
guarnición de La Guardia ó Guardia Vieja.
En la puesta del sol del día 4 de febrero, las fuerzas de
Martínez atacaron a los realistas, ocasionándole muertos y tomándoseles muchos
prisioneros, en un combate muy reñido y sangriento.
Acompañaba al destacamento patriota, el capellán fraile José
Félix Aldao del Regimiento 11 de Cazadores, quien ante la dureza del combate,
no dudó en dejar los hábitos de lado, se armó de un sable, se puso al lado de
su hermano el capitán José Aldao y tomó parte activa del combate como un tigre,
matando a dos españoles, quedando sus manos, ropas y su sable teñidas de
sangre.
Cuando regresaron al campamento, Las Heras, increpándolo
le dijo: "Padre, ese no es su oficio; ese es el nuestro, el suyo es leer
el Breviario".
Aldao, había sido forzado por sus padres a tomar los
hábitos, por lo cual los dejó alegando que sus manos habían sido manchadas con
sangre y no podía ya consagrar.
Después de esa acción se incorporó como teniente al Regimiento
de Granaderos a Caballo, combatiendo en Chile y Perú y ya de regreso a Mendoza,
intervino en la guerra civil combatiendo en las fuerzas federales.
Fue bautizado con el nombre "Félix",
adicionando como primer nombre "José", cuando tomó los hábitos. En la
historia se lo conoce como "el fraile Aldao".