sábado, 1 de junio de 2013

Francisco

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VII N° 27 - Junio 2013 - Pag. 16  

Francisco

Papa Bergoglio

            El 11 de febrero del corriente año, el mundo entero se vio conmocionado con la valiente y dramática renuncia del papa Benedicto XVI a la silla de Pedro, pero poco más de un mes después, la conmoción fue mayor y más aún, nos vimos sorprendidos y gratamente conmovidos los argentinos el día 13 de marzo cuando pasadas las cuatro de la tarde nos enteramos que se había elegido un nuevo papa y encendimos nuestros televisores para ver quien había sido elegido y minutos después vimos que el arzobispo de Buenos Aires, el jesuita Jorge Mario Bergoglio, aparecía en el balcón central de la Basílica de San Pedro, como el nuevo papa, pese a los pronósticos que daban como papables a otros prelados.

Una alegría inmensa embargó a todos los argentinos con una elección que no esperábamos, y que ni siquiera la gran mayoría, imaginábamos. A todos nos tomó de sorpresa, nos sentimos muy emocionados y con el corazón lleno de alegría.

Cuando a raíz del cónclave anterior que había designado a Benedicto XVI, figuró como papable el nombre de Bergoglio y se habló de un posible papa argentino, a muchos nos pareció una exageración. Pero no... los hechos posteriores demostraron que todo aquello no  había sido una exageración y que los rumores de entonces habían sido acertados.

Lamentablemente a la alegría que experimentó todo el pueblo argentino, surgieron aquí algunas voces y actitudes disonantes de políticos, periodistas y funcionarios, con imputaciones hacia el nuevo pontífice por parte de algunos de ellos y la indiferencia de otros. Pero como estas personas se dieron cuenta que quedaban aisladas del resto de la sociedad y alejadas de la realidad, pocos días después, como un saltimbanqui del Circo de Moscú, dieron un salto de 180 grados para no quedar descolocados frente a una realidad que los excedió.

Pero también debemos decirlo, que la alegría fue no solo de los argentinos, sino que pasó a ser mundial, desde el primer momento en que Francisco saludó en su aparición pública desde aquel balcón a los fieles que estaban reunidos en la plaza de San Pedro en el Vaticano y que esperaban ansiosos la designación del nuevo papa.

Francisco es el primer papa no europeo de toda la historia y el primer jesuita en serlo y para orgullo de todos nosotros es ARGENTINO!

En estos momentos Francisco es una de las personas más importantes a nivel mundial y día a día, con su sencillez y bonhomía, puesta de manifiesto en cada uno de sus actos, se gana el corazón, no solo de los católicos y cristianos, sino también de toda la gente de buena voluntad.

Oremos para que Dios lo bendiga en esta misión al frente de la Iglesia, como nos lo pidió, y no dudamos que su pontificado va a ser una de los más importantes de estos últimos tiempos.

A los argentinos, nos toca, más que a nadie, acompañarlo con nuestras oraciones y nuestros actos.

Con esta designación, también nuestra Argentina ha pasado a estar en boca de todos y es un hecho trascendental para nuestra patria, que quedará registrado en las páginas de la historia universal.