miércoles, 1 de septiembre de 2010

Batalla de Sarandí

  Publicado en el Periódico El Restaurador - Año IV N° 16 - Setiembre 2010 - Pags. 10 y 11  

BATALLA DE SARANDÍ

Batalla de Sarandí (1)


El día 12 de octubre de 1825, al amanecer, Lavalleja al frente de una fuerza de 2.000 hombres, enfrentó a orillas del arroyo Sarandí, en la batalla que lleva ese nombre, a una división de caballería brasileña, también de 2.000 hombres al mando de Bentos Manuel Ribeiro. La acción se inició con una carga de la caballería brasileña, avanzando en tropel y al galope tendido hacia los soldados de Lavalleja. Al acercarse la caballería enemiga, el jefe oriental ordenó a sus tropas atacar de la misma forma, al grito de “¡Carabina a la espalda y sable en mano!”. Fue un combate de caballería feroz, cuerpo a cuerpo, entreverados soldados y animales, y donde el sable en mano fue el arma preponderante. Los brasileños fueron poco a poco dominados en un combate que duró cuatro horas de encarnizada lucha, batiéndose los enemigos en retirada, totalmente derrotados y siendo perseguidos por los orientales, por una distancia mayor a las dos leguas y del que solo escaparon 300 brasileños.

Lavalleja, en el parte fechado el día 13 de octubre, informó lo siguiente: “Dos mil soldados escogidos de caballería brasilera, comandados por el Coronel Ventos Manuel, han sido completamente derrotados el día de ayer en la Costa del Sarandí, por igual fuerza de estos valientes patriotas, que tuve el honor de mandar. Aquella división tan orgullosa como su jefe, tuvo la audacia de presentarse en campo descubierto, ignorando sin duda la bravura del Ejército que insultaban. Vernos, y encontrarnos fue obra del momento. En una y otra línea no precedió otra maniobra que la carga; y ella fue ciertamente la más formidable que puede imaginarse. Los enemigos dieron la suya a vivo fuego, el cual despreciaron los míos y a sable en mano y carabina en la espalda, según mis órdenes encontraron, arrollaron y sablearon, persiguiéndolos más de dos leguas, hasta ponerlos en la fuga y dispersión más completa; siendo el resultado quedar en el campo de batalla de la fuerza enemiga más de cuatrocientos muertos, cuatrocientos setenta prisioneros de tropas, y cincuenta y dos oficiales, sin contar con los heridos que aún se están recogiendo, y dispersos que ya se han encontrado y tomado en diferentes aportes; más de dos mil armas de todas clases, diez cajones de municiones, y todas las caballadas. Nuestra pérdida ha consistido en un oficial muerto, trece de la misma clase heridos, treinta soldados muertos, setenta heridos. Los señores jefes, Oficiales y tropas son muy dignos del renombre de valientes…”

Fuentes:

“Historia Argentina”, Clasa, Ediciones Océano S.A.

“Crónica Histórica Argentina”, Edit. Codex S.A.

(1) Batalla de Sarandi. Fragmento del óleo de Juan Manuel Blanes. 1881. Museo Histórico Nacional de Montevideo.