lunes, 1 de diciembre de 2014

A 100 años del fallecimiento de Adolfo Saldías

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año IX N° 33 - Diciembre 2014 - Pags. 1 y 2 

Homenaje

A 100 años del fallecimiento de Adolfo Saldías

Por Norberto Jorge Chiviló

Juan manuel de Rosas
Adolfo Saldías


El 17 de octubre se cumplieron 100 años del fallecimiento de Adolfo Saldías, eximio patriota y notable historiador.

Había nacido en Buenos Aires el 6 de setiembre de 1849. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires, donde en 1873 se recibió de abogado con diploma de honor.

Fue un político enrolado en las filas del liberalismo, habiendo sido diputado (1876) y senador (1894) en la legislatura provincial y ocupando en la administración provincial los cargos de ministro de Obras Públicas (1898-1901) y de Vicegobernador (1902-1906); y también fue diputado nacional (1906-1908), interventor federal en la provincia de La Rioja (1910) y Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Bolivia (1912).

Fue uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical junto a Aristóbulo del Valle, Leandro N. Alem y otros, y como muchos intelectuales de su generación, perteneció a la masonería desde 1877, siendo miembro de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, en la que ocupó importantes cargos.

En 1911 fue incorporado como miembro activo por la Junta de Historia y Numismática Americana.

Apoyó la candidatura presidencial de Sarmiento y adhirió como otros antiguos federales o simpatizantes -los Sáenz Peña, Bernardo de Irigoyen, Alem, entre otros- al partido autonomista de Adolfo Alsina, los llamados chupandines.

Venía de familia de tradición unitaria y por ende fue educado en el antirrosismo. Cuando falleció Rosas en el exilio en 1877, en Buenos Aires, sus familiares y amigos pretendieron realizar un funeral en la iglesia de San Ignacio, que no se pudo llevar a cabo porque el gobernador de la provincia Vicente Casares, prohibió "toda demostración pública en memoria del tirano Juan Manuel de Rosas cualquiera sea su forma". Simultáneamente ciento dos importantes personajes de la época -entre los que figuraban escritores, políticos, militares, etc.-, resucitando el viejo odio y azuzando las pasiones, a la par que se oponían al oficio religioso, mediante avisos publicados por la prensa invitaron a la población de Buenos Aires a un funeral "por las víctimas de la tiranía de Rosas" a llevarse a cabo en la Catedral, en el mismo día y hora que se había programado el funeral por la muerte de Rosas. Entre ellos se encontraba el joven Saldías.

En 1878 escribió su primer obra "Ensayo sobre la historia de la Constitución Argentina".

Tres años después marchó a Inglaterra como secretario de la Legación Argentina en Londres. Allí conoció a Manuelita Rosas, quien puso a su disposición todos los papeles y documentos que su padre había llevado al exilio, encontrándose Saldías con un panorama totalmente desconocido para él en lo referente a la historia de los pasados años.

Historia de la Confederación Argentina









"Caricaturas contemporáneas, Dr. Adolfo Saldías por Cao", Revista Caras y Caretas N° 188 del 10-5-1902









De la lectura de todo ello, junto a la de diarios y periódicos como la Gaceta Mercantil, Archivo Americano, entre otros y el testimonio de personajes con actuación en aquella época y sobre todo, despojado de todo prejuicio, Saldías pudo comprobar que no había sido cierto todo lo que se había dicho, escrito y enseñado sobre la "tiranía" de Rosas, cambiando la opinión que hasta ese entonces había tenido del dictador porteño y así escribió su obra más importante Historia de Rozas y de su época, publicado inicialmente en tres tomos entre los años 1881 y 1887, que importó entre otros la reconstrucción de todo el período rosista, empleando el método científico documental.

La segunda edición fue publicada en 5 tomos por "Félix Lajouane Editor" en 1892 y como se dice en el Prefacio del Editor: "Agotada la primera edición de la Historia de Rozas y de su época, la constante demanda de esta importante obra nos obligaba a publicar una nueva edición, y es con el título de Historia de la Confederación Argentina, que presentamos al público el mismo libro corregido y considerablemente aumentado con los papeles del archivo de Rozas que al autor le fueron entregados". También estaba "ilustrada con los retratos de los principales personajes de ese tiempo", realizados por la firma Ch. Decaux de París.

A la obra se la conoce en la actualidad como Historia de la Confederación Argentina, habiéndose realizado innumerables ediciones de la misma -populares y de lujo- y es indispensable su lectura para quien quiera conocer y comprender la historia de nuestro país durante gran parte del siglo XIX (1820 a 1861). En 1904 Saldías la completó con la publicación de Papeles de Rozas.

El haberse apartado de los cánones vigentes de su época, le valieron la crítica de la prensa y de muchos intelectuales y en especial, de quien él consideraba como su maestro, Bartolomé Mitre, quienes no le perdonaron lo que consideraban una reivindicación de la figura de Rosas, como así también que pusiera de relieve la defensa que el dictador había hecho del territorio nacional y de la alianza que sus enemigos habían formalizado con las potencias extranjeras, del orden imperante en la Confederación, de la popularidad de su mentor y de la unidad nacional a la que se había llegado gracias a su gobierno.

En 1886 y poco tiempo antes de la finalización del mandato presidencial de Julio Argentino Roca, publico Juicio político del Presidente Roca, allí describía los desmanes, la corruptela imperante y el desquicio de las instituciones, comparando también a quienes "han labrado fortunas fuerte en seis años" al calor oficial y la creencia "que el presidente Roca se ha enriquecido durante su propia administración" y lo contraponía al "general Juan Manuel de Rosas, que era opulento por medio de su trabajo personal, diez años antes de ser llamado al gobierno, que ejerció durante 18 años por la voluntad nacional, hizo gala aristocrática del recto manejo de los dineros públicos".

A mediados de 1890 fue cofundador del diario El Argentino, órgano de la Unión Cívica que se había constituido a mediados de abril de ese año en el Frontón Buenos Aires y de la cual formaban parte liberales, autonomistas y católicos. A partir de 1892, ese diario pasó a ser el órgano oficial del radicalismo bajo la dirección de Saldías.

Tuvo activa participó en la revolución del 90 (26 de julio) y fue uno de los primeros, junto a Leandro N. Alem -jefe político de la revolución- a entrar en el Parque de Artillería, sobre la plaza Lavalle (donde actualmente se levanta el Palacio de los Tribunales). Si bien la revolución fue vencida, provocó la renuncia del presidente Miguel Juárez Celman y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Pellegrini.

Para competir en las elecciones presidenciales de 1892, la Unión Cívica había proclamado candidatos a la fórmula Bartolomé Mitre - Bernardo de Irigoyen, pero Julio Argentino Roca cabeza del Partido Autonomista Nacional (PAN) y apodado el zorro, por los hábiles manejos que hacía de la política, en un arreglo con Mitre, logró desplazar a Irigoyen. Ante la oposición de Alem a esa maniobra, la Unión Cívica se dividió a mediados de 1891, los antiacuerdistas, formaron la Unión Cívica Radical y por su parte los acuerdistas, seguidores de Mitre formaron la Unión Cívica Nacional.

Debido a cuestiones políticas y a su participación en varias revoluciones y levantamiento armados radicales, contra el fraude electoral vigente en aquellos momentos, junto a su amigo Alem y otros radicales Saldías sufrió cárcel y deportación en varias oportunidades.

Ante la trágica muerte de Alem el 1° de julio de 1896, Saldías fue el orador encargado por el Comité radical capitalino para despedir sus restos en el Panteón de los caídos en la revolución del 90, en el cementerio de la Recoleta.

Ante la muerte del líder radical, se profundizaron las diferencias entre las dos tendencias del radicalismo, una que seguía la herencia de Alem y la otra que seguía a su sobrino Hipólito Yrigoyen. Los primeros -entre los que se encontraba Saldías- se encolumnaron detrás de la figura de Bernardo de Irigoyen, quien al ser designado gobernador de Buenos Aires, lo nombró al frente del ministerio de Obras Púbicas.

Siendo Ministro Plenipotenciario en Bolivia y mientras cumplía sus funciones diplomáticas en la Paz, falleció el 17 de octubre de 1814, cuando contaba 65 años.

Llegados sus restos a Buenos Aires, el cortejo fúnebre fue escoltado hasta su última morada -el cementerio de la Recoleta-, por un regimiento del ejército y acompañado por altas autoridades nacionales, representantes del cuerpo diplomático, amigos, familiares y gran cantidad de público.

Saldías fue un intelectual e historiador honesto y valiente, en el que primó el apego de la búsqueda de la verdad histórica y se sintió comprometido con ello, y así es reconocido como el iniciador de la corriente historiográfica del revisionismo histórico en la historia argentina.

Sin error a equivocarnos podemos afirmar que en el estudio y el análisis de la historia nacional, hay un punto que marca un antes y un después y ese punto tiene nombre y apellido: Adolfo Saldías.

"He escrito lo que tengo por verdad a la luz de los documentos -dijo-, y lo que pienso que es conveniente se sepa para ejemplo y experiencia".

Otra de sus frases que expresa su pensamiento y que tiene tanta actualidad: "No se sirve a la libertad manteniendo los odios del pasado".

Cuando el poeta, escritor y ensayista Calixto Oyuela leyó Historia de la Confederación Argentina, le escribió el 27 de febrero de 1883: 

"Desde que he empezado a pensar por mí mismo en la vergonzosa historia de nuestras luchas civiles, he sentido la necesidad de despojarnos virilmente de los odios heredados que pretenden imponérsenos en nombre de una hueca y bombástica tutela. Así, y solo así, podremos juzgar los extravíos de nuestros partidos con imparcialidad y recto criterio".

"Ahora bien: sus serenos, bien pensados y contundentes artículos, me demuestran con gran regocijo mío, que hay todavía en mi país hombres que desdeñando el falso ropaje de la declamación é hinchada palabrería, saben pensar valientemente con solidez y firmeza".

Nota del autor: Los 5 tomos de "Historia de la Confederación Argentina", edición de 1892, pueden bajarse de la página web: https://archive.org/details/historiadelaconf01sald (Tomo 1 y para los siguientes es .....02sald....03sald....04sald y....05sald)