jueves, 1 de diciembre de 2011

Combate de Vuelta de Obligado - Oscar Denovi

   Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VI N° 21 - Diciembre 2011 - Pags. 1 a 3 

Disposiciones parabélicas para la Batalla de la Vuelta de Obligado

                                                                                                            Por Oscar J. C. Denovi

 

Combate de Vuelta de Obligado
Lucio Norberto Mansilla (A)

La designación, el año pasado, del Día de la Soberanía como feriado nacional, que pone con justicia a ese acto heroico de las fuerzas argentinas en el máximo reconocimiento de rendición de honores nacionales, obliga a conocer más detalladamente distintos aspectos de los preparativos que dieron lugar a ese hecho de armas. Para ello habremos de recurrir al auxilio del libro del Teniente Coronel Evaristo Ramírez Juárez, “Conflictos Diplomáticos y Militares en el Río de la Plata (segunda parte), editado en 1938 con prólogo del Dr. Carlos Ibarguren, presidente en ese entonces de la Academia Argentina de Letras.

Desde luego que ambos mencionados fueron espadas importantes del Revisionismo, perteneciendo al Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas que se fundó en ese mismo año el 6 de agosto, en el Restaurante Zum Edelweis de la calle Libertad al 400.

Producida la captura de la flota argentina en el puerto de Montevideo, el 5 de agosto, y la acción llevada por la flotilla al mando del aventurero italiano José Garibaldi sobre las costas de Entre Ríos del río Uruguay, Rosas dirige una nota el 13 de agosto de 1845 al Comandante en Jefe del Departamento del Norte, General Lucio N. Mansilla, en la que le informa que el Coronel Francisco Crespo, comandante de la Guarnición de la isla Martín García se le incorporará con los buques de guerra y demás elementos que están bajo sus órdenes, y haciéndole ver la necesidad de construir “cuanto antes” una batería en un punto favorable del Paraná, para actuar simultáneamente con dichos buques para que la escuadra enemiga “no pueda pasar mas adelante”. En la misma nota se ordenaba que en el canal próximo al lugar elegido para levantar la batería, se hundieran barcos cargados de piedras para impedir el paso de los navíos enemigos. Conforme a esto, se ordenaba al Coronel Crespo, que antes de abandonar Martín García, se aprovisionara con siete u ocho lanchones cargados de piedras destinadas al bloqueo pensado por Rosas.

También disponía que el Coronel Francisco Erescano se incorporara al General Mansilla con cuatro oficiales y cien marineros pertenecientes a la escuadra argentina capturada, que serían empleados para completar la tripulación de los buques bajo mando de Crespo, y los que excediesen de dicha misión, para integrar los servidores de la artillería que se usase en la batería a establecerse.

De tal modo Rosas concebía el plan general de contención del enemigo, y dejaba librado la elección del lugar y modos de impedir dicho avance a su General de la recientemente creada División Norte, (a principios de Junio). Solo indicaba una cosa también general, debía ser en la provincia de Buenos Aires o en Santa Fe, donde se levantara la batería. Rosas concebía el bloqueo a la flota en términos correctos estratégicos: La elevación de las costas en Buenos Aires y Santa Fe del río Paraná disminuyen hacia el norte, y esto desfavorecía la defensa al quitar a nuestros cañones uno de los factores de protección y mayor alcance, además en Buenos Aires y Santa Fé se estaba mas cerca de los centros de aprovisionamiento.

Lucio Norberto Mansilla
Manuel Larravide. Combate de Obligado, óleo sobre tela. Museo Histórico Nacional.

 

La elección del lugar

Desde Tonelero, donde se encontraba asentado el Comando de la División Norte, creada por Rosas por los incidentes que se precipitaban, y que son motivo de este artículo y del libro citado que nos sirve de base documental, Mansilla contesta el 16 de agosto, poniendo en conocimiento al gobernador Rosas que ha dispuesto la concentración en “Vuelta de Obligado” de las “tropas, material y buques que comanda el Coronel Francisco Crespo y de la escuadrilla de río que respondía a las órdenes del Teniente Coronel Juan Bautista Thorne”. En dicha nota hace notar que la elección del lugar es “por la vuelta que hace el río, en una punta saliente y difícil de montarse con el viento que se viene navegando, por el cambio que hace de rumbo, al canal principal”.

Estimaba también Mansilla en esta comunicación que “a 300 metros de las fortificaciones de la batería, se dispondrían en línea los barcos de la escuadrilla de Thorne, encadenados entre sí, y atrás de estos, una segunda línea con los barcos traídos de Martín García cargados con piedras, y por los barcos requisados en el lugar. Esta segunda línea de buques serían barrenados y cargados con piedras, pero con tapones, de tal modo que según el giro de los acontecimientos, los tapones se sacaran para hundirlos e impedir la navegación de la escuadra. La batería será sostenida por 250 cívicos que llevaré de San Nicolás y que reforzaré con cincuenta o cien de San Pedro, porque la división en el campo de Tonelero, no esta en condiciones de defender con acierto”.

A esa fecha de agosto, poco más de cuatro meses antes de la batalla, los elementos que disponía el General que conducirá la defensa, eran notoriamente insuficientes.

 

Características generales geográficas, de vegetación y de clima de la Vuelta de Obligado

El lector debe conocer el lugar donde se desarrolló la Batalla, siempre es bueno pisar el suelo donde se desarrollaron acontecimientos importantes, y porque se encontrará con un paisaje maravilloso, sitio apropiado para pasar un día de camping en familia o con grupos de amigos. El monumento viejo que recuerda este hecho militar data de los años cuarenta (ver fotografía en ER Nº 8 pág. 13). En años posteriores fue sufriendo modificaciones y en 1955 fue destruido parcialmente por sectores del antirrosismo y de la Marina de Guerra y cómplices civiles. Con posterioridad se reconstruyó lo que se pudo, y en 2010 se construyó un monumento que recuerda las cadenas con las que se cerró el río, parte de aquella emblemática estructura de acero, se exhibe en el viejo monumento sobre un muro al efecto, donde también se han colocado placas recordatorias, ciento cincuenta metros hacia la derecha del viejo monumento, se ha emplazado el nuevo de reciente inauguración

En cuanto se llega a donde se encuentra el monumento viejo, se podrá observar desde una altura de unos 20 metros, el magnífico escenario del río, la isla que enmarca la vía navegable, cubierta enteramente por árboles que ofrece la imagen de una pared verde al otro lado, los acantilados hacia el norte y hacia el sur, y una zona a nivel del río de unos 200 metros. Todo esto con abundante profusión de talas, árbol de mediana altura y colores fuertes de su tronco y follaje. El conjunto es de singular belleza, sumamente luminoso en otoño, primavera y verano, y algo menos en invierno. Suele ser muy caluroso en verano y en el fin de la primavera y principios del otoño, las temperaturas son suaves a medias en primavera y otoño, y muy frías en el invierno.

 

Lucio Norberto Mansilla
Combate de Vuelta de Obligado - Hugo Leban. Óleo sobre tela. Museo Naval de Tigre (B)

Avances y retrocesos en la erección de las fortificaciones para proteger la batería

La flota enemiga, comienza a tomar movilidad hacia el interior del país en búsqueda de relevamientos para tener un seguro tránsito de sus naves, para asegurar puntos terrestres de apoyo, para hostilizar las fuerzas argentinas y sus aliados uruguayos que apoyaban a Oribe. Los relevamientos se llevan a cabo en los alrededores de la isla Martín García y en el curso inferior del Paraná Guazú por parte de la flota a partir del día 7 de agosto y hasta el 11 del mismo mes. Otro tanto se hace en la desembocadura del Uruguay y en diversos sectores del Río de la Plata interior.

También estableció el boqueo del litoral Oriental (sobre el Río de la Plata y el río Uruguay) confiándole dicha misión a la Corbeta “Camus” y otros buques menores y el apoyo al Coronel Garibaldi, haciendo que los barcos franceses e ingleses formaran línea con los del aventurero italiano, y bombardearan hasta reducir a ruinas gran parte de la Colonia del Sacramento el 31 de agosto. El 5 de septiembre, después de haber incursionado libremente por el interior de la isla, días antes, Garibaldi la toma, aprovechando la circunstancia que cuando se desguarneció esta plaza, solo quedó en ella un destacamento de 12 soldados, al mando del Mayor Pedro Rodríguez, con orden de protestar cualquier intento sobre la isla. Dichos soldados y su oficial al mando fueron remitidos a Buenos Aires el 16 de ese mes por el buque de guerra inglés “Dolphin”.

Mientras estos acontecimientos se desarrollaban e indicaban que el enemigo apuraba las acciones y se acercaba la confrontación prevista por Rosas, Mansilla había comenzado los trabajos de fortificación en la Vuelta de Obligado. Estos habían avanzado todo lo que el tiempo había permitido y la capacidad de los hombres había dado para el progreso de los trabajos. Había un punto de discrepancia, Thorne consideraba que era más apropiado el paraje “Las Hermanas” para tender las cadenas sobre barcos para interrumpir el tránsito de la flota anglofrancesa. La razón estribaba en la fuerte corriente en el canal que había en Obligado. Sea que esta opinión gravitó decisivamente en el ánimo de Mansilla, o que algo ocurrió, lo cierto es que el 19 de agosto Mansilla le hace saber a Rosas que había resuelto cambiar el lugar del emplazamiento de las baterías por el de “Las Hermanas” situado unas seis leguas aguas arriba de Obligado, a la altura donde hoy se sitúa la ciudad de Ramallo.

Dispone el traslado a ese lugar de una parte de las fuerzas, quedando el resto en Tonelero para continuar su instrucción, nombra como Jefe de la guarnición al Coronel Francisco Crespo, manda construir cuarteles para cobijar el personal de las inclemencias del último mes del invierno (se carecía de ropa que aun no había sido provista para los cuatrocientos efectivos reclutados, entre marineros de la escuadra capturada, personal de Martín García, milicianos de San Nicolás y milicianos de San Pedro). De ese número separa ciento veinte hombres para instruirlos como artilleros, cuya preparación resultaba esencial para cumplir las instrucciones generales de Rosas, de lo que pendía el éxito de lograr que la flota enemiga no pasara aguas arriba.

Ilustra el estado de cosas a los primeros días de septiembre un informe que se eleva a Rosas en el que se dice: “…la infantería solo dispone de seis tiros por plaza, por lo que se requiere el envío urgente de 16.000 cartuchos para las guarniciones de Tonelero y batería y de 2 a 3.000 tiros para ejercicio al blanco, cosa que no había realizado la tropa hasta ese momento”. La caballería también carecía de armamento y hasta de caballos, demorando su organización.

En el supuesto que las fuerzas a las ordenes de Mansilla recibiesen un ataque inmediato, a más de la carencia de municiones, se disponía de los barcos de la flotilla, “Vigilante”, “Republicano”, ”Chacabuco”, “Carmen”, “Arroyo Grande”, “Aprecio” y “Federal” y 8 cañones con 50 artilleros y 250 infantes del batallón Patricios de San Nicolás y 100 milicianos de San Pedro.

Los trabajos en “Las Hermanas” continuaban en esos días de setiembre, hasta que un viento pampero hará cambiar a Mansilla su preferencia. Al producirse el suceso, se pudo comprobar que en la desembocadura del arroyo “Las Hermanas” en el río Paraná, el ímpetu del viento barría la superficie empujando las embarcaciones hacia la costa mas lejana de la tierra firme, en el preciso lugar central donde Mansilla pensaba colocar los barcos en línea encadenados. Esto tornaba inútil el obstáculo pensado para hacer detener la flota.

El 14 de setiembre Mansilla informa a Rosas de su decisión de mudar de lugar el emplazamiento de la batería y de tendido de la línea de barcos encadenados dispuestos de costa a costa, y la vuelta a montar el dispositivo en Obligado.

 

Se afianza la fortificación de las defensas en Obligado

Combate de Vuelta de Obligado
Mansilla en su ancianidad

Se procede aceleradamente a la mudanza de hombres, pertrechos y materiales, y el 18 de septiembre el traslado ha sido completado. Con todo concentrado en Obligado, los trabajos para defender las baterías se aceleran, al punto que el 23 de ese mes, Mansilla le informa a Rosas que ha establecido la línea de barcos que obstaculizarán el paso de los barcos enemigos, y ha logrado reunir los cañones para ubicar una batería compuesta de 6 cañones de importante “calibre” (1), y otra compuesta por 5 cañones de menor dimensión, rasante, para disparar a nivel del río. La primera fue puesta en altura, aproximadamente a 18 metros sobre el nivel del Paraná.

Al mismo tiempo se fortificaba el paso de la Ramada en el Paraná Pavón. Se lo hizo con 7 buques encadenados entre sí, con una cadena a popa y otra a proa, algunos lanchones menores echados a pique, sostenido por un destacamento de tropas a las órdenes del Teniente Coronel Jorge y la goleta “Chacabuco“, la balandra “Carmen“, los pailebotes “Arroyo Grande” y “Apremio” y la lancha artillada “Buena Vista“. Estas fortificaciones distaban diez leguas de Obligado, y establecían enlace con dicho punto principal cuatro postas colocadas en las bocas de los riachos. Asimismo, tropas entrerrianas guarecían la boca del Gualeguay con el Paraná.

A partir del 23 de septiembre, en forma sucesiva, se va incrementando el número de soldados de la defensa. El último refuerzo será el de batallón N° 1 de Patricios de Buenos Aires, al mando del Coronel Ramón Rodríguez, con 372 hombres, que se suma el 14 de noviembre y que será el único contingente ajeno a la División Norte, cuya constitución debía serlo por la incorporación de milicianos de San Antonio de Areco, San Nicolás, San Pedro y Baradero. Con esta incorporación se totaliza 2107 (2) plazas entre oficiales, suboficiales y soldados, distribuidos en artilleros, infantes y caballería, estos dos últimos cuerpos con la misión de proteger las baterías y su personal.

 

(1) Los cañones de la época, tanto los argentinos que databan de la guerra de la Independencia, como los mas modernos ingleses y franceses, se median por el peso del proyectil que disparaban, establecido en libras. Un cañón “de a 24”, disparaba proyectiles de hasta ese peso o menores, y uno francés “de a 80”, del vapor “Fulton”, disparaba proyectiles con el peso de 80 libras. El “calibre” que mide en milímetros el diámetro del proyectil, es un desarrollo posterior.

(2) En un informe del 23 de diciembre elevado por Mansilla a Rosas, el total de efectivos en Obligado se eleva a 2143.


(A) Lucio Norberto Mansilla. Nació el 2 de abril de 1789, Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata – Falleció el 10 de abril de 1871, Buenos Aires, República Argentina.

(B) Óleo sobre tela de Hugo Leban. Museo Naval de Tigre. En la escena se aprecia al oficial inglés Hope, cuando con un hacha se encuentra rompiendo la cadena en uno de los lanchones argentinos que obstruían la navegación de la escuadra invasora.