Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VI N° 22 - Marzo 2012 - Pags. 1 y 2
Antecedentes
relacionados con nuestra Bandera Nacional
Por
el Dr. Federico Manuel Julián Gamas
Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano |
El
24 de enero de
Arribó
a ese destino -por entonces un simple villorio- el 27 de febrero por la mañana
y en la relación que redactaba, consignó: “…Llegados a
El
siguiente día 13, pidió al Gobierno que declare “la escarapela nacional que
debemos usar, para que no se equivoque con la de nuestros enemigos…” (2)
Atendiendo
a esa solicitud, el 18 el Gobierno decretó: “En acuerdo de hoy se ha resuelto
que desde esta fecha en adelante se haga, reconozca y use la escarapela
nacional de las Provincias Unidas del Río de
Belgrano
tras acusar recibo el día 23 de esta decisión del Triunvirato, el 26 de febrero
insistió: “…Las banderas de nuestros enemigos, son las que hasta ahora hemos
usado, pero ya que VE ha determinado la escarapela nacional con la que ya nos
distinguimos de ellos y de todas las Naciones, me atrevo a decir a VE, que
también se distinguieran aquellas, y que en estas Baterías no se viese tremolar
sino las que VE designe…” (4)
Pero
la decisión del Prócer iba tan rápido como su pensamiento y, sin esperar la respuesta
del Triunvirato a su propuesta, el día 27, al inaugurar
Ese
emblema había sido confeccionado por doña Catalina Echevarría de Vidal, y
bendecido por el Párroco del Rosario, Canónico
Julián Navarro, siendo quien la enarboló, Cosme Maciel. (6)
Al
informar al Gobierno de esa ceremonia, consignó: “Siendo preciso enarbolar
bandera, y no teniéndola, mandela hacer celeste y blanca, conforme los colores
de la escarapela nacional”.
Belgrano en la batalla de Tucumán. Óleo que se encuentra en el MHN. |
Cabe
acá hacer un par de aclaraciones.
En
primer lugar, tanto las comunicaciones del Prócer, como las sucesivas
resoluciones de nuestro gobierno relacionadas con
Por
otra parte, si la critica historiográfica se inclina por descartar el uso de
los colores celeste y blanco en los días de Mayo de 1810, los mismos habían
empezado a difundirse y generalizarse poco tiempo después, por lo que su
elección no fue iniciativa de Belgrano, sí lo fue en cambio unirlos en paño de
bandera.
También
señalo que nuestro Padre de
No
existe documentación incontrovertible sobre la disposición de las franjas en
esa bandera.
Una
tradición rosarina refiere que se componía de dos fajas verticales, la cercana
al asta era blanca y la exterior celeste. Por otra parte en el retrato que
pintó en Francia François Casimir Carbonnier en 1815, para el cual posó
Belgrano, aparece como fondo una batalla, en la cual flamea una bandera con dos
franjas horizontales, blanca la superior, celeste la inferior (concuerda con el
cuadro que reproduce la batalla de Maipo, pintada en 1819 bajo la supervisión
de Álvarez Condarco).
Para aumentar la incertidumbre en 1885, se encontraron en la capilla de Titiri, dependiente del Curato de Macha de la hermana República de Bolivia, ocultas detrás de dos cuadros, sendas banderas de enormes dimensiones (apropiadas para enarbolarse en una fortaleza), muy antiguas y muy deterioradas: ambas con tres franjas celeste y blanco, pero una con los colores distribuidos tal como actualmente lo están en nuestra Bandera Nacional, en tanto que en la otra era como el “negativo” de la primera: las fajas horizontales, son: blanco – celeste – blanco.
El
historiador rosarino Augusto Fernández Díaz, en varios trabajos publicados en
la desaparecida Revista Historia que
fundó y dirigió el Dr. Raúl Alejandro Molina entre 1958 y 1966, sostuvo que la
blanca – celeste – blanca era la primer
bandera que Belgrano enarboló, en tanto que la celeste – blanca – celeste fue
la que el Triunvirato, con firma de Rivadavia, le envió el 3 de marzo de 1812, desautorizando
su iniciativa, pero esta teoría no es compartida ni por
Esa
desautorización no la recibió Belgrano, pues pocos días antes emprendió la
marcha para hacerse cargo del Ejército Auxiliador del Perú (o “Ejército del
Norte”). Aclaramos que tampoco llevó, en su viaje,
El
25 de mayo de 1812 en conmemoración del segundo aniversario de
Al
recibir la pertinente comunicación, el Triunvirato con la firma de Rivadavia reiteró
la desautorización, reprendiendo a nuestro General, en términos severísimos;
Belgrano se comprometió a deshacer la bandera, y agregó que si alguien le
preguntaba por ella, diría que la reservaba para el día de una gran victoria. (No
obstante esa prohibición, al abortar la conjuración de Álzaga, el 23 de agosto
de 1812 alguien hizo flamear en las torres de
Al
instalarse
No
existe constancia de que ese Cuerpo haya adoptado una decisión al respecto,
pero el uso de la bandera celeste – blanca – celeste a franjas horizontales se
fue generalizando: a ella se refiere el Gobernador de Montevideo Pascual de
Vigodet en nota cursada a las autoridades de España el 16 de octubre de 1813;
el 17 de abril de 1815, ondeó en
Luego de declarada la independencia, el 20 de julio de 1816, el Congreso reunido en Tucumán consagró oficialmente los colores celeste – blanco – celeste “en el modo hasta ahora acostumbrado, en carácter de bandera menor, hasta tanto se definan los jeroglíficos que habrán de adornar la bandera mayor”.
Por
último, el 25 de febrero de 1818, el Congreso, sesionando en Buenos Aires, por
iniciativa de Diputado Canónigo José Luís Chorroarín, dispuso incorporar en el
centro de la franja blanca el sol flamígero de treinta y dos rayos
alternativamente rectos y ondulados (señalo que el sol es un antiguo emblema
incaico; en heráldica es el símbolo del progreso y de la libertad).
Concluyo
que, tras diversas regulaciones, la ley 23.208 (9) dispuso: “Tienen derecho a
usar
(1) “Diario de la marcha del Coronel Belgrano a Rosario”, Instituto Nacional Belgraniano, 1995, pág. 38.
(2) (3) (4) “Epistorario Belgraniano”, Academia Nacional de
(5)
(6) Mario Belgrano, “Historia de Belgrano”, Academia Nacional de
(7)
Instituto Nacional Belgraniano, “
(8)
Bartolomé Mitre, “Historia de Belgrano y de
(9)
Según proyecto del senador Mazzuco, sancionado el 25 de julio de 1985,
promulgada el 16 de agosto, y publicada en el Boletín Oficial el 20 de agosto
del mismo año.