viernes, 31 de octubre de 2025

Día de la Soberanía Nacional - Libre navegación de los ríos - Congreso de Viena - Carta diario La Prensa - Soneyra - Contestación Chiviló

  

 LOS QUE SE FUERON AL MAZO

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En esta sección que llamamos "Los que se fueron al mazo", incluimos cartas publicadas en distintos medios de prensa por furibundos antirrosistas, que cuando se les contesta "se van al mazo", ya que como esta frase lo indica, no tienen cartas para seguir jugando, ni para mantener sus criterios históricos, bastantes primitivos y carentes de sustento documental e histórico, cuando no totalmente tergiversados.

CARTA PUBLICADA EN LA PRENSA EL 24 DE NOVIEMBRE DE 2010

Carta al diario La Prensa


CARTA REMITIDA A SONEYRA


Señor Dr. Eloy Soneyra

Mucho gusto.

Hoy leí su carta publicada en la sección “Correo” del diario La Prensa.

Trataré de contestarle con el mayor respeto, todas las inexactitudes que Ud. menciona en su carta.

Me da la impresión que su condición de antirrosista prima sobre su condición de argentino, en caso de serlo, pues desconozco si Ud. es argentino o no.

Noto en muchos antirrosistas, que persisten en señalar, con un dejo de alegría y satisfacción, que la Vuelta de Obligado, fué una derrota. En primer lugar, le diré, que cuando un país defiende su soberanía y su honor nacional, no hay batallas perdidas y que también hay batallas “perdidas”, que se convierten en verdaderas y magníficas victorias, como es el caso de Obligado para nosotros, y hay batallas “ganadas” que se convierten en derrotas como Obligado para nuestros enemigos de entonces. Dentro del contexto de la Guerra del Paraná la Confederación Argentina, salió victoriosa del conflicto con las dos más grandes potencias de la época: Inglaterra y Francia.

Ud. se equivoca cuando señala en primer lugar que los “revisionistas de nuestra historia se han empeñado en la rehabilitación de Rosas, buscando encumbrar desde 1974, como soberanía nacional, la derrota del 20 de noviembre de 1845, en la Vuelta de Obligado”. Digo que se equivoca, pues muchísimo tiempo antes, ya en el S. XIX el Brigadier General de la Confederación Argentina, don José de San Martín, en varias de sus cartas, señaló: “…Los interventores habrán visto (a raíz de Obligado) que los argentinos no son empanadas que se comen sin mas trabajo que abrir la boca” y que la contienda era “de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España” y en su última carta que le remitió a Rosas el 6 de mayo de 1850 cuando le dice: “…como argentino me llena de un verdadero orgullo, al ver la prosperidad, la paz interior, el orden y el honor restablecidos en nuestra querida patria; y todos estos progresos efectuados en medio de circunstancias tan difíciles, en que pocos Estados se habrán hallado…”, felicitando también a Rosas de la siguiente forma “Por tantos bienes realizados, yo felicito a Ud. sinceramente como igualmente a toda la Confederación Argentina y terminando su misiva, con un deseo que es un mandato moral a todos los argentinos cuando le dijo: “Que goce Ud. de salud completa, y que al terminar su vida pública, sea colmado del justo reconocimiento de todo Argentino, son los votos que hace y hará siempre a favor de Ud. este su apasionado Amigo y compatriota”. Muy a su pesar, Dr. Soneyra, fue San Martín, el primer rosista y el primero en reconocer la defensa que Rosas hizo de la soberanía nacional.

Contrariamente a lo que Ud. afirma, el río Paraná no era un río internacional, sino un río argentino. Vea lo que dice el ministro inglés Lord Aberdeen, quien había reconocido formalmente en el Parlamento inglés, la soberanía Argentina sobre el Paraná. A una pregunta de Lord Beaumont, contestaba en la sesión del 19 de febrero de 1846: “No podemos pretender ese derecho (la libre navegación): las orillas del río Paraná se encuentran en territorio argentino, y esa pretensión sería contraria a nuestra práctica universal y al principio de las naciones”.

Cuando como consecuencia de la “derrota” de la Vuelta de Obligado y de las victorias conseguidas en la Guerra del Paraná (Combates de Tonelero, San Lorenzo, Punta Quebracho y otras), se firmó el tratado con los ingleses: Arana-Southern y con los franceses: Arana-Lepredour, ambas potencias reconocieron que el río Paraná era un río argentino, sí: ARGENTINO, mal que le pese a Ud.

Lo que me llama poderosamente la atención y no me sorprende…, proviniendo de un antirrosista como lo es Ud., el poco sentido que tiene del concepto “soberanía” y el poco patriotismo.

Que algo hubiera sido resuelto en el Congreso de Viena, en el cual ningún representante de las Provincias Unidas participó, y ello fuera obligatorio en estas tierras, como Ud. parece afirmar, la verdad… es que no salgo de mi asombro, nunca escuché semejante estup…, perdón, barbaridad.

Recién me entero que por lo decidido por el mencionado Congreso, los norteamericanos, p.e. hubieran abierto sus ríos internacionales, para que cualquier nave lo navegara, sin pedir permiso.

Por lo demás, el Congreso de Viena, no declaró la libre navegación de todos los ríos. Tenía una cuestión engorrosa que resolver sobre el tránsito por el Rhin y sus afluentes, cuyas márgenes ocupaban Francia, Prusia, Países Bajos, y múltiples pequeños estados y ciudades libres alemanas. Y resolvió que la navegación por el Rhin, Necker, Main, Mosela Mosa y Escalda sería libre, y que las naciones atravesadas por ríos navegables, “arreglarían de común acuerdo cuanto tuviera atingencia sobre su tránsito”. (Art. 108 del Tratado de 1815). Pero nunca se hicieron tales arreglos, salvo el de Bélgica con Holanda a raíz de la guerra de 1833, e impuesto por Bélgica con el derecho del vencedor.

No existe pues, “libre navegación fluvial” ni en la teoría ni en la práctica internacional. Ni el Perú transita por el Amazonas, que nace en territorio peruano; ni España por el Tajo; ni Alemania llega por el Danubio hasta el Mar Negro.

Le aclaro que en la época de Rosas el Paraguay era una provincia argentina, ya que su independencia fue reconocida cuando cayó el “tirano”. La Confederación Argentina, tenía todo el derecho de impedir el paso de esa flota poderosísima de 100 navíos, 20 de ellos de guerra de los más modernos, al no pedir autorización del gobierno nacional para navegar por un río interior.

Lo que Ud. relata como hecho ocurrido el 8 de agosto de 1845, se conoce en la historia como el “Robo de la Escuadra”, debido a la traición de los ingleses y franceses, quienes con medios superiores, sin que mediara declaración de guerra, se hicieron de la escuadra nacional. Rosas, efectivamente, le pidió a Brown, no combatir, -lo cual molestó al valiente irlandés- porque evidentemente él (Rosas) ya tenía sus planes que a la larga se mostraron mas eficaces y evitaron una carnicería contra las fuerzas nacionales.

Es cierto que a raíz del tratado Arana-Southern, Rosas devolvió unos trofeos tomados a los ingleses y estos a su vez devolvieron unos cañones de bronce, antiguos, que correspondían a las defensas de Obligado. No sé cual es la cuestión, ¿fue un deshonor?, o a Ud. ahora le surge el espíritu nacionalista… Lo que consiguió Rosas en esos tratados, NUNCA MAS LO CONSIGUIO NINGUN OTRO GOBIERNO ARGENTINO, NI NINGUN OTRO PAIS DEL PLANETA!!!!!!

Cuando Ud. dice, que la devolución lo fue sin pedir la devolución de los trofeos tomados en Obligado, por lo que le expliqué ello no es cierto. Si Ud. se refiere a los “trofeos”, tomados por los franceses: “la bandera federal”, le pregunto, ¿qué entiende por bandera federal?. Que yo sepa no había bandera federal, las banderas que enarbolaron los argentinos fueron todas banderas nacionales de la Confederación Argentina, que era como se denominaba nuestro país en aquella época. Los franceses no tomaron ninguna bandera perteneciente al ejército sino que se trató de una banderola, que pudo haber sido enarbolada ya sea en uno de los lanchones por el cual pasaban las cadenas o bien puesta en algún rancho de las inmediaciones. Muchos historiadores ya se refirieron al tema. Tampoco sería un deshonor si hubiera sido una bandera tomada en combate, sobre todo por la férrea defensa opuesta por las fuerzas nacionales y por la gran cantidad de bajas sufridas. Tenga en cuenta que nuestro país era un “poroto”, al lado de esas dos más grandes potencias. No sé si Ud. se lo puede imaginar. Cuando leo sobre Obligado, se me eriza la piel de emoción, ya que me doy cuenta de la hazaña realizada en esa defensa del territorio patrio. El ejército de la Confederación tenía inferioridad de medios, pero le sobraba moral y patriotismo.

¿Porqué no deja sus prejuicios antirrosistas –podrá?- y lo analiza? No tenga complejos de inferioridad. Le pregunto: si Ud. hubiera estado en aquel lugar y en aquella época, ¿hubiera estado con los defensores o arriba de los barcos anglofranceses?. Vamos… espero su contestación que le hubiera gustado estar entre los defensores argentinos.

Volviendo a la “bandera” que según Ud. se exhibe en los Inválidos en París, creo que ya actualmente no se así, creo que el Primer Ministro Chirac, cuando visitó nuestro país durante la presidencia de Menen, devolvió el “trofeo”.

Señor, lo que los argentinos, sanmartinianos y rosistas rescatamos de Obligado, es: La voluntad inquebrantable de un gobernante (Rosas) seguido por todo un pueblo, en la férrea defensa del honor nacional y del territorio patrio. Qué idea, la de este gaucho: ¡¡¡PONERLE CADENAS AL RÍO!!!. La verdad, SE PASO !!!!!!

¡QUE HOMBRE EXTRAORDINARIO!!!!, A TAL PUEBLO, TAL GOBERNANTE!!!

Espero no haberlo molestado con mis palabras.

Lo saludo atentamente.

Simplemente… un argentino, sanmartiniano y rosista

                                                           Norberto J. Chiviló

PD: Yo soy abogado, ¿cuál es su profesión?


NO RECIBÍ MÁS CONTESTACIÓN DE SONEYRA, POR LO QUE PODEMOS AFIRMAR QUE SE FUE AL MAZO.