Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VII N° 27 - Junio 2013 - Pag. 14
Giuseppe Garibaldi
GARIBALDI:
¿Héroe o pirata?...
Un dilema para los argentinos de ascendencia itálica.
El
interesante y fundado artículo sobre Garibaldi, aparecido en el N° 24 de este
periódico y que firma "El Federal Apostólico", me ha movido a
escribir estas líneas.
Históricamente
coincido en un todo con el autor, tanto en el significado de los hechos que
narra como las fechas y ulterioridades detalladas en el mismo.
Es
sabido que los inmigrantes provenientes de Europa -al contrario de lo que
deseaba Sarmiento-, eran personas sin instrucción alguna, solo con ganas de
trabajar y "far l'América"... No es menos cierto que aún, el más
instruido italiano como el analfabeto, sabían quién era Garibaldi, por lo menos
en lo básico: logró la unificación de Italia, territorio hasta entonces gobernado
en un setenta por ciento por el Papa y el resto por coronas extranjeras, incluida
la española.
Llegados
a América, en nuestro caso la Argentina, venían con ese sentimiento
nacionalista itálico.
Cuando
las autoridades del país, de principios del siglo XX deciden homenajear al
héroe máximo italiano, no es necesario hurgar en añosos papeles de noticias
(diarios) para ver el fervor con que los "tanos" ricos -una minoría-
y los otros, la mayoría "laburantes" que apenas chapurreaban español,
recibieron la noticia. Desde un Antonio Devoto hasta un idealizado
"Giuseppe el zapatero"...
La
revista Caras y Caretas con
excelentes fotos inmortalizó el homenaje a Garibaldi.
Monumento a Giuseppe Garibaldi |
AQUI
VIENE EL POR QUÉ del homenaje (a mi humilde forma de pensar). Garibaldi era
masón, al igual que Mazzini el de la Joven Italia y otros no tan conocidos por
estos lares. Las autoridades gubernativas de nuestro país, también lo
eran.
Desde
el "presidente" Rivadavia y siguiendo la lista: Urquiza (Grado 33,
ver Museo Saavedra), Derqui, Mitre, Sarmiento, Avellaneda y siguen los nombres (incluido
el vicepresidente de Perón, el Contralmirante Tessaire), "La Logia"
estuvo presente en nuestra historia.
En
esos homenajes se quedaba bien con todo el mundo: con los intelectuales
argentinos e italianos, integrantes del Poder (stablishment) y el vulgo
"laburante" que veía con alegría que a "su" máximo héroe se
lo homenajeaba como en la "lontana terra".
Masón
el héroe, masón el presidente, masones la mayoría de los integrantes del
verdadero poder... "Entre bueyes no hay cornada". Todo quedaba en
casa. ESE ES EL FUNDAMENTO, A MI ENTENDER, DEL HOMENAJE A GARIBALDI CON SU
ESTATUA Y ACTOS CONSIGUIENTES. Era "uno de los nuestros" y
"nosotros somos el país"... o no?... (Por lo menos eso pensaban
aquellos argentinos de la generación del 80 o antes, cuyos nombres figuran en
la nomenclatura urbana). Sobre el alto porcentaje de masones honrados en la vía
pública, la gente común no tiene ni idea de cuántos son, ni quiénes eran en
realidad.
Muy
bueno el artículo del "Federal Apostólico", me adhiero, repito. Pero
insisto: había un motivo en el homenaje mucho más allá de la historia
argentina, cuyos hechos estaban frescos en la memoria colectiva en esos días.