Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VI N° 21 - Diciembre 2011 - Pags. 8 y 13
Otra vuelta a la polémica
Por Norberto Jorge Chiviló
“ |
La contestación que el Dr. López Mato (en adelante LM) tituló “Otra
vuelta de Obligado”, en realidad no se condice con una respuesta a mi artículo
“Omar López Mato y
Una pregunta clave
En mi
contestación, había hecho a LM una pregunta clave, cual era: “de haber vivido Ud. en
aquellos momentos (del Combate de
Lo que primero traté de encontrar en
la contestación de LM fue justamente que respuesta daba a esa pregunta, pero
lamentablemente no la encontré. Su silencio, debo confesarlo, me sorprendió. Hubiera
sido lindo, y era lo que yo hubiera esperado, que el Doctor respondiera que le hubiera gustado estar con
los defensores argentinos. Pero bueno… cada uno es libre de pensar y actuar como
quiera.
La libre
navegación de los ríos
LM me endilga que en mi texto omití
varios hechos que echan otra luz sobre el tema de la libre navegabilidad de los
ríos y cita el caso de “Artigas en
Debo manifestar que ante la respuesta
de LM traté de encontrar material sobre la libertad de navegación promovido por
Artigas (no solo en libros de historia sino en Internet) y solo pude encontrar
la referencia que Estanislao S. Zeballos hizo en su intervención en el Congreso
Nacional en 1815, al decir: “… no hay sino aquel raro y curiosísimo tratado
celebrado por Artigas en 1817, con el teniente de navío británico, que no tenía
plenipotencia, míster Edward Franklin… Es un documento en el cual Artigas y el
comandante inglés reconocen la jurisdicción absoluta del Río de
Debe decirse asimismo que como lo
señalé en el artículo sobre Artigas publicado en el número anterior de este
periódico, el caudillo oriental entre las instrucciones dadas a los diputados
orientales para concurrir a
Respecto a la referencia que LM hace de
“la libre navegación… sancionada por el gobierno de Dorrego en Agosto de
Cabe señalar que en los tratados
interprovinciales suscriptos antes de la llegada de Rosas al poder o mientras
este lo ejerció como Gobernador de Buenos Aires y como representante de
Al oponerse Rosas a la libre
navegación de nuestros ríos interiores por parte de potencias extranjeras,
estaba nada mas ni nada menos que cumpliendo con la ley de nuestro país, pero
además esa postura era la que establecía el derecho internacional de aquél
momento. No fue un capricho, como algunos pretender ver (“Caprichos” para
oponerse a la libre navegación, “caprichos” para oponerse a las grandes
potencias…??,) ya que “Capricho” es de acuerdo al Diccionario de
Para tener por acreditada la justicia
en la política seguida por
En la alocución de
Zeballos en el Congreso a la que me referí, dijo que el Ministro ingles Lord
Palmerston había afirmado con respecto a la referida cuestión de la libre
navegación: “Con respecto al derecho de navegación estamos dispuestos a convenir en que los
principios del derecho de gentes que mantenemos en Europa establece que los
países por donde pasan los ríos –si fueran realmente ríos y
no brazos de mar– tienen el derecho de gobernar su navegación” y sigue diciendo
Zeballos: “Empezaba, pues, a triunfar Rosas en el Parlamento inglés; y el
diputado (inglés, en el parlamento británico) Urquhar terminó su discurso con
estas palabras: ‘Conforme al derecho público, no debe entrar en las miras del
gobierno de Inglaterra y de Francia abrir comunicación con la provincia
argentina del Paraguay, porque es justo que se respeten los derechos de
Pregunto: ¿Qué más se
podría decir y argumentar sobre el tema, cuando los mismos enemigos reconocían
la justicia de la posición argentina, sustentada por Rosas?.
Incluso en los Tratados
firmados por
Contrariamente a lo que
hacían otras potencias, con la derrota argentina en Caseros y la sanción de
Chaleco federal |
Conflicto con las potencias extranjeras
En cuanto al tema
propuesto por LM acerca del conflicto de
Rosas,
sus intereses particulares y su honestidad
Cuestiona LM la afirmación
de que Rosas nunca antepuso sus intereses particulares a los de su patria. Lo
vuelvo a afirmar y el lector sacará sus propias conclusiones. Comercialmente y
personalmente le hubiera “convenido” mas a Rosas el haber transado con las
potencias europeas que oponerse a ellas. Incluso cuando debió exiliarse, en vez
de llevarse baúles llenos de riquezas –que legítimamente había adquirido–
prefirió salvar su honor y llevarse baúles llenos de papeles y documentos
públicos –sin ningún valor económico–, por lo cual los argentinos debemos
estarle agradecidos pues así pudimos conocer la verdadera historia de la
primera mitad del siglo XIX. Hasta en ese momento, en que debió partir al
exilio, dejó de lado sus intereses patrimoniales personales. Afirmar como lo
hace LM de que el “Palacio de
Palermo…fue arreglado, aumentado y mantenido con dineros públicos y propiedades
incautadas a disidentes durante su mandato”, no se ajusta a la verdad histórica.
Voy a transcribir la opinión de varios opositores al dictador, que hablan de su
honestidad en el manejo de los dineros públicos:
José María Ramos Mejía,
descendiente de enemigos acérrimos de Rosas, dirá en su libro Rosas y su
tiempo: “No me hubiera animado, en otro tiempo, a llamar las cosas por sus
nombres, es decir en alta voz que en el manejo de los dineros públicos y a la
luz de la documentación, Rosas no fue un ladrón vulgar como afirman sus
enemigos. Pesaba sobre mí el concepto popular, hecho carne en la mente de dos
generaciones por la pluma fulgurante de Rivera Indarte y por el procedimiento
administrativo sin control efectivo con que operaba
Otro antirrosista, Antonio
Díaz en su obra Historia
política y militar de las Repúblicas del Plata, (tomo X), dirá:
“El juicio del general Rosas (dispuesto por las autoridades de Buenos
Aires, después de Caseros) fue largo y ardientemente debatido, no en pro y en
contra, pues no encontró sostenedores que atacasen a la ley inmoral de la
confiscación (se refiere a la ley que dispuso la confiscación a los bienes de
Rosas por parte de las autoridades de Buenos Aires), como los había encontrado
en la época de su Dictadura para combatirla. No se trató allí de establecer la
procedencia de los bienes del general Rosas. Los tenía heredados de sus padres,
aumentados y mejorados con su trabajo personal, legítimamente adquiridos
también por su esposa
Agustín de Vedia, pariente de Mitre,
ha dicho estas elocuentes palabras: “El mecanismo de la contabilidad, la
publicidad y la regularidad con que Rosas procedió en el manejo de los caudales
públicos, llama realmente la atención”.
El antirrosista Carlos Lemée, editor
de “Instrucciones para la administración
de estancias” redactadas por Rosas, dirá: “Rozas entendía noblemente los
deberes de vecindad… Rozas era un estanciero muy delicado y respetuoso de lo
ajeno”.
Cabe
recordar una vez mas la opinión de José A. Terry (ver ER Nº 18, p.7), cuando
afirmó: “El comercio y el extranjero tenían confianza en la honradez administrativa
del gobernador”.
Esa
honestidad de Rosas en el manejo de los dineros públicos y el no haberse
llevado riquezas al exiliarse y sí cargar con papeles sin valor económico,
privilegiando su honor a un pasar económico holgado, a mí me conmueve.
Foto de 1891 de |
Con respecto a
De la lectura de mi contestación anterior “Omar López Mato y la Vuelta de Obligado” surge que en ningún momento afirmé, como lo dice LM “que Rosas coparticipaba con las otras provincias” de los ingresos de la Aduana de Buenos Aires. Las Aduanas eran propias de cada provincia y así como existía la de Buenos Aires, existían las de Entre Ríos, Corrientes, etc. donde cada provincia tenía su propia ley que gravaba en forma distinta la introducción de mercaderías extranjeras y esos derechos ingresaban a las arcas fiscales de cada una de ellas a las cuales la Aduana le pertenecía. Sí se puede afirmar que con los ingresos de la Aduana de Buenos Aires, Rosas sostenía los ejércitos nacionales para la defensa en las guerras internacionales, como así también, sostenía y tenía provista a toda la administración y diplomacia de la Confederación, como manifesté en aquella contestación. Por lo tanto no incurrí en ninguna “inexactitud a designio”. Yo, que defiendo la figura histórica de Rosas –como muchos otros– no digo “inexactitudes a designio”, como sí lo dicen sus contrarios –y lo han reconocido–, porque ello significaría ponerme en la misma vereda, con lo cual sería contrario a mis propios ideales y sería defraudarme y engañarme a mí mismo. No digo que no pueda equivocarme, pero lo que expreso lo hago con la convicción de que es la verdad histórica. La defensa que hago de la figura de Rosas, lo hago por íntima convicción de que defiendo la justicia y la verdad histórica. No tengo parentesco con ninguno de los familiares del restaurador y cuando fue su gobierno en este país, mis antepasados se encontraban en Europa, por lo que no defiendo intereses de familia, ni intereses espúreos. Con toda humildad, trato de hacer lo que dice el Salmo 44: “Levántate y lucha por la verdad, la piedad y la justicia”.
Rosas y la defensa de las provincias
Se pregunta LM: ¿Qué hizo Rosas para
defender a las demás provincias?. A partir de la firma del Pacto Federal de
1831, las provincias se reunieron en un sistema federal conformándose
Con respecto a
Hacer
estas afirmaciones, que no son veraces, de “Huyeron al primer disparo”, creo
que es una falta de respeto para los que dieron su vida y su sangre en defensa
del territorio patrio y a su vez contradice lo que él mismo había afirmado en
su anterior trabajo cuando dijo: “heroica resistencia ofrecida por los
porteños” y mas adelante: “Vale aclarar que exalto el valor de los combatientes”.
¿En qué quedamos Dr. LM, o “huyeron al primer disparo” o “hubo una heroica
resistencia de los combatientes”?. Decir primero una cosa y después lo
contrario no es serio y da lugar en que se piense que se dicen “inexactitudes a
designio”.
En
la pág. 3 del Nº 4 de este periódico, en el artículo “La actuación de Thorne en
Obligado”, se transcribe el documento entregado por Alte. Sulivan en el Consulado
argentino en Londres, ofreciendo la restitución de una bandera tomada en
Obligado –y cuya lectura recomiento nuevamente– en la cual entre otras cosas,
dice: "Por prisioneros heridos de su regimiento, supimos después
que era el coronel Rodríguez (en realidad era Thorne), del Regimiento de
Patricios de Buenos Aires. Cuando todos los artilleros fueron muertos ó heridos
hizo maniobrar los cañones con soldados de su regimiento de infantería hasta
que el combate estuvo casi terminado, perdiendo 500 muertos y heridos, de 800
que lo componían. Cuando los marineros y soldados ingleses desembarcaron a la
tarde y tomaron esa batería, él con los restos de su regimiento solamente, y
sin otro concurso de las fuerzas defensoras, mantuvo, su posición en
retaguardia á pesar del fuerte fuego cruzado de todos los buques por entre los
bosques que se hallaban detrás de la batería y fue el último en retirarse. La
bandera de la batería que había defendido tan noblemente fue arriada por uno de
los hombres, de mi mando y me fue dada por el oficial inglés de mayor rango,
capitán Hotham. Al ser arriada la bandera cayó sobre algunos de los cuerpos de
los caídos y fue manchada con su sangre”.
El contraalmirante Inglefield en el
parte al Almirantazgo británico dirá: “Siento vivamente que este bizarro hecho
de armas haya sido acompañado con tanta pérdida de vidas, pero considerando la
fuerte posición del enemigo, y la obstinación con que fue defendida, tenemos
motivos para agradecer a
Juzgue Ud, lector, si la opinión de
LM tiene mas peso que la de estos jefes enemigos que estuvieron en el combate y
la de aquella revista francesa de esa época que informaba a su lectores sobre
lo acontecido.
Estos
relatos son más que suficientes y también elocuentes del comportamiento
valeroso y heroico de los combatientes argentinos, que da por tierra lo
afirmado por LM, sin asidero histórico alguno y con el solo propósito de
desmerecer todo lo que se hizo en la época de Rosas.
También LM vuelve
con lo de la afirmación de las “tres cadenas mal puestas” y de que “Rosas
especuló con la derrota”. Esto ya lo contesté en mi primera respuesta, no
volveré a repetir conceptos vertidos y los lectores tienen la palabra.
Iglesia de Santo Domingo, procesión en 1830. Carlos Enrique Pellegrini |
La intransigencia de Rosas
También ahora habla de la intransigencia exagerada
que presentó Rosas en todo momento ante las propuestas para llegar a un arreglo
aún antes de 1839.
Con todo lo que
tenía que ver con la soberanía nacional, en efecto, Rosas fue obstinado e
intransigente…, a lo mejor “exagerado”. Sí es cierto, no lo vamos a negar, sino
que por el contrario lo exaltamos. Ahí esta su virtud que bien lo pinta de
patriota y acérrimo defensor de los intereses nacionales. Su intransigencia en
estas cuestiones no es una carga ni lo desmerece, sino todo lo contrario, lo
honra como argentino y patriota.
Así también lo consideraba el Gral. San Martín, cuando en
carta a Rosas el 2 de noviembre de 1848, le dijo “…Así es que he tenido una
verdadera satisfacción al saber el levantamiento del injusto bloqueo con que
nos hostilizaban las dos primeras naciones de Europa; esta satisfacción es
tanto más completa cuanto el honor del país no ha tenido nada que sufrir, y por el contrario presenta a todos los
nuevos estados Americanos un modelo que seguir y más cuando éste está apoyado
en
Tratado del Cuadrilátero
Vuelvo a reiterar
lo que manifesté en mi anterior contestación sobre la supuesta existencia de la
cláusula que menciona LM. Ninguna de las cláusulas reservadas de dicho Tratado
se refiere al tema mencionado por LM.