Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VI N° 21 - Diciembre 2011 - Pags. 6 y 7
Otra Vuelta de Obligado
Por
Omar López Mato
El chiripá colorado. Juan Manuel Blanes |
El
Dr. Chiviló, habla de mis “inexactitudes a designio”, mientras que omite en su
texto varios hechos que echan otra luz sobre el tema de la libre navegabilidad
de los ríos. Por ejemplo, no dice que la libertad de navegación había sido
promovida por Artigas en 1816 (confirmada en un pacto con el Comodoro Bowels) y
sancionada por el gobierno de Dorrego en Agosto de 1828. Este es un detalle no
menor, más cuando Paraguay fue reconocido por los gobiernos europeos como país
independiente en 1842. Más adelante volveremos sobre este tema, pero su omisión
bien puede tildarse de “inexactitudes a designio” para justificar los actos de
Rosas.
El
Dr. Chiviló junto a otros autores afirma que Rosas nunca antepuso sus intereses
particulares a los de su patria. Al parecer desconoce las cuantiosas exacciones
y embargos que aumentaron los ingresos de Rosas, especialmente después de 1840,
texto que adjunto, y que bien podría publicar en su periódico, justamente para
evitar más “inexactitudes a designio” por parte de los defensores del tirano.
Vale
decir que Rosas accedió al gobierno siendo dueño de unas 100.000 Has., propias
y en sociedad, y terminó su mandato siendo dueño de
Volviendo
al conflicto con las potencias europeas, si bien Rosas podría haber arreglado
el asunto permitiendo la libre navegación como imperó en nuestro país desde
1853 (sin que nuestra soberanía se hubiese visto resentida por esta libertad), él
se emperró en coartar la libertad de comercio en un río que fluía a través de
países distintos y provincias confederadas, que discrepaban con el manejo
administrativo de Rosas. Este prefirió encerrarse en un mundo opresivo que solo
beneficiaba a
Además,
si había tasas impuestas que nivelaban la capacidad competitiva de los
distintos países, ¿Por qué frenar el comercio entonces? La venta de esos
productos iba a dar más ingresos a
¿Qué
hizo Rosas para defender a las demás provincias? Nada hizo para defender
nuestros intereses en Bolivia. Es verdad que en el ‘39 Buenos Aires estaba
bloqueado por los franceses, pero un año más tarde Rosas tenía a 10.000 hombres
persiguiendo a Lavalle por el Norte del país ¿Ni entonces pudo reclamar por el
territorio usurpado?
¿Nada
hizo, ni un amague, para reafirmar nuestra soberanía sobre las Malvinas o en
los canales fueguinos? Y ya que hablamos de las Malvinas, ¿por qué no tocamos
el tema de la oferta de Rosas de cambiar las islas por la deuda del Baring
Brother, o la propuesta realizada en 1848, de ceder a la misma Casa Baring la
explotación exclusiva de todo el litoral atlántico? ¡¡¡Ofreció territorio
nacional por plata que la nación no había recibido!!!
Usted
afirma, querido doctor, que Rosas no especuló con la derrota en Vuelta de
Obligado, y dígame entonces, porqué enfrentó al enemigo con solo dos mil
soldados, juntados a las apuradas, negros, la mayoría, que huyeron al primer
disparo. Más de cien reclutas fueron fusilados por desertar. ¿Sólo 2.000
hombres y veinte viejos cañones, más tres cadenas mal puestas es lo mejor que
pudo hacer? Doctor, tamaña inferioridad se presta a suspicacias. Pocos años
después juntó 25.000 hombres y sesenta cañones para defenderse en Caseros.
Me
permito citar algunos párrafos de Enrique Gandia, en su prólogo a las memorias
de Tomás Iriarte, que sostiene la hipótesis del auto bloqueo. “El ánimo de Rosas no llega a ningún
resultado definitivo para mantener perpetuamente el estado bélico o semi bélico
con las naciones extranjeras, como si este estado paranormal de crisis
internacionalista le conviniese...
Alfonso de Sabio dice muy bien en “Las
siete partidas”, que los tiranos buscan guerras y cuestiones de todo orden para
mantenerse en el poder... El mantenimiento del bloqueo era pues un método
excelente para justificar sus medidas de fuerza y su permanencia continua en el
gobierno... Rosas explota la candidez del patriotismo argentino”.
Remito
las fotocopias del libro (El texto es de 1947) para respaldar estas opiniones.
Sería
también muy bueno que publique el texto para darle más amplitud de miras a su
periódico, lamentablemente reducido a ver la amplia óptica de la historia a
través de una sola lente. También vale la pena buscar y publicar el estudio de
John F. Cady, de 1929 (Pensilvania) sobre las intervenciones en el Río de
Pero
yendo más al tema que nos compete, habiendo Francia e Inglaterra reconocido la
independencia del Paraguay era natural que existiese una vía libre de
navegabilidad y comercio hacia este país independiente y Rosas se resistía a
reconocer esa independencia, consagrada de hecho por treinta años de silencio
de las autoridades porteñas (incluido Rosas).
Al
final la victoria le correspondió por perseverancia. La crisis política y
económica europea le hizo a Francia e Inglaterra desistir de un negocio
perdidoso. Se desagravió la bandera nacional, es verdad; pero también es verdad
que se volvieron a oblar los intereses draconianos a
Vale
destacar que a partir del ‘45 en adelante, el gobierno de Rosas retuvo el
metálico generado por las exportaciones desde el puerto de Buenos Aires,
cancelando deudas con papel moneda emitido en Buenos Aires, que no se aceptaba
en todo el país y se depreciaba rápidamente. Al continuar con esta política se
granjeó el resentimiento de sus socios del interior, especialmente Urquiza, que
era un hombre de negocios y veía afectados sus intereses. La codicia de Rosas
terminó labrando su derrocamiento.
Quiero
además aclarar un tema que usted pone en duda sobre mis afirmaciones: en el
pacto de Cuadrilátero, en sus cláusulas secretas, se conviene que el ejército
nacional tendría un jefe provincial cuando cruce esa provincia en particular.
Este era un viejo sueño artiguista que garantizaba la “independencia relativa”
de cada provincia, tal es la afirmación de Ernesto Quesada en su libro sobre
las campañas al norte de Pacheco y Oribe.
Adjunto
a esta nota los documentos que avalan mi posición.
Rosas
sumió al país en el atraso y la ignorancia, impuso un patrón absolutista,
reprimió, y mató (de a miles, doctor, de a miles) además de robar millones de
pesos en propiedades y ganados que aumentaron su patrimonio y el de sus
secuaces. Publique por favor la lista de sustracciones y confiscaciones para mantener
vivo el espíritu arbitrario del tirano.
Vuelta
de Obligado fue el hecho menos criticable de esta extensa lista de excesos
cometidos por Rosas, y lo fue justamente por el coraje de unos pocos y no por
la inteligencia de su gestor. Las circunstancias le fueron favorables pero por
factores externos a sus designios. Este acierto circunstancial no lava el
oprobio de sus errores que fueron muchos y profundos.
Una
vez más los congratulo por su esfuerzo editorial y le agradezco la deferencia
de publicar mi respuesta.
Cordialmente
lo saluda.
Omar López Mato