Publicado en el Periódico El Restaurador - Año XI N° 44 - Setiembre 2017 - Pag. 11
Un cuadro y su autor, Fernando García del Molino
por
Norberto Jorge Chiviló
Fernando García del Molino, pintado por Carlos Morel |
La pintura que ilustra la página 1 de este periódico, obra del pintor Fernando García del Molino hecho en 1851, representa a un Rosas imponente, de cuerpo entero, erguido, en actitud gallarda y majestuosa, con su espada desenvainada. A su derecha una sólida columna y su pedestal, con diversas inscripciones.
En el retrato, Rosas, cuyo rostro transmite tranquilidad, luce el uniforme de Brigadier General, la banda roja atributo de su cargo de gobernador cruza su pecho, ostenta también la medalla que le fue obsequiada con motivo de la Campaña del Desierto, junto a la divisa federal, con las consabidas leyendas partidarias y en su mano derecha empuña su espada.
La parte superior de la sólida columna tiene el escudo nacional, y debajo están escritos los nombres de todas las provincias argentinas: “Buenos Aires. Santa Fé. Entre Ríos. Corrientes. San Luis. Catamarca. Rioja. Santiago. Tucumán. Salta. Jujui. San Juan. Mendoza. Córdova. Paraguay. Tarija.”, ello representa el apoyo que el Restaurador tiene de toda la Nación.
Debemos aclarar que si bien en aquella época el Paraguay había declarado su independencia, ella no había sido reconocida por el gobierno argentino, quien seguía considerándola como una provincia argentina. En cuanto a Tarija, parte integrante del ex Virreinato del Río de la Plata, incorporada a Bolivia, estaba en disputa con la república hermana.
En una de las caras del importante pedestal, frente a quien observa el retrato está escrita esta frase: “La Confederación Argentina es, y será independiente y libre por la razón ó la fuerza”, que refleja el pensamiento político del retratado y los principios fundamentales de su gobierno. La espada desenvainada y empuñada por Rosas está orientada hacia esa parte del pedestal, representa la intención de defender aquellos principios: la independencia y libertad de nuestra patria.
En la cara lateral se encuentra la infaltable leyenda de "Mueran los salvages unitarios".
Apoyado sobre el pedestal, un escudo que dice: "Al Eminente Republicano al Salvador de la Yndependencia de la Confederacion Argentina Ciudadano Brigadier, Don Juan Manuel de Rosas, Los representantes de la provincia de Bue.os Ayr. s en 1851". Al fondo se observan escenas de batallas e inscripciones referidas al Tratado del Litoral de 1831, Tratados de Paz con Gran Bretaña entre otros.
Evidentemente la pintura fue encargada por la Sala de Representantes para obsequiársela al Restaurador y como muestra de la adhesión de ese Cuerpo legislativo frente al pronunciamiento de Urquiza. En ella se resaltan los principios políticos y las firmes convicciones del homenajeado, como así sus logros en los campos de batalla y en el terreno diplomático.
En cuanto al autor, García del Molino, podemos decir que nació en Chile en 1813, pero con sus padres se trasladó a Buenos Aires aproximadamente en 1820, por lo que es considerado como pintor argentino, porque fue en nuestro país, donde desarrolló toda su labor artística.
Desde muy joven mostró su inclinación por el arte, el que estudió en la Universidad de Buenos Aires. A los 25 años ya era un pintor conocido y famoso.
Su mayor producción artística la realizó durante el período rosista, retratando al Restaurador y a miembros de su familia, como a su esposa Encarnación y a su hija Manuelita, a su hermana Agustina Rozas de Mansilla y a su cuñada María Josefa Ezcurra y también a personajes importantes como Facundo Quiroga (ver ilustración en este mismo número) y al fraile José Félix Aldao, entre otros. También retrató a su amigo Carlos Morel -otro pintor famoso- y a distintos personajes de la élite de la sociedad porteña de la época.
Fue una especie de pintor oficial y asiduo concurrente a la residencia de Rosas en Palermo. Es considerado uno de los principales pintores argentinos de aquella época y considerado como "pintor federal", "pintor de Rosas", "pintor de la federación".
Visitó a Rosas en su exilio en Southampton, donde lo retrató de perfil, ya en la ancianidad.
Falleció en Buenos Aires en 1899.
Su obra se caracteriza por ser detallista, con una buena captación de los rostros, sumado al contraste de colores y refleja la moda de aquella época. No solo pintó cuadros de importantes dimensiones, sino que también fue un gran miniaturista ya que parte de su obra se vió plasmada en pequeños retratos pintados sobre marfil o madera a fin de poder ser transportados.
Muchos de los retratos que hizo durante esa época, en las que se muestran a las mujeres con moños punzó y a los hombres con la divisa federal, después de la batalla de Caseros, y con el cambio de los tiempos, fueron retocados por otros pintores, para disimular aquellos moños y esas divisas.