LOS QUE SE FUERON AL MAZO
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CARTA ENVIADA A CONSIGLI
Señora
Raquel E. Consigli
Mucho
gusto.
Días
pasados leí su carta publicada en la sección “Correo” del diario La Prensa.
Por
motivos de tiempo recién le envío este correo
Trataré de
contestarle con el mayor respeto, todas las inexactitudes que Ud. menciona en
su carta.
Me da la
impresión que su condición de antirrosista prima sobre su condición de
argentina, en caso de serlo, pues desconozco si Ud. es argentino o no. Coincido
con Ud. que la historia hay que leerla con ecuanimidad, pero creo que Ud. no
hace lo que dice
Noto en
muchos antirrosistas, que persisten en señalar, con un dejo de alegría y
satisfacción, que la Vuelta de Obligado, fué una derrota, Ud. la llama
“estrepitosa derrota”. En primer lugar, le diré, que cuando un país defiende su
soberanía y su honor nacional, no hay batallas perdidas ni “estrepitosas
derrotas” y que también hay batallas “perdidas”, o “estrepitosas derrotas” que
se convierten en verdaderas y magníficas victorias, como es el caso de Obligado
para nosotros, y hay batallas “ganadas” que se convierten en derrotas como
Obligado para nuestros enemigos de entonces. Dentro del contexto de la Guerra
del Paraná la Confederación Argentina, salió victoriosa del conflicto con las
dos mas grandes potencias de la época: Inglaterra y Francia. Conoce Ud. los
tratados firmados por la Confederación Argentina “Arana Southern” y
“Arana-Lepredour”, que se suscribieron por las dos mas grandes potencias de la
época con una Argentina que según Ud. no existía como nación?. ¡Menos mal!.
Créame que escuché muchos disparates, pero este de que la Argentina en 1845 no
existía como Nación, los excede a todos.
Cuando Ud.
afirma que Rosas fue el “tirano mas sangriento de la historia nacional”, ¿sabe
Ud. cual es el significado de “tirano”, me parece que no porque esa palabra a
Rosas no le cuadra, pues nunca llegó al poder, usurpándolo como lo hicieron sus
adversarios: Lavalle, Lamadrid, Paz, etc., Sabe Ud. que después de Caseros, el
“Libertador” urquiza hizo matar mas personas que durante toda la época en que
gobernó Rosas?. Infórmese antes de hablar.
Cuando Ud.
se refiere al comercio de carnes y cueros, dice que Rosas se oponía a cualquier
competencia con el comercio de carnes que mantenía en forma casi exclusiva y
“personal”, con Inglaterra. ¿Cómo cuaja eso con el hecho de que Rosas se haya
opuesto a Inglaterra cuando ésta pretendió avasallar los derechos argentinos?,
tal como había ocurrido pocos años antes con el bloqueo francés, que a Rosas
perjudicó como a todos los saladeristas, no obstante lo cual Rosas no
retrocedió ni un tranco de pollo. Para Rosas, lo primero era su Patria y su
pueblo y mucho detrás sus intereses personales. Vea también que cuando partió
al exilio no se llevó riquezas que no le faltaban, sino que vivió en forma más
que estrecha en Inglaterra, ¿conoce eso?.
Por
supuesto que se negaba a reconocer la independencia del Paraguay que era una
provincia argentina, sí PROVINCIA ARGENTINA, no así con el Uruguay que había
sido provincia argentina, pero por las actitudes de los rivadavianos perdimos.
Rosas sabía que el Brasil era nuestra enemiga. Ya desde siglos antes los
lusitanos habían tratado de llegar al río de la Plata y siempre fueron las
pretensiones de ellos, por algo ocuparon la Banda Oriental que era provincia
argentina y que Rosas ayudó a la expedición de los 33 orientales para liberar
esas tierras y que volvieran con sus hermanas de la margen occidental. El
Brasil, realizó una jugada fenomenal, sobornando a un general argentino
–Urquiza- y con ello se sacó del medio a Rosas. Caseros, significó una estrepitosa
derrota para la nación argentina. Urquiza fue un traidor a su Patria, vendido
al oro extranjero, tal cual se lo recordara Sarmiento en una carta.
Volviendo
a Obligado, si bien fue una derrota no fue “estrepitosa”. Evidentemente Rosas
sabía que con los medios que contaba la Nación –sí Nación y como!!- en esos
momentos no tenía posibilidad de triunfar militarmente contra los invasores,
pero al impedir el paso del río con cadenas y presentar batalla, le estaba
demostrando a los enemigos que los ríos tenían dueño –sí la NACION ARGENTINA- y
que la navegación de los mismos no sería impune.
Cuando
como consecuencia de la “derrota” de la Vuelta de Obligado y de las victorias
conseguidas en la Guerra del Paraná (Combates de Tonelero, San Lorenzo, Punta
Quebracho y otras), se firmó el tratado con los ingleses: Arana-Southern y con
los franceses: Arana-Lepredour, ambas potencias reconocieron que el río Paraná
era un río argentino, sí: ARGENTINO, mal que le pese a Ud.
Lo que me
llama poderosamente la atención y no me sorprende…, proviniendo de una
antirrosista como lo es Ud., el poco sentido que tiene del concepto “soberanía”
y el poco patriotismo.
¿Sabe Ud.
lo que dijo el Brigadier General de la Confederación Argentina don José de San
Martín a raíz de Obligado?
Don José
de San Martín, en varias de sus cartas, señaló: “…Los interventores habrán
visto (a raíz de Obligado) que los argentinos no son empanadas que se comen sin
mas trabajo que abrir la boca” y que la contienda era “de tanta trascendencia
como la de nuestra emancipación de España” y en su última carta que le remitió
a Rosas el 6 de mayo de 1850 cuando le dice: “…como argentino me llena de un
verdadero orgullo, al ver la prosperidad, la paz interior, el orden y el honor
restablecidos en nuestra querida patria; y todos estos progresos efectuados en
medio de circunstancias tan difíciles, en que pocos Estados se habrán
hallado…”, felicitando también a Rosas de la siguiente forma “Por tantos bienes
realizados, yo felicito a Ud. sinceramente como igualmente a toda la
Confederación Argentina” y terminando su misiva, con un deseo que es un mandato
moral a todos los argentinos cuando le dijo: “Que goce Ud. de salud completa, y
que al terminar su vida pública, sea colmado del justo reconocimiento de todo
Argentino, son los votos que hace y hará siempre a favor de Ud. este su
apasionado Amigo y compatriota”. San Martín, fue el primer rosista y el primero
en reconocer la defensa que Rosas hizo de la soberanía nacional.
¿Porqué no
deja sus prejuicios antirrosistas –podrá?- y analiza lo que afirmó el Padre de
la Patría, que algo más sabría de Ud.?. No tenga complejos de inferioridad. Le
pregunto: si Ud. hubiera estado en aquel lugar y en aquella época, ¿hubiera
estado con los defensores o arriba de los barcos anglofranceses?. Vamos… espero
su contestación de que le hubiera gustado estar entre los defensores
argentinos.
Señora lo
que los argentinos, sanmartinianos y rosistas rescatamos de Obligado, es: La
voluntad inquebrantable de un gobernante (Rosas) seguido por todo un pueblo, en
la férrea defensa del honor nacional y del territorio patrio. Qué idea, la de
este gaucho: ¡¡¡PONERLE CADENAS AL RÍO!!!. La verdad, SE PASO !!!!!!
¡QUE
HOMBRE EXTRAORDINARIO!!!!, A TAL PUEBLO, TAL GOBERNANTE!!!
Espero su
respuesta, no se vaya al mazo como hacen todos los antirrosistas cuando se les
contesta. Uds. tienen suerte de que los diarios publican sus cartas, lo que a
nosotros se nos niega.
Espero no
haberla molestado con mis palabras.
La saludo
atentamente.
Simplemente…
un argentino, sanmartiniano y rosista
Norberto
J. Chiviló
CARTA RECIBIDA DE CONSIGLI Y MARTÍNEZ PAZ
Estimado
Señor Chivilo:
Tanto mi
marido, Horacio Martínez Paz, como la que suscribe, somos argentinos a menos
que se considere que por haber nacido en Córdoba y no en Buenos Aires nos lo
somos. Lo que no somos es nacionalistas a ultranza, ciegos, ni tenemos
afiliación política partidaria alguna.
En cambio,
si se pone su nombre en internet, salta a la vista que es usted no solamente un
nacionalista a ultranza sino un rosista “furioso”, y, como todas las personas
que se dejan llevar por la emoción, carente de objetividad histórica.
Mi marido
y yo somos periodistas, recibidos en la Universidad Nacional de Córdoba, la más
antigua del país, estamos acostumbrados a escribir nuestros artículos desde la
razón y después de una investigación cuidadosa, que abarca fuentes diversas y,
cuando es pertinente, citándolas. Estamos convencidos de que en nuestro país no
existe el federalismo que soñaron nuestros Constituyentes de 1853, sino que
sigue verificándose la hegemonía del puerto contra las autonomías provinciales.
Hasta los
más convencidos y exagerados rosistas, como el historiador Julio Irazusta,
coinciden en señalar que la Vuelta de Obligado fue una terrible derrota, donde
“el Restaurador” mandó a la muerte a miles de paisanos, aunque Irazusta la
tilde de “honorable”. Fue una derrota.
Ratifico
todos y cada uno de los puntos de la carta elaborada en conjunción con mi
marido, aunque firmada solamente por mí. El de Rosas es un caso evidente de
falso nacionalismo, que ha empañado la visión de muchos argentinos,
incluyéndolo a usted. Rosas no tenia ninguna intención de defender la soberanía
nacional contra los intereses extranjeros, sino de no permitir el libre
comercio de las provincias con otras naciones. Todo el comercio debía pasar por
la Aduana de Buenos Aires, que es la injusta razón de su riqueza, contra el empobrecimiento
del Interior.
Rosas es
un caso típico de “dictador” que se perpetuó en el poder, persiguió a la
oposición política, eliminó las opiniones contrarias, no permitió la libre
expresión de las ideas, instituyó la temible “Mazorca” (la policía secreta) y
la divisa punzó. Fue un tirano con todas sus letras. Si busca el significado de
esta palabra en el Diccionario de la Lengua Española, que ahora puede consultar
en internet (www.rae.es), en su segunda acepción, se confirma la aplicación
correcta de este término en el caso de Rosas.
Rosas sólo
perseguía sus ambiciones personales de poder y riqueza. Los ingleses no eran
sus enemigos, y tanto es así, que tras la derrota de Caseros, el tirano abordó
una nave inglesa que lo transportó a la que habría de ser su patria (no su
“exilio”) los siguientes 25 años, hasta su muerte: Inglaterra, donde vivió
entre amigos y socios comerciales. Si hubiera sido un argentino valiente, se
hubiera quedado a enfrentar aquí el juicio de la Historia. En cambio, eligió
fugarse.
La
Argentina empieza a vivir como Nación a partir de 1853, cuando la Constitución
Nacional se instituye como el principio jurídico ordenador alrededor del cual
comienza la organización del país con el CONSENSO de las Provincias, a pesar de
que Buenos Aires, como de costumbre, sólo la acepta en 1860, después de la
batalla de Pavón, donde impone cambios y condiciones para unirse a la
Federación.
Si Urquiza
mató más personas que Rosas, no quita que este último fuera un verdadero
asesino, que hasta hizo colocar su propia imagen en los altares de las iglesias
de Buenos Aires, para ser adorado como un dios. Estoy perfectamente informada,
abrevando en diversas fuentes, no solamente en las contrarias a Rosas.
Rosas se
negaba a reconocer la independencia de Uruguay y Paraguay porque pretendía
reservar el comercio en ambas márgenes del Paraná para él y sus amigos
estancieros, la “aristocracia rural” u “oligarquía vacuna”, como la llamó
después otro tirano en el siglo XX.
El yerno
de San Martín, Mariano Balcarce, era funcionario (diplomático) del gobierno de
Rosas. Al momento de la batalla de Obligado, San Martín era prácticamente un
anciano (falleció 5 años después) y estaba “obligado” a creer en Rosas por este
vínculo familiar. San Martín no fue “rosista”. Ésa es una falacia, por más que
le haya legado su sable. Mezclar a San Martín, un hombre extraordinario que,
concluida su inmensa y generosa misión militar en América y decepcionado
precisamente por las apetencias políticas de seres como Rosas, se retiró al más
completo silencio, es poco serio.
La Vuelta
de Obligado no fue apoyada por las Provincias, eso le quita valor histórico
como un hecho FEDERAL, que es lo que pretende reivindicar nuestra carta a La
Prensa. Fue un emprendimiento puramente irracional del dictador, para someter
al Interior a la hegemonía del puerto. Es absolutamente inaceptable que se nos
obligue a los provincianos a “festejar” el capricho de un porteño.
Como puede observar, no me he “ido al mazo”, pero tampoco pretendo eternizar con usted una polémica inútil. Usted es rosista a ultranza, por lo que no puede ser objetivo en sus parlamentos y argumentos.
Para
terminar, le informo que la carta enviada a La Prensa fue publicada en forma de
breve artículo en La Voz del Interior de Córdoba el 19 de noviembre, donde, al
día siguiente, apareció un editorial con el mismo tema.
También le
recomiendo que lea otras opiniones, como la del Dr. Omar López Mato,
correntino, publicada en el sitio web Notiar.
El lunes
pasado, 6 de diciembre, La Nación publicó un extenso artículo del prestigioso
historiador británico David Rock, especializado en Historia Argentina, que
juzgo que Ud. conocerá a través de la cantidad de sus publicaciones. Le
recomiendo su lectura.
Todo esto
lo puede encontrar en nuestro blog www.laargentinaqueyoquiero.blogspot.com o
bien consultando los sitios correspondientes.
Reciba un cordial y federal saludo desde La Docta.
Raquel E. Consigli
Horacio
Martínez Paz
CARTA ENVIADA A CONSIGLI Y MARTÍNEZ PAZ
Gral. San
Martín, sábado 11 de diciembre de 2010.
Hola Sra.
Consigli y Sr. Martínez Paz:
En primer
lugar muchas gracias por contestar mi correo.
No se lo tomen a mal, pero lo de “irse al mazo”, fue para motivar el
amor propio de la Sra. Consigli y lograr una contestación y ello porque
lamentablemente muchas personas que mandan cartas a los diarios y ponen debajo
de su nombre el domicilio o correo electrónico, que es justamente –a mi
entender- para recibir contestaciones, pero… cuando uno contesta, el 90% se van
al mazo. Cuando me fueron publicadas algunas cartas en los diarios “La Nación”,
“Clarín” y “La Prensa”, recibí contestaciones –a favor y en contra de mis
posturas– pero a ninguna de ellas dejé de contestar, que es lo que estimo
corresponder.
Cuando en
mi carta puse “Me da la impresión que su condición de antirrosista prima sobre
su condición de argentina, en caso de serlo, pues desconozco si Ud. es
argentino o no”, justamente decía que desconocía si la Sra. Consigli era
argentina –podría no serlo–, puesto que no sabía que era de La Docta. Ahora
cambiaría la frase y afirmaría: “Me da la impresión que su condición de
antirrosista prima sobre su condición de argentina y cordobesa –de La Docta–”.
Yo soy
bonaerense, nací en la Ciudad de General San Martín, lo cual me llena de
orgullo por ser sanmartiniano, haber nacido en una Ciudad que lleva el nombre
del Padre de la Patria, pero eso no es todo…, aquí en 1806, en la Chacra de
Perdriel, a escasos 3 Km. de donde nací, y también de donde actualmente vivo,
tuvo lugar el combate que lleva ese nombre y que fue el primer acto de resistencia
contra el invasor ingles y por ello designado como Hito Nº 1 de la
Nacionalidad… pero eso no es todo, en esa Chacra, en el año 1834, nació nuestro
poeta nacional don José Hernández… pero tampoco eso es todo… también a 1 km. de
donde nací y también donde vivo actualmente, en la época de la Confederación
Argentina, se encontraban los cuarteles de los Santos Lugares de Rosas, donde
el Restaurador, tenía una humilde casa donde residía por largos períodos de
tiempo, lugar este donde recibían adiestramiento las tres armas del ejército
(infantería, caballería y artillería), centro importante de la logística de
aquella época –se puede leer algo sobre el tema en el libro de Ramos Mejía
“Rosas y su tiempo”. Desde este lugar salieron las tropas para enfrentar a los
anglofranceses en Obligado y donde cinco años antes, en el año 1840, Rosas se
estableció ante la invasión de Lavalle quien al frente del mal llamado
“Ejército Libertador” amenazó a Buenos Aires y también en este lugar se
prepararon a las bisoñas fuerzas que tuvieron que hacer frente a Urquiza en
Caseros.
Así que si
Uds. me quisieron apabullarme con esto de que eran de La Docta, acusen recibo
del lugar de mi nacimiento y residencia y también donde desarrollo mi actividad
profesional.
Yo tampoco
soy nacionalista a ultranza, ni ciego, ni tuve ni tengo filiación política. No
voy a negar que soy nacionalista y quisiera ver a mi Patria en el mejor lugar,
pero sin desmedro de los demás países que cuando respetan al mío, merecen
también mi respeto y ojo… a algunos que han sido nuestros enemigos, caso de
Inglaterra y Brasil, inclusive hasta puedo llegar a admirarlos, justamente por
el patriotismo de su pueblo y de su clase dirigente. También me emociono cuando
leyendo la historia patria, justamente en la época de la Confederación
Argentina, veo el patriotismo del pueblo y de sus dirigentes especialmente de
Juan Manuel de Rosas. Lamentablemente todo eso ya lo hemos perdido y no va a
ser fácil recuperarlo. A ello hemos llegado, porque desde antaño no tenemos una
clase dirigente decente y patriota y
copiamos todo lo malo que viene de afuera y no lo bueno, que sí sería
digno de copiar.
Si soy
rosista?... y sí, soy rosista y me enorgullezco de ello. Más fácil hubiera sido
estar de lado de la “historia oficial” y despotricar contra el tirano –que
vende mucho y especialmente la pornohistoriografía de Andahazi y del trozkista,
cuyo nombre en este momento no recuerdo, autor de “The Farmer”–, hubiera sido
más progre y más chic, se me hubieran abierto mas puertas… Si soy de
convicciones fuertes?..., y sí también… A algunos, como Uds. les parecerá que
eso es “furioso” –a la flauta!!! esa palabra, un poco fuerte – pero bueno a lo
mejor el muerto se ríe del degollado, como dice el dicho.
Si me dejo
llevar por la emoción?… y sí… a veces también… ¿a Uds. no….?. Pero la emoción y
la pasión, no me quitan la objetividad histórica.
Les aclaro
que cuando Rosas era Gobernador, mis antepasados paternos y maternos se
encontraban en Europa, vinieron a la Argentina a fines del S. XIX y principios
del XX, con lo cual les quiero significar que no defiendo intereses de familia
al defender a Rosas y su gobierno, sino que me parece que hay que hacer
justicia con un hombre que fue declarado el “maldito de la historia oficial” como
dice Pacho O’Donnell, injustamente vilipendiado, a quienes se le confiscaron
todos sus bienes –bien habidos–, se lo sometió a un juicio injusto sin ninguna
garantía legal, no obstante que en la Provincia de Buenos Aires, donde se lo
“juzgó”, ya tenía una “Constitución”, donde figuraban las garantías
individuales y pitos y flautas.
Siendo
niño, en la escuela primaria –años 1953 al 59- se me enseñaron un montón de
mentiras sobre Rosas y su gobierno, como que la “gente” no podía salir de sus
casas, porque los agarraban los de la mazorca, les metían bleque en el pelo, le
pegaban la divisa de prepo. Que a la gente se les cortaba la cabeza, las que
eran vendidas en el mercado junto con los duraznos y otras bolu…, perdón,
“inexactitudes a designio” -como confesó Sarmiento-, y claro…, Rosas aparecía
como un monstruo execrable. Toda esa sarta de mentiras, confundieron las mentes
infantiles, pero por suerte, a tiempo pude desembarazarme de ellas –la verdad
siempre triunfa-, pero no a todos les ocurrió a lo mismo y de los cuales Uds.
son un ejemplo, siguen con lo mismo y que inclusive no hay historiadores serios
que sostengan esas tonteras. Uds. se preguntarán ¿y este hombre porqué cambió?.
El cambio me vino por el lado de San Martín. En el Colegio, de San Martín, nos hablaron
maravillas –con lo cual coincido- y cuando en una revista leí que el Padre de
la Patria le había legado el sable corvo que lo había acompañado en toda la
guerra de la independencia, me pregunté, si San Martín, le legó su sable,
entonces este tipo –Rosas- no habrá sido tan malo como lo han pintado. Algo no
coincidía. Y bueno cuando leí toda la correspondencia entre estos dos grandes
Padres de la Patria, evidentemente no me quedó duda alguna. Así comencé a leer
de todo. En mi biblioteca tengo de autores antirrosistas, con los cuales
siempre descubro alguna perlita, que se les ha escapado y que demuestran lo que
verdaderamente fue Rosas. Y así me decidí a actuar con toda humildad, como dice
el Salmo 44: “Levántate y combate por la verdad, la piedad y la justicia”.
Cuando
Uds. me contestan que hasta Irazusta, admite que Obligado, fue una “terrible”
derrota –les confieso que nunca leí esto, pero, bueno si Uds. dicen haberlo
leído les creo-, pero en que sentido lo dice?: a) Por la cantidad de víctimas?,
b) Por las consecuencias? Supongo que por lo que Uds. manifiestan después, que
“Rosas mandó a la muerte a miles de paisanos”, lo consideran así por las
víctimas. Pero analizando vuestras palabras: “Rosas mandó a la muerte a miles
de paisanos”, les pregunto: ¿quién invadió NUESTROS ríos? Uds. le achacan a
Rosas algo que se lo deberían achacar a los invasores y no a Rosas, y aquí
viene lo que le dije a la Sra. Consigli en mi anterior correo: que su condición
de antirrosista prima sobre su condición de argentina. Les pregunto ¿Ante la
invasión de los anglofranceses?, ¿qué tendría que haber hecho Rosas, según
Uds?, dejarlos pasar libremente…? No hacerles oposición? Los antirrositas son
como la Gata Flora … no quiero repetir el dicho por la Sra. Consigli, pero Uds.,
seguro que lo conocen. Si Rosas hace, lo critican porque hace, si no lo hace lo
critican porque no lo hace. Siempre encuentran un motivo para lanzar una
crítica
Ahh… se
han olvidado de contestarme la pregunta que le hice a la Sra Consigli y les
vuelvo a hacer ahora los dos: Si Uds. hubiera estado en aquel lugar y en
aquella época, ¿hubiera estado con los defensores o arriba de los barcos
anglofranceses? Vamos… nuevamente espero su contestación de que les hubiera
gustado estar entre los defensores argentinos.
Les
pregunto también, les achacan Uds. al Gral. San Martín, por los paisanos
muertos en la campaña Libertadora?... y al general Belgrano, por los paisanos
muertos en las batallas en las que él comandó al Ejército al Paraguay y al
Norte?
A quien
les achacan los miles de muertos en la Guerra contra el Paraguay…?
Y siguen
con lo de la “derrota de Obligado”, la pucha… un poquito… solo un poquito… de
patriotismo… ¡por favor…!.
Cuando
Uds. dicen que el de Rosas fue un caso de falso nacionalismo, sería interesante
saber cual sería el “verdadero” nacionalismo para Uds.: el de Urquiza…? el de
Sarmiento…? el de Mitre…….?
Cuando
Uds. dicen que Rosas no tenía ninguna intención de defender la soberanía
nacional contra los intereses extranjeros, sino de no permitir el libre
comercio de las provincias con otras naciones…. Uds. que creen ¿qué los EEUU,
Francia, Inglaterra, Brasil, permitían el libre comercio de sus regiones y
ciudades con otras potencias…?, …y que sus ríos interiores podían ser navegados
por barcos extranjeros…?, son Uds. tan ingenuos…? pero por favor!!!, no quiero
calificar esas ideas, me parece que a Uds. sí que les falta objetividad
histórica.
Justamente
el empobrecimiento de interior que Uds. le atribuyen a Rosas, se da por la
introducción de mercaderías manufacturadas, contra las cuales no pueden
competir las producidas artesanalmente en las provincias y justo esa decadencia
del interior se da después de la caída de Rosas, cuando queda sin efecto la Ley
de Aduanas. O Uds. de verdad se creen que con la introducción y el comercio con
potencias altamente industrializadas, el interior tenía alguna posibilidad de
salir ganancioso?. Por favor dejen de utilizar esa muletilla de que Rosas
impidió el crecimiento del interior.
Si Rosas
fue un dictador...?, sí lo fue… y por voluntad popular… plebiscitado por toda
la población de Buenos Aires, como lo reconoció el propio Sarmiento.
Como
catalogan Uds. a Lavalle, Lamadrid, Paz, los generales mandados por Mitre…
cuando estaban al frente de alguna provincia… ¿permitían la libre expresión de
ideas?, ¿respetaban al contrario?, ¿toleraron a la oposición política?... y en
Montevideo, donde gobernaba Rivera…? me parece que les faltar leer bastante
sobre el tema. A todos estos personajes les caben no solo una acepción del término
“tirano” del diccionario, sino todas, en primer lugar porque todos ellos
usurparon el poder y se mantuvieron por la fuerza, oprimiendo al pueblo. ¿Cómo
definen Uds. el fusilamiento de Dorrego?... ¿el del Chacho…?, …¿el de
Benavidez…? Para nombrar a unos pocos.
La
“Mazorca” ¿Policía secreta….?, que era la KGB, la CIA, la Checa…? ¿Por favor…?,
lean un poco más sobre la Mazorca, que no tenía funciones policíacas sino era
un grupo de apoyo a Rosas, formada por los ciudadanos mas respetables de la
época.
¿Qué hubo
excesos en la época de Rosas de algunos grupos de exaltados…? sí los hubo y
sobre todo en el año 40 cuando el bloqueo francés y Lavalle se encontraba a las
puertas de Buenos Aires y se temía una conjura de los unitarios con el
extranjero francés y sus auxiliares argentinos de Lavalle. A esos excesos Rosas
les puso fin al poco tiempo, mandando fusilar a algunos de esos exaltados. Si
Rosas consideraba que por una causa debía fusilarse a alguien no tenía reparo
en ordenarlo, no era persona de mandar matar a alguien de manera “clandestina”.
Si Uds.
leen un poco más verán que Rosas no perseguía ni ambiciones personales, que
nunca las tuvo y menos aún riquezas, que las tenía cuando subió al poder y que
las perdió cuando se exilió. Pudo haber vivido como un Príncipe en Europa, pero
en vez de dinero y riqueza prefirió llevarse los papeles de su administración,
por lo cual todos los argentinos debemos estarle agradecidos, pues a través de
ellos podemos saber de la verdadera historia y no de la historia falsificada o
gran historieta que tejieron descaradamente sus enemigos.
Por
supuesto que los ingleses no eran sus enemigos, como no lo eran ni los
franceses, ni los norteamericanos, ni los españoles, etc. en cuanto los mismos
respetaran a la Argentina. Cuando alguno de estos países quiso pasarse de la
raya, lo encontró a él y a su pueblo como defensor de la Independencia y
Soberanía Nacional. ¿Si Rosas admiraba a Inglaterra…? Sí… no veo cual fuera el
problema. Cuando estas potencias, como ocurrió después, reconocieron la
soberanía argentina, Rosas no tuvo inconvenientes en seguir tratando con ellos,
porque ya se había firmado la paz, con los consabidos desagravios al pabellón
nacional. Rosas no era “anti”, así no fue anti inglés, ni tampoco anti francés
ni siquiera antiunitario. Él fue argentino, a lo mejor “furioso”… quiso a su
patria y a su pampa como nadie y cuando se exilió en Inglaterra, donde bajó del
barco allí se instaló, si no era su pampa, cualquier lugar era lo mismo para
vivir y allí en Southampton, recreó una estanzuela argentina para no extrañar
tanto su terruño. Me entero recién por Uds. que durante sus 25 años de
residencia en el exilio tuvo amigos y socios comerciales…? Disculpen, pero
semejante afirmación para no decir otra cosa nunca la escuché.
En cuanto
al exilio, debo confesarles, que en mi juventud, también hubiera preferido que
Rosas hubiera muerto al frente de sus tropas, con una muerte gloriosa, pero
ello nos hubiera privado de algo… En una revista publicada en los años 1968 por
el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, salió
publicado un poema que se titulaba “Reproche a Juan Manuel“ y que decía “¡Ah!
¡Como me fallaste, Juan Manuel / En las trágicas horas de Caseros! / ¿Porqué no
abalanzaste tu caballo / sobre el vil traicionero? / ¡Qué símbolo elocuente
hubiera sido / Tu cuerpo desgarrado / Por las lanzas del falaz brasilero /……….”
y que la Dirección de la revista lo calificó de “poema triste, hermoso e
injusto” pero lo publicó, yo en ese momento coincidía con lo que decía el
poema. Siempre fue algo que me rondó la cabeza. Pero con el tiempo fue
cambiando mi manera de ver las cosas y verdaderamente ahora también lo califico
de injusto. Como ya les manifesté y eso lo sabe cualquier persona, Rosas se
llevó al exilio baúles enteros con cartas, documentos de la mas variada índole
referidos a su gobierno, que un cuarto siglo después le fueron entregadas por
Manuelita Rosas al Dr. Adolfo Saldías, liberal, masón y antirrosita pero de una
honestidad intelectual a toda prueba, con los cuales pudo escribir su obra
“Rozas y su tiempo” y a partir de la cual la verdad sobre el Restaurador, se
fue abriendo paso en forma lenta pero sin pausa. ¿Qué hubiera pasado si Rosas
moría en el combate? No me cabe la menor duda que sus enemigos hubieran
destruído toda esa documentación que los condenaba como traidores a la Patria y
absolvía a Rosas ante la posteridad, fíjese que este hombre consideró que valía
mas su honor que todas las riquezas que hubiera podido llevarse. En cuando a la
destrucción de los documentos, otro antirrosista y liberal, Vicente Quesada,
contó que cuando él era adolescente, vió que los vencedores de Caseros,
quemaron en la Casa de Rosas en la Ciudad, gran cantidad de documentos, lo que
ocurrió días después de la batalla. ¿Con qué interés se quemaron esos
documentos?, que saque cada uno sus propias conclusiones.
En cuanto
a que Uds. dicen que Rosas no afrontó el juicio de la Historia, me parece… no
sé, …que el juicio de la Historia, lo está enfrentando día a día y poco a poco
la verdad se impone, es cuestión es de tiempo, Rosas no ha pasado por la
Historia en forma intrascendente, su nombre levanta las pasiones y eso es
bueno, poco a poco la gente va conociendo a este personaje histórico en su real
dimensión. Como lo dijo él mismo: “Llegará el día en que desaparezcan las
sombras y solo queden las verdades, que no dejarán de conocerse por mas que
quieran ocultarse sobre el torrente obscuro de las injusticias”.
Si Uds.
quisieron referirse a que no enfrentó un “juicio” por ante los tribunales, creo
que su decisión fue acertadísima, sobre todo si analizamos el “Juicio” que se
le hizo en la Provincia por “traición a la patria”, contrariando toda norma del
derecho de defensa, no obstante que la Provincia, ya tenía su “Constitución”.
Constitución nada más que en el papel…
En el
fuero íntimo de Uds., cuando hablan de la “derrota” de Obligado, ¿no sienten
satisfacción? Este último mes cuando en varias cartas y artículos publicados en los diarios hablan de
la “derrota” de Obligado, se trasluce una cierta satisfacción y cuando se les
pregunta a algunos de los lectores remitentes de dichas cartas, como yo hice
con Uds. de que lado hubieran preferido estar, no contestan, porque
evidentemente también les da cierta vergüenza decir que les hubiera gustado
estar en los barcos invasores y hacerles morder el polvo de la “derrota” a los
gauchos que osaban oponerse a los civilizadores ingleses y franceses. Nadie me
ha contestado: “Como osa Ud. poner en duda que me hubiera gustado estar al lado
de los defensores argentinos, …que se cree Ud.!”. Ahora también me doy cuenta
que Uds. tampoco me contestarán esto.
En cuanto
a lo de Rosas en lo altares y que se hizo adorar como un dios, nada más alejado
de la realidad, ya analizado por numerosos escritores. Desde antiguo, en las
ceremonias religiosas, como en procesiones, cuando el gobernante no participaba
de ellas, se lo hacía representar mediante un retrato que se colocaba, NO EN EL
ALTAR, sino al costado, o debajo de un palio. Era una vieja costumbre española.
Después de Rosas dejó de usarse, seguramente por ser masones todos los
presidentes “constitucionales”, que tuvimos: Urquiza, Derqui, Mitre, Sarmiento,
etc. Rosas era de personalidad retraída, como el de todo gaucho; ajeno y
contrario al boato, a las fiestas y la ostentación –ver lo que manifestó Benito
Hortelano y otras personas de la época-. Durante su vida Rosas rechazó muchos
de los homenajes que muchos propusieron, muchos de ellos chupamedias y luego de
la caída del Dictador, acérrimos enemigos. Les pido me informe cuales son las
“diversas” fuentes en las cuales Uds. “abrevaron” sobre este tema.
El
Paraguay era una provincia argentina, ya que Rosas nunca reconoció su
independencia. No obstante y pese a las demostraciones poco amigables hacia su
gobierno de los gobernantes paraguayos, muy vinculados al Brasil, Rosas nunca
tomó las armas contra ellos. ¡Como se habrán arrepentido muchos años después
los paraguayos, cuando su país fue desvastado por sus antiguos aliados
brasileros, ayudados por argentinos y uruguayos en la Guerra de la Triple
Alianza!.
Rosas fué
respetuoso de la independencia uruguaya, haciendo intervenir a Oribe, en toda
negociación realizada con ingleses y franceses, en cuanto dichas negociaciones
pudieran involucrar al país hermano. Seguramente estaba en mente de Rosas, como
la de todo argentino bien nacido de aquella época, de recuperar los territorios
segregados, por la acción extranjera –caso del Uruguay- como por la desidia de
nuestras autoridades, caso de Tarija, pero siempre por el convencimiento y no
por la fuerza.
La verdad
me ha causado mucha gracia cuando Uds. hablan como que Rosas hubiera formado
parte de la “oligarquía vacuna” o “aristocracia rural”. Este disparate nunca lo
había escuchado a excepción de historiadores de orientación marxista. ¿Son Uds.
marxistas?, si no lo son se les parecen bastante ya que coinciden en casi todo
con lo que afirman los historiadores marxistas.
No
entiendo el paralelismo que Uds. hacen de los estancieros de la época de Rosas
con los estancieros de la época del “tirano” del Siglo XX –Perón-.
Ojo, que
no fui ni soy peronista, pero llamarlo tirano a Perón, tampoco lo comprendo a más
de 55 años de la autodenominada “Revolución Libertadora”, la cual tampoco fue
democrática ni nada que se le parezca. Históricamente, no apruebo ni el
bombardeo a Plaza de Mayo, ni los fusilamientos de José León Suárez –también
dentro del Ptdo. de Gral. San Martín-, como tampoco apruebo la quema de las
iglesias que se dio como represalia por el bombardeo a la Plaza de Mayo,
bombardeo éste que fue una salvajada y una locura. Uds. que son tan objetivos,
¿cómo califican este hecho? No solo le vuelvo a decir que no soy peronista,
sino que en realidad mi familia era contraria al Gral. Perón –tampoco al
extremo, ya que mi padre era apolítico, por ahí con cierta tendencia
socialista, mi abuelo era un poco anticlerical, no así mi abuela y en mi casa
cuando era chico nos mandaban por correo “La Vanguardia”- y que incluso mi
padre pudo haber tenido algún problema de no haber sido por un hecho fortuito
que no viene al caso comentar, pero trato de tener objetividad política.
He entrado
en vuestro Blog –que está muy bien hecho- y he leído que en cuanto al gobierno
de Onganía no les parece a Uds. ni siquiera dictatorial. Les vuelvo a aclarar
que a mi entender y con los desaciertos que se puedan encontrar a tal gobierno,
creo que fue de lo mejorcito que tuvimos, pero tampoco me falta objetividad
histórica como para no tildarlo a Onganía, por lo menos de dictador. Pero para
Uds. que dicen tener objetividad política si no fue dictatorial pero tampoco
democrático, qué fue?
En cuanto
a que Obligado no fué apoyado por las provincias, -cosa que solo dicen Uds-, le
quita el carácter de federal??????.
Entonces
el cruce de los Andes realizada con paisanos de Cuyo tampoco fue nacional????.
Creo que lo que Uds. dicen producto de vuestra “objetividad histórica” es tan
disparatado que no resiste el menor análisis. Ahora me doy cuenta y reafirmo
que Uds., de haber vivido en aquella época, hubieran querido estar arriba de
los barcos invasores y de ser posible disparando un cañón contra los defensores
argentinos. SÍ ARGENTINOS, … o solo son argentinos para Uds. los nacido en La
Docta?. La verdad y a medida que avanzo en el análisis de lo que Uds.
escribieron, me estoy poniendo un poco nervioso. Veo que tenía razón cuando en
mi primera carta, no sabía si Ud., Sra. Consigli era argentina.
Si Uds. no
quieren festejar Obligado, no lo festejen, nadie está “Obligado” a hacerlo, los
ARGENTINOS, sí lo haremos, cordobeses incluidos. Uds. deben ser una “rara
avis”, junto con algún otro despistado.
Leo ahora
que Uds. no se quieren eternizar en una polémica estéril. Si bien no se han ido
al mazo, amagan con hacerlo.
Al leer lo
que Uds. escribieron sobre San Martín, me pone más nervioso. ¿Uds. que creen…
que San Martín andaba con dobleces?, ¿Eso es lo que quisieron decir…?. Pero por
favor…, se creen que San Martín, por tener su yerno en la legación Argentina,
escribía una cosa cuando pensaba otra….? ¿ese es el concepto que tienen de San
Martín?. La verdad me han decepcionado. Esto es lo último y lo más agraviante a
la memoria de tan gran hombre y patriota que he leído, pero desgraciadamente
Uds. no son los primeros…
No había
leído la nota de López Mato, despotricando contra el nacionalismo de Rosas,
pero nada dice del nacionalismo inglés y francés, ¿se le habrá pasado por
alto?, también habla de la independencia de la Mesopotamia, como lamentándose
que ello no hubiera ocurrido, ¿este Sr. es correntino…?, ahh, sí, igualito que
el práctico que acompañaba a las naves invasoras. Gracias a Dios que no todos
los correntinos son iguales a estos personajes. Lo que afirma del pago de
derechos de aduana en Buenos Aires, no es como lo describe este “señor
historiador”, la realidad era que cuando un barco pretendía ingresar a los ríos
interiores, debía pagar derechos aduaneros en Buenos Aires como una especie de
anticipo, pagar los que correspondía en el lugar de destino y presentada la
documentación al regreso en Buenos Aires, se le reintegraba los importes
correspondientes. No fue la ley de Aduanas el motivo del atraso de interior,
sino justamente su derogación y el permitir el libre ingreso de mercaderías
manufacturadas de mejor calidad, pero que hicieron pomada las industrias
artesanales de las provincias. ¿O Uds. creen lo contrario…?. Además, ¿todas las
mercaderías ingresaban por Buenos Aires?, ¿Por donde entraban las que provenían
del norte y de Chile…?
También
leí cuando se publicó, la nota del inglés Rock, a pesar de ser inglés, me
pareció bastante atinada. Me pareció más atinada que las que escribieron muchos
“argentinos”. Si bien tampoco no la tengo para volver a releerla.
Con
respecto y vuelvo sobre Obligado, lo que se logró conseguir con tanto
sacrificio, se perdió después de la caída de Rosas. En la Constitución del 53,
tan querida por Uds. se dispuso la libre navegación de nuestros ríos
interiores. Como escribió Ignacio B. Anzoátegui sobre el Gral. Urquiza: “Abrió
nuestros ríos a la libre navegación e inventó el agua de colonia”.
Uds. al
comienzo de su carta informan que son periodistas. Yo soy un modesto abogado,
pero gracias a Dios, tengo un medio gráfico que se llama “El Restaurador”,
periódico trimestral, con una tirada de 4.000 ejemplares de 16 pgs., con 17
números publicados, que se reparte en colegios de mi ciudad y siempre hay
ejemplares disponibles en la Sala de Profesionales de los Tribunales de San Martín
y bibliotecas de la zona. Con anterioridad fundé el periódico “El Gran
Americano”, siendo su Director en sus tres primeros números, llegando a tener
el Nº 3, 24 pgs. y con una tirada de 5.800 ejemplares. Días pasados recibí un
correo electrónico de un vicecomodoro de la Escuela de Aviación Militar, de
allí, de la Ciudad de Córdoba, que había leído mis artículos en “El
Restaurador” y me pidió si podía remitir una colección para la Biblioteca de
los cadetes, cosa que hice hoy con mucha satisfacción. Les envío a Uds. los dos
últimos números en versión PDF, por si Uds. quieren leerlos. Todas las críticas
son bienvenidas. Tienen también el derecho de mandarlos a la papelera de
reciclaje.
Sin más,
los saludo con la mayor cordialidad desde la Ciudad de General San Martín,
Ciudad de la Tradición, Hito Nº 1 de la Nacionalidad y Fortín de la Patria.
Norberto
Jorge Chiviló
NO RECIBÍ MÁS CONTESTACIÓN DE CONSIGLI Y MARTÍNEZ PAZ, POR LO QUE PODEMOS AFIRMAR QUE SE FUERON AL MAZO.