lunes, 1 de diciembre de 2014

Domingo F. Sarmiento - Los mitos y la verdad histórica

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año IX N° 33 - Diciembre 2014 - Pags. 10 a 16 

Paka Paka, Zamba y Sarmiento

Por Norberto Jorge Chiviló


Paka Paka


Hace un poco más de un mes atrás, me enteré por algunos diarios y programas radiales que en el canal para niños "Paka Paka", dependiente del Ministerio de Educación de la Nación, se habían emitido dos dibujos animados, uno del personaje Zamba, titulado La asombrosa excursión de Zamba a la casa de Sarmiento y el otro donde rivalizan Sarmiento y Quiroga en el programa Quiero mi estatua.


Se revolucionó el avispero sarmientista

La museóloga y directora del Museo de la Casa Natal de Sarmiento, Lic. Mónica Arturo y más tarde tanto medios gráficos como radiales, pusieron el grito en el cielo por lo que consideraron una burla a la figura de Sarmiento, entendiendo que en esos dibujos se mofaban de sus ideas y lo habían tratado con "liviandad" en cuanto a su historia y personalidad.

Me pregunté: ¿Qué habrán dicho de Sarmiento en esos dibujos para que se haya producido tamaño revuelo?. Los ubiqué por You Tube y me apresté para verlos tranquilamente en mi casa, pensando: ¡Por fin alguien se atreve con el mito sarmientino!.

Debo decir, que después de mirarlos, me parecieron un poco tontitos y me sentí un tanto decepcionado pues no vi ningún motivo para que el avispero sarmientino se hubiera revolucionado como lo hizo. Me parece que la reacción fue totalmente desproporcionada entre lo que se vio en esos dibujos, con lo que posteriormente se dijo sobre ellos.

A la vista de la historia oficial, no noté que la figura de Sarmiento -y mirado desde aquella óptica- hubiera salido deslucida. En los dibujos no se había dicho nada del otro mundo.

Sí me pareció quedado a "tres cuartos del camino" -y no "a mitad del camino"- lo que se dijo de Sarmiento a la luz de la verdad histórica, pues considero que su figura había sido tratada con bastante "liviandad".


Mucha hipocresía

Este arco de intelectuales y medios sarmientistas, se rasgaron las vestiduras por lo que han considerado una subestimación y liviandad con que se ha tratado la vida de su admirado "prócer", pero  su vez se niegan a advertir que "su prócer", con sus escritos y sus dichos ha subestimado la vida y obra de todo aquél con el cual no congeniaba, lanzando contra ellos mentiras o "inexactitudes a designio" de un lado para otro y con una liviandad pasmosa. Esa liviandad de "su prócer" a ellos no les molesta, sino que por el contrario lo toman como palabra santa, o de lo contrario lo justifican con todo tipo de argumentos. Me parece que en esto hay mucha hipocresía.

Domingo F. Sarmiento








Caricatura aparecida en el periódico satírico El Mosquito, en la cual se ve a Urquiza recibiendo a su antiguo enemigo Sarmiento cuando este lo visitó en el Palacio San José








Desconocimiento de la figura de Sarmiento

La directora de aquel museo, manifestó "Creo que lo representan así (a Sarmiento) porque no lo han estudiado, porque no lo han leído. Es una mirada de desconocimiento".

Me parece que la funcionaria tampoco leyó a Sarmiento, porque de la lectura de lo que escribió el "gran sanjuanino", podemos obtener muchas perlitas y comprobar las contradicciones en las que incurría, su proceder nada humanista, su condición de mentiroso consuetudinario, su mala educación y lo desubicado que era.

Las obras de nuestro personaje que llenan 52 pesados tomos, casi seguro no fueron leídos ni en mínima parte por su "fieles" seguidores, primero porque si lo hubieran hecho y fueran intelectualmente honestos, no pensarían y creerían de su prócer lo que creen a pie juntillas sin discusión y segundo porque para leer esos "pesados" tomos, uno no debe tener nada mejor que hacer, por lo aburridos y tediosos que son, pues como diría el paisano: "son más pesados que vaca en brazo". Sé que muchos se van a molestar por estas palabras pero los invito a que los lean... o por lo menos intenten hacerlo... y después me dicen...

Pero incluso, parece que en su época tampoco se leían los libros que escribía el "gran maestro", ya que él mismo así lo reconoce: "Yo he escrito muchos libros de educación y a esos libros les ha cabido la gloria de que nadie los haya leído". Parece que viene de antaño esa costumbre de no leer sus obras.


Sarmiento, niño prodigio, buen alumno y buen compañero... en fin un niño modelo

Ha molestado que en el primero de aquellos dibujos Sarmiento apareciera confiándole a Zamba que no era verdad que nunca había faltado a la escuela. ¡Qué sacrilegio decir tal cosa del niño modelo Sarmiento! 

Es que en la realidad el niño modelo no era tal, salvo en la mente de aquellos intelectuales y a quienes durante tanto tiempo se ha engañado con una historia plagada de mentiras, que se nos contó cuando éramos niños.

En Recuerdos de provincia, él mismo, contradice a quienes con posterioridad han creado un mito. 

En ese libro lo confiesa: "me escabullía sin licencia (me rateaba), y (hacía) otras diabluras con que me desquitaba del aburrimiento". En cuanto a su libreta escolar dice "la plana era abominablemente mala, tenía notas de policía". No prestaba mucha atención a lo que le enseñaba su maestro y lo que es peor, les "soplaba" respuestas incorrectas a sus compañeros de clase y junto con otras artimañas, los hacía confundir, para luego sobresalir él con la respuesta correcta!!...¡Lo cual lo divertía!. ¡Todo un modelo a imitar!... Pero en verdad era un falluto (al decir de Jauretche).

Domingo F. Sarmiento




El águila bicéfala, símbolo del grado 33, condecoración que le fue otorgada a Sarmiento por la masonería argentina. Museo Histórico Sarmiento










Sarmiento luciendo un colla con la condecoración -el águila bicéfala-, otorgada por la masonería argentina






Los valores de Sarmiento

La directora del museo también se quejó: "Acá llevamos adelante programas y enseñamos valores sobre cómo era Sarmiento, y después mucha gente ve este tipo de programas y es muy difícil que entiendan que no era así" Sería interesante saber en primer cuáles eran los valores que tenía Sarmiento, para ser enseñados y servir de ejemplo, sobre todo para los niños y todos los ciudadanos. 


La mentira como forma de vida

Uno de los principales valores que debe tener una persona para ser tomada como ejemplo, es la de ser veraz y amante de la verdad y la justicia. Realmente Sarmiento no era una persona a quien le gustara la verdad sino todo lo contrario, era un mentiroso cabal y provenía de una familia de embusteros. Y esto no lo afirmo yo, sino que lo decía él mismo en Recuerdos de Provincia, donde sin ningún empacho y con naturalidad, confiesa: “La familia de los Sarmientos tiene en San Juan una no disputada reputación, que la han heredado de padres a hijos, dirélo con mucha mortificación mía, de embusteros. Nadie les ha negado esa cualidad, y yo les he visto dar tan relevantes pruebas de esta innata y adorable disposición, que no me queda duda de que es alguna cualidad de familia”. Y esa "cualidad" él la heredó sin ninguna duda y lo siguió durante toda su vida y de ello hay pruebas más que suficientes.

Cuando desde Montevideo en diciembre de 1845 le remitió al Gral. José María Paz un ejemplar del Facundo, en la carta le decía que era una "...Obra improvisada, llena por necesidad de inexactitudes, a designio a veces,...". Para pensar: "inexactitudes a designio".

También, cuando el joven José María Ramos Mejía se aprestaba a escribir su obra Neurosis de los hombres célebres en la Historia Argentina, le advirtió "Prevendríamos al joven autor que no reciba como moneda de buena ley todas las acusaciones que se han hecho a Rosas, en aquellos tiempos de combate y lucha", otra vez para pensar: "no era moneda de buena ley todas las acusaciones que se han hecho a Rosas".

Cuando defendía a su Facundo, -"inexactitudes a designio"- decía: "Cuando hay que mentir se miente". Para él, el fin justifica los medios.

En una carta remitida a Rafael García el  28 de octubre de 1868, le decía: "Si miento, lo hago como don de familia, con la sencillez y la naturalidad de la verdad".

Siempre se sirvió de la mentira y ese no es un valor a destacar, sino algo que desmerece y pesa en su contra en cuanto a su valoración como personaje histórico y como ser humano. El "miente... miente... que algo quedará" era empleado por Sarmiento con total naturalidad.


La histeria de Sarmiento

La Licenciada Arturo también se queja que en el programa Quiero mi estatua, donde se enfrentan Facundo Quiroga y el "prócer" sanjuanino. "Quiroga no era como lo mostraron y Sarmiento tampoco era así. Lo presentaron como un hombre histérico y no era así. No lo podemos sacar de contexto. Es de muy mal gusto".

La Lic. Arturo, se molestó porque se presentó a Sarmiento como un "histérico" y "no era así". ¿Ah no...? y ¿cómo era...? ...no era histérico? y porqué entonces le decían "el loco" y por tal lo tenían sus contemporáneos? 

En realidad era una persona muy nerviosa y alterada, vanidoso, bastante maleducado y de muy mal carácter, autoritario y mandón...  un verdadero histérico. 


Su moralidad 

Qué podemos pensar sobre su moralidad, cuando nos enteramos que siendo maestro, embarazó a una alumna, ...o que años después le birló la mujer a un amigo.... o también que el "maestro inmortal", cuando por encargo del gobierno chileno se fue a Europa en 1847, para estudiar la educación y métodos pedagógicos de aquellos países con todos los gastos pagos... y él gastaba el dinero en prostitutas, orgías y bacanales..., pero eso sí y por supuesto, llevando cuenta detallaba de todo lo que gastaba en esas actividades eróticas y pasándoselas como gastos al gobierno. Dejando de lado la vida personal, no podemos dejar de decir: ¡Flor de modelo también de funcionario público! 

Un día Sarmiento fue descubierto regresando ebrio a su casa, el diario La Nación le dedicó un artículo "Sarmiento se retiró de una orgía, ebrio, a altas horas de la noche". Su nieto Augusto Belín Sarmiento dijo sobre el incidente "Anoche mi abuelo ha pasado la noche de farra en alegre compañía, ha vuelto a la madrugada tambaleando, y hoy está tan bueno y fresco como si se hubiese recogido a las diez". 

¡Por favor, no le cuenten todo esto a los chicos!!.


Sarmiento el educador y fundador de escuelas

Ante las quejas que produjo la emisión de esos dibujos, el Ministro de Educación de la Nación, Lic. Alberto Sileoni, quiso poner paños fríos y se refirió a Sarmiento como "un constructor apasionado del sistema educativo nacional", pero esto también... no es un mito? ¿Qué ejemplos de educador podemos obtener de Sarmiento?... me parece que ninguno, a la luz de algunos ejemplos que hemos visto y muchísimos otros que hay.

También se nos quiere presentar a Sarmiento como el gran fundador de escuelas. 

El "gran maestro", por boca propia lo desmintió cuando en una carta destinada a la educadora estadounidense Mary Mann escrita el 15 de mayo de 1866, le dijo: "En Buenos Aires solo logré fundar dos escuelas" y en El informe 1° del estado de educación común, durante el año 1877, dice "En la ciudad de Buenos Aires, se han construido solo dos edificios de escuelas en estos veinte años..."

En realidad, quien durante su presidencia impulsó la educación fue su ministro de instrucción pública, Nicolás Avellaneda, quien en un Apunte de 1874, (Editado en 1910 junto con otros escritos con el título Escritos y discursos), expresó "Bajo mi ministerio se dobló en número de los colegios, se fundaron las bibliotecas populares, los grandes establecimientos científicos como el Observatorio, se dio plan y organización a los sistemas escolares, y provincias que encontré como La Rioja sin una escuela pública llevaron tres mil o cuatro mil alumnos... Es la página de honor de mi vida pública y la única a cuyo pie quiero consignar mi nombre. ¿Cuál fue la intervención del señor Sarmiento en estos trabajos, que absorbieron mi vida por entero durante cinco años? El nombre del señor Sarmiento al frente del gobierno era por sí solo una dirección dada a las ideas y a la opinión en favor de la educación popular; su firma al pie de los decretos era una autoridad que daba prestigio a mis actos. Su intervención se redujo, sin embargo, a esta acción moral. Supo el señor Sarmiento que había bibliotecas populares y una ley nacional que las fundaba cuando habían aparecido los primeros volúmenes del Boletín de las Bibliotecas, y éstas convertídose en una pasión pública. El señor Sarmiento no se dio cuenta de la ley de subvenciones y de su mecanismo sino en los últimos meses de su gobierno. Esto es todo y es la verdad". 

Avellaneda solo reconoció que el presidente Sarmiento con  "su firma al pie de los decretos era una autoridad que daba prestigio a mis actos", pero que en realidad quien había materializado lo realizado había sido él como ministro.

También mucho se ha dicho sobre Sarmiento como el “padre del aula”, pero en realidad parecería que ello es muy pretencioso: "En Santa Rosa de Chile fui real maestro de escuela, no habiéndolo sido antes ni después" dijo el 8 de abril de 1884, pero tampoco parece que hubiera sido efectivo como educador ya que "De treinta jóvenes que era la dotación de la Escuela de Preceptores que dirigía en Chile, veintiocho fueron expulsados" escribió en El Monitor el 15 de agosto de 1852. 

Por lo demás, para los seguidores del culto a Sarmiento parecería que en nuestro país, antes de él no hubiera existido la educación, pero veamos también, que él mismo lo desmiente: "Más de mil doscientos niños, educándose en Buenos Aires en 1800, dan más difundida la educación relativamente que ahora en que la instrucción elemental aún con la superior, no llega al grado de difu­sión que traía en aquella época. Se puede pro­bar, con datos a la mano, que la educación es­taba más difundida en Buenos Aires en 1800 que no lo está ahora un siglo después. La edu­cación se ha detenido y atrasado en estos últimos años a causa de los gobiernos de doctores mal preparados para la vida civil". Esto lo escribió en el año 1885 en Conflicto y Armonía de las Razas en América. A confesión de parte, relevo de pruebas.

Ricardo López Jordán


Tapa del periódico satírico El Mosquito, que muestra en una caricatura a Ricardo López Jordán, ofreciendo su cabeza al presidente Sarmiento, quien había presentado un proyecto a la Cámara de Diputados de la Nación, ofreciendo un premio por la testa del caudillo entrerriano. El epígrafe de la caricatura, dice: "López Jordán necesitando dinero, viene a traer su cabeza a Dn. Domingo para recibir el premio de 100.000 pesos". Sarmiento fue muy criticado por la presentación de ese proyecto.




Sarmiento y la universidad

Tampoco quiere a los universitarios:"Si algo habría de hacer por el interés público seria tratar de contener el desarrollo de las universidades... En las ciudades argentinas se han acumulado jóvenes que salen de las universidades y se han visto en todas las perturbaciones electorales... Son jóvenes que necesitan coligarse en algo porque se han inutilizado para el comercio y la industria. La apelación de 'Doctor' contribuye a pervertirles el juicio... El proyecto de anexar colegios nacionales a la universidad es ruinoso y malo, pues contribuirá a perturbar las cabezas de los estudiantes secundarios e inutilizarlas para la vida real que no es la de las universidades ni de los doctores. La educación universitaria no interesa a la nación ni interesa a la comunidad del país... Generalmente en todo el mundo las universidades son realmente libres. Nada tiene que ver ni el estado ni nadie con las universidades", esto lo dijo en el senado provincial en las sesiones del 27 de julio y 19 de setiembre de 1878.


Su falta de humanidad y caridad

No fue un humanista. Con respecto al esclavismo existente en el Imperio del Brasil, lo justifica como necesario para su economía y por el contrario llama a Rosas "desorganizador", por las simpatías que su figura generaba en la población esclava del Imperio. Así en el diario El Progreso del 5 de agosto de 1844, escribe refiriéndose al Brasil: “… encontramos pueblos pastores, movedizos, jinetes, hombres del desierto, acostumbrados a vagar, por las necesidades mismas de su industria, en mayor parte del día. Esto sucede precisamente en las provincias del Sur (Río Grande do Sul), que es donde, por el contacto con la República oriental, con la provincia de Corrientes y la república del Paraguay, se halla expuesto el Imperio a las influencias desorganizadoras del caudillo argentino (Rosas). El Brasil, además por una necesidad tradicional en el sistema de agricultura, usa del medio horrible, pero necesario allí, de la esclavatura; de modo, pues, que estos dos elementos, los esclavos y los pastores, forman una masa de sociedad peligrosa, preparada a recibir la acción insidiosa de un seductor político (Rosas), por la naturaleza misma de la situación social que tienen”. Párrafos más adelante, sigue diciendo Sarmiento: “La monarquía constitucional es en el Brasil el paladium de la civilización y de la libertad...”. Sigue diciendo sobre el Brasil: “Sin embargo de esto, mil veces ha aparecido el incendio con su aspecto aterrante; mil veces se ha desfogado el fuego interno que alimenta allí las clases baja… y la insurrección que más ha durado, la que hasta ahora presenta… un carácter más alarmante por su tenacidad misma, es precisamente la que trabaja las provincias del Sur (Río Grande do Sul) que están en contacto con el desorganizador argentino"; aclaramos que el “desorganizador argentino” es Rosas

Nótese los parámetros que tenía Sarmiento, pues para él, el Brasil esclavista era el “paladium de la civilización y de la libertad”, y cuando habla del Imperio en ese mismo artículo, dice “ese Imperio americano, fuerte y feliz, rico y civilizado…”, mientras que Rosas era el “caudillo desorganizador”, el “déspota” y el “tirano”.

Esto es el colmo! Un estado esclavista ¿es modelo de "libertad"...?, ¿un estado esclavista, es "civilizado"...? ¡Qué incongruencia!. Estos eran los pensamientos de este hombre!. No solo eso... quien como Rosas, tenía en mira la libertad de los esclavos es llamado "el desorganizador argentino".

También le faltaba caridad, el sufrimiento ajeno no lo conmovía y le era indiferente. No solo eso sino que también se ensañaba con las personas en desgracia.

En la guerra desatada contra los llanistas de Ángel Vicente Pelañoza (El Chacho), Sarmiento, gobernador de San Juan y encargado por el Mitre de la represión le escribió a éste, sobre las órdenes que había dado: "El coronel Sandes lleva orden por escrito del infrascripto de pasar por las armas a todos los que encontrare con armas en la mano y lo ha ejecutado en jefes y oficiales"; y cuando se enteró de la cruenta muerte de Peñaloza, degollado el 12 de noviembre de 1863, y de que su cabeza había sido expuesta ensartada en un palo en la plaza del pueblo de Olta, expresó en una carta que dirigió al presidente Mitre el 18 de noviembre "...he aplaudido la medida, precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza a aquel inveterado, pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se habrían aquie­tado en seis meses".

Siendo presidente de la Nación, habiéndose sublevado unos oficiales en Mendoza, y al enterarse de la situación escribió al comandante encargado de la represión el 4 de octubre de 1873:  “El objeto, pues, de ésta, es pre­venirle que quiero que se haga ejemplar, ejemplarí­sima justicia, y rápida como el rayo. La ordenanza no admite atenuación. Todos morirán ahorcados en cualquier número que sean. Pido pues, consejo de guerra sobre el tambor, la pena capital para todos los jefes y oficiales del motín, es decir Segovia, O'Con­nor y los tenientes suyos."

¿Qué opinaba sobre los pobres, mendigos y huérfanos?, veamos lo que dijo en el discurso pronunciado en el senado provincial el 13 de setiembre de 1859: "Las cámaras no deben votar partidas para caridad pública porque la caridad cristiana no es del dominio del Estado. El Estado no tiene caridad. No tiene alma. Si los pobres se han de morir que se mueran... El m­endigo es como la hormiga. Recoge los desperdi­cios. De manera que es útil sin necesidad que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por causa de sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad. No se les debe dar más que de comer".

¿Y sobre las huérfanas?: "¿Qué servicio prestarán a la patria las huérfanas, hijas de padres viciosos o extraviados? ¿Por qué ha de gastar el Estado su dinero en alimentar a nadie? Son dineros mal empleados los destinados al colegio de huérfanas que, si cerrara, nada perdería en ello el Estado".

Estos eran los principios de este personaje, el "Padre del aula". Me causa mucha gracia que en ilustraciones de los libros escolares y en un monumento que se encuentra en Palermo, Sarmiento aparezca rodeado por niños, en pose paternal...


Su autoritarismo

“El señor Sarmiento tuvo siempre ideas autoritarias, desea siempre disponer de fuerzas e imponer por su opinión y por sus hechos, y no es extraño, pues, que hoy pretenda también que Buenos Aires baje la cerviz y le rinda acatamiento”, así lo manifestó el Diputado Cantilo en la Cámara de Diputados de la Prov. de Bs. As. el 17 de setiembre de 1879.  

(Sarmiento) “Negó atribuciones claras del Congreso, llegando hasta no permitir que fueran sus ministros a recinto a dar explicaciones. Rebajó las soberanías provinciales, pretendiendo que el gobernador de Buenos Aires, que entonces era Castro, acudiese al despacho de cualquier ministro por simple llamado de éste”. Esto lo dijo Carlos D’Amico,  Gobernador de Buenos Aires, contemporáneo de Sarmiento.

"El más autoritario de los gobernantes", según Paul Groussac.


Su republicanismo

En el año 1857 se realizan elecciones en el secesionado Estado de Buenos Aires. En una carta que Sarmiento dirigió a Domingo de Oro el 17 de junio, –que cae en poder de Urquiza y que éste hace publicar–, cuenta con lujos de detalles como hicieron para ganar tan democrática y civilizada elección. Dice: “Nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror que empleados hábilmente, han dado este resultado admirable e inesperado… establecimos en varios puntos depósitos de armas y municiones, pusimos en cada parroquia cantones con gente armada, encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros; en fin: fue tal el terror que sembramos entre toda esa gente con éstos y otros medios que el 29 triunfamos sin oposición. Los gauchos que se resistieron a votar por los candidatos del gobierno fueron encarcelados, puestos en el cepo, enviados al ejército para que sirviesen en la frontera con los indios y muchos de ellos perdieron el rancho, sus escasos bienes y la mujer… El miedo es una enfermedad endémica en este pueblo; esta es la gran palanca con la que siempre se gobernará a los porteños; manejada hábilmente, producirá infaliblemente los mejores resultados”. 

Todo un ejemplo para ganar elecciones y "digno" de imitar! (ER 19, pág. 16)

El diario  La Prensa en un editorial publicado en el N° 2929 del 30 de marzo de 1880, decía: "El señor Sarmiento ha sido el más funesto enemigo que han tenido las instituciones y los derechos ciudadanos".


Sus opiniones sobre distintos grupos humanos

Sobre los paraguayos, dijo lo siguiente: “No crea -le dice a su amiga Mary Mann- que soy cruel. Es providencial que un tirano (Se refiere a Francisco Solano López) haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní; era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana”. "Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse".

Esto opinó sobre los indios en los diarios El Progreso y El Nacional"¿Lograremos exterminar los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado" .

No se salvaron ni los judíos de sus críticas: "El pueblo judío, esparcido por toda la tierra, ejerciendo la usura y acumulando millones, rechazando la patria en que nace y muere por un ideal que baña escasamente el Jordan y a la que no piensa volver jamás. Este sueño, que se perpetua hace veinte o treinta siglos, pues viene del origen de la raza, continúa hasta hoy perturbando la economía de las sociedades en que viven, pero de que no forman parte; y ahora mismo en la bárbara Rusia, como en la ilustrada Prusia, se levanta un grito de repulsión contra este pueblo que se cree escogido y carece del sentimiento humano, el amor al prójimo, el apego a la tierra, el culto del heroísmo, de la virtud, de los grandes hechos dondequiera que se producen". Condición del extranjero en América. Obras Completas XXXVI.

Sobre los irlandeses: "la chusma irlandesa organizada por los curas, que además son fanáticos y borrachos".

"Bachichas", "palurdos", "ignorantes", llamó a los italianos. 

De los árabes decía que "son una canalla que los franceses corrieron a bayonetazos al Sahara". "Entre los europeos y los árabes en África, no hay ahora ni nunca habrá amalgama ni asimilación posible; el uno o el otro pueblo tendrá que desaparecer, retirarse o disolverse; y amo demasiado a la civilización para no desear desde ahora el triunfo definitivo en África de los pueblos civilizados". Sarmiento. Viajes por África, Europa y América. 1849

Sobre los gauchos, ni qué contar!: Después de la "victoria" de Mitre sobre Urquiza en Pavón, librada el 17 de setiembre de 1861, Sarmiento en carta a Mitre le decía el 20 de ese mes: "Se nos habla de gauchos... La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos...es lo único que tienen de humano. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos"; cuatro días después, le dirá: "Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil... Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden...", meses después, en marzo del año siguiente, dirá del gaucho: "Son animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor".

Los argentinos son "Una dañosa amalgama de razas incapaces e inadecuada para la civilización". 

Fotografía de Sarmiento, mientras se encontraba en Lima en 1864


Sus ideas extravagantes y antiargentinas

En carta que Sarmiento escribe a Mary Mann le dice alborozado: "Con emigrados de California se está for­mando en el Chaco una colonia norteamericana que puede ser el origen de un territorio y, un día, de un estado yanqui (con idioma y todo)".

"La Inglaterra se estaciona en las Malvinas. Seamos francos: esta invasión es útil a la civilización y al progreso", escrito en El Progreso, el 28 de noviembre de 1842.

Su prédica en el diario capitalino chileno El Progreso a partir de 1842 impulsó al gobierno trasandino a posesionarse de las costas del estrecho de Magallanes en 1843, tierras que legítimamente pertenecían a la Confederación Argentina y la defensa que posteriormente realizó desde el diario -fundado por él- La Crónica a los derechos chilenos sobre aquellas tierras, fueron determinantes para que nuestro país fuera despojado del dominio sobre aquellos valiosos territorios. La prédica antiargentina de Sarmiento será destacada años más tarde por el diario La Nación Argentina de Bartolomé Mitre, destacando que Sarmiento "ha sido el abogado de un gobierno extranjero contra su propio país y que ha sugerido, ha propagado y ha hecho triunfar la idea de hacer despojar a la república Argentina de sus territorios" (ER 24, pág. 9).

"Dicen que somos amigos de los europeos y traidores a la causa americana. ¡Cierto!, decimos nosotros ¡somos traidores a la causa americana, española, absolutista, bárbara ¿No han visto revolotear por ahí, sobre nuestras cabezas, la palabara ‘salvaje?’".


Su opinión  sobre el Gral. San Martín

"Dejemos de ser panegiristas de cuanta maldad se ha cometido. San Martín, castigado por la opinión, expulsado para siempre de la América, olvidado por veinte años, es una digna y útil lección". Esto lo decía Sarmiento en carta a Alberdi.


Sobre la condición femenina 

Sarmiento describió a Rosas como "...la esfinge argentina: mitad mujer, por lo cobarde, mitad tigre, por lo sanguinario..." Esto lo dijo por Rosas, pero nótese lo que pensaba de la mujer!

En un discurso que pronunció en el senado de la provincia el 19 de octubre de 1859, propuso la educación de la mujer a fin de que la educación quedara en manos de las mujeres... hasta aquí bárbaro... pero cuál era el motivo?, ...que el sueldo de la mujer era la mitad que la del hombre...! Estas son sus palabras: "...es preciso que el Estado se prepare á obrar de otro modo para aprovechar su dinero, y a este respecto me permitirá el señor Ministro una observación que me pertenece a mí exclusivamente, a saber: el medio de educar a los pueblos bien y barato es hacerlo por medio de la mujer. No es más que aprovechar la mitad de la sociedad, que en los pueblos americanos es una carga para ella, que nada produce y nada da.

Nuestras costumbres van tendiendo á hacer de la mujer una cosa inútil para la industria, y se puede utilizar creando un medio de educación para todos los niños en general. Un día ha de llegar en que en una escuela de varones y de mujeres se enseñe todo por mujeres. Un preceptor cuesta cuarenta pesos metálico y la mujer con la mitad estaría perfectamente dotada. El Gobierno debe tender a aprovechar todas las mujeres que se eduquen para hacer lo que he dicho".


La cobardía de Sarmiento ante la epidemia de fiebre amarilla

En razón de la deficiente situación sanitaria en la ciudad de Buenos Aires especialmente en la zona sur, donde abundaban los conventillos, con el hacinamiento y la falta de higiene, a fines del mes de enero de 1871, se produjo el primer caso de fiebre amarilla y rápidamente, la epidemia se extendió rápidamente por todo la ciudad. 

A raíz de la campaña periodística de Evaristo Carriego, se formó una Comisión Popular de Salud Pública, con la finalidad de coordinar las tareas para hacer frente a la epidemia. Esa Comisión fue integrada por personalidades de la época como el vicepresidente Adolfo Alsina, el expresidente Bartolomé Mitre, el poeta Carlos Guido y Spano, el abogado José Roque Pérez -que ejerció la presidencia de la Comisión-, el propio Carriego y otros más, muchos de los cuales fallecieron, entre ellos Roque Pérez, contagiados de la enfermedad por la tarea humanitaria desarrollada.

Sarmiento no solo no se pone al frente de la lucha contra el flagelo ni hace nada, sino que a mediados de marzo, junto al vicepresidente Alsina y otros 70 funcionarios de su gobierno, con gran ostentación abandonaron la ciudad -o simplemente huyeron- en un tren especial, en una actitud nada humanitaria y menos aún responsable, lo que fue criticado por los periódicos. El diario La Prensa del 21 de marzo cuando se refiere a este hecho en un editorial "El Presidente huyendo", resalta el rasgo de cobardía del presidente con éstas palabras: “Hay ciertos rasgos de cobardía que dan la medida de lo que es un magistrado y de lo que podrá dar de sí en adelante, en el alto ejercicio que le confiaron los pueblos”.

En vez de dar el ejemplo, quedándose en la ciudad y poniéndose al frente de la Comisión, se rajó en tren y puso unas cuantas leguas de distancia entre su humanidad y la ciudad en peligro... Todo un valor a imitar!


Que opinaron quienes lo conocieron

Juan Bautista Alberdi, en Escritos Póstumos, dirá: "Sarmiento es un liberal que no vivirá toda su vida sino a la sombra de los gobiernos, del salario de los gobiernos, al servicio de los gobiernos. Cuando ataca al de su país, sirve al gobierno extranjero de Chile y vive de sus servicios".

El destacado escritor chileno, Benjamín Vicuña Mackenna, quien fuera su amigo, en el año 1855 dijo de él: "Nunca el sol de nuestro continente engendró una fantasía más exaltada, disparatada y embustera. Talento verdadero tiene poco. Su vanidad no cabe en toda la pampa".

"Sarmiento es el egoísmo unido a la grosería”, dijo Pedro Goyena, para agregar: “ha sido todo lo que es posible ser, hasta general, todo menos hombre serio y sensato".


El diario La Prensa y Sarmiento

En su edición N° 1575 del 1° de agosto de 1875, encontramos el siguiente editorial: 

"Cada vez que tenemos que ocuparnos del señor Sar­miento lo hacemos con un profundo y penoso estremecimiento del alma. Su ancianidad nos inspira respeto, su esfuerzo de otros tiempos en favor de la libertad provocan nuestro agradecimiento…  Pero el recuerdo de los hechos de sus últimos tiempos, de esa sombría serie de matanzas ordenadas por él, que han hundido para siempre su nombre en un charco de humeante sangre humana, nos llena de repugnancia y de horror.

"... En el señor Sarmiento ha habido siempre mucho de bueno y mucho de malo, como en la mayor parte de los hombres. Pero en él todo lo bueno ha muerto, ha muerto para siempre; en su cuerpo fatigado por la acción de los años no sobrevive ya, para desgracia suya, sino el mal elemento de su espíritu. El Sarmiento de la grande lucha contra la  barbarie pertenece a la historia. Lo que  nos queda sobre la tierra es el Sarmiento de la barbarie, en lucha contra la civilización.

"... Todos los que lo consideran como un simple mor­tal, todos los que se atreven a mirarlo, a la cara y discutir sus hechos o sus doctrinas, son criminales para el señor Sarmiento; y nosotros lo somos por ende. Como a tales criminales sacrílegos nos sentencia el señor Sarmiento, mal­diciéndonos…  Nos quiere ver ciegos e idiotas, procaces y desvergonzados.

"Nosotros, que somos más futuro que él y que estamos en mejores aptitudes que él para ser jueces en la litis, que sigue contra la historia porque no somos parte, lo absolvemos, en consideración a su edad, y le deseamos muchos años de vida: Hacemos votos también para que se restablezcan sus sentidos gastados por la edad y porque Dios que es omnipotente, le dé juicio.  Este deseo que parece tan benévolo, es el castigo más severo que pueda desearse para sus extravíos".


El mito y la verdad histórica

"Hay quienes creen que leyendas de esta clase (como el mito sarmientino, decimos nosotros) fortalecen a una nación. Otros, y me cuento entre ellos, creen que la falsedad histórica debilita a una nación, por lo menos hoy en día". Esto lo dijo el gran historiador inglés Hilaire Belloc.


Bibliografía

Galvez, Manuel, "Vida de Sarmiento, el hombre de autoridad", 3ra. edición, Editorial Tor SRL, Buenos Aires, 1957.

Jauretche, Arturo, "Zonceras argentinas", A. Peña Lillo editor, Buenos Aires, edic. 1988.

Lentino, Miguel A., "Sarmiento, mentirosa es su historia", Ediciones Fabro, Buenos Aires, 2012.

Sarmiento, Domingo Faustino, "Obras Completas", CD, Biblioteca Franklin, San Juan, editado por "Todo es Historia".